Dios existe, por lo tanto hay esperanza. Creemos en la gran misericordia de Dios, sobre nosotros. Sigo creyendo que los responsables de que prosperen leyes anti vida, no son los legisladores, sino que los responsables somos nosotros, los cristianos. ¡Debemos ser luz, y debemos predicar el evangelio del amor!
El veinticuatro de Mayo se celebró en todo el mundo el día de Pentecostés; ésta es una fiesta de Dios. Los grandes eventos de Dios suceden en las fiestas que Él estableció y ordenó al pueblo de Israel que las respete. Por ejemplo, Jesús murió en la fiesta de Pascua, y ésta era una celebración que Dios había ordenado al pueblo de Israel desde su liberación de Egipto. La fiesta de Pentecostés también tiene origen en la antigüedad y ha sido ordenada por Dios. En Pentecostés, cincuenta días después que Jesús murió en la cruz del calvario, sucedieron cosas extraordinarias. El Señor les había dicho a sus discípulos que serían testigos suyos en todas las naciones, pero que se quedaran en Jerusalén aguardando la venida de la promesa del Padre. Esta promesa que dio inicio a la iglesia de Jesucristo en el planeta Tierra ocurrió con el derramamiento del Espíritu Santo sobre aquellos que la esperaban, y esto ocurrió el día de Pentecostés, cincuenta días después de la Pascua, cuando Jesús murió. Y nosotros creemos que cada día que se celebra Pentecostés son días de bendición; y honramos al Dios que ha derramado su Espíritu Santo sobre nosotros para que seamos sus hijos y para que seamos revestidos de su gracia, su poder y su unción.
Leemos en Deuteronomio 5:32 y 33:“Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra. Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer”.
En el tiempo en que José fue llevado cautivo a Egipto, y estuvo a las órdenes de Potifar, capitán del ejército de esa nación, ocurrió algo interesante. Recordemos que José había sido vendido por sus hermanos y fue a parar a Egipto como esclavo, y estando allí en esa condición, fue un hombre temeroso de Dios y su favor estaba sobre él.
Hay un problema muy grande que ha sometido al mundo a actuar con injusticia, a padecer enfermedades, a vivir en pobrezas y contraer pestes; un problema que ha esclavizado al mundo bajo los embates de las guerras y la violencia. Hay un poder que opera detrás de todas las maldiciones que hay sobre la tierra como la desigualdad, el racismo, los grandes problemas financieros y ese poder es el pecado. Si no hubiera pecado, tampoco habría injusticias, enfermedades, pobreza y pestes. El pecado es un poder que se levanta contra Dios, y lo hace para maldecir y destruir a las personas. Es el problema más viejo que existe sobre la tierra y aflige a creyentes y no creyentes, ya que, tanto unos como otros, pecan. Es por eso que entre los creyentes también hay miserias, temores, injusticias, pestes, enfermedades, etc., ya que todo mal tiene origen en el poder del pecado.
Quiero hablarte acerca de un hecho importante y es que Dios ha creado todas las cosas para su gloria y éstas le pertenecen. Todo lo que Él ha hecho, manifiesta su gran poder, su sabiduría y su gloria; y nos muestra el Dios extraordinario que tenemos. El broche de oro es que nosotros hemos sido creados también para mostrar su gloria. El anhelo de Dios es expresarse a través nuestro; que cuando la gente nos trate tenga un encuentro con el Señor y cuando hablemos con las personas escuchen a Dios.
¿Tú quieres que todo lo que hagas te salga bien? ¡Es fácil! Si haces las cosas bien, te irá bien. Hay un principio que señala que si haces bien las cosas, te va bien. ¡Matemática pura! Muchos piensan que hacen todo bien pero les va mal. ¡Eso es una contradicción científica! Si tú haces las cosas bien, te irá bien, de lo contrario, si haces las cosas mal te irá mal y en este caso habría que cambiar algo. Tendrás que dejar de hacer lo que estabas haciendo y hacer lo que hasta ahora no has hecho. Para que las cosas cambien, tendré que tomar nuevas decisiones y cambiar de actitud.
Jesús dijo de los creyentes: “Vosotros sois la sal de la tierra”; y también dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”, dando a entender que en el mundo, no en la iglesia, somos luz. Dios nos ha concebido a los cristianos como la luz, a través de las cuales, las personas pueden ser alumbradas. Donde hay luz, hay verdad. La luz alumbra la verdad, en cambio la oscuridad no permite que veas bien. De noche todos los gatos son pardos, pero cuando hay luz se nota la diferencia entre cada uno. (más…)
En Efesios capítulo 1, encontramos cómo hacer y qué necesitamos para poder vivir la verdadera vida cristiana y no una imitación de ella. Tener valores no significa tener vida cristiana, sino que ellos forman parte de un paquete, ya que uno puede tener valores pero carecer de gracia o poder del Espíritu. La Biblia señala que el evangelio es poder de Dios para transformación, para salvación de todo aquel que cree. Y el evangelio, en la persona, debe generar hechos trascendentes y poderosos. ¡Dios tiene proyectos grandes! Él no nos ha creado para pequeñeces sino para traer al mundo el reino de los cielos, para combatir contra poderes espirituales de maldad en las regiones celestes y derribar fortalezas; nos ha creado para disipar la oscuridad y traer luz, para destruir las mentiras y poner en alto su verdad. El evangelio es el plan de Dios para transformar la humanidad y las naciones; pero Él no hará ese trabajo con ángeles sino con seres humanos escogidos, llamados, ungidos y equipados con el poder del Espíritu Santo, y llenos de su gloria. (más…)
Me siento motivado y animado cada vez que medito y enseño acerca del valor y del poder de la palabra de Dios. Quizás no tenemos claro la importancia que tiene el hecho de que podamos hablar y usemos palabras para comunicarnos, o no entendemos bien qué tan poderosas son éstas y que al usar las palabras de nuestro idioma, podemos hacer mucho bien o mucho mal.