DIOS PUEDE TRANSFORMAR NUESTRO CAOS EN BENDICIÓN

Hoy dos pasajes de la Biblia que tienen un paralelo entre ellos; Génesis 1:1-3: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas”.

Leamos ahora Jeremías 18:2: “Levántate y veta a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? Dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel”.

EL ESPÍRITU DE DIOS SE MOVÍA SOBRE LAS AGUAS

Hay un paralelo entre estos dos pasajes; en los dos casos, Dios aparece como creador pero en algún momento, se origina un caos. En el primer caso cuando dice: “…y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo”. Quiero que entiendan en este pasaje a las tinieblas no como “oscuridad” sino como “reino de las tinieblas”, como “poderes espirituales de maldad”, y la “luz” no como la “luz física” sino como el “reino de los cielos”, como el “reino de la luz” y leer este pasaje tomando en cuenta lo que acabo de decirles: “El poder del enemigo estaba sobre la faz del abismo pero el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”; el verbo que aquí se traduce como “se movía” en realidad se debería traducir como “empollaba”. Sobre el poder de las tinieblas estaba el Espíritu Santo “empollando” o gestando y generando vida. Una gallina se pone sobre huevos que tienen algo dentro que se espera tengan vida, pero el Espíritu Santo no está sobre “huevos que se espera que tengan vida”, sino que está empollando sobre el caos, sobre la oscuridad y esto nos habla de la tremenda habilidad de Dios: ¡Él puede empollar vida aún de la misma muerte y ésto lo demostró en la cruz del calvario! Yo estoy orgulloso de predicar en nombre de este Dios que puede sacar bendición de la misma maldición y que puede sacar luz de las tinieblas. Allí estaban las tinieblas sobre la faz del abismo y dijo Dios: “Sea la luz”, y vio Dios que la luz era buena y separó Dios la luz de las tinieblas. Espero que sigan pensando como les pedí al principio: Separó Dios el reino de las tinieblas para un lado y el reino de la luz para otro lado.

Estamos hablando de un Dios todopoderoso, que todo lo puede y para quien ninguna cosa es difícil ni imposible. ¡Un Dios que opera sobre lo que no sirve! Jesús dijo: “Yo he venido a buscar y a salvar lo que se había perdido” y en eso él demuestra su capacidad, no en que él tome algo de lo que se puede rescatar algo, sino en que él tomará algo o alguien de quien no se puede sacar nada bueno. ¡Un Dios que puede hacer que existan las cosas que no se ven y producir lo visible de lo invisible! Estamos hablando de la fe, de la confianza y de la esperanza que se esperan que tengan los creyentes en un Dios todopoderoso, un Dios Altísimo y Sublime y que es nuestro Dios y nuestro Padre.

LA REBELIÓN DE SATANÁS

Dice la Biblia que Dios creó un querubín perfecto y lo llamó Lucifer; había gran fiesta el día de su creación hasta que se halló en él maldad. Algunos teólogos dicen que entre el versículo 1 y 2 del capítulo 1 de Génesis, hay una gran rebelión en el cielo, que está descripta en la Biblia, en la cual satanás es despojado de su posición y dignidad y es arrojado a la tierra. Dice la Biblia que a causa de su perfección y hermosura se envaneció y empezó a sentir deseos de ser adorado y ser semejante al Altísimo. Pero Dios se ha reservado el derecho y el atributo de ser el único que merece y debe ser adorado; la adoración está íntimamente ligada y relacionada al amor, la adoración es amor en un grado superlativo. Quien ama a Dios, le adora. ¿Qué pasa cuando un hombre se enamora de una mujer? Generalmente le dice: “La adoro”. El amor está íntimamente relacionado con la adoración; cuando no amas a Dios, terminas adorando no a Dios sino a una criatura. Dios es el único ser que debe ser adorado, no sé qué clase de creyentes son aquellos que no pueden expresarle el amor a Dios… y para adorarle tenemos manos, boca y pies, no podemos adorarle dentro nuestro sin que nadie se entere. Cuando amas a Dios, “se te van las manos y los pies” en adoración y en amor a Él.

Lucifer, que era el jefe de la adoración, comenzó a sentir celos de Dios, de que sólo él fuera adorado, dice la Biblia que se corrompió a causa de su perfección y hermosura y quiso ser semejante a Dios. ¿Podrá alguien ser semejante al Altísimo? Hay solamente un ser del universo que fue creado a imagen y semejanza de Dios; no era para querubines el ser semejantes a Dios, ¡era para seres humanos! ¿No ha provisto Dios un evangelio para que creamos hasta que todos lleguemos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo? ¡No más abajo sino a su medida! El diablo se transformó en diablo porque quiso ser como uno de nosotros, Dios hizo perfecto a Lucifer, pero al poco tiempo, la obra perfecta que él había hecho, se pudrió en sus manos.

DIOS PUEDE HACER DE TI, UNA NUEVA VASIJA

El versículo 2 denota el caos que surgió luego de la rebelión de satanás; lo mismo ocurrió en la casa del alfarero quien estaba haciendo una vasija y ésta se le pudrió en sus manos, pero el alfarero no se hizo ningún problema sino que hizo otra vasija mejor, según le pareció y como él quiso. Yo estaba meditando en estas cosas: Tan lindos, tan perfectos y tan santos que Dios nos hizo cuando éramos chicos, ¿alguno de ustedes nació con pecado? ¿O nacieron sin pecado? Naciste pecador pero no con pecado. ¿Qué pecado se te podría atribuir si ni siquiera orinaste a la enfermera? Nacimos con una naturaleza pecaminosa pero sin pecado, listos para toda buena obra, hermosos, sin embargo, cuando empezamos a crecer, comenzamos a desarrollar una habilidad tremenda para pecar y nos transformamos de pecador sin pecado en pecadores con pecado; comenzamos a corrompernos habiéndonos hecho Dios buenos y buenos en gran manera, porque así lo dice la Biblia.

La habilidad de Dios consiste en que él tiene gracia y misericordia para hacer algo nuevo y no sólo eso sino para hacer algo mejor aún. ¡La vasija que hizo el alfarero después era mejor que la anterior! En la primer creación no fuimos hechos hijos de Dios sino que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios; en la segunda creación fuimos engendrados por el Espíritu Santo y se nos dio naturaleza divina y la potestad de ser hechos hijos de Dios y si hijos también herederos y coherederos juntamente con Cristo.

¡Esto puede suceder en la vida de una persona malvada, corrompida y estropeada si solamente se pone en las manos de Dios! Tuve una experiencia muy linda en esta Navidad: Conocí un hombre que a los 42 años su esposa lo dejó definitivamente, era un agitador laboral y arengaba las multitudes pero su problema principal era el alcoholismo; era un borracho sin solución que insultaba y hería a su familia y la angustia y la amargura por años penetraron sus huesos por lo que pensó en el suicidio; un día se levantó y dijo: “Si hoy no sucede algo nuevo, me mato”. Ese día, en el banco de una plaza se encuentra con un cristiano quien le predica el evangelio y le dice: “Lo tuyo es fácil y tiene solución, la solución se llama Jesús”. Este creyente le enseñó que Jesús vino a salvar y a buscar lo que se había perdido y que vino a esta tierra a dar vida a lo que no tenía vida. El borracho comenzó a gritar y a clamar a Dios y Jesús entró en su corazón y nunca más se emborrachó. A los pocos años recuperó a su familia; a los 45 entró en la universidad, a los 52 fue profesor en la universidad y terminó siendo profesor del hijo del gobernador quien le comentó a su padre acerca de este hombre. “¡No puede ser!” dijo el gobernador a su hijo, “conozco al negro que es un borracho empedernido…¿cómo puede ser tu profesor?” Finalmente “el negro” se encontró con el gobernador y le contó su historia. ¡A Dios le encanta sacar vidas de la basura y transformarlas!

CONCLUSIÓN

Yo no sé lo que satanas ha logrado en tu vida, en tus hijos, en tu matrimonio, lo que sí se es que Dios puede “empollar” vida en el caos. Estoy aquí para predicar el poder del Dios todopoderoso y misericordioso. No sé si te estás por suicidar, o te han desahuciado o menospreciado. ¡Para Dios vales mucho y él puede hacer lo que nadie puede hacer en tu vida! ¡Él puede! Si te pones en las manos de Dios, no entrarás en los planes de satanás sino en los de Dios, Él separará la luz de las tinieblas. Ya sé lo que piensas: “Lo mío es muy difícil, me cansé de pedirle a Dios”. Pero si crees, Dios hoy puede hacer un milagro en tu vida; no importa cuántas cosas probaste, hoy Dios te da una oportunidad para creer. Dios hoy te dice: “¿No podré hacer yo de ti como el alfarero? Yo puedo hacer de ti una vasija mejor”. ¡Es momento que le creas a Dios! No importa cuán “podrido” estés, ¡cree solamente!

Sé que hay personas que están paradas frente a imposibles, y están listas para colgar los guantes y tirar la toalla y sus fuerzas se ha agotado, pero Dios me ha mandado a decirles que si se ponen en las manos de Dios, sus manos alfareras harán una obra maravillosa e inimaginable. Porque si Dios pudo cambiar la vida de ese borracho, ¿cómo no podrá cambiar tu vida? ¡Estás hecho del mismo material! ¿No eres barro? Tengo buenas noticias para ti: ¡Dios es alfarero! ¿Quieres que Dios haga una nueva vasija de ti? Si estás dispuesto, haz esta oración ahora mismo:

“Señor, no quiero pensar como será la vasija que has de hacer conmigo, sólo pon tu mano en mi vida; no quiero darte indicaciones, sólo te doy mi vida y haz de ella una nueva vasija. Te entrego mis imposibilidades, mi impotencia. Perdóname Señor por querer hacer las cosas con mis propias fuerzas, perdóname por querer cambiarme a mí mismo, limpia mi vida y perdona mis pecados. Te entrego toda mi vida y hazla de nuevo, como tu quieras. Gracias Señor porque sé que tienes lo mejor para mí, amén”.