PELEA POR TU FE - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

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MENSAJES DEL CIELO

PELEA POR TU FE

INTRODUCCIÓN

Leemos en 2ª Tesalonicenses 1:3: “Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás”.

Notamos en este pasaje bíblico, que la fe crece. Hoy tienes que atesorar esta verdad en tu corazón y no debes permitir que tu fe decrezca y se estanque. ¡Tienes que batallar para que esa fe crezca! Jesús preguntó a quienes estaban con Él: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”

Quiero decirte que el diablo batalla contra la fe porque él sabe que la gente que tiene fe, obtiene las bendiciones del Señor, arrebata los proyectos de Dios y emprende las obras del reino de los cielos. La gente que tiene fe vence las dificultades, porque la fe es un poder dado por Dios para lograr el éxito en medio de dificultades, ya que hay toda clase de circunstancias que se levantan para detenernos y quitarnos fuerzas para cumplir el propósito de Dios.

ES JUSTO QUE PADEZCAMOS PERSECUCIÓN

El apóstol Pablo veía que la fe de los Tesalonicenses estaba creciendo y por eso declaró: “Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis”.

¡Pablo está diciendo aquí que es justo que padezcamos persecución! Él estaba muy contento con los de Tesalónica porque su fe estaba creciendo, su amor se conocía y también se veía cómo ellos participaban amando a los demás y tenían paciencia en medio de persecuciones y de tribulaciones, pero también agregó que eso de las tribulaciones eran una demostración del justo juicio de Dios para que sean tenidos por dignos del reino de Dios.

Los tesalonicenses estaban creciendo en fe y en amor en medio de tribulaciones y persecuciones. Quiero aclarar que hay tribulaciones que vienen por causa del pecado, por tomar malas decisiones y por nuestros yerros, caprichos, sentimientos o deseos; hay tribulaciones que vienen por no estar en el propósito de Dios, pero tampoco se salvan aquellos que están dentro del propósito de Dios, porque ellos también sufren persecuciones y tribulaciones; cuando en tu vida persiste la pobreza y la miseria, si todos los meses estás juntando las moneditas para poder pagar las cuentas, te quedas sin trabajo porque te echan, los ladrones entran a tu casa, se te rompen las cosas en tu casa y tú quisieras estar en un lugar especial adorando y alabando, disfrutando de la presencia de Dios pero el diablo no te deja pensar en el Señor porque te distrae con la factura que no has podido pagar, en la enfermedad que te sobrevino y en el medicamento que tienes que comprar pero no te alcanza el dinero, etc., será necesario que revises tu vida y las decisiones que estás tomando.

Hay otro tipo de tribulaciones, por ejemplo, los parientes que te detestan porque tú has cambiado mucho y ahora vas a la iglesia de Márquez, entonces dicen que te has vuelto un fanático y ya no los visitas, tampoco bebes con ellos como lo hacías antes. Ahora ya no eres uno más de ellos porque hay ciertas costumbres que has dejado y te lo hacen notar, entonces ya no sabes cómo presentarte delante de esos familiares.

Te acontecen pues, calamidades y no sabes cómo explicar por qué te ha sucedido eso o alguna otra persecución. Nos ha ocurrido, que una senadora ha dicho de nosotros los evangélicos que somos peligrosos y fundamentalistas, y que los fundamentalistas son de lo peor que hay. Los fundamentalistas somos los que creemos verdades eternas que son las verdades que habla la Biblia, por ejemplo, si nosotros defendemos el matrimonio heterosexual entre un hombre y una mujer, para algunos somos de mente cerrada o retrógrados ya que estamos en contra del mover del mundo y de la nueva modalidad de matrimonios que pueden ser de tres o dos hombres y dos mujeres, etc. Somos fundamentalistas porque tenemos fundamento estable e inamovible; somos fundamentalistas porque estamos en contra, por ejemplo, de que el Estado haga negocio con la droga. El Estado produce combustible, cemento portland, alcohol y bebidas alcohólicas entre otros negocios que tiene, y últimamente tiene el negocio de la marihuana y por defender a nuestros jóvenes del flagelo de la droga, nos catalogan de fundamentalistas. Por no estar de acuerdo con el aborto somos fundamentalistas y peligrosos. Los fundamentalistas son un grupo de gente retrógrada que se aferra a los mandamientos de Dios y ponen al Señor y a sus mandamientos sobre otros mandamientos. Yo me pregunto, ¿tan malos somos? Nosotros fomentamos la familia tradicional compuesta por un padre, una madre y los hijos, y ellos le llaman: familia impuesta por la religión.

Hay una corriente en el mundo que está tratando de destruir los fundamentos. Para este pensamiento, la familia tradicional es una estructura retrógrada; incluso en la actualidad este término se ha redefinido. Ahora, si por imponer una ideología política te levantas en armas, matas, secuestras gente, y decides a quién matar y a quién dejar vivir, eso no es fundamentalismo, sino defender la patria. No obstante, nosotros somos perseguidos porque queremos ejercer nuestros derechos ciudadanos, ya que no se considera conveniente que participemos de la vida política y tratemos de pregonar nuestras verdades y valores en lo que a la política se refiere; ellos están de acuerdo que tengamos libertad religiosa para predicar, pero adentro de los templos y no afuera.

Hay muchos tipos de persecuciones y si vemos en los países musulmanes, en la China y otros lugares, los cristianos sufren persecuciones aterradoras. Se están destruyendo iglesias, matan a los cristianos o los encarcelan porque son peligrosos. Por tal motivo muchos se cuestionan si vale la pena ser cristiano. Yo te digo que hay cristianos que nunca van a padecer persecución porque no están dispuestos a hacer la obra de Dios, no les interesa hacer la voluntad de Dios, más bien su propósito es que el evangelio les provea de bendición como un cónyuge, hijos, casa, prosperidad, etc. Pero no toman la decisión de honrar a Dios con sus vidas, con sus fuerzas, su tiempo y sus bienes. Si no sirves a Dios no padecerás persecución, pero todo aquel que quiera hacer la voluntad de Dios, según la Biblia, padecerá persecución de adentro y de afuera.

Nosotros nos estamos esforzando por predicar el evangelio porque nos ha hecho bien y le hace bien a la sociedad. En Haití un niño arañó a otro en el ojo y según los médicos, podría perder la vista, pero allá están los hermanos cuidándolo y pidiendo oración por él. Yo veo a esos niños en Haití que están siendo criados con tanto amor y ese no es más que el amor de Dios como dice en 2ª Tesalonicenses: “…el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás”. Los hermanos de allá corren de un lado a otro en cada hospital porque quieren salvarle el ojo a uno de nuestros niños. ¡Los valores que impartimos son preciosos!

Hoy en día los hijos no son tan amados sino que son muy desvalorizados y no se tienen en cuenta; pero en nosotros el amor se manifiesta de una manera especial. Una de las secretarias de la Iglesia, Graciana, tuvo familia hace unos días y su bebé presentaba dificultades así que le tenían que hacer una cesárea; los médicos les habían dicho que el bebé iba a nacer con un problema pero a ellos no les importó ya que lo iban a amar igual, aunque no faltaron las insinuaciones para que abortara. Su hijito estuvo internado varios días en el CTI y ella iba al sanatorio para amamantarlo cada tres horas y se volvía a su casa y así estuvo varios días. El esposo que no tuvo una buena paternidad y estuvo en la droga, se siente feliz con su hijito, le da la mema, le cambia el pañal; Dios realmente ha hecho una obra maravillosa en ese hombre. Las enfermeras han felicitado a Graciana por el esposo que tiene, porque ven la dedicación y el amor con que cuida al bebé. Mientras Graciana esperaba en una sala que le hicieran la cesárea, al lado de ella había una joven, a quien le preguntó si ella también estaba embarazada y le respondió que sí; le preguntó para cuándo esperaba familia y la mujer le dijo que estaba allí para practicarse un aborto. La mamá de Graciana, cuando se enteró que estaba embarazada de ella, hizo de todo para abortarla pero no le dio resultado. Resulta que Graciana es una bendición para su madre y ella no tiene una mejor amiga más que su hija y viceversa. Ella y su mamá le contaron su experiencia a la joven y le pidieron que no abortara; la mamá de Graciana le dijo que hizo muchas cosas para quitársela pero hoy está feliz con su hija y ahora espera a su nieto con mucha expectativa. La joven les dijo que no tenía cómo mantener a su bebé a lo que Graciana le sugirió que lo tuviera y se lo diera a ella, pero ésta contestó que ya era una decisión que había tomado con su pareja. La mujer se veía muy atribulada y se puso a llorar, entonces, en un momento se levantó, se secó las lágrimas y les dijo: “¿Saben qué? No voy a abortar”. ¡Y se fue!

¡Lucha por la vida! ¡Es Dios el que hace nacer! El Señor está sembrando vidas en el planeta porque tiene planes y propósitos con las personas. ¡No te opongas a los planes de Dios! El diablo quiere la muerte, sacrifica a los bebes en el altar de los demonios y no hay cosa más linda para él que ultrajar la inocencia y burlarse así de Dios. Nosotros luchamos por la vida, que los bebés no sean abortados, trabajamos para rescatar a los drogadictos, a las familias, a los matrimonios. Aunque muchos vienen a pedir consejo para poder restaurar su matrimonio y se lo damos, pero se enojan porque no les gusta lo que le decimos y terminan hablando mal de nosotros. Son muchas las situaciones adversas que atravesamos, que nos han llevado a preguntarnos si vale la pena seguir luchando y la respuesta es sí, vale la pena porque sabemos que en medio de las tribulaciones, nuestra fe, crece.

NUESTRA FE SE PERFECCIONA EN LA TRIBULACIÓN

Cuando te suceden adversidades te enojas y como no sabes con quién enojarte te la agarras con Dios y cuestionas: “¿Por qué Dios permite que me pase esto?” El apóstol Pablo declaró: “Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan”. ¿Cómo hace Dios para juzgar a los malvados? ¿Qué es lo más importante que tiene Dios en el mundo? Sus hijos, los que Él ha comprado con precio de sangre, a quienes ha limpiado y les ha dado vida eterna. ¿Con quién se complace Dios? ¡Con sus hijos! ¿Has notado cuando alguien ataca a un niño estando la madre cerca? La madre salta como una leona a defender a su hijo porque es lo más precioso que ella tiene. Las madres tienen celo por sus hijos, sólo ella puede rezongarlos y nadie más. Y los niños aprenden enseguida; cuando yo le digo a mi nieta que me voy a enojar con ella, enseguida me responde: “¡Vos no sos mi mamá!”

Los malos se levantan contra los hijos de Dios. Una vez, un pastor amigo me invitó a pescar, en total éramos tres pastores. Habíamos alquilado una lancha que manejaba una persona que sabía dónde pescar y que nos ponía la carnada en el anzuelo. Salimos por el río Paraná en busca de los peces dorados y después de conversar un rato con el hombre, le dijimos que estaba rodeado porque los tres éramos pastores y le comenzamos a hablar acerca del evangelio, y en un momento nos dice: “Yo los detesto a ustedes porque mi señora comenzó a ir a una de esas iglesias de ustedes y antes, sexualmente yo hacía lo que se me daba la gana con ella, pero desde que se convirtió ya no puedo hacer todo eso que hacía”.

Hablando de intimidad, hay pastores que predican que fuera del matrimonio nada pero dentro de éste se permite todo, pero a mí la Biblia no me enseña eso. Si lees Romanos capítulo 1, versículos 18 en adelante la Biblia dice: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad…Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen”. ¡Hay una manera natural y otra que es contra naturaleza! Nosotros predicamos acerca de esto y nos catalogan de fundamentalistas porque no permitimos hacer nada y la persecución se desata, como señaló la senadora Topolansky, nosotros somos peligrosos.

Alguien me escribió y me dijo: “Tu religión ha matado más gente en el mundo que todas las guerras. ¿Te acordas de la inquisición?” Yo estoy como el cuento del borracho; alguien pasó corriendo al lado del hombre porque la policía lo estaba persiguiendo, entonces se le acercan los efectivos y le preguntan si no vio a alguien que pasó corriendo y dobló la esquina, a lo que el borracho responde: “Cuando yo vine, la esquina ya estaba doblada”. ¿Qué tendré que ver yo con las cruzadas, los cruzados y la inquisición? Para muchos, los cristianos somos gente despreciable por eso hay que cuidarse mucho del apóstol Márquez porque no le da libertad a las personas para que se acueste con quien quiera. Dentro de los derechos sexuales que deben ser protegidos, está el derecho de la persona a mantener relaciones sexuales con quien quiera, como quiera y donde quiera, total, a los niños los podemos abortar, y si vienen que se haga cargo el Estado.

El apóstol Pablo dice: “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan”. Es necesario que atravesemos las angustias que producen las persecuciones, las soledades o debilidades porque en medio de esa debilidad y persecución se mueve el poder del Espíritu Santo sobre nosotros y la fe se perfecciona. No me preguntes cómo es eso pero yo sé que aquellos que no están firmes en Dios, en medio de las adversidades se enfrían y se apartan y queda bien claro que no estaban aferrados al Señor. Pero los que padecemos persecución por causa de la justicia y del reino de Dios, cuando vienen estas situaciones, nos afirmamos en Dios, buscamos en Él el sustento y en su palabra el aliento; y de su palabra viene la fuerza para seguir, entonces se mueve dentro de nosotros la esperanza y la fe, y se perfecciona el amor.

Tienen que haber malos que persigan a los buenos y esto es demostración del justo juicio de Dios. “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder”. La Biblia dice que el reino de los cielos no es para los cobardes así que para entrar hay que ser valiente. Hay mujeres que me dicen que no quieren orar porque cuando lo hacen su esposo se endemonia más, entonces para calmar a los demonios prefieren no orar así no padecen tribulación o persecución. Hay hombres que se hacen los machos e insultan a las esposas y les dicen toda clase de bajezas, y hay mujeres así también. Yo le digo a la mujer que tiene que tomar autoridad en el nombre de Jesús. “¿Pero si se me viene encima?” Si se te viene encima entonces Cristo no está contigo. Si eres de Cristo toma autoridad y dile al demonio: ¡Espíritu inmundo te ato y te echo fuera; te ordeno que sueltes a mi marido en el nombre de Jesús!” Tienes que tomar la autoridad del reino, no les pidas “por favor” a los demonios que se retiren, échalos fuera de la vida de tu esposo con fe. Son muchas las situaciones que se levantan contra tu vida pero, ¿estás firme o no?

TRES ELEMENTOS QUE NO PUEDEN FALTAR:

Quiero hablarte acerca de tres cosas que le dan sentido a tu vida; 1ª Corintios 13: 13 dice así: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. No vale decir que tienes amor, de modo que no importa si no tienes fe porque sin fe no haces nada, no vas a ningún lado y no disfrutas de victoria alguna, por lo tanto necesitas fe; también necesitamos la esperanza porque en el trayecto que va desde que la fe comienza a ejercerse hasta que obtengo la victoria, en medio, debo tener esperanza. La Biblia habla de una esperanza viva, pues hay una esperanza que no viene de Dios sino del mundo; yo me refiero a la esperanza que Dios le da al creyente para que pueda mantenerse en la fe. Quien no tiene esperanza se debilita en la fe, en el trayecto de la tribulación. La fe y la esperanza van de la mano; la fe sin la esperanza se debilita, es como que la esperanza va sosteniendo la fe y te lleva a pensar y a sentir que Dios está contigo y que no es culpable de lo que te sucede sino que estás padeciendo porque el príncipe de este mundo es satanás y se levanta contra los hijos de Dios.

Nos quieren hacer creer que la política es del diablo y no debemos meternos en ese territorio porque vamos a salir perdiendo, pero quiero decirte que satanás no es dueño de ningún territorio, a él no le pertenece ni un centímetro cuadrado de nada pero se sí se ha hecho acreedor de un lago de fuego y azufre y ese es el único territorio que posee. En medio de la tribulación, la fe enfrenta las dificultades y la esperanza no va a fallar porque sabes que Dios está a tu favor y aunque andes en valle de sombra de muerte no temerás mal alguno porque el Señor está contigo. “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón. Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado” proclamó el salmista.

La confianza, la esperanza, la fe y el amor son sustentados por la palabra de Dios; tú acudes a ella y el Señor te explica y te aclara todo. En 2ª Tesalonicenses te dice que la tribulación es normal, que la fe crece en medio de la tribulación y que ésta sirve para condenar a quienes nos atribulan y Dios nos da a nosotros descanso por causa de lo que hemos padecido. Cuando escudriñas la palabra de Dios comienzas a entender cosas que normalmente no entiendes; las cosas de Dios no son para razonar sino para creerlas. ¡Vale la pena creer a la palabra de Dios!

Leemos en 2ª Tesalonicenses 1:11: “Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder”. ¡Tienes que experimentar esa clase de vida! El Señor ha declarado que eres más que vencedor por medio de Aquel que te amó. El apóstol Pablo decía: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. ¡Declara tú lo mismo! En tu boca debe estar la palabra de Dios. Por ahí te encuentras a alguien que dice: “Esto me puede”, “esto es más fuerte que yo”, “no doy más, voy a colgar los guantes”. No tenemos que hablar conforme al mundo ni a lo que sentimos. Sentimos que el león nos devora pero no nos importa nuestros sentimientos, porque declaramos como dice la palabra de Dios: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. ¡Dios le cerrará la boca a los leones! ¡El Señor caminará conmigo dentro del horno de fuego y cuando yo salga no tendré olor a humo!

El libro de Daniel relata un acontecimiento poderoso; a los amigos de Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego los echaron en el horno ardiente, atados de pies y manos, y cuando salieron, el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían. Lo que sí se les había quemado fueron las ataduras. ¡Se queman tus ataduras en medio de la tribulación! La fe crece porque se alimenta de la palabra de Dios. Así como le decimos a los niños que coman para que crezcan grandes, el Señor te dice: “¿Quieres que tu fe crezca? ¡Aliméntate de mi palabra!” Haz que la palabra de Dios more en abundancia en tu vida; la fuente de la fe está en su palabra.

Cuando dices que ya no aguantas más, no estás declarando la palabra de Dios, pero cuando expresas: “¡Soy más que vencedor por medio de Aquel que me amó!”, estás declarando palabra de Dios y la fe comienza a reverdecer en tu interior. No uses pensamientos y argumentos humanos. En el libro de Santiago 1: 5 al 7 dice así la palabra de Dios: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”.

Por ahí encuentras a algunos cristianos que dicen: lo hice por las dudas. ¡No hagas nada por las dudas! La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. ¡Aférrate a la fe! Pídele al Señor que aumente tu fe y que te dé amor por su palabra; por la palabra de Dios, crecerás en fe. Los tesalonicenses formaban parte de una iglesia que daba testimonio del poder de Dios, porque ellos vez tras vez, en cada tribulación y en cada persecución salían airosos y la fe de ellos era conocida, y su amor era visto por todos. Supongamos que no tienes ninguna persecución o aflicción, pasas una vida tranquila, pero nadie podrá decir de ti: “¡Mira la fe que tiene esta persona!” ¿Dónde se ve la fe? La fe se manifiesta en las tribulaciones, en las enfermedades, en los conflictos matrimoniales al punto de disolución; la fe se ve cuando tu hijo está en la droga y tú has hecho todo humanamente hablando, pero caes de rodillas delante de Dios y declaras: “Dios, yo no traje un hijo al mundo para que muera por causa de las drogas. Yo te lo entregué a ti, Señor; este hijo es tuyo, él es tu siervo. ¡Diablo no te permito que lo toques!” Tú preguntas por qué te pasa todo lo malo y yo te digo que es necesario que se vea en ti, si tienes fe. Al final de la prueba dirán de ti: “Esa madre lloró delante de Dios, sufrió por su hijo, batalló en fe, lo amó a pesar de todo lo que hacía, y ahora su hijo está predicando”. ¡Esa madre le arrebató su hijo al diablo!

Convéncete hoy que tienes que hacer algo para que tu fe crezca, que debes retener la esperanza. No tengas miedo, sé valiente; no permitas que se refleje el miedo, la angustia y la duda en tu cara, sino que ésta muestre la fe y la esperanza que tienes en Dios. Dile al diablo: “Has embestido a mi familia pero yo te los voy a arrebatar en el nombre de Jesús”.

Yo había sido cristiano toda mi vida y entré en una tribulación grande, entonces le dije a Dios: “Señor, ¿de qué me sirvió haber sido fiel y para qué te he servido?” Me enojé con Dios y le preguntaba qué quería de mí pero comencé a escudriñar su palabra y leía: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera en mi camino”. “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”. “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos”. Yo leía y repetía varias veces la palabra de Dios. Cuando más o menos comencé a vislumbrar el propósito de Dios para mí y entendí que iba a ser pastor y no arquitecto, una noche oré: “Dios, quiero ir al mismo cuartel de satanás y me quiero vengar de él; quiero arrojarle unas cuantas granadas y destruirlo”. Me enfurecí entonces contra satanás porque Dios me había hecho un hombre valiente.

CONCLUSIÓN

Que el sentir y el propósito del Señor prevalezcan en tu corazón y cuando abras tu boca, hables palabra de Dios. Parecerá por momentos que nada funciona, pero sí funciona. La Biblia dice que la palabra de Dios está atada en los cielos y es el fundamento de nuestras vidas. Si edificas tu casa sobre la palabra de Dios, ésta estará cimentada sobre el fundamento inamovible de su palabra y te llamarán fundamentalista.

Que esta palabra que has recibido hoy sirva para ti pero también para quienes te rodean, dale esta palabra a los que están titubeando, a los que están angustiados y zozobrando en la vida; dale esta palabra de fe a quienes la estén necesitando. ¡Transfórmate en un canal de bendición! Reten esta palabra y compártela porque hay gente que la necesita. Diles a esos que tienen miedo, lo que has creído, que el ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende. Tú estás en las manos de Dios y no en las manos de los hombres; no estás en las manos de los médicos ni de los economistas. ¡Estás en las manos de Dios! Si crees, podrás permanecer firme en medio de la tempestad, en medio de la enfermedad, en medio del quebranto familiar o económico porque tendrás las fuerzas de Dios.

Es tiempo de que pongas tu vida y cada una de tus circunstancias en las manos de Cristo. Tal vez no lo sientes y no eres consiente, pero estás siendo dominada o dominado por pecados y necesitas acercarte a Cristo y decirle que quieres pertenecer a su reino. Dile: “Señor, quiero que perdones mis pecados y tomes mis cargas porque quiero vivir la libertad de los hijos de Dios y experimentar una vida de fe, de esperanza y de amor. Tómame en tus manos, Señor. No quiero andar más angustiado, viviendo en soledad, sintiéndome impotente cuando sé que hay un Dios tan grande que tiene cuidado de mí. Necesito que me limpies y perdones mi falta de fe, de mi incredulidad y el depender de mis propios pensamientos. Lléname de tu presencia Dios, yo creo en ti y creo en la palabra que he recibido y creo que de ahora en más voy a tener una vida de victoria. Aumenta mi fe y dame amor por tu palabra, Padre, te lo pido en el nombre de Jesús, amén”.

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