Me he preguntado qué es lo que le agrada a Dios, que le agrada también que lo haga yo. Me encanta saber que en un momento Dios no pudo callarse ni ocultarse, sino que abrió los cielos, hizo descender su palabra sobre su hijo amado y se oyó un estruendo que decía: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17). ¿Por que Jesús complacía al Padre? Porque cuidaba las palabras que decía, el afirmó: “Las palabras que ustedes oyen de mí no son mías, sino de mi Padre que está en los cielos; lo que yo veo de mi Padre en los cielos eso hago en la tierra”. Al ver Dios un hijo que hacía todo conforme a su voluntad, no pudo callar e irrumpió en el planeta tierra con una voz de estruendo que decía: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Qué pudiera hacer yo para que se abriera el cielo y bajara una voz de estruendo que dijera de mí: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. (más…)
Leamos Jeremías 1:4-10: “4Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: 5Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. 6Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. 7Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. 8No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. 9Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. 10Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”. (más…)
Isaías 55:1-3: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.”
Se establece aquí un paralelo entre la comida que sacia el cuerpo y la que sacia el alma. Estamos viviendo un tiempo en el que el mundo está presentando muchas alternativas que supuestamente van a saciar el alma, pero vemos con tristeza que ésta no es saciada.
Que oferta más linda nos hace Dios. Aquí lo que nos dice es que todos los sedientos vengan a beber, y todos los hambrientos vengan a comer. (más…)
El texto central de la lección de hoy es el versículo 18 del capítulo 14 de San Juan: “No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros”. ¡Qué maravilloso saber que Dios no nos dejará huérfanos! Leamos Juan 14:15-18: “Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.
Les quiero hablar de la orfandad; Dios tiene el corazón especialmente inclinado hacia los huérfanos y considera que quien no se inclina en favor de ellos, está cometiendo una grave injusticia. Dios es vengador de los huérfanos, de las viudas, de los pobres, de los quebrantados, Dios es el juez de esas personas y hará justicia. (más…)
Leamos Eclesiastés 3:1-8: “1Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz”. Hay un tiempo y un cómo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. (más…)
Nehemías 2:13: “Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalém que estaban derribados por el fuego.”
Una ciudad que tiene muros caídos y puertas quemadas a fuego es una ciudad desolada. Para poder destruir una ciudad fortificada hay que lograr de alguna manera encontrar una brecha por donde entrar o derribar sus puertas. Una ciudad a la que se le caen los muros o cuyos muros son derribados es fácil de tomar, de saquear y dejarla desolada. Jericó era una ciudad amurallada, la gente de la ciudad era orgullosa porque difícilmente podía ser tomada la ciudad por causa de los muros que tenía; Josué tenía un ejército que no sabía derribar muros pero Dios le dio una estrategia espiritual y obedeciendo esa estrategia, los muros de Jericó cayeron. (más…)
Isaías 14:15-17: “Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?”
Isaías presenta en este pasaje una visión de la derrota y la caída de satanás, ese ser tan poderoso de quien el mismo Jesús dice que el mundo entero está bajo su dominio. Isaías profetiza y muestra una visión acerca de la caída de ese ser, y dice que las personas que le puedan ver en su condenación, dirán: “¿Era este el varón que asolaba las naciones y metía la gente en la cárcel, y jamás abría las puertas?” Es cuestión de fe, de creer o no creer. Yo tengo una visión y la proclamo: La pronta venida de nuestro Señor Jesucristo, la instauración del reino de Jesús sobre la tierra y la caída total de satanás y todos los poderes del infierno. Mientras ese tiempo llega estamos recibiendo ciertas gotas de la bendición y aquellos que creen la palabra de Dios, reciben. ¡Tengo buenas noticias para ti! A pesar de lo que ves, a pesar de las noticias que escuchas en la televisión y lees en los periódicos, ¡Dios tiene las riendas de la historia, Dios está escribiendo las páginas de la historia! A él no se le ha escapado la historia de la humanidad, es vencedor y los que están con él son vencedores juntamente con él. (más…)
LUCAS 6:37-38; 43-45: “No juzquéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará: medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (…) No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.”
Sabiendo Dios que somos injustos, porque somos pecadores, no quiere ponernos de jueces. Aunque muchas veces he subido y me he sentado en el estrado del juez y me he puesto a juzgar personas, he entendido por la Palabra de Dios que no es de su agrado que lo haga porque él considera que no estoy en condiciones juzgar. (más…)
Déjame decirte cuál es la primera idea de Dios acerca de ti: ¡Tú mismo! Tú eres la primera idea de Dios y cuando él pensó en ti, no se equivocó, sino que te envió con las características correctas para ser la persona correcta. ¡Te puso en el lugar correcto! Cuando pensó en ti, no erró en ninguna de las cualidades que te dio. Nos preguntamos si las circunstancias cambiaron nuestro rumbo. ¡No! Es que hemos dejado que las circunstancias pongan neblina a nuestro entendimiento acerca de quiénes somos. Dios no se equivocó ni siquiera con los padres que te dio, no se equivocó con darte cada una de las características que te identifican, no se equivocó en ponerte en el lugar donde vives. Señor, gracias porque soy la persona correcta en el tiempo correcto, con los dones correctos, para aprovechar las oportunidades que me des. ¡Gracias Señor! Hoy Dios quiere hablarte y decirte, que como hizo con Nehemías, hará contigo. (más…)
Hoy hablaremos de un tema de vital importancia: Es necesario que respetemos las prioridades que Dios ha establecido para recibir bendición y prosperidad, de lo contrario, la pobreza física y espiritual nos rodeará.
Leamos Juan 6:27-34: “27Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. 28Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34Le dijeron: Señor, danos siempre este pan”. (más…)