LA REVELACIÓN Y SUS CLAVES - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

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MENSAJES DEL CIELO

LA REVELACIÓN Y SUS CLAVES

PRIMER AYUNO DE DANIEL

Daniel ha sido uno de los profetas más grandes y más importantes del Antiguo Testamento, y el libro de Daniel nos muestra que él era un hombre de ayuno y oración.

Según la historia bíblica, el pueblo de Israel fue tomado cautivo por el rey Nabucodonosor de Babilonia; fue destruida la ciudad de Jerusalén, el muro y el templo, y el pueblo fue llevado cautivo desde Israel hasta Babilonia, al norte. Allí el rey Nabucodonosor pidió que se escogiesen jóvenes de entre los cautivos, y Daniel fue uno de ellos. Buscaron jóvenes del linaje real, formados culturalmente. A Nabucodonosor le interesaba tener en su palacio gente formada y conocer la cultura, las creencias y los dioses de los países que había conquistado. Además, quería que ellos aprendieran el idioma de los babilonios. Los babilonios eran los caldeos. El rey esperaba que estos jóvenes fueran un puente entre él y el pueblo cautivado. Quería también que Daniel en este caso y sus amigos, no sólo aprendieran el idioma de los caldeos sino que además aprendieran de la cultura y de las ciencias de ese pueblo.

Daniel y sus amigos fueron llevados al palacio y estaban bajo la tutela de un eunuco. El rey les señaló ración de la comida real y de la bebida. Leemos en Daniel 1:8: “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse”. Llega Daniel al imperio más grande, es llevado al palacio de un gran soberano, éste dispone comida y vino especial para él y Daniel comienza confrontando la orden del rey. Propuso en su corazón no contaminarse con la comida del rey. Daniel se dirigió el eunuco y le dijo: “Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber” (Daniel 1:12). Fue difícil, pero el eunuco estuvo de acuerdo con lo que Daniel le pidió y evidentemente en diez días el rostro de Daniel y sus amigos se veía mucho mejor que el de los otros jóvenes que comieron de la ración que les había ofrecido el rey. Daniel desde el principio buscó alimentarse prudentemente y no contaminarse con la comida del rey. Esta es la primera oportunidad en que vemos a Daniel tomando la decisión de ayunar y privarse de la comida real, para agradar a Dios.

SEGUNDO AYUNO DE DANIEL

En el libro de Daniel, vamos a ver que él ayunó en tres oportunidades. Leemos en Daniel 9:1 y 2: “En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años”. Jeremías había profetizado que Nabucodonosor iba a tomar cautivo al pueblo de Israel y les dijo: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia. Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis… Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar” (Jeremías 29: 4, 5,6 y 9).

Habían pasado muchos años de esa profecía; yo había mencionado al principio a Nabucodonosor rey de Babilonia que era el pueblo de los caldeos, después vinieron los medos que subyugaron al imperio babilónico. En el capítulo 9 del libro de Daniel vemos que él todavía está en el palacio cumpliendo una función pública importante desde que el rey de Babilonia lo había escogido, aun cuando los medos conquistaron a los caldeos. Continuamos leyendo Daniel 9:12: “En el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años”.

Daniel lleva allí muchas décadas, había entrado al palacio con unos veinte años más o menos. Cuando llegan los medos se comienza a inquietar y busca en la palabra de Dios, entonces leyó que las desolaciones de Jerusalén iban a durar setenta años. En ese momento entró en un conflicto espiritual, por lo tanto, según leemos en el versículo 3, dijo Daniel: “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza”. No sirve hacer sólo ayuno, es imprescindible orar, interceder y rogar. Es una búsqueda del rostro de Dios, humillándonos delante de Él en adoración, en oración e intercesión. Este es el segundo ayuno que hizo Daniel. Todo el capítulo 9 de Daniel es una oración a Dios: “Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra”. Él ya había leído en las profecías de Jeremías que eran setenta años de cautividad, pero Dios no opera si la gente que está en la tierra no ora, así que Daniel comenzó a orar, a pedir perdón por el pecado del pueblo, a interceder y a reclamarle su promesa de que a los setenta años de cautividad iban a ser liberados.  Y oró también Daniel: “Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias”. Y Dios responde a Daniel y le habla acerca de las profecías de las setenta semanas.

Quien se ha interesado en escatología, ciencia que estudia los acontecimientos de los últimos tiempos, entiende que no se puede abordar la ciencia de la escatología sin estudiar las setenta semanas de Daniel mencionadas en el capítulo 9, verso 24: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”.

TERCER AYUNO DE DANIEL

La tercera vez que encontramos a Daniel ayunando es en capítulo 10:1: “En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión”. Primero fueron cautivos por los babilonios, después vinieron los medos y luego los persas, tres imperios han transcurrido y Daniel seguía siendo un estadista, una persona importante para el reino. ¿Qué sucedió en este tiempo? Leemos en Daniel 10: 2 y 3: “En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas”. Daniel ayunó veintiún días. Cuando decimos que vamos a hacer el ayuno de Daniel, será por veintiún días y comeremos legumbres y beberemos agua. Tres semanas de conflicto, tres semanas de ayuno, oración e intercesión.

Daniel sabía que había una palabra y que el conflicto era grande. Al estudiar las profecías de Daniel, encontramos que las revelaciones contenidas en los capítulos 10, 11 y 12 son las más importantes. En capítulos previos hay varias visiones que tiene Daniel; vio descender un ángel de cielo, vio dragones y una estatua muy alta. Todo esto tiene un significado y Daniel recibe revelación acerca de todas esas visiones. Pero en los capítulos 10, 11 y 12 Daniel tiene una visión de Jesucristo. Antes había hablado con otros personajes pero al final del libro de Daniel, cuando éste tenía alrededor de noventa años, Jesucristo mismo se presentó delante de él. Leemos en Daniel 10: 4 al 6: “Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud”. Se encuentra Daniel con un personaje y lo llama: “un varón”. Este varón es mencionado también en el libro de Apocalipsis 22:13: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último”. Juan también vio a ese varón quien tenía una cabellara blanca como la nieve, vestido de una ropa que llegaba a los pies, un cinto de oro ceñido en su pecho y sus ojos eran como llama de fuego; también vio Juan que sus pies eran semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno y su voz como estruendo de muchas aguas. Daniel 10: 7 dice: “Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron”.

Daniel quedó solito con esta visión. ¿Entiendes que se trata de Cristo? Un ángel se parece a un ángel, un arcángel se parece a un arcángel; ningún ángel, arcángel o querubín se parece a un varón o ser humano, porque la única persona que fue hecha a imagen y semejanza de Dios fue el hombre por lo tanto el hombre no se parece a un ángel sino a Dios. Dios se parece al hombre y el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Cristo descendió de la gloria se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Jesús se llama a sí mismo el Hijo del hombre tomando forma de hombre. Daniel 10: 18 dice así: “Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció”. Aquí está hablando de Jesús. ¿Qué ser celestial se parece al hombre? ¡Jesucristo! Es una revelación de Cristo glorificado como la que vio Juan en el Apocalipsis.

CONSECUENCIAS DEL AYUNO

Primer conclusión importante: el ayuno y la oración tomados en serio produce situaciones importantes en el mundo espiritual. La visión de Daniel fue producto de un conflicto y una lucha espiritual de tres semanas. Leemos en Daniel 10:12: “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido”. Ese día Daniel decidió que ninguna comida delicada entrara a su boca hasta que Dios no le mostrara lo que tenía que mostrarle. Dios me ha hecho sentir que los que están haciendo en serio este ayuno de Daniel junto con nosotros tendrán encuentros con el Señor y recibirán revelación de parte de Dios. ¡No andarás dando vueltas en el desierto! ¡Dios va a mostrar su gloria y su poder! “Daniel el responsable de que yo, Jesucristo, esté aquí hablando contigo es que tu dispusiste tu corazón para buscarme”.  Y el Señor le dice a Daniel a continuación: “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia”. Veintiún días ayunó Daniel, fueron veintiún días de conflicto y oración, mas Jesús le dio ánimo y le dijo que sus palabras fueron oídas desde el primer día. Aquí hay una gran revelación espiritual que la iglesia ha entendido recién entrado el siglo veintiuno y es que las naciones tienen principados y ha habido revelación y entendimiento, como dice el apóstol Pablo que no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Principado significa principal o número uno.

Cuando la iglesia ayuna y ora, arroja sus misiles contra los príncipes de las naciones. Hay un principio espiritual y es que sobre cada nación hay un principado así como gobernadores de las tinieblas, hay también potestades y contra ellos está dirigida nuestra guerra. Por lo tanto, en el ayuno y la oración se desata una guerra espiritual y entendemos que lo que está ocurriendo en el mundo visible o natural es un paralelo en lo invisible en el mundo espiritual. Nosotros luchamos aquí abajo pero hay una confrontación espiritual en el mundo invisible. ¡Debemos tener entendimiento y luz para saber contra qué estamos peleando!

DIOS OPERA EN SOCIEDAD CON EL HOMBRE

Jesús estuvo enfrentando al príncipe de Persia que lo estaba deteniendo. Daniel leyó las profecías de Jeremías que señalan que el pueblo estaría cautivo por setenta años y pensó que eso se tenía que terminar, entonces empieza una lucha espiritual y una búsqueda fervientemente del Señor. Y pasan los años, llega el tercer año de Ciro rey de Persia por lo que el conflicto crece y Daniel comienza a ayunar y a orar, entonces aparece Jesús y le da revelación. Le dice el Señor a Daniel: “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia” (Daniel 10:13).

Alguien me preguntó si realmente el que se le apareció fue Jesús porque como el príncipe de Persia lo frenó por veintiún días,  dudaba si realmente era el Señor. Yo le dije que efectivamente era Cristo, el Rey de reyes, el Todopoderoso. Era Cristo, el que podía haberlo aplastado en solo un instante pero, ¿por qué demoró veintiún días luchando con el príncipe de Persia? Es que Cristo no lucha solo sino que lo hace en unidad con nosotros. Depende de lo que nosotros oramos, poniéndonos en comunión y de acuerdo a su voluntad, el Señor va obrando. Tanto como duró el conflicto, el ayuno y la oración de Daniel tardó Cristo en doblegar al príncipe de Persia. Jesús es Rey de reyes y Señor de señores pero se ha auto limitado por eso nos manda a orar. De otro modo, ¿para qué orar? Si Él lo puede hacer sin esperar nuestras oraciones, pero Dios ha querido que nosotros oremos: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad…” Eso es una guerra espiritual. Nosotros hacemos descender el reino de los cielos a la tierra y nos oponemos en el nombre de Jesús a los poderes de las tinieblas que oprimen las naciones. “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia”.

LA REVELACIÓN DE DANIEL

¿Quién es este Miguel y quién es éste principal de los príncipes? En Daniel 10:21 dice el Señor: “Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe”. Aquí hay revelación. Hay profecías que señalan que todas las naciones se van a volver contra Israel, ¿Cuál es la clave? Todas las naciones tienen príncipes que batallan contra Dios pero Israel tiene un príncipe y es un príncipe de Dios, se llama Miguel y él lucha con Cristo a favor del pueblo de Dios. Jesús le dice a Daniel: “He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días” (Daniel 10:14). He venido por causa de tus oraciones a hacerte saber lo que acontecerá en el último siglo de la historia de la humanidad. Hace dos mil seiscientos años atrás Jesús habló estas cosas con Daniel. Y casi al final del libro de Daniel, éste le dice a Jesús: “…Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin”. Significa que serán reveladas en este tiempo que estamos viviendo.

Daniel 10: 20 dice así: “Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá”. Estuvo veintiún días con el príncipe de Persia, llegó para hablar con Daniel y contarle lo que había de acontecer y volvía para pelear contra el príncipe de Persia, y al terminar con él, vendría el príncipe de Grecia. Esto se estudia en historia; Dios le ha mostrado a Daniel la sucesión de diferentes imperios; quienes han estudiado saben que primero vino el imperio babilónico, luego los medos, los persas, los griegos y por último el imperio romano. En lo visible hubo un príncipe que se llamó Carlo Magno pero en lo invisible estaba el príncipe de Grecia y nada puede hacer éste si Cristo no se lo permite, así como tampoco pueden hacer nada los príncipes de Persia o el de los medos si no se lo permite Cristo porque en Jesús fueron creadas todas las cosas visibles e invisibles y sin Él, nada fue hecho, por lo tanto Cristo domina sobre todos esos poderes.

Jesús le dijo a Daniel: “Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe”. Ya está todo escrito. Estaba escrito en el libro de la verdad que te ibas a casar caprichosamente, que no ibas a obedecer a Dios, que te ibas a divorciar y que te ibas a juntar con otro hombre. ¡Todo está escrito en el libro de la verdad! Y las cosas van a suceder como Jesús tiene determinado y escrito en el libro de la verdad. No porque Dios haya determinado que las cosas sucedan así sino que el Señor tiene previo conocimiento o presciencia. Él sabe lo que va a suceder antes que suceda. Recordemos que Jesús dijo: “Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin”. Jesús estuvo en el principio y estuvo en el fin. Si eres de Cristo tienes que sentirte feliz de saber que estás en las manos del Señor seguro o segura de tu bendición, de la vida eterna, del perdón de tus pecados. Cristo estuvo en el origen y en el final, entonces, ¿quién fue al final para conocer el fin? ¡Jesús! Él conoce lo que viviste, lo que te sucede y lo que te sucederá. Entonces Cristo que ya ha visto el final, vuelve a este tiempo y te encuentra ayunando y orando, y te dice: “Por causa de tus oraciones yo estoy aquí y he venido a contarte lo que va a suceder”.

El ayuno y la oración producen revelación y visión. El tiempo no existe para Dios, nosotros habitamos en el espacio tiempo pero eso es creación de Dios, mas Él no habita en el tiempo y tampoco en el espacio. La Biblia señala que ni los cielos de los cielos lo pueden contener. Leemos en Génesis 1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día”. En ese preciso momento comenzó el tiempo. Pero Dios no se hace problemas con cuestiones de tiempo, Él conoce todo hasta el final desde el principio. Para el Señor un día son como mil años y mil años como un día. ¿Cuánto hace que Jesús tuvo este encuentro con Daniel? Han pasado de este hecho unos dos mil seiscientos años y como para Dios un día son como mil años y mil años como un día; hace dos días y medio estuvo Jesús con Daniel hablando acerca de lo que yo te estoy contando.

Todo esto es revelación que vino a Daniel porque dispuso su corazón a entender y a humillarse en la presencia de Dios, en ayuno y oración. “Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe” (Daniel 10:21). Llegué a la conclusión de que Miguel es el príncipe de Israel. Los iraníes, los de hamas y todos los terroristas se están levantando contra Cristo y contra Miguel. Y Jesús está contra los príncipes de ellos y se levanta contra el príncipe de la potestad del aire, contra satanás. La Biblia declara que todas las naciones se van a levantar contra Israel pero Dios se levantará en juicio contra todas las naciones. Hay un solo príncipe de una sola nación que está aliado a Jesús, aliado al Dios de los ejércitos. Es el príncipe que está sacudiendo a la nación de Israel. Este es el tiempo de Ezequiel capítulo 37 en el que los huesos secos están recibiendo tendones, carne y están siendo cubiertos de piel, y en poco tiempo recibirán Espíritu de Dios y vivirán. En todo el capítulo 11 de Daniel, Jesús continúa hablando con él y le cuenta acerca de los reyes que iban a surgir pero que también iban a caer, y llega hasta el final de la historia cuando el Señor le habla del último gobierno que habrá en la tierra que es el gobierno del anticristo. Leemos en Daniel 11:35: “También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo. Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá”. Jesús está hablando aquí de un gobernante y en este caso es un gobernante mundial del cual se dice en Daniel 11:32: “Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; más el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará”.

Se está hablando aquí del anticristo el cual se ensoberbecerá, se engrandecerá sobre todo dios y proferirá cosas espantosas contra Dios, y prosperará hasta que lo determinado se cumpla. ¡Cuidado! No te engrandezcas tú porque el Señor te va a humillar. Distinto es que Dios te engrandezca así como le dijo a Abraham: “Engrandeceré tu nombre”. Una cosa es que Dios te levante y algo muy distinto es que tú te levantes. Este pasaje señala que ese rey se engrandece solito sobre todo dios y se levanta contra el Dios de los dioses, Jehová de los ejércitos, creador del cielo y de la tierra. Proferirá cosas espantosas contra el Dios del cielo y prosperará en su camino hasta que sea consumada la ira. Cuando llegue al colmo la maldad, también llegará al colmo la ira de Dios por causa de la maldad. Dios no está ciego, Él está viendo todo lo que está sucediendo en el mundo y juzgará a las naciones, mas tú quédate tranquilo; el que es de Cristo tenga paz y confianza, busca en el Señor revelación porque el Señor te hablará en este tiempo de ayuno y oración.

Daniel 11:37 sigue describiendo al anticristo y dice así: “Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá”. Aquí notamos algunos indicios; primeramente, cuando dice que no hará caso del Dios de sus padres, muy posiblemente los padres del anticristo sean cristianos o judíos y segundo, por lo que dice aquí, el anticristo podría ser gay. Dios da detalles minuciosos de cosas que nosotros vamos a ver y a vivir.

Culminando con el libro de Daniel, leemos en el capítulo 12: “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro”. En Mateo 24 se reitera este concepto, dicho también por Jesús: “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”. Viene un tiempo de persecución, de angustia y gran tribulación a medida que el príncipe Miguel, de los príncipes de Israel se levanta. Señala la Biblia que todas las naciones se van a levantar contra Israel mas dice el Señor: “pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro”. La tribulación se va a terminar en ese tiempo, y en ese tiempo los hijos de tu pueblo van a ser liberados. ¿Quién se va a levantar? Miguel, el principal de los príncipes que dominan a todas las naciones. ¡Qué ayuno se mandó Daniel! ¡Y cómo puede su oración! Dice Daniel en el capítulo 12, versículo 2: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”. Aquí está hablando de la resurrección de los muertos. En aquel tiempo, le dijo Jesús a Daniel, en el tiempo de este rey que es el anticristo, se levantará Miguel y el pueblo será librado, y ocurrirá que muchos serán levantados del polvo, algunos para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua. Este texto se refiere al juicio final.

CONCLUSIÓN

Toda esta revelación y todo este conocimiento puso Jesús a disposición, no sólo de Daniel sino también a nuestra disposición por lo tanto tienes que reconocer que el Señor hoy te ha hablado. Quiero decirte que cuando el conflicto es grande no es tan difícil ayunar. Yo estoy viviendo un tiempo de conflicto y me siento en un grado de tristeza muy grande viendo semana a semana el infierno que se nos viene encima con las leyes que están intentando promulgar en el mundo, la presión extraordinaria y los capitales de millones de millones de dólares que los poderosos de la tierra están invirtiendo en ONG que batallan contra el matrimonio, contra la familia, que promueven el aborto en todos los países y se han desbocado de tal manera que se han ensoberbecido y agrandado sobre todos.

Un personaje de una ONG del lobby gay ha dado un discurso en la ONU y ha declarado que la libertad religiosa y la libertad de expresión son relativas pero que los derechos sexuales y reproductivos y la enseñanza de la ideología de género son derechos absolutos, por lo tanto habría que limitar los derechos religiosos. En Argentina se está por aprobar una ley que permitirá apresar a los pastores y cerrar iglesias, y ha asistido a esa nación, un comisario rentado por la ONU que pertenece al lobby gay, para hacer una prueba en Argentina, y ver qué sucede con esa ley. Lamentablemente, los heterosexuales  así como las iglesias no tenemos un comisario que nos defienda en la ONU pero el lobby gay tiene un representante que recorre naciones para imponer que se aprueben ese tipo de leyes discriminatorias que permite apresar a los pastores y limitar los derechos religiosos.

Una mujer feminista dio un discurso en el aniversario de una Organización llamada Planned Parenthood o Planificación Familiar, la organización de aborto más grande del mundo, y esa mujer declaró: “La maternidad es el factor principal del cambio climático”.  También agregó: “Cuanta más carga humana haya, más destruiremos el planeta”. Honró a esa organización que tiene en su cuenta trescientos mil abortos en un año y declaró que esa organización le estaba haciendo un gran favor al mundo. También aquí en Uruguay pretenden hacerle un juicio a una jueza que defendió la vida de un bebé a pedido de su padre, para que sea destituida. ¡Ya no se defiende la vida! Esta noticia trascendió en el mundo; una jueza que se levantó contra una ley que autoriza o le da derecho a la mujer para abortar por su sola voluntad. Como que si no hicieran falta dos para engendrar un hijo y no se le da ningún derecho al padre en esa ley. Y con respecto a mí que hice unas declaraciones en televisión, por causa de lo que dije han determinado mandarme a prisión y hacerme un juicio.

Hay un ómnibus en España que tiene dibujado una nena y un nene y dice: “Los nenes nacen con pene y las nenas nacen con vulva”. Se ha hablado de incendiar el ómnibus y de matar a sus responsables. Finalmente el gobierno de la comuna por donde circuló ese vehículo se le confiscó como si esa declaración fuese un atentado de odio contra la humanidad. Los dueños declararon que no estaban peleando contra nadie sino que afirmaban lo que se puede apreciar a simple vista cuando nace una niña o un niño. ¡Por haber escrito esas declaraciones le detuvieron el ómnibus! Ningún juez dio la orden de confiscar el vehículo, fue una decisión de la comuna.

Llega el momento de que tienes que cuidarte si no quieres meterte en problemas qué es lo que vas a decir. Cuando se levantaron contra la jueza de Uruguay, al punto de pedir su destitución, inmediatamente una docena de ONG se manifestó a través de una carta abierta contra lo que había hecho la jueza y dijeron toda clase de cosas. Y nosotros tenemos que hacer miles de vueltas para poder sacar una declaración firmada por organizaciones cristianas que hace referencia al asunto. ¡Estamos paralizados! Yo estoy viviendo un conflicto grande y la iglesia evangélica no ve lo que está pasando por eso es que Dios convoca a la iglesia a tomar en serio lo que está sucediendo, porque necesitamos que Dios nos alumbre el entendimiento y nos direccione; necesitamos que Dios nos diga cómo vamos a trabajar en las distintas áreas del ministerio, y en nuestra vida personal.

Ora para recibir visión de Dios, para que el Señor te guie y te guarde. Este tiempo de ayuno y oración va a desatar una guerra espiritual y posiblemente tengas muchas luchas pero no estamos aquí para pasarla bomba sino para establecer el reino de Dios en la tierra. ¡Estamos en el mundo para pelear las batallas de Dios!

Si el Espíritu Santo ha puesto en tu corazón participar de este tiempo de ayuno y oración, le pido a Dios que te proteja, te alumbre y te dé inteligencia para tomar decisiones porque nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra principados, contra potestades y gobernadores de las tinieblas. Tenemos que saber qué es lo que Dios quiere y pedirle que nos alumbre para saber qué hacer. Yo estoy en medio de un conflicto; voy a ayunar y a orar tres veces al día porque quiero que Dios me hable, alumbre mi entendimiento y me direccione. Me voy a privar de lo que me gusta para buscar de Dios y voy a tomar en serio lo que el Señor quiere con la iglesia en el mundo. La primera semana oraremos por nosotros, le pediremos a Dios que alumbre nuestro entendimiento y nos enseñe qué es lo que debemos hacer. Pongamos en sus manos nuestros matrimonios y nuestra familia y pidámosle que nos cubra con su Espíritu. Le vamos a pedir al Señor que nos unja con poder de lo alto y que comencemos de una vez por todas a funcionar bajo el poder y la unción del Espíritu Santo para que los cristianos hagamos milagros, para que seamos misericordiosos y visitemos a los enfermos, a los que están presos y nos dediquemos a la niñez.

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