LA DIMENSIÓN DE LA FE - Misión Vida para las Naciones

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MENSAJES DEL CIELO

LA DIMENSIÓN DE LA FE

INTRODUCCIÓN

Una frase que compartí en las redes dice así: “Confesión positiva no es fe necesariamente”. No es con confesión positiva que agradamos a Dios. ¡Es con fe! Y todo lo que no proviene de fe es pecado, señala la Biblia.

Hace años que vengo observando cierto mover en el ámbito evangélico que enseña básicamente ciertos principios para conquistar la victoria, y se hace llamar: “pensamiento positivo”. Estuve escuchando a un expositor famoso de esta corriente del pensamiento positivo que básicamente enseña que si logras pensar correctamente puedes lograr lo que sea. Te enseñan que tú puedes, que el poder está dentro de ti. El hombre habló por más de una hora, pero nunca mencionó un versículo bíblico ni ningún pensamiento de Dios, aunque la enseñanza roza ciertas verdades bíblicas. Proverbios 23: 7 dice así: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él…” Esto significa más o menos: Tú eres así como piensas.

Como mencioné anteriormente, hay una corriente en el mundo que señala que si cambias tu manera de pensar, cambias tu manera de ser y cambias tu vida. Esto está cerca de la verdad, salvo que lo deja de lado a Dios y deja de lado su poder, haciendo al hombre un dios. La idea es: tú puedes, confía en ti mismo, puedes lograr todo lo que te propongas, y Dios queda de lado.

Hace ya unos cuantos años se han creado en las librerías cristianas una sección que contiene libros de autoayuda. Algunos autores señalan que tú puedes perfeccionarte a ti mismo, puedes solucionar tus conflictos matrimoniales, familiares, y tus problemas económicos si logras aplicar cierta técnica o conocimiento. Vivimos en una época en que los creyentes necesitamos conocer la verdad y afirmarnos en ella. El Señor Jesús prometió que los que oyen sus palabras, no las tuyas, y las ponen por obra, aunque vengan tormentas y vientos, y sacudan tu casa, ésta estará firme.

Me invitaron a predicar a una iglesia y yo les pregunté a las personas qué hacen para agradar a Dios. Uno me dijo que hacía todo lo mejor que podía, otro que trataba de llevar una vida recta; todos manifestaron buenas intenciones para agradar a Dios. Pero yo insisto en que tenemos que volver a entender el evangelio para saber cómo es que se agrada a Dios y cuándo es que alguien logra agradar a Dios. Por eso es que hoy tengo que hablar de la fe y te comparto lo que dice Romanos 14:23: “…y todo lo que no proviene de fe, es pecado”. Si todo lo que tratas de hacer para ser mejor no proviene de la fe de Dios, tus esfuerzos son vanos.

LA FE DE DIOS: FUENTE DE CONOCIMIENTO Y SABIDURÍA

Hay dos fuentes de conocimiento y de sabiduría; una es la que viene a través de la fe y la otra es la que surge de cualquier otro lado. Por la fe accedemos a la dimensión que está fuera del tiempo y del espacio; es una dimensión invisible, poderosa y eterna, una dimensión de la cual provienen todas las cosas visibles, que hace de lo que no se ve, lo que se ve. ¡Esa es la dimensión de la fe! La fe es el regalo más precioso que el Señor nos ha dado para que podamos tener acceso a un nivel que no es el nivel natural y animal. ¡Ese es el nivel de Dios! Dice la Biblia que Dios ha puesto eternidad en nosotros. La eternidad pertenece a otra dimensión fuera del tiempo y espacio. Es la dimensión en la que Dios vive y en la que Él nos quiere introducir. De la dimensión del tiempo y espacio, el Señor está llevando hacia la eternidad a aquellos que creen y confían en Él, y a aquellos que piensan como Él.

Hay ciertas cosas que se producen y vienen por la fe que Dios le revela al hombre. La fe es la ventana por la cual vemos hacia la eternidad; de allí tomamos las cosas que son de Dios, las traemos y las establecemos en el planeta Tierra. Cuando Jesús oró: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, estaba pidiendo que venga el reino de Dios, su poder, su gloria, su justicia, su paz y sus pensamientos a este orden de cosas. Es inútil querer ser bueno si no tienes la fe de Dios. Fe que produce todo lo bueno. Lo bueno no proviene de otro lado más que de la fe. Y cuando pretendes agradar a Dios llevándote bien con tus padres, con los vecinos y con todas las personas, tratando de hacer todo el bien que puedas para agradarlo, no estás operando bajo el orden de la fe, sino que estás culturizando tu carne. Todo lo que proviene de la fe surge del mundo espiritual y todo lo que proviene de ti es de la carne.

Jesús señaló que lo que proviene de la carne, es carne, y aunque sea la mejor carne, nunca podrá agradar a Dios. Si proviene de ti es carne, mas si proviene de la fe, es un producto genuino de Dios. Por lo tanto, tenemos que conocer la fe y practicarla. La Biblia dice que tenemos que luchar por la fe. ¡Necesitamos traer al planeta Tierra la justicia de Dios! La justicia del hombre no sirve; el hombre no sabe qué hacer hoy en día ya que a lo malo le dice bueno y a lo bueno le dice malo. ¡La verdad no se conoce, no se sabe cuál es la verdad en el mundo!

Ha habido manifestaciones en varios países de América Latina, donde ciento de miles de cristianos han expresado su posición en contra de la ideología de género que nos quieren imponer. Hoy están enseñando a nuestros hijos cosas que no concebimos, y mientras estamos tranquilos, el estado está estudiando una ley que permitirá operar a nuestros hijos menores de edad sin el consentimiento de los padres. Si a un varón se le ocurre que quiere ser niña, el estado lo va a respaldar y le expenderá hormonas, excluyendo los derechos fundamentales como el derecho constitucional de los padres a elegir qué clase de enseñanza les darán a sus hijos. ¡Están ocurriendo cosas impresionantes ante nuestros ojos de una manera compulsiva! Nos están imponiendo nuevas verdades que destruyen las verdades existentes.

Pero nosotros tenemos una fuente de verdad que es inamovible y esa es la palabra de Dios. Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35). El Señor expresó una verdad muy concreta aquí, no dijo algo alegórico ni poético; Jesús declaró lo que va a suceder dentro de no mucho tiempo. Estamos esperando la segunda venida de Cristo. Dijo el Señor: “Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria” (Marcos 13:24 al 26). Juan declaró: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más” (Apocalipsis 21:1). Isaías profetizó: “Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro…” (Isaías 34:4). Al declarar Jesús que el cielo y la tierra pasarán, no dijo algo poético o alegórico, sino que manifestó algo que se va a cumplir en su segunda venida. Y sus palabras no pasarán.

También el Señor enseñó en Mateo 7:24 y 25: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”. Nuestra casa permanecerá firme porque el fundamento de nuestra vida es la palabra de Dios. Y cuando hablo de la palabra de Dios, me refiero a la palabra de Dios. Tú puedes usar un versículo bíblico carnalmente, satanás usa versículos bíblicos de una manera diabólica. No es cuestión de tomar un versículo cualquiera para enseñar una verdad; se dice acerca de la palabra de Dios en Hebreos 4:12 que: “es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Me refiero a la palabra de Dios que viene por la fe. Cuando la fe arrebata una palabra que Dios envió, que es viva, y es para tu vida, para tu persona y para tu problema, en el momento que estás viviendo, lo que sucede es extraordinario. Porque la fe tiene la solución para los problemas de tu vida. La fe sabe dónde están las soluciones de los problemas de la nación y sabe cómo hacer en cada circunstancia. Donde no hay puertas, la fe crea puertas, y donde no hay nada, la fe hace visible lo invisible. ¡Creamos que la fe nos va a sacar adelante!

Ha salido en los medios que se está estudiando una ley, y lo único que le falta es que diga que ha sido confeccionada para destruir los hogares Beraca. Es una ley que pretende frenar la tarea de amor que hacemos en los hogares Beraca; una tarea que nos ha llevado a desvelos y sacrificios durante muchos años, en los que hemos sacado a miles de personas de situaciones deplorables, de violencia, de droga, de alcohol, de prostitución, de enfermedad y maldición. Y están empecinados en que esclavizamos a la gente y que los obligamos a trabajar. Yo tendría que estar turbado, pero por la fe no lo estoy. Y nos viven apaleando. Pero un día fui delante de Dios cuestionándome por qué estaba haciendo lo que estaba haciendo y mi conclusión fue que todo lo hago por amor. Todo lo que proviene del amor también es voluntad de Dios, el verdadero amor. Y mira que es difícil exprimir a un joven drogadicto y sacarle dinero porque llegan a los hogares sin nada, si hasta han robado a sus familias y aun a nosotros para ir a drogarse, y el estado cree que nosotros les sacamos dinero. Es complicado esclavizar a un drogadicto que no ha obedecido ni a sus padres, y no tenía lucidez para darse cuenta que estaba robando a su madre, a sus vecinos o a quien fuera para drogarse. Ellos creen que tenemos un poder extrasensorial y los obligamos a hacer lo que nosotros queremos. Alegan que les ordenamos a hacer campaña política a nuestro favor repartiendo listas de votación, y ellos nos obedecen, aunque sean del Frente Amplio. ¡Están empecinados con nosotros! Creo que les tienen miedo a los votos.

Si hay algo que te mantendrá firme en la resolución de tus problemas será la palabra que Dios te ha dado, que has abrazado por la fe; pero en el momento que dudes, que te canses y te olvides de esa revelación, entonces todo te irá mal y terminarás diciendo que Dios no te habló y que no sucedió como decía la Biblia. Pero yo te digo que la fe es invencible y no hay poder como el de la fe. El que quiera agradar a Dios no podrá hacerlo con obras; el que quiera agradar a Dios lo agradara por su fe en Él.

Hasta el peor ser humano puede tener fe y con esa fe agradará a Dios. No es para los que hacen, es para los que creen. Los que creen harán las buenas obras. Pero algunos que hacen buenas obras no necesariamente creen. Así que no te creas que, si eres más culto, más educado, si eres una persona de pensamientos positivos, entonces eres más espiritual porque no es así; no creas que lograrás mejores cosas que otros. Lograrás mejores cosas que los demás, no enderezándote a ti mismo sino creyendo en el que te puede enderezar, creyendo en el que puede hacer la obra en ti y fuera de ti.

POR LA FE ENTENDEMOS

Dice Hebreos 11:3: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. Por la fe entendemos. Cuando queremos hacer algo que agrade a Dios y no lo hacemos por la fe, no entendemos. Me llama mucho la atención la fe que tenía Stephen Hawking, un científico muy famoso que falleció hace poco. Él tenía una fe extraordinaria en la ciencia y en sus razonamientos, tenía una fe extraordinaria en su lógica y conocimientos. Hawking entendió que en algún momento no había nada. La Biblia dice que por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios. En algún momento no había nada y vino la palabra de Dios. Entendemos esto por la fe. Hawking también entendió que no había nada; entendió que en algún momento existió el principio del universo y que existe el fin del universo. Génesis 1:1 dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Si hay principio, el tiempo tiene un origen, y antes del principio no había tiempo. Antes del principio no había ni tiempo ni espacio. Y en el principio Dios creó el tiempo y el espacio: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Por la fe entendemos que Dios habló, y por la palabra de Dios fue constituido el universo. Pero Hawking entendió que no hacía falta Dios, ya que el universo, según él, existe por las leyes de la naturaleza. Entonces él dijo que no había nada de nada, pero había un puntito casi imperceptible, donde estaba concentrada toda la energía y la materia del universo. ¡Qué puntito! En ese puntito estaba concentrado todo lo que existe en el mundo visible. Y según Hawking ese puntito estalló en algo que se denomina científicamente como Bing Bang. En ese instante se liberó toda la energía que había en ese punto, entonces se formaron las estrellas, los planetas, los sistemas solares, etc. Toda la energía que sostiene el universo salió de una explosión. Lo que nunca nos podrá contestar Hawking es, cómo existían las leyes naturales si no existía nada más que el puntito. Ahora, ¿por qué explotó? Nunca nos lo va a poder responder. Y, ¿por qué había leyes naturales donde no había nada? Tampoco lo va a poder responder porque se fue, y se fue porque es finito. Así que, mediante la ciencia entendemos de determinada manera, determinadas cosas. Pero por la fe entendemos otras cosas que nos son reveladas. A nosotros nos ha sido revelado, y por la fe entendemos que el universo ha sido constituido por la palabra de Dios. Para creerle a Hawking hay que tener fe y para creerle a Dios también hay que tener fe. ¡Entre creer en un Dios Todopoderoso y en creer en un hombre marchito postrado en una silla de ruedas, prefiero creer en Dios!

No sólo entiendes el universo por la fe, también entiendes quién eres por la fe. Tú entiendes cuál es tu identidad sexual por la fe. Entiendes cómo tienes que comportarte en tu matrimonio y en tu familia, por la fe. Entiendes que no tienes que robar, por la fe. Porque, si no existe un metro patrón moral entonces, ¿para qué vamos a estar cuidándonos de no robar, de no mentir, si no existe nada? Y si existe, Dios lo ha puesto, y Dios es quien te guía por la fe al bien. ¡Necesitamos fe! ¿Qué harás para agradar a Dios? El que quiera agradar a Dios lo hará porque tiene fe en Él. No lo agradarás por lo que haces sino por tu fe. La Biblia dice que el justo por su fe vivirá. ¡La fe te declara justo! Somos justificados por haber creído en Cristo Jesús; somos declarados justos por haber abrazado la fe en el Señor.

El mundo está lleno de pensamientos e ideas de hombres. ¡Lo que enseñó Hawking es basura! ¡Lo que enseñan los hombres es basura! ¡La verdad está solamente en Dios! ¡La vida está en Dios! ¡Cuidado lo que escuchas y lo que ves! Puede enfermarte, enfermar tu matrimonio y tu familia; puede enfermar tu economía. Muévete mediante aquello que Dios te revela por la fe. ¡Por la fe entendemos! ¡Sin la fe no entendemos nada lo que hacemos! Se necesita fe hasta para comer. En Romanos 14 vemos que el apóstol Pablo hablaba acerca de la comida, de que si se podía comer determinados alimentos que habían sido presentados a los dioses. Entonces dijo que comieran todo lo que había en la carnicería, y agregó: “Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado”. Ora, bendice los alimentos y no tengas miedo. Todo lo que proviene de ti es pecado por mas bueno que parezca; y todo lo que proviene de la fe es perfecto. Hebreos 11:4 dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella”. La fe sirve hasta para ofrendar. Sirve para comer. Abel fue justificado por la fe que tenía y no por la clase de ofrenda que dio a Dios. La ofrenda que Abel dio provenía de la fe.

Yo a Sansón no lo recomendaría para que predicara. Fue un hombre mujeriego al que no le importaba si la mujer era idólatra, si era de los filisteos o no. Era un hombre de fuertes pasiones. Sin embargo, se encuentra en la lista de los héroes dela fe en Hebreos 11. Sansón, por saciarse de una mujer le sacaron los ojos, pero por su fe agradó a Dios. No importa lo bueno que hayas hecho, no alcanza. No importa cuánto mal hayas hecho, si tienes fe, Dios te va a justificar. Porque somos justificados delante de Dios por la fe. También en Hebreos 11 se menciona a Rahab la ramera, así aparece en la Biblia. ¡Lindo título para un justificado! ¡Lindo título para una mujer de fe! Muchas mujeres de bien no aparecen, pero aparece Rahab la ramera. ¡Era una reverenda pecadora! Pero creyó en Dios. Llegaron los espías a Jericó de parte de Josué, ella los escondió, y cuando se volvían a su tierra, la mujer les dijo: “Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte” (Josué 2: 9 al 13). Rahab creyó, y se escribió de ella en Hebreos capítulo 11 como una heroína de la fe.

CONCLUSIÓN

Tú tratas todos los días de hacer algo bueno para agradar a Dios, pero nunca podrás agradarlo haciendo cosas buenas. Sólo tu fe podrá agradarle. Por eso dice Hebreos 1:6: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Èl existe, y que premia a los que le buscan”. Si quieres agradar a Dios tienes que acercarte a Él con fe. Si te dominan ciertos temores, no te está dominando la fe, porque la fe mira el mal y se ríe de él. ¡La fe no le teme al mal! ¡La fe vence sobre los temores! Si te domina la angustia, no te domina la fe, porque quien tiene fe no logra angustiarse; porque el que cree tiene certeza, seguridad y esperanza. Si te domina la tristeza debo decirte que no te domina la fe. La fe te hace sonreír en medio de los problemas; es la que produce gozo interior en medio de un dolor. La fe no te deja mirar aquello que te va a hacer mal, y a ti no te importa que es lo que te puede hacer mal porque la fe te dice: “¡No tengas miedo! ¡No desmayes! ¡Yo estoy contigo! ¡Vas a vencer!”

En estos tiempos, los cristianos estamos siendo perseguidos; se están creando leyes para encarcelar a los cristianos y detenernos. ¡Pero no han podido detener el cristianismo en dos mil años y tampoco lo detendrán ahora! El imperio romano quiso detener el cristianismo y no pudo; el comunismo quiso detenerlo y no pudo. Muchos imperios y emperadores han querido, pero no han podido. En China, arremeten con topadoras y destruyen los templos, lo mismo en Cuba. Y el cristianismo prospera y prospera. ¡La fe no podrá ser detenida! ¡El Espíritu Santo no está preso! ¡Llénate de fe! ¡Come de su plato! ¡Cree en Dios! El cielo y la tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán. La fe te da certeza y seguridad. A un cristiano que iban a quemar en el primer siglo de la era cristiana le dijeron: “Niega a Cristo y te libramos de la hoguera”. El hombre tenía setenta y siete años. Entonces les dijo: “Por setenta y siete años Cristo ha caminado conmigo, no lo voy a dejar ahora por temor a la hoguera”. Ese cristiano, estaba siendo incinerado, pero murió cantando himnos a Dios.

¿Estás dispuesto o estás dispuesta a morir por Cristo? El que tiene fe atraviesa cualquier circunstancia, aun la muerte; el que tiene fe enfrenta los temores y sigue eligiendo a Cristo. Cuando era joven me asaltaban los temores y había cosas que no quería hacer por Cristo que me detenían; cosas que no quería perder porque las amaba. Hoy puedo declarar con gozo que no me detiene nada ni nadie. ¡No tengo temor! Le preguntaron a un médico qué haría si la ley lo obligaba a practicar abortos, y él dijo: “¡Yo no voy a abortar! Yo he estudiado para salvar personas y no voy a quitarle la vida a nadie. Prefiero ir preso, prefiero perder mi título y dejar de ejercer la medicina, pero no voy a abortar”.

¿Cuánto valen tus valores? ¿Consideras que vale la pena ir a la cárcel por sostener tu verdad? ¿Qué tan firme estás en la verdad? ¿Qué tan seguro o segura estás de que te irá bien de todas maneras porque crees en Cristo? Desecha los temores y las ansiedades y entrégate a Jesús. ¡No hay mejores brazos que los suyos! ¿A dónde vas a acudir a la hora de la enfermedad? ¿A dónde irás cuando te quieran exigir mediante las leyes que no hables de Jesús ni hagas lo que el evangelio te demanda? ¿Podrán acaso doblegar tus valores y tu fe? Si tienes temores y angustia, si luchas cada día con tu soledad, con opresiones y tristezas, todos éstos, signos de que tu fe está debilitada, entrégate a los brazos de Jesús y que ya no te importe nada. ¡Que sólo te importe Jesús! Dile: “Señor, voy a adoptar tu palabra como fundamento de mi vida y me plantaré firme sobre tus fundamentos. Voy a creer en ti, la Roca de los siglos, amén”.  

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