SANA TUS EMOCIONES ==> SANA TU CUERPO - Misión Vida para las Naciones

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SANA TUS EMOCIONES ==> SANA TU CUERPO

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INTRODUCCIÓN

En varias oportunidades he tocado el tema de las emociones tóxicas y digo que son tóxicas en todo el sentido de la palabra, porque enferman el organismo y producen reacciones químicas dentro de nuestro cuerpo, envenenándolo y enfermándolo. Una definición de emoción señala que “es una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa”. Cuando dice que es una alteración del ánimo significa que es una alteración del alma; el alma es el centro de la mente, la voluntad y las emociones, entonces, estas tres áreas son alteradas. ¡Si te das un martillazo en un dedo no te dan ganas de reír! Las emociones están sujetas a circunstancias, así que el alma que no conoce de Dios, que no conoce su palabra y no se afirma en ella está sujeta a esas circunstancias que generan emociones, entonces, si tienes fe en la palabra de Dios vives en una dimensión, en cambio si no conoces la palabra de Dios o ésta no te viene a la memoria en el momento que te sucede algo y no ejerces fe en ella, vives lo mismo pero en otra dimensión.

Esto explica por qué algunas personas no se deprimen tanto al pasar por una situación determinada, en cambio otras se quieren matar, con lo cual llegamos a la conclusión de que el problema está dentro de ti, o sea, de cómo ves la circunstancia y la vida. ¿Cómo enfrentas las adversidades? ¿Te paras frente a la circunstancia con una actitud de vencedor o de vencido? Para que Dios pueda transformar la historia de tu vida tiene que ocurrir algo dentro de ti que cambie la perspectiva. Las adversidades siempre te hablarán negativamente y la intensión del diablo es que te hundas en medio de ellas. Con Marta mi esposa, en treinta y nueve años que cumplimos de casados, hemos navegado muchos mares con muchas dificultades, ¡y te digo que estamos a punto de recibirnos de marineros!

EMOCIONES TÓXICAS

Dijimos que las emociones son una alteración del ánimo intensa y pasajera, o sea que va y viene; pero hay quienes se encariñan con alguna emoción, por lo que deja de ser pasajera. Por ejemplo, si sientes tristeza por causa de la muerte de algún familiar y no la quieres soltar, se transforma en una tristeza profunda y si ese sentimiento sigue dominando tus estados de ánimo, entras en una depresión, aunque no todas las depresiones tienen que ver con la tristeza, pero sí la mayoría. Si la tristeza domina a una persona, se transforma en depresión y si la depresión se apodera de su vida puede llegar al suicidio.

El rey David tenía mil y un problemas, pero él declaraba: Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré” (Salmo 28:7). Esa alteración del ánimo que puede ser intensa y pasajera también puede ser agradable o penosa; reconozcamos que hay cosas que nos producen alegría como cuando te enteras que tu hija está embarazada y te sientes la abuela más feliz. Esta circunstancia te altera el ánimo pero lo hace de modo agradable; ahora, mientras estás festejando, recibes una llamada y te dicen que entraron ladrones en tu casa, el gozo que tenías se te va y entras en un estado intenso de amargura.

Señala la definición de emociones, que éstas van acompañadas de ciertas conmociones somáticas, o sacudimiento a nivel somático. “Soma” significa carne; o sea que va acompañado de problemas en el organismo. Los estados de ánimo actúan en el alma: mente, voluntad y emociones, y producen conmoción somática, de aquí surge el término psicosomático. Ánimo o alma es sinónimo de psiquis, o sea que los problemas de la psiquis producen conmoción somática o en el cuerpo.

La Biblia habla acerca de estos temas pero la gente le cree más a la ciencia, así que si lo dice la ciencia nos maravillamos y aceptamos. La ciencia dice que hay una relación entre las emociones negativas y las enfermedades; nuestras emociones provocan que el organismo libere sustancias en nuestro cuerpo, afectando órganos y tejidos. Esto está comprobado por la ciencia y se ha avanzado mucho en esta área en los últimos diez años. O sea que ha quedado demostrada la relación entre las emociones negativas y las enfermedades. Además, la ciencia ha entendido que nuestro organismo segrega determinadas sustancias a causa de nuestras emociones, como por ejemplo el temor, sentimiento que provoca que nuestro cuerpo segregue adrenalina; esta sustancia es buena y necesaria cuando enfrentamos algún acontecimiento que nos produce temor. La adrenalina hace que nuestro sistema nervioso active en forma intensa nuestras funciones vitales ante una situación de alarma. Claro que si el temor te supera, al final te paralizas y no hay adrenalina que te ayude. Sucede que si el temor, o sea, esa emoción o estado de ánimo prevalece en tu vida, el cerebro no sabe cómo evaluar y manejar la situación, entonces aumenta la producción de adrenalina que fluye por tu cuerpo como una droga, por lo que el exceso de esta sustancia produce enfermedades.

Concluimos que las emociones negativas enferman y destruyen; esas emociones son: el odio, la ansiedad, la tristeza, el temor, la angustia y la soledad. Estos estados de ánimo o emociones provocan enfermedades, en tanto que las emociones positivas sanan y estimulan, como por ejemplo, la alegría. La ciencia se ha pronunciado acerca de los beneficios para salud de las personas que ríen. Las emociones positivas que sanan y estimulan son: alegría, paz, contentamiento, paciencia, bondad. Contentamiento es la capacidad de estar contento. Dice la Biblia en Proverbios 17:22: “El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos”.

Literalmente la tristeza seca los huesos y te lo voy a demostrar. La depresión es un síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, o sea que la mente, la voluntad y las emociones, funciones de la psiquis o del alma responden mal y no reaccionan como debieran y a veces sufren trastornos neurovegetativos. El sistema nervioso neurovegetativo es la parte del sistema nervioso relacionada con la regulación de las funciones de la vida (respiración, digestión, circulación, excreción, etc.), que no está sometido a la voluntad. Son las funciones del cuerpo que no dependen de nuestra decisión, eso es el sistema neurovegetativo, o sea, yo no le tengo que decir a mi corazón que no se olvide de latir. La depresión entonces por causa de una tristeza profunda afecta el área síquica, o sea que inhibe las funciones de pensar, la voluntad y las emociones; además produce trastornos neurovegetativos. Puede surgir una gastritis, un problema en la sangre, se altera la presión, etc. No es cuestión de vivir con una depresión y lamentarse: “¿Por qué Dios permite esto?” Hay cosas que tenemos que entender y aprender; el que está con Cristo y ha creído en la palabra de Dios se para firme en las verdades del Señor y la tristeza no se puede apoderar de esa persona. Lo mismo sucede con el odio, el resentimiento, y la soledad.

LA PALABRA DE DIOS TE SANA

Cuando tú estás parado sobre la palabra de Dios, por ejemplo, el pensamiento de Pablo es que en todas las cosas somos más que vencedores. En Romanos 8: 37 al 39, dice así el apóstol Pablo: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. ¡Él nos ha hecho más que vencedores! ¿A ti te asustan las circunstancias? El rey David cantaba: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1). También declaró: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;  tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”. Fe en la palabra de Dios y su confesión, establece victoria sobre tu vida. ¡Tú decides volar o arrastrarte!

La persona deprimida es alguien que vive aplastado, porque el pasado le persigue, le acusa y le condena; el presente es muy frustrante si no tienes resuelto tu pasado, y si no puedes pensar en tu presente por causa de tu pasado, imagina el miedo que te da el futuro. En Geografía, cuando hablamos de una depresión en el terreno, nos referimos a un vacío, a un pozo. A la depresión se le llama también vacío existencial, es más, algunos siquiatras se refieren a la depresión como la “enfermedad del vacío” y según estudios, ha aumentado mucho en la niñez; existe un vacío existencial en los niños, tal que terminan suicidándose porque tienen inhibidas las funciones síquicas; no saben cómo enfrentar situaciones como ver a sus padres pelear, a su padre alcoholizado, sufrir el divorcio de papá y mamá o ver a mamá con otros novios, etc. El niño entra en una tristeza o un vacío profundo y no sabe cómo resolver sus conflictos. Es bueno que les enseñemos a los niños el evangelio y que sembremos en ellos confianza en la palabra de Dios porque aunque todo le falle, Dios no le fallará.

SUSTANCIAS QUE SEGREGA O INHIBE NUESTRO ORGANISMO

Veamos algunas sustancias que segrega o inhibe nuestro organismo a causa de las emociones: cortisol, norepinefrina, serotonina, adrenalina, BNDF, dopamina, entre otras. La dopamina es una sustancia que actúa como calmante natural frente a un dolor, y en estados depresivos se reprime la segregación de la dopamina en el cuerpo, por lo cual, a una persona depresiva, esa situación de dolor le afecta mucho más que a otras. La dopamina actúa con otra droga y cuando falta la dopamina, se carece de protección contra el dolor, entonces, una persona que presenta ese problema puede sufrir mucho más un dolor que otra.

Veamos ahora el exceso de cortisol proveniente de la tristeza, la depresión y el estrés, el cual inhibe la insulina. Nuestro organismo produce insulina, la cual regula la glucosa de la sangre; cuando hay exceso de cortisol se reprime la producción de insulina lo que hace que el azúcar en sangre aumente y esto lleva a la diabetes y aún la empeora. Es tremendo padecer de diabetes y encima ser una persona depresiva y vivir triste. El cortisol también produce secreciones como los ácidos gástricos, en otras palabras hay una producción de ácidos en el sistema digestivo lo que se conoce como gastritis. También inhibe la producción de sodio. Nosotros necesitamos eliminar sodio por medio de la traspiración y de la orina. Hoy en día nos cuidamos mucho con la sal porque ésta contiene sodio y es un veneno para nuestro organismo, y necesitamos sodio en una proporción muy limitada pero generalmente nuestros valores de sodio en el cuerpo son excesivos. La presencia de cortisol hace que se inhiba la pérdida de sodio por lo que actúa como antidiurético, lo que provoca que el organismo junte líquido. El cortisol debilita la actividad del sistema inmune, además inhibe el calcio, el magnesio y el potasio en los huesos, por lo que surgen enfermedades como la osteoporosis. Fíjate como la tristeza o depresión afecta seriamente el organismo.

Los doctores te dan un medicamento para la osteoporosis pero no te recetan nada para la tristeza, y quien tiene el remedio para la tristeza y la depresión se llama Jesús.  ¿Dónde consigo ese remedio para la depresión? En un libro negro que se llama Biblia. Dice la palabra de Dios que por las llagas de Jesús fuimos nosotros curados. ¡Aprende a pararte firme en la palabra de Dios! Él te dice: “Yo soy Jehová, tu sanador” (Éxodo 15:26). ¿Qué tristeza me va a embargar si creo que Dios tiene para mí un futuro venturoso? ¿Si pongo mi confianza en mi Padre del cielo qué miedo podré tener? Dios no muere, entonces ¿qué tristeza podrá dominarte? Nuestros seres queridos mueren y yo puedo ponerme triste pero esa tristeza es pasajera porque mi verdadero valor no está en nada de lo que tengo, nada de lo que he ganado o que me han regalado. ¡Mi gran valor está en Dios!

Mencioné también la sustancia BNDF; éstas son proteínas, no una droga, que actúan como factor de crecimiento de las neuronas; entonces, la tristeza, el estrés y la depresión inhiben el factor de crecimiento neuronal. Estas proteínas BNDF mantienen a las neuronas en buen estado, éstas crecen y se relacionan con otras neuronas a través de conductos eléctricos; al faltar la sustancia BNDF, de crecimiento de las neuronas, estos conductos eléctricos comienzan a disminuir, entonces, la disminución de estas proteínas producen neuronas huérfanas, o sea, la neurona comienza a aislarse cada vez más. A esas neuronas huérfanas los científicos la denominaron monoicas (proveniente de “mono”, “uno”), señalando de ese modo, la orfandad de la neurona; ésta ha quedado sola y si tiene alguna información no la va a proporcionar porque no está conectada y si las demás neuronas quieren darle información tampoco será posible. Pero la orfandad no termina ahí, se pierden circuitos eléctricos interneuronales lo que lleva a la apoptosis o suicidio de la neurona; de tanto estar sola, el organismo programa su destrucción. ¡Esto es muy serio! ¿Por qué Jesús dijo que hay que amar y perdonar? “¿Por qué Dios me va a obligar a hacer algo que no quiero?” ¡Por tu bien y el de la humanidad! Dios no es un caprichoso, Él hace diferencia entre un amor verdadero y una pasión estúpida. En cuestiones de amar, ¡hazle caso a Dios! Él sabe lo que te conviene y lo que hará contigo.

Lo que sientes hoy en tus emociones se transformará en lo que experimentará tu cuerpo mañana. Dicho de otra manera; lo que sientes hoy en tu cuerpo es el resultado de tus sentimientos no resueltos en el pasado. La culpa la tienen los sentimientos que han gobernado tu vida por muchos años. ¿Cómo estará tu cuerpo dentro de un tiempo? Todo depende de la sanidad de las emociones; si tu organismo va a estar sano será por la sanidad de las emociones y Dios puede sanarte hoy mismo. ¡Dios puede sanar tus emociones! ¿Por qué te estresa, te entristece y te angustia algo? El retener un sentimiento negativo tiene que ver con la manera en que percibes tus circunstancias.

En la película Milagros del cielo que en estos días está en cartelera en varios cines, hay una mamá que se desespera y un papá que tiene fe. Él siempre le dice: “De alguna manera vamos a salir”. La película nos muestra dos posiciones muy claras frente a una misma circunstancia; ellos tienen una hija que padece una enfermedad incurable y los médicos les dijeron que no podían hacer nada, entonces la madre se desesperó. La  mujer llegó a enojarse con Dios, hasta dejó de asistir a la iglesia pero el padre de la niña reaccionó con fe. La manera en que tú enfrentas tus circunstancias es esencial. ¿Cómo percibes tú la vida? ¿Estás enfrentando solo o sola una circunstancia o crees que Jesús está contigo? ¿Sabes que Jesús está contigo? Tal vez te llenas de miedo, de temores y de angustia porque no eres consciente de que el Señor dijo: “…he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. ¡Te enfermas porque quieres! Es que la palabra de Dios no está morando en tu corazón, entonces te asusta cualquier circunstancia y no sabes cómo enfrentarla. No importa si no sabes cómo enfrentar una situación difícil, tienes que tener una palabra de Dios para hablarle a esa circunstancia y así como declaró Jesús, tú puedes decirle al monte: “¡Desarráigate y plántate en el mar!” ¡Tú puedes! Al que cree todas las cosas le son posibles.

CONCLUSIÓN

El Señor quiere sanar hoy las heridas de tu corazón y quiere quitar esos sentimientos negativos que terminan enfermándote. Retener sentimientos negativos y emociones tóxicas te hace un aspirante a bicho rastrero. ¡Tú has nacido para volar! El Salmista oraba así: “Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo. Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido” (Salmo 31:9 y 10). Aquí están presentes todos los términos científicos que te he mencionado: la tristeza, el alma, los ojos, las entrañas (función neurovegetativa). En el hebreo no existe el término vida como lo conocemos en el idioma español; en el hebreo y en el griego existen tres tipos de vida: la del alma, la biológica y la del espíritu. Cuando en este salmo dice “mi vida se va gastando en tristeza”, se traduciría así: “mi alma se ha agotado en tristeza”. Todo lo mencionado hasta ahora, todos estos males que le ocurren a la sociedad, la Biblia lo ha declarado antes que la ciencia. ¿Cómo estás de los huesos?

Es increíble, pero una de las sustancias que he mencionado ataca la médula y la producción de glóbulos blancos generando una disminución en la capacidad de defensa del organismo por falta de los glóbulos blancos, llevando a que se sequen los huesos y éstos no se secan por fuera sino por dentro. ¡Se cumple al pie de la letra lo que dice la palabra de Dios! Tendríamos que haber confiado en esto antes de que los médicos interfirieran; ahora ellos se jactan de que saben mucho pero resulta que la Biblia ya lo había dicho. El Señor es escudo a todos aquellos que esperan en Él. Los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas. ¡Te estoy dando una clave muy importante! Vienen circunstancias a tu vida para afligirte y para que te llenes de ansiedades, de tristezas y amarguras, pero tú esperas en el Señor y como dice en su palabra, Dios es escudo alrededor de ti, entonces el diablo te arroja flechas pero pegan en el escudo y éste no es de acero, es Dios mismo.

Habrás declarado alguna vez que Dios no se acuerda de ti, que no te escucha o que está enojado contigo, pero después de conocer lo que el Señor dice en su palabra, comenzaste a decir: “Yo espero en el Señor”. Dice la palabra de Dios en el Salmo 32:10: “Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia”. La misericordia es una manifestación profunda del amor de Dios. Tú te sentías miserable pero escuchaste la palabra de Dios y comenzaste a confiar en Él, y no sólo por esperar en Dios Él se hace escudo alrededor de ti sino que su misericordia te rodea y su amor te cubre. El que espera en Dios goza de esa ventaja que otros no tienen: ¡su misericordia!

Algunos creen que porque lloran delante de Dios o gimen, van a provocar en Él alguna reacción; entonces oran: “Dios mío, tú no me escuchas. ¿Cuándo me vas a responder? ¡Hasta cuándo te voy a pedir Dios!” ¿Está esperando esa persona? ¡No! ¡Dios responde a la fe! Si tú crees, al que cree todas las cosas le son posibles. Muchos dolores habrá para el impío, ¿cómo andas de los huesos? Mas al que espera en el Señor le rodea la misericordia.

“¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40: 27 al 31). ¡Recibe y atesora ésta palabra!

Hay actitudes que no son de descanso como el afán, la ansiedad y todo tipo de preocupaciones, eso demuestra la falta de habilidad para descansar en el Señor. ¡En la circunstancia que estás viviendo tiene que intervenir Dios! He escuchado a madres decir: “No importa si es Dios o el diablo. Con tal que sane a mi hijo yo lo llevo a donde sea”. ¡Eso no es esperar en el Señor! Si Dios no te arregla tu situación, ¿cambiarás de Dios? Si se demora en responderte, ¿piensas enfermarte de los nervios? ¡Esa es tu iniquidad! La virtud está en tomar la decisión: “Si Dios no me ayuda aquí me quedaré esperando porque Él es mi ayudador y mi sustentador”. Yo he aprendido más de mis crisis que de mis días de alegrías. La universidad de Dios consiste en crisis y son benditos los que aman a Dios, creen en Él y esperan en Él.

Si reconoces delante del Señor que no has aprendido a esperar y andas arrastrándote por la vida como bicho rastrero, Dios quiere darte hoy alas como de águila. Vas a volar, ya no te vas a arrastrar; el diablo no te verá “culebreando”. ¡El Señor es tu fortaleza! Dile: “Padre, yo he pecado porque no he sabido esperar en ti; me puse nervioso y ansioso y te pido perdón Dios mío, en el nombre de Jesús”.

“Perdona Señor, limpia con tu sangre preciosa. Es tuyo el poder y la gloria, Padre. ¡Bendito sea tu nombre! Extiende tu mano bendita, Señor, y toca a tu pueblo, en el nombre poderoso de Jesús. Te damos toda gloria, toda honra y toda alabanza. Tú quitas nuestras enfermedades y las emociones negativas. Venimos delante de ti, Señor, porque las emociones nos han dominado. ¡Ven y domina tú, nuestras vidas! Espíritu de amor, de poder y de dominio propio ven sobre las vidas, te lo pedimos en el nombre bendito de Jesús, amén”.

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