DIOS QUIERE QUE SEAS UN JOSUÉ - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

DIOS QUIERE QUE SEAS UN JOSUÉ

INTRODUCCIÓN

 

Queremos hoy hacer hincapié en la familia. Lo más precioso que tenemos en la tierra es nuestra familia, por eso, lo último que debiéramos hacer es descuidarla. En nuestros centros comunitarios, donde recibimos gente marginada, rechazada, que ha estado en la delincuencia, en la droga, en el alcoholismo, en depresiones, descubrimos continuamente que los problemas más serios que los afectan son aquellos que tienen que ver con sus relaciones familiares.  Las heridas más grandes del alma, las que más cuestan sanar y superar son las que recibimos en nuestro entorno familiar.

El 99 % de los jóvenes que ingresan a nuestros centros para ser restaurados vienen buscando por sobre todas las cosas algo que ni ellos mismos saben; quieren salir de la amargura, de la angustia, de la adicción de algunos vicios,  pero no se dan cuenta que el problema más grande que tienen es afectivo, no se dan cuenta que la ausencia de amor que está gobernando esta sociedad les está destruyendo el corazón. Cuando reciben amor y afecto en nuestras comunidades, comienzan a valorar ellos mismos su vida, sus padres, sus hermanos y todo lo que antes no valoraban. ¡Dios hace un milagro! ¡Y hoy es un día de milagros para tu familia!, ¡Dios hoy hará milagros en tu familia! ¡Te ha convocado para bendecirte! Te ha traído esta palabra para darte esperanza en medio de las dificultades y hoy te dice: “Yo soy tu padre”, “Yo soy todo lo que tú necesitas. ¡Hay poder en mí para restaurarte y para bendecirte!”

La lección de hoy está basada en Josué 23:8-9. Josué fue un líder fuerte que guió al pueblo de Dios a una extraordinaria conquista; fue un hombre valiente, un hombre de fe, temeroso de Dios, que afrontó todas las dificultades y ganó, conquistando el territorio de Canaán, el que luego distribuyó entre las doce tribus de Israel. Había llegado a su vejez y ningún enemigo había podido derrotarlo; un hombre que estaba terminando sus días, se levanta y habla a su pueblo diciendo: 8Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis, como habéis hecho hasta hoy. 9Pues ha arrojado Jehová delante de vosotros grandes y fuertes naciones, y hasta hoy nadie ha podido resistir delante de vuestro rostro”.

 

 

LA CLAVE PRINCIPAL: TEMER A DIOS Y SERVIRLE

 

¿Qué había sucedido? Dios había levantado a Josué para guiar a su pueblo a la conquista de la tierra prometida y todos los días que Josué lideró, ese pueblo tuvo temor de Dios, ¡y nadie pudo hacerles frente! ¡A veces somos derrotados por cosas pequeñas! El pueblo de Dios se convierte en un pueblo débil cuando deja de temer y servir a Dios, cuando deja de tener fe en Él. La primer enseñanza que quiero extraer de este pasaje que leímos, es que donde hay un líder fuerte y temeroso de Dios, aquellos que están bajo su cobertura, es decir, bajo su sombra espiritual, son fuertes y temen y sirven a Dios con todas sus fuerzas. ¡Dios está necesitando líderes que le teman y le sirvan!La República Orientaldel Uruguay está necesitando hombres valientes, que hagan su tarea; y cuando digo hombres, me refiero a hombres que tiemblen delante de Dios, que estén decididos a hacer su voluntad, que estén dispuestos a jugarse la vida por el reino de Dios.

El pueblo de Israel era una familia, era y es la familia de Abraham. La sangre que corre por las venas del pueblo judío es la sangre de su padre Abraham y hoy estamos hablando de familia así que cuando hablo del pueblo de Dios, hablo de “familia”. Josué fue cabeza del pueblo de Dios, fue padre de la familia de Abraham y dice Josué a su pueblo, “hasta hoy nadie ha podido resistir delante de vuestro rostro”. ¡Se necesitan hombres que quieran ser padres espirituales de su familia! Yo estoy seguro que las mujeres que están escuchando esta palabra en este momento, no necesitan un “macho” sino un “líder”, y un líder es más que una persona trabajadora: Es una persona visionaria, es un sacerdote de Dios, es alguien que sabe a dónde va, es alguien que sabe lo que tiene que hacer. ¡Las familias están necesitando hombres que jueguen el papel que les toca vivir! Hoy estoy haciendo un desafío especial a los hombres; debo decirles que donde hay un líder espiritual, donde hay un soporte espiritual, donde hay un hombre que teme a Dios y le sirve, siempre habrá detrás una familia, un pueblo que siga a Dios, le ame y le tema. No cabe duda que si hay hombres que tienen certeza del propósito de Dios para sus vidas, sus hijos les van a admirar y les van a seguir. A donde ellos vayan, sus hijos querrán ir y querrán participar de sus hechos y de sus obras. Hombre que recibes esta palabra: ¡Tu esposa y tus hijos necesitan un sacerdote espiritual!

No es la única vez que sucedió en Israel, que cuando se levantaba un líder con autoridad espiritual el pueblo no se apartaba de Dios. Dice Josué 23:12-13: 12Porque si os apartareis, y os uniereis a lo que resta de estas naciones que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, mezclándoos con ellas, y ellas con vosotros, 13sabed que Jehová vuestro Dios no arrojará más a estas naciones delante de vosotros, sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado”. El problema número uno es que el pueblo de Dios pierde la dirección y se une a las naciones. Yo veo que los males que estamos sufriendo en Uruguay no son los males del Uruguay sino los males de las naciones que le han dado la espalda a Dios. Los gobernantes le han dado la espalda a Dios, los maestros y los consejeros han creído que la materia es todo lo que existe y han creído que la razón es la madre de la verdad. ¡Han proclamado que la razón es la única que puede identificar la verdad y puede decidir qué es lo malo y qué es lo bueno. Se ha destituido a Dios del trono y han sentado al hombre, al humanismo en el trono de las naciones. Y el libro de Josué dice: “no se unan a las naciones, ustedes son un pueblo especial”. ¿Crees esta palabra para tu vida? Los que creen en Jesús son de la fe de Abraham y pertenecen a la familia de Cristo, ¡somos la familia de Dios! No debemos ser como las naciones que nos rodean, no debemos conformarnos a las leyes que se están aprobando contra la familia, contra la vida, ¡no podemos conformarnos! Las naciones se están conformando al “dios placer”; el proyecto de ley que acaban de aprobar los señores senadores de la República Oriental del Uruguay es un monumento al placer. La ley expresa que el placer está por sobre todo, dice “que toda persona tiene derecho a procurar su placer sexual en todo su ciclo vital de acuerdo a las preferencias de cada uno”. A eso la Biblia le llama lascivia, en tanto que el amor verdadero busca la satisfacción del prójimo. Las naciones que rodeaban a Israel adoraban a otros dioses; del mismo modo, en las naciones se está comenzando a adorar al “dios placer” y al “dios dinero”. Pobres y ricos corren detrás del dinero, los ricos para tener más y los pobres para tener más. ¡No hay diferencias entre pobres y ricos! Las naciones no buscan a Dios, buscan al dinero, creen que con el dinero van a vivir mejor, pero eso es una realidad a medias: ¡Se puede tener mucho dinero y ser un infeliz! Hemos visto ricos afanados detrás del dinero, no tienen tiempo para Dios porque su mente está ocupada todo el día en sus negocios, maquinando y especulando para poder tener más, tratando de hacer un negocio más y por otro lado, también he visto a los pobres trabajar en dos o tres trabajos, he visto a los pobres agobiados y cansados con la espalda doblada, diciendo: “¡Necesito más dinero!” Jesús habló de esto cuando dijo “que no se podía servir a dos señores” y habló de dos señores, no de muchos más. La Biblia dice: “que el amor al dinero es la raíz de  todos los males”. Es por dinero que se pelean las familias, es por dinero que se divorcian los esposos, es por dinero que se someten las naciones, es por dinero que se venden las personas, es por dinero que se venden las mujeres prostituyéndose, ¡es el amor al dinero!

Otro Dios de las naciones lo constituye el trabajo. Hay gente que no para nunca, aún el fin de semana no quieren buscar a Dios, están muy cansados como para buscarle… ¡Las naciones no buscan a Dios! ¡Las naciones desean lo que Dios detesta, anhelan lo que Dios reprueba! ¡A lo bueno le dicen malo y a lo malo le dicen bueno! No se cuantos están asumiendo que están demasiados afanados y no están buscando a Dios. He estado haciendo consejería con muchos matrimonios y hay un denominador en todos los casos: Los esposos quieren estar bien, pero no buscan a Dios en oración juntos. El esposo habla de todo lo que quisiera que la esposa haga para que el matrimonio esté bien, cada uno habla de lo que quisiera que el otro haga… a un matrimonio hoy le dije: “están tan cerca de ser bendecidos, no tienen que pensar más en lo que están pensando, deben estar dispuestos a sacrificar todo lo que tengan que sacrificar para tener juntos un encuentro con Dios”. ¡La familia de Dios es la iglesia! En ella se sirve a Dios y se le teme, todo lo que está fuera de la iglesia, son “las naciones”.

Josué estaba dando su último discurso, le hablaba al pueblo, diciéndole que mientras le siguieron a él, temiendo y sirviendo a Dios, no pudieron ser doblegados por sus enemigos, ¡el conquistador siempre fue el pueblo de Dios! ¡No hubo guerra en la que el pueblo de Dios no salió victorioso! Y dice Josué en el capitulo 24, versículos 14 y 15: 14Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 15Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. Josué sabía lo que tenia que hacer y lo hacía, ¡y el pueblo le seguía! He visto a muchos hombres que quieren que su esposa y sus hijos le sigan, que quieren ser cabeza de su familia, pero no saben a dónde van, no siguen a Dios ni le temen. ¿Quieres convertirte en un verdadero líder? ¡Ama, sirve y teme a Dios! Entonces, ¡tu familia te seguirá! ¡Servir a Dios tiene rédito! ¡Servir a Dios da ganancia! ¡No servir a Dios es pérdida total! Dicela Biblia que las naciones trabajan para el fuego y se fatigan en vano (Habacuc 2:13)

 

 

¿PARA QUIÉN VIVES?

 

Pregunta uno: ¿Para quién trabajas tú? ¿Vives para Dios o vives para tus problemas? Repito: ¡Servir a Dios tiene rédito y ganancia! Todos tenemos problemas pero Dios te dice: ¡No quiero que mires a tus problemas! ¡Quiero que me mires a mí! ¡No quiero que trabajes para tus problemas sino para mí! ¡Si Dios no edifica tu casa en vano trabajas edificándola! Pregunta dos: ¿Sirves a Dios o te sirves de Dios? ¡Dios es Señor! ¿Qué significa para ti que Dios es Señor? ¿Que Él tiene que correr cada vez que tu gritas?  ¿Buscas a Dios por tus planes y necesidades? ¿Buscas a Dios por tus caprichos? ¿Buscas a Dios para satisfacer tus ideas? ¿Quieres que Dios te bendiga para que se cumpla en tu vida tu propia voluntad? ¿O buscas a Dios para servirle? ¿Puedes declarar en esta hora que Dios es tu Señor? ¡Mi Dios es mi Señor! Eso significa: Vivo para Él, vivo para amarle y para servirle. La mejor vida no es la que Dios me da por lo que yo le pido, sino la que Él me da porque le sirvo. ¡La mejor vida es la paga que Dios da al que le sirve! Dios satisface tus necesidades porque eres su hijo, le obedeces y trabajas para sus planes. ¡Tu amas a Dios, le sirves y Él te bendice!

Otra pregunta: ¿A quién siguen en tu casa? ¿A un trabajador, a un padre muy ocupado o siguen a un siervo del Dios altísimo? ¿A quién sigue tu esposa? ¿A uno que exige ser obedecido o a un siervo de Dios? ¿Tiene tu esposa a un hombre demasiado ocupado?  ¿O a un siervo de Dios? Te hago otra pregunta: ¿Tú sabes, al igual que Josué, lo qué debes hacer? ¿Haces, al igual que Josué, lo que debes hacer? ¿Tienes certeza acerca del plan de Dios para tu vida? ¿Quieres que te obedezcan? ¿Quieres que te sirvan y te sigan? Entonces, la pregunta es: ¿Tú sigues a Dios? Si es así, ¡tu familia te seguirá y tendrá un encuentro con Dios! La familia está necesitada de líderes fuertes, de líderes que sepan dónde están parados. Dios te no está pidiendo que seas perfecto, solamente quiere que te dejes perfeccionar por El. Dios quiere que reconozcas tus debilidades, quiere que reconozcas que te has dedicado demasiado a trabajar, a buscar dinero, que te has dedicado demasiado a cosas que no te han edificado y ahora estás viendo que tu familia se dispersa, no está unida, ahora ves que tus hijos no ven a Dios ni tienen temor de Él, ahora ves que tus hijos se van a la droga, o lo que esperabas de tu familia no se está dando… ¡eso no funciona así enla Biblia! Ella enseña que cuando hay un hombre temeroso de Dios, que le ama y le sirve, entonces su familia está firme, está fuerte y ningún enemigo podrá derrotarlos ni venir contra ellos.

Solo necesitas consagrarte a Dios. El ya sabe que no eres perfecto, que no puedes solo. ¡Dios ya sabe que has errado! Pero lo que El quiere hoy es tu corazón, es tu consagración. Dios quiere hoy es que seas como Josué, un hombre con certeza, un hombre con vida espiritual, un hombre con unción, un hombre que consulta a Dios, un hombre que procede porque ha hablado con Dios y sabe lo que tiene que hacer. ¡La iglesia y la nación necesitan líderes de ese calibre! Hombres que se levanten a obedecer a Dios, hombres que le sirvan, que le honren. Josué dijo a su pueblo: escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”

¡Esto es para lo que tienen oídos afinados! Un hombre firme en Dios puede tomar determinación con certeza, sabiendo que su familia le seguirá. Josué era un hombre que estaba terminando sus días, pero él podía decir aunque estuviese con un pie en la tumba: ¡Yo y mi casa serviremos a Jehová! El sabía que su casa seguiría a Dios, como él lo había seguido. Hay algunos que me dicen: “Mi señora no me quiere seguir…” “mis hijos no me respetan…” La pregunta es: ¿Tú respetas a Dios? ¿Tú amas a Dios y le sirves?  El día que ames a Dios y le sirvas, lo que salga de tu boca, será un decreto y tu familia feliz te seguirá, porque ha de saber que tú eres un  hombre con unción de Dios.

 

 

CONCLUSIÓN

Hoy quiero hacer un llamado a todos los hombres que quieren un toque de Dios en su vida. No importa si son casados o solteros; los solteros también han sido llamados a ser padres, a ser hombres de Dios. Toma la determinación hoy para dejar atrás la clase de vida que tienes y toma la decisión de consagrar tu vida a Dios, ¡tu familia se merece un padre consagrado, se merece un hombre de Dios, un hombre como Josué! ¡Tu familia necesita un padre como Josué!

Quiero que los hombres que anhelan un cambio en sus vidas y en sus hogares se pongan de rodillas, en el altar de Dios. ¡Deja de gobernar tu casa con tu machismo! ¡Deja de gobernar tu casa con tus gritos! ¡Sé un hombre de Dios!

 

“Padre querido, que venga el espíritu de Josué, que venga el espíritu de conquista sobre todos los hombres que reciben esta palabra. Dios mío, que tú toques estas vidas que se sienten tan poca cosa, cuando en realidad, han sido llamados por ti para ser lideres, para ser hombres de bien y para ser tus siervos…¡para llevar al pueblo de Dios a la conquista! Padre glorifícate en estas vidas, ven a ungirles en esta hora. ¡Haz tu obra Dios! Tú creías que tu esposa y tus hijos tenían que obedecerte por decreto, recibe ahora unción, autoridad espiritual, recibe ahora temor de Jehová, recibe ahora gracia. Dios mío, mira cuántos hombres se sienten fracasados, frustrados, mira cuántos hombres que mandan a sus esposas a la iglesia, ¡ellos mismos no van! Jesús, ven y quiebra todo yugo, quebranta toda atadura, toda ligadura, toda cadena de impiedad, toda soberbia… Espíritu Santo haz tu obra, toca cada corazón, toca las entrañas, quita el afán, quita la preocupación, levanta hombres consagrados en este día. Hoy declaro que no solamente estás levantando hombres en sus hogares, sino que estás levantando líderes enla República Orientaldel Uruguay, hombres esforzados y valientes. Padre querido, levanta hombres sensibles a las necesidades afectivas de sus hijos y de sus esposas, levanta hombres de valor, levanta hombres que clamen a ti por sus familias, que no sean más las mujeres que luchan por sus hijos, que luchan por la paz del hogar, que no sean mas las mujeres que oran y que ayunan, sino que se sumen hombres a buscar sabiduría del cielo, unción y autoridad del cielo. En el nombre de Jesús hago esta oración, amén.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb