LA VERDADERA PRIORIDAD - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

LA VERDADERA PRIORIDAD

Hoy hablaremos de un tema de vital importancia: Es necesario que respetemos las prioridades que Dios ha establecido para recibir bendición y prosperidad, de lo contrario, la pobreza física y espiritual nos rodeará.

Leamos Juan 6:27-34: 27Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. 28Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34Le dijeron: Señor, danos siempre este pan”.

 BUSCA PRIMERO A DIOS

             Hay algunos conceptos en la Biblia que se repiten de una y de otra manera, y entendemos que cuando sucede eso es porque Dios quiere darle un énfasis especial al tema. Por ejemplo, Jesús dijo que busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serían añadidas. (Mateo 6:33). Es un principio que la iglesia no sólo debe conocer sino que debe vivir. Demasiados cristianos en el mundo no están viviendo una vida abundante como la que Jesús les quiere dar porque no han podido poner por obra esto de buscar primeramente el reino de Dios y su justicia. Hay un orden establecido por Dios para que nos vaya bien, cuando ese orden está en su debido lugar, el cristiano recibe la bendición de Dios pero si no existe ese orden, todo irá mal. Demasiados cristianos están preocupados por las añadiduras y poco les interesa el reino de los cielos, pero el sustento viene desde el reino de los cielos hacia el mundo material y no viceversa. Algunos piensan: “cuando tenga un mejor trabajo, cuando arregle mi problema, iré a la iglesia”, pero no se dan cuenta que el sustento viene por poner en primer lugar a Dios. El orden es así: Primero Dios y después nosotros. “Amaras al Señor tu Dios” es el primer mandamiento y “amarás a tu prójimo” es el segundo. ¿No te ha sucedido que antes de despertarte ya estás haciendo planes para el día? ¡A mi me ha pasado! Desde la primera hora del día estamos pensando en las añadiduras, ¡y ese es el gran fracaso del creyente! El quiere bendecir a todos pero el principio es éste: Si yo pongo mi interés en las cosas que Dios pone interés, entonces él pone interés en las cosas en las que yo tengo interés, de lo contrario, el te deja solo y te dice: “Si te preocupas por tus cosas, bien, yo no me meto en ellas”.

Dios hoy nos dice: “Trabaja no por el pan que perece sino por la comida que permanece…” Hay un alimento, un sustento que tiene que ver con Jesús; él dijo: “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo” (Juan 6:51). Los que discutían con él querían señales de que él era el hijo de Dios. “Moisés nos dio una señal para que veamos y creamos… ¿tú que nos darás?” Cuidado que el diablo, siempre te enseñará “ver para creer” pero la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve; lo que creo hoy, viviré mañana y hoy estoy viviendo lo que creí ayer, porque la fe trae a nuestro presente las cosas que están en lo invisible y en el futuro. Es necesario pues, tener fe. La Biblia enseña que nada hagas por las dudas porque todo lo que no proviene de fe es pecado; es preferible hacer todo con certeza y seguridad porque Dios premia la fe. Hay personas que están indecisas entre dos caminos y a la hora de tomar una decisión tienen dudas; recomiendo que no tomes decisiones cuando estás con dudas. ¡Tienes que tomar decisiones con fe y con certeza! Hay una versión de la Biblia que define a la fe como la sustancia de lo que se espera. Si esperas un auto rojo, la fe es la sustancia de ese auto rojo (la chapa, la pintura, el motor, etc.) que esperas.

Jesús les dice a los judíos: “Yo soy el verdadero pan que descendió del cielo y el Padre me ha escogido”. Le responden: “Muéstranos señales, porque Moisés nos dio el pan del cielo”. Jesús replica: “No es Moisés quien les dio el pan, sino mi Padre que está en los cielos, y ahora mi Padre, les está dando otro pan y ese pan soy yo, me tienen que comer, mi cuerpo es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”. La verdad no está en una religión ni en determinadas doctrinas, la verdad está en una persona, en Jesús; el dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;” (Juan 14:6). Tú no tienes que tener una religión ni un libro con determinadas normas acerca de qué hacer y qué no hacer, ¡tienes que tener a Cristo! ¡Él se manifiesta en aquellos que le creen!

Se ha llegado a la conclusión que la verdad no existe, se está enseñando que hay muchas verdades, que no hay una sola verdad, que aquellos que creen en la vaca están en lo cierto, que todo es verdad y que tenemos que respetar la verdad de todos pero Cristo sigue diciendo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Jesús asimismo enseñó diciendo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). ¡Es esencial que todo el mundo sepa que tiene que recibir a Jesús en su corazón! El dijo que los que creen en el, mayores obras que él harían porque iría al Padre. La virtud del creyente está en tener a Cristo en el corazón, es la presencia de Jesús la que produce milagros, paz, certeza y seguridad. Es una persona la verdad, no una filosofía ni una religión. Recuerdo a alguien que quería morirse; le dije: “Sabes que eso depende del espíritu que tienes dentro. Yo tengo un espíritu que me da ganas de vivir, si dejas entrar a Cristo en tu corazón, él te dará ganas de vivir”. Jesús dijo: “Yo soy la puerta” (Juan 10:9), nadie puede entrar al reino de Dios si no es por la puerta correcta que es Cristo. Puedes entrar por otras puertas pero por ellas no entraras al reino de los cielos.

En este tiempo que se necesita luz tenemos que venir a Cristo, él dijo que era la luz del mundo y también que era el pan del cielo. Y cuando habla de pan del cielo, habla de un sustento. El maná fue la única comida que comió el pueblo de Israel en el desierto. El pan del cielo era el maná y esto era una señal de Dios: El dio un alimento que sustentó a un pueblo de 3 millones de personas durante 40 años y dice la Biblia que no padecieron enfermedad. El maná era un prototipo de Cristo, era una profecía de él, pues luego de muchos años, Jesús se presentó y dijo: “Yo soy el pan que descendió del cielo”. Jesús habló de su palabra como nuestro alimento: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios”. (Lucas 4:4). La palabra de Dios es algo especial, no es como la palabra del hombre, sino que es poderosa. Dios dice: “Sea la luz”, y es la luz, su palabra tiene el poder de producir milagros. Todas las palabras tienen poder pero las palabras de Dios son las más poderosas.

            JESÚS ES EL PAN DE VIDA 

Jesús es el sustento total y absoluto que necesitamos; es difícil de entender, pero es necesario creerlo. Si pones en primer lugar a Jesús en tu vida, todo lo que necesites lo tendrás. Estoy cansado de ver cristianos fracasados que no honran a Dios. Si yo fuera incrédulo, diría de algunos creyentes: “¡Qué dios más malo ha de tener este hombre!” Muchos cristianos dan mal testimonio. Un creyente endeudado, que nunca se supera, avergüenza a Dios; dice la Biblia que él anhela que crezcamos hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13), dice asimismo que Cristo se hizo pobre para que nosotros fuésemos enriquecidos (2ª Corintios 8:9). Hablo de la prosperidad bien entendida; si Cristo es tu sustento algo tiene que pasar en tu vida. El error es la persistencia en las añadiduras; Jesús dijo que no nos preocupemos tanto por la comida que perece sino por la comida que a vida eterna permanece (Juan 6:27). No seas tú de los que vienen a la iglesia a esperar que Dios te tire alguna limosna, sé una persona consagrada a Dios, busca primeramente el reino de Dios y su justicia y las demás cosas vendrán por añadidura en tu vida (Mateo 6:33). Si Cristo está en el corazón, no falta sabiduría, porque él es nuestra sabiduría, tampoco falta la inteligencia, ni la verdad, ni la luz porque él es la inteligencia, la verdad y la luz. Vivimos por causa de la revelación de Dios, ¡él nos guía en un mundo de tinieblas!

Qué hermoso es poder decir que no estoy preocupado por las añadiduras, porque el ocuparme del reino me da todo lo que necesito. ¡Tener a Cristo en el corazón es una ventaja tremenda! Jesús dijo que el espíritu de verdad nos guiará a toda verdad. Me da pena ver algunas personas que me consultan todas las semanas acerca de qué hacer o no… yo me pregunto: ¿Tendrán a Dios? Por falta de tener tan poco contacto con Dios, recurrimos muchas veces a los pastores.  Pero qué lindo ver esa gente que se me acerca y me dice: “¡Dios me habló!” Algo tiene que romperse y quebrarse, tu tienes que cambiar y mejorar tu vida pero ella no cambiará hasta que Jesús sea el primero en tu corazón. ¡Es necesario que él sea el amor de tu vida! Te irá mejor si le buscas primeramente a él.

Muchos dicen: “Es que yo trabajo en tres lugares…” Yo les respondo: “Más que tres trabajos necesitas una buena idea que te dé millones de dólares”. He conocido personas que han puesto una empresa por 5000 dólares y la han vendido en millones de dólares. ¡No necesitas un buen trabajo, necesitas el favor de Dios! Tienes que ser una persona aplicada, ordenada, tienes que tener metas y propósitos pero lo fundamental es que pongas a Dios en primer lugar, porque a la hora de tomar decisiones las tomarás con fe, porque el está dentro tuyo y es tu luz.

¡Dale el primer lugar en tu vida! Ese es el deseo de Dios en este día, que comas el pan del cielo que verdaderamente te va a sustentar. El nos ha hecho habitación del Espíritu Santo, para él somos su templo, no una bolsa de carne y huesos. Él está esperando personas que estén dispuestas a abrirle su corazón: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Tu vida es una habitación, una casa espiritual; si tu casa no está llena del Espíritu Santo, algún otro espíritu tratará de influir tu vida. El que tiene a Cristo tiene gozo, fe y esperanza. Jesús es el pan y el sustento que necesitas, el que tiene a Cristo está en paz y no está turbado, tiene ideas claras y tiene lucidez. ¡Cuando Cristo está dentro todo funciona mejor! Todo tiene que ver con la presencia del Espíritu de Dios en el corazón del hombre. Dice la Biblia: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:11). Te estoy hablando de un nuevo engendramiento en tu vida. Hay un paralelo del mundo natural con el mundo espiritual. De la misma manera que un hombre y una mujer engendran un hijo, Dios engendra vida dentro del corazón del hombre, uniendo su espíritu al espíritu del hombre, dando origen a un nuevo ser con naturaleza divina. Nadie irá al cielo porque es bueno, porque hizo muchas obras buenas, sino por ser hijo de Dios, sólo los hijos entrarán en el reino de los cielos.

             CONCLUSIÓN

¿Cristo está llenando tu vida? ¿El es tu pan? Veo cristianos que por sus necesidades buscan a Dios. ¡Por las añadiduras! Pero Dios dice hoy: “No trabajes más por las añadiduras, trabaja por el pan eterno, y yo te daré lo que necesitas”.

La Biblia dice que Jesús fue hecho por nosotros nuestra sabiduría. ¿Quieres vivir mejor con tus padres, con tu esposo/a con tu familia? ¡Pon a Dios en primer lugar Yo viví un tiempo de angustia… cuando determinadas cosas me sucedían una y otra vez. Pero hoy Jesús te dice: “Vas a intentar lo que ya has intentado veinte veces y si has fracasado, no importa, inténtalo conmigo una vez más”. Quizás te sientes indigno del amor de Dios, porque le has fallado una y mil veces, pero Dios te exhorta: “¡Intenta una vez mas conmigo, ábreme tu corazón!”

Deja entrar la esperanza, la fe y la paz en tu vida. El príncipe de la paz quiere entrar en tu corazón; dale oportunidad a Jesús en este momento; la presencia de Jesús dará sentido a tu vida, él está llamando a tu puerta. ¡Es tu oportunidad! Haz esta oración ahora mismo:

“Padre, vengo a ti en el nombre de Jesús; abro mi corazón; te doy el trono de mi vida, el primer lugar, confieso con fe que tu eres mi señor y salvador. Declaro que estoy bajo tu poder, bajo tu gracia y bajo tu autoridad, confieso que tu reino se manifiesta en mi vida; confieso que me perdonas y me recibes ahora con tu hijo. En el nombre de Jesús, hago esta oración, amén”.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb