MISERICORDIA: ESENCIA Y PODER DE DIOS - Misión Vida para las Naciones

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MENSAJES DEL CIELO

MISERICORDIA: ESENCIA Y PODER DE DIOS

INTRODUCCION

Hay una gran guerra entre la religión y la misericordia; Jesús era movido a la compasión y a la misericordia, y en el afán que produce el amor por los que necesitan la ayuda de Dios, el Señor pasaba por alto determinadas normas especialmente la que prohibía trabajar los días sábados. Para Jesús no era trabajo sanar un enfermo, era hacer el bien en día de reposo. La religión se confronta o se pone en contra de la verdad y es enemiga de nuestra relación con Dios. ¡La religión quiere reemplazar la relación y la comunión con Dios por normas religiosas!

En la historia han surgido normas como por ejemplo, que en Semana Santa no se puede comer carne y los religiosos y fariseos de la época de Jesús se complotaron contra el Señor porque Él no respetaba determinadas normas de la religión; se propusieron destruirlo porque hacía lo que hacía, movido por el amor y la misericordia que tenía hacia las personas. A la religión no le importa que la gente se sane, mucho menos que un paralítico se levante en día sábado. ¡No se podían hacer milagros en día sábado!

La religión es una idea del hombre para congraciarse con Dios; el hombre, a través de la religión que crea normas, estatutos, leyes y decretos, cree que cumpliendo con esas normas podrá estar bien con Dios; la religión es un invento del hombre y quien más se opuso a Jesucristo y a su ministerio aquí en la tierra fueron los religiosos. A las únicas personas que el Señor destrató y a quienes llamó hipócritas, sepulcros blanqueados y generación de víboras fue a los religiosos. A Jesús lo mueve el amor y la compasión y en los actos de misericordia que tuvo hacia la gente se confrontó con la religión.

¡Debemos despojarnos de toda religiosidad y llenarnos de amor por Dios y por la gente! Lo que vale delante de Dios es el amor y no es que el Señor esté en contra de las leyes, todo lo contrario, el sistema de Dios es un sistema jurídico. Nuestro trato con Dios tiene que ver con un sistema jurídico de derecho. Dios es el juez de toda la tierra, lo dice la Biblia; Él juzga y como en todo juzgado hay un abogado acusador, un fiscal que acusa, y señala la Biblia que satanás es quien nos acusa de día y de noche; también está el abogado defensor, y ese es Jesús que está sentado a la diestra del Padre intercediendo por nosotros. Cuando uno es llevado ante el juez es porque ha violado alguna norma o ley, y Dios no está en contra de las leyes pero tenemos que aprender que lo más importante de la ley no es precisamente ésta sino el espíritu que está detrás y en este caso es el espíritu de misericordia.

MISERICORDIA: JUSTICIA DE DIOS

La misericordia tiene dentro de sí misma poder; de nada serviría ser misericordiosos si no tuviésemos poder para ejercer esa misericordia. También, en muchos casos las leyes se contraponen con la justicia. Dios es Dios justo y ama la justicia y no está en contra de ésta sino a favor y la ley más importante que existe es la ley del amor. Muchas veces las leyes se transforman en injustas y nosotros hemos asistido a la promulgación de leyes injustas. Existe lo que llamamos el derecho, están los que estudian el derecho o sea las leyes y normas, y hay algo muy interesante que se les enseña a quienes cursan abogacía, se trata de la diferencia que hay a veces entre la justicia y el derecho. Éste último es el conjunto de normas y leyes que supuestamente se deben acatar pero sucede que hay leyes que son injustas, por ejemplo la ley de aborto. En Uruguay hay más de cien médicos que echaron mano a su derecho, el derecho de objeción de conciencia, para no practicar abortos.

Se ha aprobado una ley que consideramos anticonstitucional; nuestra constitución defiende la vida desde la concepción y desde el momento que aceptamos leyes internacionales que se refieren a ese tema no aceptamos el aborto ya que consideramos que se trata de matar a un ser humano. Así que muchas veces el derecho se enfrenta a la justicia; la cátedra de derecho tiene un decálogo o sea los diez mandamientos del abogado y el mandamiento número tres señala que el estudiante de abogacía tiene que luchar por el derecho pero cuando éste entra en conflicto con la justicia el abogado tiene que anteponer la justicia al derecho.

¿Qué hace la religión? Se abraza al derecho y a normas religiosas; los fariseos, los saduceos e intérpretes de la ley en la época de Jesús tenían sus normas y sucedió que sus discípulos habían violado una de ellas ya que comían pan sin lavarse las manos por lo que los escribas y fariseos increparon al Señor: “¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan”. Muchas cosas hizo Jesús, las cuales constituían una violación contra el derecho, pero era justicia desde el punto de vista de Dios. ¿Quién llevó a la cruz a Jesús? ¡La religión! ¿A quién le dijo el Señor hipócritas y sepulcros blanqueados? ¡A los religiosos! También les dijo: “¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis”.

Hoy tienes que aprender que la ley suprema de Dios no son tanto las normas sino el amor y dice la Biblia que el que ama ha cumplido con la ley. La misericordia es un aspecto del amor. A nosotros nos es fácil amar a determinadas personas y lo manifestamos, pero la misericordia es un aspecto importante del amor que nos acerca a las personas difíciles de amar. ¡La misericordia es un poder que desciende del cielo! No se enseña en las aulas de la universidad de derecho, ni siquiera en primaria o secundaria porque la misericordia es un tema de Dios. ¡Es de Dios tener misericordia y es de Él dar misericordia! ¡Dios es Dios misericordioso! Si el Señor no fuese así, hoy no estaríamos aquí porque por su misericordia se compadeció de nosotros ya que la mayoría no buscaba a Dios, más bien estábamos descarriados como ovejas sin pastor y de alguna manera el Señor se las arregló para alcanzarnos a través de los programas de radio o televisión, a través de un pariente, un vecino, un creyente que se subió a un ómnibus a dar su testimonio porque Él nos amó.

A veces me pongo a pensar qué sería de mi vida o en qué andaría yo si Cristo no me hubiera cautivado. Yo confieso que tengo cara de sinvergüenza pero Dios en su misericordia me atrajo hacia Él. Marta mi esposa no se quería casar conmigo pero Jesús me cautivó y aunque la gente me diga que tengo cara de sinvergüenza no lo soy porque he sido cautivado por el amor de Dios y su poder me atrajo hacia Él. Y el Señor quiere obrar en tu vida hoy ya que nunca lo vas a agradar si no tienes misericordia en tu corazón.

La palabra misericordia tiene la misma raíz que el término miserable y está formada de “miser” que sería miserable, y “cordia” que significa un corazón allegado al miserable; sería sufrir por el miserable y ayudarle. Los cristianos somos perseguidos por causa de nuestro amor y nuestra misericordia hacia los demás. Viene a mi memoria, un hombre mayor que se estaba muriendo; lo encontraron unos hermanos de la iglesia debajo de un puente en un barrio de Montevideo y lo llevaron a un hospital donde lo atendieron pero no le daban esperanza de vida; los médicos insistían que debía estar con su familia pero no tenía a nadie ya que no querían saber nada con él. Decidimos cobijarlo en uno de nuestros hogares Beraca que se encuentra en la localidad de El Dorado, en el departamento de Canelones, pero tuvimos unos inconvenientes con las normas, porque las ambulancias tienen jurisdicción y para trasladarlo de un hospital que quedaba en la Ciudad Vieja de Montevideo a Canelones no había autorización. Se tramitó que una ambulancia fuera desde la ciudad de Las Piedras, Canelones hasta el hospital Maciel donde estaba el hombre, pero tenían el mismo problema de jurisdicción, y mientras, el viejito se nos moría. Conclusión, nos devolvieron al viejito, lo dejaron debajo del puente donde lo habíamos encontrado pero logramos llevarlo con un vehículo de la iglesia.

Las normas se oponen al amor y este es un caso sencillo pero te voy a mencionar otros. En Mateo 23:23 leemos: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”. La ley tiene cosas importantes y lo más importante es la justicia, la misericordia y la fe. ¡No uses la ley para ser injusto! No te enredes con normas establecidas por la sociedad; algunas están escritas y forman parte de nuestra cultura. Cuando Dios te dice que tienes que hospedar a los errantes y a los pobres en tu casa y cuando te dice que le tienes que dar de comer al hambriento, agua al sediento, visitar a los enfermos y presos pero tú dices que no puedes o no tienes tiempo, estás poniendo excusas, normas que tú te has establecido como que tienes que cuidar a tu familia, que tienes que trabajar o no puedes hospedar porque tu casa es chica o te quitan intimidad. Dices además que tienes hijos chicos y pueden abusar de ellos. Nos llenamos de normas que no están grabadas en leyes pero enfriamos el amor y el corazón se endurece. Cuando tú te resistes a ser dócil a la palabra de Dios, tu corazón se endurece y no funciona de acuerdo al corazón del Señor.

MISERICORDIA Vs. RELIGIÓN

En el capítulo 23 del libro de Mateo el Señor se dedica a reprender a los religiosos. No olvidemos que hay un espíritu que rige las normas y si éstas no cumplen con ese espíritu estaremos en contra de la justicia. ¡Debes ser justo como Dios es justo! ¡Debes ser misericordioso como Dios lo es! Jesús iba pasando por un lugar y había allí un hombre llamado Mateo, quien escribiría el evangelio de Mateo. “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió” (Mateo 9:9). Una de las personas más miserables, resistidas y rechazadas por la religión judía era precisamente un cobrador de impuestos y Mateo era uno de ellos. Éstos eran judíos al servicio del imperio romano que les cobraban impuestos a los judíos a favor del imperio, entonces eran tenidos como escoria de la sociedad. Además, los cobradores de impuestos vivían muy bien porque recibían una parte de esos impuestos y como eran injustos sabían cómo arreglárselas para sacarle a la gente más dinero, así ellos tenían más. Sin embargo, Jesús pasa por el banco de los tributos públicos donde está Mateo y lo llama. Mateo 9:10 en adelante dice así: “Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?” La norma era que no se podía entrar a la casa de un publicano o pecador porque era una forma de santificarse o apartarse para no contaminarse, así que como los religiosos eran muy puros no podían entrar a la casa de un pecador y resulta que lo ven a Jesús que entra a la casa de un hombre pecador que estaba llena de pecadores y lo ven sentarse a la mesa con ellos, entonces los religiosos cuestionan este hecho. “… ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?”“Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”.

La religión se aparta de los pecadores y Cristo se acerca a ellos; la religión no te permite comer con pecadores mas Cristo se sienta con ellos porque el Señor tiene otra norma que se llama misericordia; Dios tiene otra ley que se llama amor. ¡El mundo creerá en Dios cuando sea tocado con el poder de la misericordia! Mateo fue transformado por el amor de Dios, él era un publicano y pecador pero no estaba feliz con la vida que tenía y cuando Jesús se le acercó y lo llamó pensó que era algo bueno y se fue tras el Señor transformándose luego en un evangelista. ¡Jesús no vino a buscar justos sino a pecadores! Piensa dónde estarías si Jesús de alguna manera no se hubiera valido de algo para que tú llegaras a conocer el evangelio.

Un joven armó una banda y se dedicó a asaltar estaciones de servicio y cajeros automáticos, se especializó en abrir cajas fuertes y robó cientos de miles de dólares. ¡Estaba forrado de dinero pero no era feliz! Cuando lo invitaron a una célula familiar decidió ir y se sintió amado porque no era amado, pero en esa reunión, gente de Dios lo amó y no le importó cuál era su historia. El joven se entregó a Cristo, fue a un encuentro, sus pecados fueron perdonados y la misericordia de Dios lo cautivó. Él se había juntado con una mujer y decidió casarse. Pronto se irá con uno de nuestros pastores a Haití ya que quiere ayudar en la obra que hemos establecido allí. Este joven me dijo: “No sé qué sería de mi vida si Dios no me hubiera tocado”. Muchos de sus amigos están muertos y él hacía plata fácil por medio de hechos delictivos pero la policía lo atormentaba, mas Cristo lo amó, lo recibió y comió en su casa.

Los problemas más grandes que tuvo Jesús fueron a causa de los hechos de amor que consumó y por causa de ellos, se le volvieron en contra. Cuando resucitó a Lázaro, los fariseos se complotaron y se juramentaron que lo iban a matar. ¡No hay peor enemigo que la religión! Vi una foto en un periódico que muestra cómo los yihadistas inventaron un nuevo método para matar; pusieron un rehén en la calle y le pasaron por encima con un tanque de guerra, acto que filman y pasan para que el mundo vea. Tú dirás que esa gente no tiene perdón de Dios, ¿qué se hace con esa gente que degüella a sus enemigos? La buena noticia es que se están convirtiendo de a miles los musulmanes a Cristo. ¡El poder de Dios está en el amor! El gran poder de Dios se mueve por causa del amor; por esta causa Jesús bajó del cielo. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”(Juan 3:16) ¡A Dios lo mueve el amor y la misericordia! “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (Mateo 9:13)

¡Bendito sea Dios! Cuando tengas un corazón como el de Él amarás a esas personas que ahora rechazas y de las que dices que no merecen ser amadas. ¿Qué es lo que mueve a un cristiano para ir a una cárcel a predicarle a un criminal y que éste se convierta y se transforme en un predicador del evangelio? ¡Lo mueve el amor de Dios y su misericordia! Cuidate de declarar que tal persona es idiota, que te cae pesado y no te agrada porque Dios tiene amor para esas personas que tú no amas y tiene misericordia. ¡Mira que puedes estar peleando contra Dios al despreciar a esas personas! Tal vez esa persona que no aguantas o no soportas el Señor la tenga marcada para que sea un apóstol o un gran evangelista. ¡Abre tu corazón para que Dios te llene de misericordia y de amor!

Lucas 13:10 en adelante dice así: “Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él”.

Entra la señora encorvada, quejándose y algunos la mandaban a callar porque Jesús estaba enseñando a la multitud, las sinagogas no eran tan grandes pero había allí un grupo importante y era día sábado, día en que los judíos van a estudiar la Torá que significa la ley. Jesús detiene la enseñanza, mira a la mujer y le dice: “Mujer, eres libre de tu enfermedad”, se acerca y le pone la mano encima y la mujer se endereza al instante. En uno de nuestros cultos una mujer eufórica decía: “¡Se fue, desapareció la hernia! ¡No la tengo! ¡Ya no la siento!” ¡Le daba gloria a Dios! La Biblia dice que la mujer que se enderezó, comenzó a glorificar a Dios y había algarabíaen el lugar. “¡Aleluya! ¡Hoy hemos visto maravillas! ¡Dios está en medio de nosotros!” “¡No, no, no, no! Hoy es sábado. Este milagro no es de Dios…” Y me imagino la mujer encorvándose de nuevo, por la sorpresa. ¿Y si no fue Dios, quién fue? Los fariseos discutían por ejemplo, si una gallina ponía huevo en día sábado, ¿era lícito comerse ese huevo? Porque la palabra de Dios dice que en día sábado no debes trabajar tú, ni tu buey, ni tu asno, ni tu siervo, ni tu sierva. ¡Nadie puede trabajar! ¡Ni las gallinas pueden poner huevo! Estaban llenos de normas religiosas y a la religión no le importan los milagros portentosos de Dios; a la religión sólo le importan las normas. La mujer escucha a una autoridad, ya que era un principal de la sinagoga, diciendo: “¡Este milagro no corresponde, no puede hacerlo en día sábado ya que tienen seis días para ello por lo tanto hoy no se puede hacer milagros!” ¿Qué movió a Jesús para enderezar a esa mujer? ¿La norma que dictaba que los sábados no se podía trabajar? ¡No! ¡Lo movió la misericordia! Era tanta la compasión de Jesús que le importó más sanar a esa mujer, que la enseñanza que estaba dando. Mientras yo predico, lo más importante no es lo que yo hablo sino lo que Dios puede hacer en el corazón de las personas. A Dios no le interesa tanto lo que yo hablo, le interesa si tu corazón se abre o no porque Él quiere tocarte. El mundo conocerá el amor y la misericordia de Dios a través de un ejército de gente que Él levantará con su Espíritu de poder y de gloria. A Dios poco le interesaban las normas, y las personas que están desesperadas por un toque de Dios tampoco se fijan en las normas.

Había una mujer que tenía un flujo de sangre y llevaba doce años padeciendo, ya estaba sin fuerzas, ella recorrió todos los médicos y gastó todo el dinero que tenía pero no estaba mejor sino todo lo contrario. La pérdida de sangre produce anemia, y esto es falta de glóbulos rojos en la sangre y de oxígeno que impide la combustión, entonces los músculos pierden fuerzas. ¡Un cansancio atroz se apodera de las personas que padecen anemia! Yo estuve con pérdida de sangre por causa de una afección en mi sistema digestivo, tuve una gastroduodenitis erosiva crónica, y perdía sangre todos los días en las deposiciones. Yo creía que era por causa del estrés, pero mis niveles de glóbulos rojos estaban muy bajos y había llegado a un estado de cansancio extremo. Recuerdo una noche que me levanté para ir al baño en la madrugada y fue impactante porque cuando vi era todo sangre, pero mi agotamiento era tal que no le di trascendencia y decidí irme a dormir y apenas llegué a la cama caí como muerto del cansancio que tenía y me dormí, pero al rato me vinieron deseos nuevamente de ir al baño, entonces me levanté y fui nuevamente; cuando vi había mucha sangre, al instante me descompuse y caí al piso desmayado. Al volver en mí estaba mi esposa arrodillada a mi lado reprendiendo al espíritu de muerte. Yo le decía: “Marta seguí reprendiendo”. Los médicos me dijeron que me podía haber muerto. Yo sé lo que produce perder sangre porque estuve más de un mes en cama y cuando me sentía mejor decidía levantarme un rato, entonces me sentaba en el sillón del living a ver televisión pero me agotaba aún sentado en el sillón y me tenía que ir a la cama nuevamente. No sé por cuanto tiempo venía padeciendo eso, porque no se veía en la materia lo que perdía, pero si sé lo que es el agotamiento por causa de la pérdida constante de sangre y no quiero pensar lo que ha vivido esa mujer por doce años. Ella se había quedado sin fuerzas y sin dinero.

MISERICORDIA, JUSTICIA Y FE

Lo más importante de la ley es la misericordia, la justicia y la fe, y la fe arrebata la misericordia. Entonces la mujer dijo: “Si solamente pudiera tocar el borde de su manto sé que seré sana”. La fe abre un grifo en el estanque del poder y la gloria de Dios, produciendo un derramamiento de su misericordia y su amor. Ella comenzó a avanzar pero lo estaba haciendo contra las leyes porque una mujer con flujo de sangre era inmunda por ley y no podía tocar cosas que otros tocaban y mucho menos a la gente. Pero la fe también se mueve por encima de las normas y no con injusticia porque la fe establece justicia. La mujer tiene mucho miedo porque si descubren que tiene flujo de sangre la pueden apedrear pero a ella no le importa nada; ya no se mueve por miedo sino por fe, entonces logra tocar a Jesús. Dice la Biblia que poder salió del Señor. Hoy te hablo de religión, de misericordia y de poder; la religión no tiene poder para transformar a nadie, es un yugo del infierno sobre las personas pero Cristo vino a liberar a las personas del yugo de la religión. ¡A ti ninguna religión te hace bien! ¡Sólo Jesús te hace bien! ¡Lo bueno no es la religión sino tu relación con Jesucristo, y tu fe desata la misericordia de Dios sobre ti! ¡Mujer, tu fe te ha hecho sana!

La justicia de Dios tiene que ver con el gran deseo que tiene Él de bendecir a quienes están necesitados, de sanar a los enfermos y romper las maldiciones sobre los que están malditos. ¡Eso es justicia para Dios! Para Dios hacer justicia es hacerle bien al huérfano y darle de comer al hambriento. ¡No hay ley que pueda detenerte! Socorrer a los niños, a los huérfanos es hacer justicia. Nosotros tenemos problemas legales por socorrer a los menores de edad; hemos salido en la prensa y se nos acusa por haber albergado a menores. Tuvimos un caso en particular en que la madre nos dio a su hija menor a nosotros y previamente le habíamos pedido un papel firmado por ella, en el cual constaba su autorización expresa. Pero en el INAU (Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay) nos dijeron que la madre no tiene derecho a entregar a su hija a ninguna persona, primero debe entregarlo a esa institución y ésta decide qué hará con esa niña porque de lo contrario irá presa la madre y nosotros también. Alegamos además, que teníamos un menor que un juez nos pidió que recibamos, y en el INAU nos dijeron que iba preso el juez y nosotros ya que un menor tiene que pasar primero por esa institución. ¡Estábamos actuando ilegalmente! Una madre, un padre, ni siquiera un juez nos puede entregar un niño para que lo ayudemos. Hoy en día hay hijos de doce, trece, catorce años drogándose y las madres y padres no saben qué hacer con ellos, pero el INAU tampoco. ¡Se puso seria la cosa!

Recientemente también, unos políticos inescrupulosos decidieron investigarnos; una jueza enardecida le dijo a una madre que está viviendo en uno de nuestros hogares: “¿Cómo va a meter a su hija en ese lugar, no sabe que eso es una secta y le van a lavar la cabeza a su hija y la van a esclavizar? La jueza lo dijo delante de una abogada que es miembro de nuestra iglesia y representaba a la madre pero ella no lo sabía. Eso dijo la jueza antes de estudiar el caso y recabar información para saber bien qué era lo que estaba pasando. La mamá vivía en la calle y se drogaba entonces entró en uno de los hogares Beraca con su hija, pero era muy nerviosa y castigaba mucho a la nena, entonces decidimos llevarnos a la hijita a otro hogar hasta que la madre estuviera más calmada y como la separamos de la madre atentamos contra la ley. No podemos tener un menor viviendo lejos de su madre. Aunque después descubrimos que a la madre le habían quitado la tenencia de la niña y se la había dado a la abuela; ésta vivía lejos pero por orden de la jueza la niña se tenía que ir con su abuela, pero a las dos semanas ésta denuncia en la comisaría que su nieta de catorce años de edad se fue a vivir con un hombre de cuarenta años y pidió por favor que se la llevaran, entonces el caso va a parar a otro juzgado por pedido de la primera jueza y en última instancia la otra jueza ordenó que volviera con su madre. Nosotros, mirando lo que dicen los jueces y el INAU, sin tener derecho a socorrer a la niñez.

El Señor hoy te dice: “No pases por alto la justicia”. Cuando el derecho entra en conflicto con la justicia, abraza la justicia y deja de lado el derecho; este es uno de los diez mandamientos de los abogados.

A nosotros nos decían que íbamos a tener un problema muy serio y había tres casos semejantes en nuestros hogares Beraca. Hicimos un sondeo y buscamos cuántos menores tenemos y por qué causa entraron y descubrimos que tenemos más de cien niños. Esto aconteció en días en que el INAU fue acusado por abuso de niños dentro de las instituciones. Nosotros preparamos una carpeta con todos los casos para presentarlo al INAU pero no nos han contestado aun, y deberíamos echar a los niños de los hogares; llevamos meses esperando a que las autoridades se expidan y nos diga qué hacer con todos esos chicos. Pero yo he decidido abrazarlos, besarlos, cobijarlos, darles de comer, vestirlos y enviarlos a la escuela y hoy declaro abiertamente que estoy dispuesto a ir a la cárcel pero no voy a dejar de compadecerme de quienes necesitan la compasión de Dios.

A una joven de Concordia, Entre Ríos, República Argentina, la secuestraron, la drogaron, la violaron, la prostituyeron transformándola en una esclava sexual; está chica no tenía más de quince años. La madre la buscó por todos lados hasta que la encontró, pero quienes la tenían secuestrada tienen mucho poder y son complicados. La policía intervino en el hecho y fueron a exigirles que soltaran a la chica y lograron rescatarla, aunque no los llevaron presos ni los procesaron. Los secuestradores la amenazaban con matar a su hijito, a su madre o a ella si llegaba a abrir la boca y contaba todo lo que le habían hecho. La madre llevó a la joven al forense y éste la convenció para que contara lo sucedido y como estaba amenazada de muerte un abogado aconsejó a la madre que sacara a la hija del país; en eso se enteran de uno de los hogares Beraca en la ciudad de Salto y nos piden por favor que recibamos a la joven. En ese tiempo ignorábamos que estábamos actuando en contra de la ley. La madre y el abogado nos entregan a la chica y se van, pero nosotros nos encontramos con un problema de derecho internacional privado.

A Jesús lo crucificaron porque vino a hacer la voluntad del Padre, Él vino a sanar a los enfermos, a consolar al desconsolado, a vendar a los quebrantados de corazón y a abrir las puertas de las cárceles. Cuando el Señor resucitó a Lázaro, los religiosos acordaron matarlo diciendo: “No podemos dejar que éste siga avanzando porque el mundo entero se irá detrás de Él”. El día que el amor y la misericordia de Dios esté en tu corazón, el mundo entero irá tras de ti.

CONCLUSIÓN

¿Cómo está tu corazón? ¿Hay misericordia en ti? ¿Puedes llorar con los que lloran? ¿Tus entrañas se conmueven cuando ves a alguien que ni conoces pero está sufriendo? Para algunos es difícil amar al cónyuge; una mujer que por años asistió a la iglesia me dijo que no podía vivir más con alguien que no ama. ¡No puede amar ni siquiera a su marido! ¿Cómo vas a amar a tu enemigo si aborreces a tu prójimo? ¿Cómo orarás por esa persona que te persigue? ¿Cómo vas a ir a visitar a los presos y aborreces a tu cónyuge? ¡Algo está fallando! Jesús no nos enseñó a amar a los que nos aman o a deleitarnos con los que se deleitan en nosotros, el Señor vino a buscar pecadores al arrepentimiento. ¿Podrás dejarte cautivar por el amor de Dios? Tú te preguntas por qué Dios puso su mirada en ti si le has fallado pero yo te pregunto, ¿en qué brazos te vas a cobijar? ¿A dónde irás a buscar socorro y dónde encontrarás misericordia tú que has pecado horrendamente? ¿A dónde irás? ¿Quién va a tener misericordia de ti como la tiene Dios? Tú has fallado, si, eres miserable pero Dios ama a los miserables. ¡El Señor tiene misericordia de ti! No sólo te perdonará sino que también pondrá su corazón en el tuyo y tú amarás como Él ama, y tendrás misericordia como Él la tiene.

Una de las mayores muestras de misericordia que he visto es la de los hermanos uruguayos que están en Haití; ellos han sido movidos por la gracia de Dios para ir a vivir a un país tan complicado. Allá matan a la gente en la calle pero nuestros hermanos están allí predicando el evangelio. Tenemos allí un hogar de niños, hemos socorridos criaturas que estaban a punto de morir de hambre. ¡La misericordia no es algo producido en los sentimientos del hombre! ¡La misericordia es poder de Dios! Si tú no tienes misericordia no podrás hacer nada bueno para Dios. ¡No le hagas favores al Señor! No le cuentes de lo que quieres hacer o te gusta, dile: “Señor, lo que tú quieras, donde tú quieras, cuando tú quieras”. La justicia de Dios se manifiesta en favor de los débiles, de los necesitados, de los pecadores y los quebrantados y lo que derriba toda barrera en esas personas es el gran amor derramado por Dios en el corazón de los creyentes.

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