LA OBEDIENCIA A DIOS TRAE LUZ - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

LA OBEDIENCIA A DIOS TRAE LUZ

Me he preguntado qué es lo que le agrada a Dios, que le agrada también que lo haga yo. Me encanta saber que en un momento Dios no pudo callarse ni ocultarse, sino que abrió los cielos, hizo descender su palabra sobre su hijo amado y se oyó un estruendo que decía: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17). ¿Por que Jesús complacía al Padre? Porque cuidaba las palabras que decía, el afirmó: “Las palabras que ustedes oyen de mí no son mías, sino de mi Padre que está en los cielos; lo que yo veo de mi Padre en los cielos eso hago en la tierra”. Al ver Dios un hijo que hacía todo conforme a su voluntad, no pudo callar e irrumpió en el planeta tierra con una voz de estruendo que decía: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Qué pudiera hacer yo para que se abriera el cielo y bajara una voz de estruendo que dijera de mí: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”.

             DIOS SE COMPLACE EN LA JUSTICIA

He visto a través de la Biblia que a Dios le complace la justicia y aquel que se acuerda del pobre, del afligido, aquel que sacia el hambre material o espiritual que otro necesita. Dios me dio un pasaje para compartir que está en Isaias 58:6 que dice: ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?” Estas son cosas que Dios anhela que hagamos y después viene el premio, porque en el versículo 10 dice: “y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía”. El mediodía es el punto donde el sol está más alto y donde está el pico de luminosidad. Dios dice: “Cuando hagas lo que yo quiero que hagas, cuando sacies un alma hambrienta, un alma afligida, en las tinieblas nacerá la luz y tu oscuridad será como el mediodía”. A veces decimos: “Señor, ¿qué puedo hacer para que me contestes y me ayudes? A veces las cosas no son tan directas como por ejemplo orar 5 horas y que Dios nos bendiga, a veces, hay personas que oran 5 horas y no le dan un pedazo de pan a quien está necesitado o ven pasar al afligido y dicen: “Yo no me meto con nadie”, ¡pero Dios está esperando que hagas algo por el afligido y no te va a venir la luz ni la bendición por causa de haber estado orando, sino por haber consolado al afligido! ¡Tengo una buena noticia! Almas afligidas hoy serán consoladas, almas hambrientas hoy serán tocadas por el poder de Dios. Hay cosas que nos suceden que a veces no entendemos por qué las tenemos que pasar ni cómo hacer para librarnos de ellas, son aflicciones del alma; hay un especie de operación entre el cuerpo y el alma; por ejemplo, cuando andas sin dinero, tu alma está por el piso, cuando hay escasez de comida, el alma está deprimida, angustiada, y de otra manera, cuando el alma está angustiada, el cuerpo no responde. El alma acompaña al cuerpo y el cuerpo acompaña al alma y Dios desea saciar el alma afligida, y quiere tocar a las personas necesitadas y quebrantadas. ¡Eso es justicia delante de Dios! Eso a él le agrada, él está más en la casa donde hay luto, que donde hay fiesta. ¡Hay esperanza para aquel que está quebrantado y destruido! ¡Hoy Dios quiere alumbrarte y bendecirte! No se qué problemas tienes, pero él quiere traer sanidad para tu alma y tu cuerpo. Hoy hablé con unos hermanos que hace casi un año se les murió una hija de 15 meses; la bebé se enfermó y la llevaron al médico quien le diagnosticó una infección en los oídos. No obstante el diagnóstico, la nena iba de mal en peor y entre esperar a llevarla al médico de nuevo, se les murió. Hoy después de un año, me dijeron: “No hemos superado la muerte de nuestra hija; mi esposa hasta ahora dice: ¿Qué es lo que no hice para que viva? Quizás yo debí hacer algo y no lo hice”. No de la misma manera, pero igual Dios se duele con el sufrimiento de los afligidos. Igual que un padre se aflige por sus hijos, Dios se aflige de cada uno de nosotros, por eso es que puso una ley que no puede ser violada: Ama a tu prójimo como a ti mismo. ¿Por qué tengo que amar a mi prójimo? Porque Dios ama a mi prójimo como me ama a mi, porque a él le aflige tanto tu dolor como el de tu prójimo.

He visto personas afligidas por cargas que les ponen otras personas. Algunas son fáciles de entender, como cuando un padre le dice a un hijo: “Eres un tonto, nunca vas a llegar a ser nada”. Está atando, ligando y poniendo una carga de opresión a su hijo que no puede sobrellevar. El niño no entiende por qué le están diciendo eso… Las cosas que se repiten quedan grabadas en el corazón de la persona y a menos que venga Cristo y “formatee el disco duro del corazón”, eso queda grabado y nadie lo puede sacar. A veces ponemos cargas que no nos damos cuenta en nuestros hijos; hijos que son nerviosos, lo son, por sus padres que también son nerviosos, madre que tiene temor, hijo que también tiene temor. Eso es una injusticia. ¿Por qué el niño tiene que cargar con los problemas de sus padres? Pero hay otras cargas difíciles de discernir; cuando una madre o un padre han puesto cargas en su hijo de tal manera que éste ha llegado a odiar a su padre o madre, ese odio, en el mundo espiritual, es una demanda injusta porque Dios no quiere que odiemos; si odio a alguien, le estoy poniendo un cargo, una acusación, una demanda a esa persona, y la persona cae en maldición por causa del deseo que tengo contra esa persona. La persona me ha hecho daño, yo he recibido daño y le he devuelto con odio, con deseos de venganza y con un espíritu no perdonador sino de maldición y por causa mía esa persona está bajo opresión. Esa persona necesita el perdón de Dios y mi perdón, el perdón del que está herido; cuando no sé amar ni perdonar estoy poniendo cargas a las personas, anhelo luz de Dios y no la tengo, anhelo la bendición de Dios y no la tengo. Dice la Biblia que Dios quiere que hagamos justicia y que quitemos esas cargas de opresión. Dios te ha traído para quitarte cargas de opresión y para que asumas una posición de saciar el alma afligida; cuando veas una persona afligida, lo que Dios quiere es que tú la desates. Les daré un ejemplo: Estaba un día Jesús en la sinagoga enseñando y entró una mujer que tenía un espíritu de enfermedad y ese espíritu hacía que la mujer anduviera encorvada. Jesús la vio y le dijo: “Mujer, eres libre de tu enfermedad” (Lucas 13:12) e impuso las manos sobre ella y en un momento ella se enderezó. Y había en ese lugar un principal de la sinagoga, (uno que estaba allí para ordenar el culto) que se enojó mucho porque parece ser que de acuerdo a la opinión de los religiosos de la época, la tarea de Jesús era ilícita, según ellos, había 6 días para hacer milagros y el séptimo había que dedicarlo a Dios. Jesús le respondió: “Hipócrita, si tu burro está atado en el día de reposo, ¿tu no lo desatas y lo llevas a beber agua?” La respuesta obvia era que si. Si tienes cuidado de un burro, esta mujer que hace 18 años estaba atada por satanás con más razón necesitaba ser desatada. Leamos Lucas 13:11: “y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar”.

            DIOS NOS PROMETE VIDA ABUNDANTE

Puede ser que la enfermedad que tienes, sea por causa de los espíritus de las tinieblas; esa mujer estaba encorvada, la radiografía decía que tenía problemas pero Jesús tenía un ojo clínico mejor que la tomografía computada, Jesús vio un demonio que la tenia atada. Hay gente que está doblada, enferma y dice: “Dios lo querrá así…” ¡Dios no quiere tu alma ni tu cuerpo afligido! ¡El te hizo para su gloria! Dios no ha creado la enfermedad. Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). La vida que Jesús quiere darte es una vida de abundancia, de gozo. ¡Jesús quiere que seas desatado y que seas libre! Hay gente que ama más a animales que a las personas; gente muy adinerada ha puesto millones de dólares para salvar algunas especies de animales para que no se extingan y también millones de dólares para matar niños promoviendo campañas pro-aborto. Pero Dios tiene un alto concepto del ser humano, y lo ha puesto por señor de la creación y lo ha creado a su imagen y semejanza por lo tanto, no murió Jesús en la cruz por los pingüinos del Polo, sino que de tal manera amó Dios al mundo que mandó a su único hijo para que todo aquel que en él crea no se pierda mas tenga vida eterna (Juan 3:16). El gran anhelo de Dios es librar al hombre de las cargas de opresión y de las ataduras satánicas; Jesús acusó a los religiosos de su época de la misma manera que yo acuso a quienes gastan millones en salvar un animal pero no respetan la vida humana. Jesús les dijo: “Ustedes son muy buenos para desatar un burro pero no para desatar un ser humano. Esta hija estuvo 18 años atada por el diablo, no lo puedo soportar, la tengo que desatar”.

¿Habrá alguien que tenga fe hoy? Tienes que creer que Dios te ama y que está aquí para romper las ligaduras de maldición. El te quiere liberar y también que liberes a otro. Hoy es un día de sanidad, Dios ha puesto tu mirada en ti, el sabe de tus aflicciones, de tus necesidades, el sabe de las cargas que puso tu padre cuando nunca te abrazó, el sabe de tus angustias, de tus ataduras, Dios quiere librarte de la mentira y del engaño. No hay vida que le pertenezca a satanás, no hay un centímetro del planeta tierra que le pertenezca. ¡De Jesús son todas las cosas! Yo denuncio las obras de satanás hoy aquí, las enfermedades y los temores que él ha puesto en tu vida. ¡Dios no puso la debilidad en tu vida! Es una injusticia que el temor, la depresión, la muerte se apoderen de ti. Jesús dijo que ha venido para que tengamos vida y vida abundante. ¡No cargues con la maldición, con el engaño! Dios te quiere hacer libre, no se si tu problema es orgánico o del alma, a Dios le da lo mismo lo uno que lo otro. Qué lindo y bueno que es Dios, él no anda con los que festejan, sino con los entristecidos. Jesús no está apurado. Cuantas veces me interceptan antes de predicar y me dicen: “Pastor, un minuto”; la atiendo y cuando me voy, otra persona viene y me dice: “Pastor un minuto…” Y así vienen varios… menos mal que Dios no es como yo, él no esta apurado, él te conoce y quiere saber si hoy le vas a dar crédito a su palabra. ¡Sólo es necesario que creas! Jesús ha venido hoy a desatar personas que tienen años de ataduras. Conozco creyentes que no han podido superar los traumas de la niñez, que su padre no les ha abrazado nunca, todavía están atados, he conocido cristianos que se les ha muerto el padre y lo siguen odiando. ¡Dios te quiere librar! Es un demonio que te tiene atado y Dios te quiere librar y bendecir. ¡Dios hoy esta aquí! Siento que en este momento la mano de Dios se posa sobre algunos, la niebla de Dios está como una cobertura sobre tu cabeza, el te dice: “Quiero darte la paz que nunca has disfrutado… ¡hoy quiero desatarte!”

             CONCLUSIÓN

Este pasaje que hemos leído es una de las demostraciones que hay una relación entre el mundo de las tinieblas y las aflicciones del cuerpo y del alma. Esta mujer no sólo estaba atada en su cuerpo sino que estaba afligida. ¡Dios quiere que hoy superes tus aflicciones! De la misma manera que Jesús vio a esa mujer encorvada, hoy te está mirando a ti y te dice: “¡Quiero librarte! No has superado el divorcio, no has podido superar el rechazo de tus padres, he venido a librarte, a desatarte, quiero darte vida y gozo. Si tu crees, ¡yo puedo!” Hoy es un día de sanidad, de liberación, ¿quieres ser libre? Si quieres ser libre, haz esta oración ahora mismo:

“Señor, reconozco mi atadura, mi aflicción, no he superado el trato que me ha dado mi padre. ¡Ven y líbrame ahora! Perdona mis pecados. ¡Límpiame! ¡Hazme una nueva persona! Necesito tu perdón, necesito que poses tu mano sobre tu vida y me bendigas. ¡Hazlo ahora Señor! Creo por la fe, que soy libre y que un nuevo camino comienzo hoy. En el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb