SÉ LIBRE DEL TEMOR - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

SÉ LIBRE DEL TEMOR

Quiero hablarte acerca de un tema que aflige a muchas personas: Se trata del temor, el miedo, el espanto. Éstas son tres palabras que hablan de un poder espiritual y mantienen a las personas lejos de Dios. El temor no acerca a las personas a Dios sino que las aleja y vamos a ver por qué. Aunque hay otra clase de temor que encontramos en la Biblia y es el temor de Jehová: este temor te aleja del mal, te aleja de pecar. Pero yo quiero hacer referencia al temor que lleva a las personas a debilitarse espiritualmente, que transforma a un valiente en cobarde, un temor que hace que las personas no se animen a nada, que tengan miedo de obedecer a Dios y las lleva a hacer el mal.

Leamos Génesis 3:9 y 10: “9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí”. Adán nunca había huido de Dios, jamás se había escondido de Él, pero ahora que le había sobrevenido temor por causa del pecado, oyó la voz de Dios cuando lo llamaba, sintió su presencia y tuvo miedo. Adán siempre había estado desnudo y no tenía ningún problema, sin embargo cuando hubo pecado oyó la voz de Dios y se escondió. ¡Esto es un hecho que sucede motivado por el temor!

El temor nos motiva a alejarnos de Dios o a escondernos de Él, pero: ¿Podrá alguien esconderse de Dios? ¿Podrá alguien decir “aquí Dios no me ve”? ¿Habrá algún lugar tan alto o tan profundo, habrá una cueva tan oscura a la que Dios no pueda llegar? Sin embargo hay mucha gente que huye de Dios y es porque le tiene miedo: Esta es una acción motivada por el temor. Adán nunca había huido de Dios pero ahora que el temor operaba en él, lo hizo.

ABRAHAM Y JACOB TUVIERON TEMOR

Leamos ahora Génesis 18:11 al 15: 11Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. 12Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? 13Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? 14¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. 15Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído”. Dios le acababa de decir a Abraham que le daría un hijo de Sara, y ella se rió, pero cuando Dios la increpó porque se había reído, ella lo negó. ¡El miedo llevó a Sara a mentir! Aquí tenemos otra actitud, otra decisión o hecho motivado por el temor.

También tenemos otro ejemplo en Génesis 31:26 al 31: 26Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra? 27¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? 28Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho. 29Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. 30Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses? 31Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas”. Jacob tenía dos esposas hijas de Labán y varios hijos, y en un momento decidió irse de la casa de su suegro porque lo había embromado demasiado, así que huyó con sus hijas y sus nietos, entonces Labán salio a perseguirlos. Dios protegía a Jacob, pero la huída de la casa de su suegro fue por temor. Cuando Labán le reprochó por haberse ido así, Jacob le respondió que se fue de esa manera porque tuvo miedo.

¿Has pensado cuántas cosas has hecho por miedo en tu vida? ¿Has mentido por miedo?

Abraham también pasó por la experiencia del temor. Dice la Biblia que en una época de hambre se fue a Egipto con su esposa; ella era muy hermosa y pensó que como era demasiado bella, lo matarían para quedarse con su esposa, entonces por miedo le pidió a su mujer que dijera que era su hermana; así que si ellos querían la tomaban, la usaban pero Abraham salvaba su pellejo. En Egipto el Faraón puso los ojos en su esposa pero Dios lo hirió con grandes plagas a él y a su casa por causa de ella. ¡El rey quedó espantado! Abraham tuvo miedo de perecer por causa de su esposa.

El temor es una maldición, no existe tal cosa como: “Yo confío en Dios pero tengo temor”. No te engañes ni engañes a Dios, tú no puedes decir que tienes confianza en Dios y a su vez tener temor porque el que cree en Dios y en su palabra tiene confianza y el temor no puede contra esa persona. Hay gente que prefiere que quede mal Dios pero no ellos, y dicen: “Yo creo pero Dios no me contesta” ¡Tú eres el bueno y Dios es el malo! ¡Yo te digo que tú no crees nada! ¡Quien confía en Dios no tiene miedo! El miedo es una maldición que te cae encima por alejarte de Dios, por no considerar a Dios y por no estar apegado a Él. El miedo es una maldición que te cae encima por desobedecer la palabra de Dios.

En el libro de Deuteronomio capítulo 28 encontrarás que aquellos que no obedecen a Dios tienen de su parte la maldición del temor encima. Deuteronomio 28:15 afirma:15Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán”. A partir de este versículo y en adelante Dios señala las maldiciones que pueden venir por no tenerlo en cuenta y por no obedecerlo. Deuteronomio 28:65 y 66 dice: 65Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; 66y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida”.

El temor es una maldición y dice la Biblia que viene sobre aquellos que no tienen en cuenta a Dios ni obedecen sus mandamientos. El temor se apodera de ti y comienzas a operar y a obrar en obediencia a ese temor, entonces, lo que el temor te permite hacer lo haces y lo que no te permite no lo haces. Yo te hago una pregunta importantísima: ¿Quién es tu Dios entonces? ¿Quién es tu Señor? ¡O señorea Dios en tu vida o señorea el temor!

Yo me encuentro con creyentes que me dicen: “Pastor, no puedo asistir a la iglesia porque mi barrio es peligroso, así que no puedo llegar tan tarde a la noche. Es que tengo miedo.” ¡No asiste a la iglesia porque tiene miedo! ¡Prefiere quedarse encerrado en su casa! Una ancianita de 80 años me dice: “Pastor no puedo venir a la iglesia porque en mi barrio hay muchos ladrones así que me tengo que quedar a cuidar la casa.” ¿Cómo que te quedas a cuidar la casa? ¿No tienes miedo que te agarren los ladrones? ¡El ladrón entra, te da un palazo por la cabeza y te roba igual! La mujer tenía miedo de que si ella no estaba entrarían los ladrones. ¡Mira qué susto para los ladrones que una abuelita de 80 años este adentro cuidando la casa!

EL TEMOR ES UNA MALDICIÓN

El temor es una maldición y mucha gente dominada por éste hace cosas en contra de la voluntad de Dios; porque solamente quien teme a Jehová hace lo que a Dios le agrada. La Biblia dice que el temor de Jehová te aleja del mal, te aleja del pecado, cualquier otra cosa a la que tú le temes te mantiene en pecado. El temor opera del mismo modo que Dios, el temor exige obediencia y Dios también; entonces, Dios te manda a hacer algo y tú no lo haces porque tienes miedo, y Dios te dice: “Entonces el temor es tu dios, yo no soy tu Dios”. ¿Te das cuenta que no puedes estar atado al temor?

El temor va creciendo en el mundo porque satanás sabe que las personas que tienen temor le obedecen. Las personas que están atemorizadas obedecen al temor. En la iglesia hay una chica a la que su novio la llamaba a cualquier hora de la madrugada y le decía: “¡Baja ahora!” Y se la llevaba a algún lado para golpearla. Cuando ella se negaba él la amenazaba, y era tanto el terror que le tenía que terminaba accediendo. La chica estaba segura que la iba a golpear y sentía miedo, pero más temor le daba si lo desobedecía. El temor obliga a las personas y éste va creciendo; satanás sabe que las personas que tienen terror obedecen al mal y no al bien, no hacen lo que Dios quiere sino todo lo contrario. ¡Satanás opera haciendo entrar a toda la sociedad en inseguridad! Mientras más inseguridad tengas, más puertas abiertas tienes al temor. La gente no sabe si ir para un lado o para otro porque está insegura respecto de lo que tiene que hacer y respecto de quién es.

Ahora las madres no están seguras de cómo actuar con sus hijos, son madres inseguras. Yo veo que los médicos las tienen mareadas, unos dicen que no pueden comer papilla y otros dicen que sí. Antes los bebes dormían boca abajo pero ahora dicen que deben dormir boca arriba, hay muchos ejemplos como estos, entonces las madres dicen: “¿Para abajo o para arriba, le doy o no le doy? Estas cosas y muchas más van generando inseguridad. Antes no discutíamos quién era hombre y quién era mujer, pero cuánta gente hoy en día piensa y se turba: “¿Seré hombre o seré mujer?” “¿Qué hago yo haciendo fuerza para ser hombre si en realidad soy mujer?” La persona va al sicólogo y éste le dice: “Si usted se siente mujer asúmalo y déle para adelante.” Entonces se repite: ¡Soy mujer, soy mujer! Se mira al espejo y duda pero quiere convencerse de que es mujer. Andamos tratando de entender si somos hombres o mujeres porque se ha redefinido el sexo; hoy tú puedes elegir el sexo a la carta. Si quieres ser seis meses mujer y seis meses hombre está bien porque el sexo es una construcción cultural sicológica, es más, puedes funcionar de varón y de mujer a la vez, puedes siendo hombre hacer de mamá y si eres mujer puedes hacer de papá. ¡La gente anda con las neuronas atravesadas y con mucha inseguridad!

Venía desde el interior en mi auto escuchando un programa argentino sobre cómo mejorar la comida que llevan los chicos a la escuela, entonces están por sacar una ley que exige a los kioscos a tener un setenta por ciento de productos que tengan un límite de grasas y de azúcar porque más del sesenta por ciento de los niños que asisten a la escuela primaria en Argentina son obesos. Por otro lado hay unos diputados que están intentando aprobar el consumo de la marihuana ya que según ellos cada uno tiene el derecho de consumir lo que se le dé la gana; así que los niños ya no tienen el derecho de consumir grasas ni azucares pero tendrán el derecho de tener una plantita de marihuana en sus casas, y de comprar la droga en algún kiosco. ¡Estamos viviendo en un mundo conflictivo! Hay diputados que están empecinados, por no decir emperrados, en aprobar el consumo de la droga, entonces están legislando que cada uno pueda tener su plantita de marihuana en su casa ¡pero vamos a tratar de prohibir el consumo de grasas y de azúcares!

Todos estos conflictos nos dan inseguridad. El que consume marihuana pierde motivación por la vida, pierde motivación por el trabajo, por el estudio, por los valores. ¡Eso está comprobado! Y nosotros les señalamos justamente eso a los diputados, pero ellos responden: “Las cosas no se solucionan prohibiéndoselas”. ¡Entonces, lo que tenemos que hacer es, darles la marihuana y enseñarles que es mala! Yo me habré quedado en varias décadas atrás, soy partidario de que los valores permanecen y que lo que está bien siempre estará bien y lo que está mal, así será siempre.

La mamá no sabe cómo disciplinar al nene y recurre a la sicóloga, entonces la experta saca el librito de lo que estudió y le aconseja hacer esto y aquello, pero lo que no le cuenta a esa madre es que ella misma está fracasando en la educación de su niñito con las mismas normas que enseña a otros; pero como el post modernismo está enseñando esto hay que difundirlo. Unos dicen que a los niños se les puede pegar, en cambio otros son partidarios que al niño hay que explicarle todo porque la criatura entiende muy bien las cosas. La gente está totalmente insegura y no saben cómo hacer con la crianza de los niños. La gente no sabe ya qué es un matrimonio porque ahora un matrimonio pueden formarlo dos hombres o dos mujeres: ¡Se puede formar de cualquier manera! A uno se le arma lío en la cabeza porque quien fue educado en una familia con valores, sabe que un matrimonio está formado por un hombre y una mujer. Toda esta inseguridad fundada por las enseñanzas del post modernismo genera temor. Entonces necesitamos que venga la sicóloga o la maestra y se haga cargo de nuestros niños. Una niña le dijo a su maestra que la mamá no quería que se le enseñara los temas sexuales que se imparten en las escuelas, la maestra miró firme a la niña y enojada le dijo: “¿Y tu mamá quién se cree que es?” ¡Imagínate el cortocircuito que le ocasionó a la niña en la cabeza! ¡Ahora ella tenía que decirle a la madre que es una burra! Algunas madres les dicen a sus hijos: “¡Vos tenés que obedecerme a mí que soy tu madre!” Algunos niñitos van con miedo a la escuela porque la maestra es una autoridad, pero parece que en la escuela a los niños se les enseña que la mamá no es una autoridad, ella no le puede gritar al hijo, no le puede pegar, nada, de lo contrario la pueden denunciar.

Otro motivo de inseguridad es la violencia que hay en las calles, pero hay otro motivo fuerte y es el ocultismo. ¡Hay una manada de manifestaciones ocultistas! Iba llegando desde el interior del país y a la entrada de la ciudad habían unos carteles que decían: “Magia negra” con un numero telefónico. Si alguien quiere achurar a alguna persona tiene que ir a la magia negra porque los trabajos son más fuertes. Un hombre estaba separado de su esposa y ésta no lo dejaba ver a la hija, legalmente hizo todo lo que pudo, y se llenó de odio contra su ex mujer, así que fue donde unos brujos y le hicieron trabajos para que se muera, pero se encontraron con un problemita: ¡La mujer es creyente por lo tanto el trabajo no dio resultado!

A nuestra iglesia de la ciudad de Salto asistía un hombre que pertenecía a un grupo satánico y contó a los pastores del lugar que me estaban haciendo trabajos de brujería para que yo muera en un accidente. ¡Uh qué miedo que tengo! El Salmo 91:1 y 2 dice: 1El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré” ¡Dios te da seguridad, te da esperanza!

Te pregunto: ¿Qué tan apegado estás a tu Dios? ¿Crees que Él es tu protección? ¿Estás a la sombra de Dios o qué? No puedes decir que Dios te protege pero sientes miedo. Job dijo: “El mal que temí me sobrevino”.

Cuando alguien venía a Jesús para ser sanado, por ejemplo, él le respondió en una ocasión: “Grande es tu fe, hágase conforme a tu fe”. Debes saber que el miedo es una fe negativa, es creer que lo malo me va a suceder. ¡O le creo a Dios o creo en las mentiras del diablo! ¡Me someto a Dios o me someto al diablo! El temor es un espíritu del diablo, tengo que echarlo fuera de mi vida, tengo que entregarle a Jesús mi ansiedad, mis temores y preocupaciones y descansar en sus brazos.

Un sobrino me llamó recientemente desde la ciudad de Córdoba, es un pastor nuevito, y una unción tremenda ha comenzado a caer sobre la iglesia; los brujos se han enojado con él, en una de las reuniones había una bruja que se manifestó, entonces el demonio comenzó a gritarle al pastor: “¡Te voy a matar!” Sucedió también que habían salido a evangelizar, golpean en una casa y sale una mujer a la que le comienzan a predicar, pero ella se resiste y les dice: “Aquí vivimos cuatro brujas y estamos haciendo trabajos para que Marcelo se muera”. Mi sobrino me pregunta: “¿Qué hago tío?” Yo lo mandé a desafiar a la mujer diciéndole: “Si no me muero, ¿vas a creer en Cristo?”

¡Saber quién es Dios y tener tratos con Él te da certeza, te da seguridad! La inseguridad genera temor y éste se enseñorea de las personas, se constituye en dios; pero un cristiano no puede vivir atemorizado. ¡Un cristiano tiene que ser libre del temor!

La Biblia dice que el temor es una maldición y esa maldición viene por no haber oído ni obedecido los preceptos de Dios. Te descuidaste y el temor se instaló declarándote que sería dios de tu vida, pero hoy resistimos todo poder del mal y proclamamos a Jesucristo como nuestro Señor.

Leamos nuevamente el Salmo 91: 1 y 2: 1El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré”. Un castillo es una edificación grande, con muros altos y paredes gruesas, es un lugar apropiado para esconderse, está pensado para defender a quien esté adentro. Tuve la oportunidad de estar en un castillo en España y pude ver lo inmenso que era, tenía muchos pasadizos y cuevas, había también calabozos a donde iban a parar los traidores que vivían dentro del castillo. Desde la parte más alta se podía vislumbrar por dónde venía el enemigo. El castillo es un lugar de refugio, y el salmista dice: “Diré yo a Jehová: esperanza mía y castillo mío; mi Dios en quien confiaré”. ¡Dios es mi castillo! ¡Yo vivo dentro de Él! ¡Él es ese edificio fuerte, grande y poderoso!

Así que desde el castillo se podía ver al enemigo desde lejos, pero hay otros enemigos, según el Salmo 91:3: “El te librará del lazo del cazador…” Se refiere este versículo a la clase de enemigos que no se ven. Posiblemente hay algún enemigo a tu lado diciéndote: “No le hagas caso a lo que predica, no sabe lo que dice”. ¡Yo se lo que estoy diciendo, yo tengo esperanza en Dios, he puesto mi confianza en Él! Yo he conocido el temor pero Dios me ha librado. “Este pobre clamó a Dios y él oyó y lo libró de todos sus temores”.

“El te librará del lazo del cazador”. No es una cuestión de sagacidad humana, el lazo del cazador está ubicado en el lugar por el que transitas habitualmente, en el territorio donde te sientes tranquilo y dominas. Tú tienes una familia bien constituida, una esposa bárbara que te ama un montón, pero no ves qué es lo que está gestando el enemigo contra tu familia. Tú crees que tus hijos son geniales, pero no ves qué es lo que está tramando contra tus hijos, hay lazos escondidos. Por ahí pasa algo y enseguida dices: ¿Cómo pasó esto? ¿Cómo se pudo haber descuidado Dios? ¡No! ¡Dios no se descuidó, el que se descuidó fuiste tú! Pero si no te descuidas de Dios la Biblia dice que Él te librará del lazo del cazador; Él se encarga de ver lo que tú no ves y de entender lo que tú no entiendes y se encarga de librarte de lo que tú ni te imaginas. ¡De cuántas cosas te habrá librado Dios!

Me contaron que cuando yo tenía dos añitos me subí a una pared alta en el fondo de mi casa y me encontraron gateando sobre esa pared de más de dos metros. Dios me ha guardado porque tiene propósitos conmigo. ¡Cuántas veces me ha guardado Dios! ¡Aún en sueños me guardó!

Todas las inseguridades vienen por lo que enseña el post modernismo. No podemos sentirnos seguros ni siquiera con la policía; a una hermana la han asaltado varias veces en su casa sin embargo la policía no hacía nada, en una oportunidad reconocieron a uno de los ladrones que había entrado a su casa pero el juez lo dejó en libertad a los dos días. ¡La cosa se había puesto peor por causa de haberlo reconocido! Ya no sabemos si acudir a la policía o no. ¡La inseguridad genera temor!

En Argentina ha habido terror por causa de un grupo de personas que se instalaron en un parque; los vecinos del lugar se enojaron y los quisieron sacar pero se armó un lío tremendo, había gente con palos, con armas, tres personas murieron en el incidente y otros tantos resultaron heridos. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires le echaba la culpa al gobierno nacional y viceversa. Entonces el gobierno de la ciudad envió policías pero un juez les prohibió tocar a esa gente. En las noticias salieron unas mujeres desesperadas gritando: “¡Vengan a ayudarnos por favor, tenemos miedo, no podemos salir a trabajar!” una decía:”Tengo un hijo y no lo dejo bajar a la calle porque me lo pueden matar, vengan a ayudarnos” ¡Cuánto temor y cuánta inseguridad!

CONCLUSIÓN

El temor va a acompañado por la inseguridad. ¿Cómo vas a hacer la obra de Dios con inseguridad o con falta de certeza? ¿Cómo vas a hacer la obra de Dios si el temor te acobarda? Por eso cuando Dios le encomendó a Josué la conquista de la tierra prometida le dijo: 9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. (Josué 1:9) ¡No temer es una orden! Lo que importa es si Dios está conmigo o no, no importa que haya guerra, no importa que estés en el valle de sombra de muerte, no importa que sea un ejército grande que viene contra mi ¡Si Dios está conmigo soy mayoría! ¡Él es mi fortaleza!

David se ejercitaba y decía: 3 Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado”. (Salmo 27:3) Tenía al rey Saúl y un ejército de dos mil soldados persiguiéndolo para matarlo, mas él proclamaba: “1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.  2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Salmo 23:1 al 4).

¿Temes a alguna enfermedad? ¿Temes a quedarte solo? ¿Temes morirte? ¿Temes que te hagan un gualicho o que algún trabajo de brujería te toque?

El Espíritu del Señor hoy destruirá toda armadura de temor, el Espíritu del Señor libertará a los cautivos del temor. Has querido confiar en Dios y no has podido, pero a partir de este día será posible, repite esta oración, dile a Dios: “Señor amado, yo renuncio a la inseguridad y al temor, tú eres mi escudo y mi esperanza, tú eres mi castillo fuerte, tú me librarás del lazo del cazador y de la peste destructora. Tú me librarás de la saeta que vuela de día y de la mortandad que en medio del día destruya. Tú eres mi Dios, en ti pongo mi confianza y me declaro libre de inseguridad y de temor. ¡Gracias Jesús! Señor cúbreme con tu sangre ahora, perdóname todo pecado de incredulidad y de duda, perdona la desobediencia que ha venido por causa del temor y pon sobre mí el temor de Jehová que me aleja del mal. Venga sobre mí tu paz, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. A ti Señor toda gloria y toda honra en el nombre de Jesús, amén”.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb