FUIMOS CREADOS CON UN PROPÓSITO - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

FUIMOS CREADOS CON UN PROPÓSITO

INTRODUCCIÓN

¿Tiene sentido tu vida? ¿Te has preguntado para qué vives? Si no sabes responder estas preguntas, por más que te consideres cristiano, aún no conoces el propósito por el cual fuiste creado. ¡Necesitas conocer la visión de Dios para tu vida! Cuando puedes vislumbrar con exactitud el plan de tu creador, las circunstancias que estás atravesando pasan a un segundo plano porque tienes certeza de la meta que debes alcanzar. La vida del apóstol Juan fue un ejemplo de ello. ¡Y tú también puedes llegar a serlo!

 

LA VISIÓN DE DIOS TRANSFORMA NUESTRAS VIDAS

Leamos Apocalipsis capítulo 1, desde el primer versículo hasta el 17:

1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. 4Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. 7He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. 8Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. 9Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. 10Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. 12Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 16Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. 17Cuando le vi, caí como muerto a sus pies”.

¡Qué visión! Cuando Juan vio ese espectáculo cayó como muerto. Los seres humanos alimentamos nuestra vida con visiones, o dicho de otro modo, nuestra vida se motiva con las visiones que tenemos. ¿Qué es una visión? Es aquello que está en el futuro y que con certeza podemos vislumbrar su advenimiento, es algo que nos motiva a trabajar, a obrar, a operar. Todas la personas poseemos dos áreas: Un área animal que tiene ánima o alma, y es afectada por las señales que recibe a través de los cinco sentidos del cuerpo; nuestra alma se afecta con lo que vemos, oímos, gustamos o palpamos. Pero hay otra área de nuestra vida que es la espiritual, que no se deja afectar por los sentidos, sino que, a través de la fe se deja influir por las señales o visiones que vienen del mundo espiritual. Jesús dijo: “…mis palabras son espíritu y son vida”. Es decir, cuando recibo palabra de Dios, que proviene de su corazón al mío, por la fe, estoy recibiendo espíritu y vida.

Asimismo, es importante tener en cuenta, que hay tres clases de vida y el idioma hebreo utiliza tres vocablos para individualizarlas: La palabra “bios” describe la vida biológica, de carne y hueso, la palabra “psiquis” se refiere a la vida psíquica o almática, y la palabra “zoe” indica la vida espiritual, que es la vida eterna o de Dios. Esa vida “zoe” se alimenta de la palabra de Dios y genera su visión; según sea la prioridad que le demos a Él, a su palabra, a sus pastores, nuestra vida “zoe” estará fortalecida por sobre nuestra vida “psíquica” o almática. Tienes que saber elegir tu “comida espiritual”, del mismo modo que eliges tu comida natural; hay quienes no saben qué comer y a consecuencia de ello están enfermos, porque les gusta por ejemplo, el chocolate. Cuando no sabemos elegir lo que debemos comer, aparecen la artrosis, la gastritis, el colesterol, etc. Lo mismo ocurre con nuestra vida “zoe”; si no la alimentamos correctamente, con la palabra de Dios, morirá.

Alan Vincent fue un hombre que levantó 3000 iglesias en la India, tiene 74 años de edad y ha ganado cientos de miles de hindúes para Cristo. ¡No es fácil predicar el evangelio allí! Este hombre llegó a enfrentar demonios; en una oportunidad, uno de ellos le dijo: “¡Bombay es mío!” y él le contestó: “Bombay es de Dios y ahora te echo fuera en el nombre de Jehová de los Ejércitos”. Él creía que era un sueño, pero al otro día, tenía toda la casa destrozada porque había estado peleando de verdad contra el demonio. Cuando llegó a la India y vio la miseria, las pestes, las enfermedades, la pobreza, la idolatría, se deprimió y le preguntó a Dios por qué estaba allí. Comenzó a desanimarse y angustiarse, pero un día, tuvo una visión y vio a Jesús sentado en el trono a la diestra del Padre reinando con poder. ¡Simplemente tuvo una visión! Lo mismo ocurrió con el apóstol Juan, que cuando vio la visión, cayó al suelo, pero cuando se levantó, no fue el mismo. Asimismo, Alan Vincent, luego de su visión, nunca más tuvo debilidad ni sintió que la empresa de conquistar la India era demasiado difícil o engorrosa. Comenzó a trabajar pues, con esa nueva visión sabiendo que Jesús es rey de reyes, que no hay nada que lo pueda detener; él alimentó su alma y espíritu de esa visión y abrió 3000 iglesias en 14 años.

La pregunta es: ¿De qué te alimentas? ¿Cómo es tu vida? Porque demasiadas personas dicen “no se puede” y ven su propia vida como una carga demasiado difícil de sobrellevar y aún piensan en la muerte. Si tu vida es muy pesada, muy difícil y complicada, y todo te va mal, no digas que eres un cristiano porque no estás viviendo la vida que Jesús te prometió. ¡Jesús te prometió una vida abundante y Él no miente! Es necesario que revises cuál es la visión que mueve tu existencia. Recuerdo que yo nunca había prestado especial atención a Marta, mi esposa, pero un día la miré y ya no la vi como antes sino que una nueva visión vino a mí; la empecé a mirar como la mujer que podría compartir su vida conmigo y ser mi futura esposa. ¡Y esa visión me movió! ¡Nunca más la volví a ver igual! Quizás lo que estás viendo te detiene, quizás te alimentas de una visión equivocada… satanás de continuo muestra visiones equivocadas a los cristianos: Que te vas a morir, que no vas a poder, que no vas a salir, que eres siempre el mismo, pero hoy vengo a decirte en el nombre de Jesús que el potencial que hay en tu vida es incalculable e impresionante.

TIENES UN POTENCIAL INCALCULABLE DENTRO DE TÍ

¡Ojalá pudieras descubrir el potencial que hay dentro de ti! ¡Ojalá pudieras saber quién eres realmente en Cristo! ¡Ojalá pudieras conocer el propósito de Dios para tu vida! Porque él no tiene para nosotros propósitos mezquinos, ¡Él tiene cosas grandes! Una visión de Dios “te destapará la cabeza”, no importa qué edad tengas, porque ella lleva en sí misma el potencial mismísimo de Dios y su poder. No necesitas ni siquiera tener fuerzas propias porque las visiones de Dios se hacen con su propio poder. ¡La visión de Dios te lleva a moverte! Hay quienes llegan a los 65 años y dicen: “Se me fue la vida”, pero yo no pienso detenerme hasta el día de mi muerte. Tengo una visión: ¡Ver la gloria de Dios sobre Uruguay! Conozco mi tarea, que es la conquista de esta nación para el reino de los cielos.

Cuando tienes en claro y sabes lo que te corresponde hacer, te concentras y avanzas, no importa cuáles sean los problemas, porque problemas tenemos todos. ¿Qué pasó con Juan? Por predicar el evangelio, fue desterrado a una isla solitaria que se llamaba Patmos; allí no había nada, era un lugar seco y solitario. ¡Pero la isla de Patmos no pudo detener la visión de Dios sobre Juan! Nadie pudo sacar el Apocalipsis porque Dios tenía que cumplir su propósito con él; la palabra de Dios no está presa, Él no está preso y las circunstancias que vives son solamente eso, circunstancias. ¿Qué significa eso? Que cuando tienes claro a dónde vas y qué debes hacer, todos los problemas que surgen son temporales. Si viene una enfermedad, pero sabes que tienes que llegar hasta determinado lugar, te ríes de ella porque sabes quién eres, el llamado que tienes y aunque la enfermedad pareciera que detuviera tu caminar, es temporal y circunstancial porque sabes a dónde tienes que llegar. Simplemente debes tener una visión, conocer el propósito de Dios para tu vida, enfocarte y caminar. ¡No importa cuántos problemas surjan en el camino, los problemas tendrán que hacerse a un lado porque Dios tiene un propósito conmigo y no me detendré hasta arribar a la meta! No hay nada más poderoso que tener una visión clara de Jesús reinando y gobernando en nuestras vidas; mucha gente está muriendo pero Jesús está reinando, a él no lo detiene ninguna circunstancia, lo que ha dicho que sucederá, ocurrirá realmente. ¡Tú necesitas un encuentro con Jesús! Quizás me digas: “Ya soy cristiano”. ¿Pero qué tipo de cristiano eres? ¿De plástico? ¿De goma? Desde que nací me llevaron a la iglesia, pero hubo una etapa en mi vida en que era totalmente improductivo y me sentía mal. ¡La vida cristiana no es una vida improductiva! Hasta tu mismo cuerpo es circunstancial, temporal, se va agotando, se va arrugando, pero en ese cuerpo temporal, de carne y hueso, corrompido por causa del pecado, Dios ha puesto su gloria, su vida “zoe”. ¡Aliento de Dios hay dentro mío! ¿Quién podrá detenerme si Dios está conmigo? El destierro no pudo detener la obra de Dios en la vida de Juan y conocemos todo lo que ocurrirá de aquí hasta el fin del mundo porque Dios se lo reveló a pesar de su destierro, de su soledad e impotencia.

Asimismo, José tenía una visión, él soñó y le contó a su padre que se había visto alimentando a toda su familia, que todos ellos se inclinaban delante de él y eso le valió que sus hermanos lo odiaran, pero él tenía una visión de Dios y nada podía detenerlo. Mi pregunta es: ¿Tienes una visión? Todo cristiano tiene una visión de parte de Dios para su vida aunque a muchos el diablo les ha hecho creer que nunca la van a cumplir, que simplemente es una ilusión. ¡Cuánta gente aborta la visión de Dios! Muchos se mueren sin conocer, sin haber experimentado la gloria y la gracia de hacer aquello para lo cual vinieron al mundo. Demasiada gente se va al cementerio llevando dentro una visión que jamás puso por obra, demasiados cristianos no saben contestar una simple pregunta: ¿Para qué estoy en la tierra? ¡Saca fuera de tu vida el “no se puede”! Dios hoy te dice: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz” (Isaías 60:1). La verdadera vida cristiana no es aburrida, es excitante y llena de poder. ¿Quién podría detener una visión de Dios en el corazón de José? Fue esclavo a Egipto pero él estaba destinado por Dios a ser gobernador de Egipto, así que su esclavitud no fue un error sino una circunstancia temporal. ¡Dios me prometió ser gobernador de Egipto y aquí estoy en la casa de Potifar! Pero eso fue sólo un hecho temporal. También su estancia en la cárcel fue circunstancial; Dios lo mandó allí porque en ese lugar estaba quien lo iba a levantar, aquel que le iba a decir al rey: “Me acuerdo de un compañero que tenía en la cárcel, que interpretó mi sueño…” Recuerda entonces, que tus circunstancias son transitorias. Simplemente tienes que saber cuál es la visión de Dios para tu vida, avanzar y no dejarte alimentar por las cosas que se ven, porque éstas son temporales y las que no se ven, son eternas. Muchas personas que leen este mensaje, han decidido vivir atados a las cosas que se ven, y aún hay cristianos que dicen: “Soy realista pastor, lo que estoy viviendo es real”. ¡No es real! ¡Es circunstancial, es temporal! ¿Tienes una visión de parte de Dios? No lo avergüences, no te vayas al cementerio sin entregarnos aquello que Dios tiene dentro de ti para nosotros. ¡No dejes pasar más los años!

 

CONCLUSIÓN

No hay nada más importante que una vida impactante y el hacer aquello para lo cual llegué al planeta tierra. Me temo que hay cristianos que ponen demasiadas excusas: “No tengo trabajo, el pastor me miró mal, no tengo dinero…” ¡Qué ridículo! La visión que tienen, es la visión del alma, es decir, la visión física y terrenal. Tú verás que se matan pero no por una visión de Dios, sino por una visión terrenal: Un auto, una casa, etc. ¡Hoy es un día para tomar decisiones! Es momento que reconozcas que tu corazón no está inclinado a su visión, que tu vida es insípida. Imagínate veinte años pidiéndole a Dios por un trabajo y una casa. Jesús prometió vida abundante a sus hijos ¡Vida zoe! ¡Vale la pena sacrificar, enterrar y crucificar la psiquis para alcanzar la vida zoe! Todo aquel que quiera retener su vida “psiquis” la perderá, pero todo aquel que pierda su vida “psiquis” por causa de mí y del evangelio, recibirá vida “zoe”, es decir, vida eterna. Es necesario que hoy tomes tu visión humana, la ates y la entierres y le pidas a Dios su visión; ella te dará vida “zoe”. Dios “…manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30. ¿Por qué manda? ¡Porque no es una opción! O cambias tu manera de pensar o te quedas con tu vida psiquis. Si eres estudiante, debo decirte que tu carrera no es tu meta, es un medio para servir a Dios. ¡Tu vida debe llegar a ser un instrumento de Dios!

Si estás arrepentido de pensar como piensas y quieres acercarte a Dios y recibir una nueva visión para tu vida, porque has gastado tus días en cosas que no aprovechan, haz esta oración ahora mismo:

“Señor vengo a pedirte perdón y a darte mi corazón. ¡Transforma mi vida infructuosa en una vida con frutos! Perdóname por vivir en mi propia visión sin tomar en cuenta tu propósito para mi vida. ¡Anhelo vivir para ti! No quiero vivir frenado por excusas ni por las circunstancias. ¡Quiero ser lo que has planeado para mi vida! Te lo pido en el nombre de Jesús, dándote gracias, amén”.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb