ENCONTRÉ UN HOMBRE - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

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MENSAJES DEL CIELO

ENCONTRÉ UN HOMBRE

INTRODUCCIÓN

 

Siempre han hecho falta hombres valientes y esforzados, y se está haciendo cada vez más difícil encontrarlos. En la iglesia, miro para todos lados y veo que quienes me ayudan son mujeres. Es admirable la disponibilidad y la disposición de las mujeres para enfrentar situaciones y resolver problemas. Parece que la costumbre y la legislación ha ido relegando al hombre a un segundo plano. No sé por qué combaten tanto al machismo o al patriarcado. Porque en realidad, cuando el hombre pierde su dirección, cuando pierde su propósito, su existencia queda vacía. Un informe señala que en Uruguay, de cada 10 personas que se suicidan, 8 son hombres. La sometida es la mujer y los que se mueren son los hombres. ¡Es ilógico!

Se desprecia y se ha desvalorizado al hombre, porque se le ha impuesto a la mujer una gran cantidad de cargas. Y parece ser que en algunos lugares el hombre es una figura decorativa; él trabaja y lleva dinero a su hogar, pero no le pidan más nada. El niño le dice: “Papá me duele acá”; y él le responde: “Decile a mamá”. “Papá, ¿me ayudas con este trabajo de la escuela?” “Preguntale a tu madre”, le dice el padre. La madre lleva al hijo al médico, a la escuela, habla con la maestra; la mujer enfrenta la vida y el hombre no. Cada vez se encuentran más mujeres idóneas; porque la persona que enfrenta muchas situaciones en la vida aprende más cosas. Quien atraviesa muchos conflictos crece y madura, y desarrolla idoneidad para enfrentar situaciones. Y las mujeres enfrentan más situaciones que los hombres. Entonces, llegamos al punto que la mujer vale más que el hombre. Encima está el movimiento feminista que nos da palo y nos ha denigrado.

Pero quiero decirte que Dios creó al hombre y lo puso por cabeza de la creación; y Dios los creó, varón y mujer. Yo con eso me conformo. Ahora, muchas personas se perciben como cualquier cosa, pero, aunque haya mil géneros, aún así el ser humano originalmente fue creado como hombre y como mujer. Dios lo puso al hombre como cabeza de la mujer, y ha pretendido desarrollar sus planes a través de la historia de la humanidad alumbrando los ojos de hombres valerosos, sabios y fuertes. Y siempre que Dios quiso encarar algo, buscó un hombre y como no encontró, levantó mujeres. Porque si faltan hombres, Dios levanta mujeres. ¡No hay problema! Dios va a hacer su obra. ¡Nadie podrá detener la obra de Dios!

 

DIOS LLAMA A HOMBRES

 

Lo triste es que faltan hombres y están muy desvalorizados. ¡El hombre vale cada vez menos! La mujer llega a concebir la idea de que su marido es un inútil y no se puede contar con él. Llega él a su casa del trabajo y se sienta a ver televisión o está siempre con el celular. Los hombres están sumamente desorientados y yo pido a las mujeres que oren por los hombres y nos bendigan; y a las esposas que amen a sus esposos y oren por ellos. Oro a Dios también para que despierte a los hombres porque se necesitan hombres que encaren la obra de Dios.

Dijo Dios: Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ezequiel 22:30). Dios viene con juicio sobre el mundo y faltan hombres que se pongan entre Dios y las personas de la tierra, para detener el juicio que Él traerá. Dios busca hombres que intercedan por sus esposas, por sus hijos, por la economía, por los virus que aquejan a la humanidad. El Señor está admirado porque no ha encontrado un solo hombre.

¿Hombre, qué estás haciendo tú? Tú has sido creado para bendición de las naciones y de la tierra. Para bendecir a tu familia has nacido. Tenemos que levantar un clamor por los hombres. Doy gracias a las mujeres porque ellas ocupan el lugar que los hombres desprecian. El hombre se va de la casa y deja a su esposa sola con los hijos; después no le pasa la manutención para sus hijos. Y la mujer tiene que alimentar a sus hijos igualmente. Aunque ella no tenga trabajo no va a aceptar que sus hijos pasen hambre; algo hará esa madre para alimentarlos y vestirlos. Y el hombre buscando otra mujer que lo satisfaga.

¡Dios busca hombres! La Biblia dice en el Salmo 89:20 y 21: Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi santa unción. Mi mano estará siempre con él, mi brazo también lo fortalecerá”. Cuando Dios encuentra un hombre lo acompaña, lo unge y lo fortalece. ¿Por qué? Porque ese hombre hará lo que Dios quiere y le irá bien a él y a la tierra. Si en un momento se maravilló porque no encontró hombre que hiciera vallado para que Él detenga su juicio sobre la tierra, por otro lado, halló a David su siervo. En el libro de los Hechos, refiriéndose a la misma situación, dice la Biblia: Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero” (Hechos 13:22). Aquí se refería a Saúl, el cual fue quitado porque él no era un hombre que conformara a Dios.

Los hombres que conforman el corazón de Dios son esos que hacen todo lo que Dios quiere, y hacer todo lo que Dios quiere tiene un precio alto porque significa renunciar a todo lo que yo quiero, a mis deseos y planes. Significa querer estar cerca de Dios y recibir su unción. Querer que Dios me acompañe a donde vaya y me respalde, requiere que yo tenga la valentía de decirle que voy a hacer todo lo que Él quiere y que renuncio a mis derechos. Yo sé lo que es eso porque tuve que renunciar. Aún hacemos cosas que no son pecaminosas, pero se convierten en pecado cuando no es la voluntad de Dios. Ser arquitecto no es pecaminoso, pero si Dios te ha traído al mundo para otra cosa, te es pecado ser arquitecto, doctor o lo que sea.

¡Tú tienes que ser lo que Dios quiere que seas! Él quiere que hagas lo que Él ha planificado que hagas. ¿A quién va a ungir, a fortalecer y a respaldar Dios? Al hombre que hace lo que Él quiere. ¡Mujeres, oren por hombres! Muchas mujeres agarran lo primero que ven porque dicen que no hay nada. Algunos jóvenes me dicen que se quieren poner de novios y yo les pregunto si estudian o trabajan. “¡No!” me dicen; “Pero me gusta”. ¿Qué tienes para darle a una mujer? Se necesitan hombres que enfrenten las tinieblas, que sean cobertura de las mujeres, y que las mujeres se sientan respaldadas y protegidas por los hombres. ¿Dónde hay hombres que enamoren a una mujer? Alguna mujer dirá: “Mejor sola que mal acompañada”.  Esta palabra es para los hombres, no seas como los patos que les resbala.

 

DIOS LLAMA A DÉBORA

 

Había una mujer llamada Débora, profetisa; y los israelitas iban a ella para que se les hiciera juicio. Dice la Biblia que mandó a llamar a Barac y le dijo: “¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré” (Jueces 4:6 al 8). ¡No iba si la mujer no lo acompañaba! Es como yo. Mi esposa me manda al médico y yo le digo que si no me acompaña no voy. Débora le dijo a Barac: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes”.

¡La mujer tuvo que acompañar al timorato y débil falto de valor! Yo les entrego responsabilidades a las mujeres porque sé que ellas se empeñan en hacer lo que les pido. ¡Dios está buscando varones! ¡Perdónenme varones, que los rete! Demasiados hombres andan despistados. ¡Despierta y te alumbrará Cristo! Lamentablemente no son muchos los hombres, pero Dios hoy llama hombres. Jesús dijo: “A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mateo 9:37 y 38). Se necesitan hombres para hacer la obra de Dios; que se pongan en sus manos para hacer lo que Él quiere.

 

DIOS LLAMA A GEDEÓN

 

Dice la Biblia que la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas se hicieron cuevas en los montes, en cavernas y en lugares fortificados. Estaba Gedeón sacudiendo el trigo en el lagar para esconderlo de los madianitas y Dios le habló a un timorato; pero la palabra de Dios tiene poder, y el Señor lo llamó de esforzado y valiente. Y dice la Biblia en Jueces 6:12 al 16: “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?” Entonces le respondió: “Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”.

Esta palabra viene hoy sobre los hombres. ¡Qué bueno que Dios me diga que soy un hombre esforzado y valiente! Dios le dice a los Gedeones de hoy que andan escondiéndose por ahí: “Varón esforzado y valiente. Yo estaré contigo”.

Lo primero que hace Dios cuando llama a un hombre, es darle una orden para ver si éste hará lo que Él quiere o no. Volviendo al pasaje de Hechos de los apóstoles dice la Biblia: “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero” (Hechos 13:22). ¿Por qué fue quitado Saúl? ¿Qué clase de hombre satisface a Dios? ¿Qué requisitos tiene que cumplir un hombre para contentar el corazón de Dios y sea conforme a su corazón? Dios le dijo a Saúl: “Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó” (1ª Samuel 13:14). Si le dijiste a Dios: “Heme aquí”, debes obedecer. ¡Tienes que estar dispuesto a recibir la orden del Señor y hacerlo!

Esta es la orden que Dios le dio a Gedeón: Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado” (Jueces 6:25 y 26).

Recordemos que la Biblia dice: “Honra a tu padre y a tu madre”. ¿Cómo honraría Gedeón a sus padres haciéndose semejante cosa? Quiero decirte que, sobre toda ley, está la ley de la orden que Dios te da. Se necesitan hombres que no sean influenciados con la opinión de los amigos o de los familiares a la hora de servir a Dios. Hombres que conozcan la voz de Dios y hagan lo que Dios quiere y no lo que la gente quiere. Mi mamá no quería que yo fuera pastor; ella quería que tuviera una profesión y sea arquitecto. Ese sería su orgullo. Mi hermano que es pastor en Argentina, estaba estudiando ingeniería y para mi madre era un orgullo también pero no quería que fuera pastor. Déjame decirte que cuando Dios va a tratar contigo no quiere que nadie más se meta. Él quiere ver si le vas a responder o no. Dios busca hombres que hagan todo lo que Él quiere. Le profetisa a Gedeón y le dice: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. En ese momento no era ni esforzado ni valiente; pero él estaba dispuesto a obedecer a Dios y se lo iba a demostrar. Y lo hizo de noche para que nadie lo viera porque tenía temor de su padre y de la gente de su padre. Dice la Biblia: “Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche. Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado” (Jueces 6:27 y 28).

Si quieres que Dios haga algo contigo, Dios necesita que te olvides de tus proyectos del pasado. Dios tiene proyectos nuevos para ti. No le vayas a Dios con ideas. No le digas: “¿Qué te parece Señor si hago así?” El Señor se maravilla y te dice: “¡Pahhh no se me había ocurrido!” ¡No! Más bien te dice: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8 y 9). No le presentes tus ideas y tus planes porque Él tiene sus planes. El Señor te conoce desde antes que estuvieses en el vientre de tu madre. Dios necesita hombres que hagan lo que Él quiere. Dios le dijo a Gedeón: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”.

Desde ese momento Gedeón aceptó el trato con Dios y se convirtió en un conquistador. Ya no vio con los mismos ojos a los madianitas porque Dios le había cambiado la visión. Ya lo que él pensaba no importaba porque lo que importaba era lo que Dios pensaba. Dios necesita hombres valientes; no para hacer lo que ellos quieren sino para hacer todo lo que Dios quiere. Dios encontró un hombre, ese hombre fue David; un hombre conforme al corazón de Dios. ¿Cuáles eran las características que tenía ese hombre? Las características que tenía no servían para nada; pero había una especial y era que David haría todo lo que Dios quería. ¿Por qué Jesús fue tan poderoso? ¿Por qué resucitó de entre los muertos? ¿Por qué hizo tantos milagros? Porque Él hizo la obra del Padre. Cuando Jesús fue bautizado en el Jordán, de pronto se escuchó una voz de los cielos que dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. ¿Le complace más a Dios que vayas a la universidad? ¿Le complace que seas buena persona y nunca mientas? A Dios le complace que hagas todo lo que Él quiere.

Dios hará su obra a través de hombres; hombres que hagan lo que Él quiere. Dijo Jesús: “Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar” (Juan 12:49). También declaró: “De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente…No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre” (Juan 5:19 y 30).

 

CONCLUSIÓN

 

¿Hasta cuándo harás lo que quieres? Dios busca hombres que se atrevan a hacer su obra. Y las obras de Dios, todas son trascendentes. ¡Sus obras son poderosas! Cuando Dios se complace del corazón de un hombre, lo unge con poder y con autoridad; lo rodea y lo acompaña, lo llena de sabiduría y de inteligencia. Dios aumenta tu valor y te da grandes victorias. No serán sin lágrimas, pero valdrá la pena. ¡Saldrás adelante porque Él irá contigo donde quiera que vayas!

Hablé con un hombre que pintaba lindo para ser pastor de uno de nuestros anexos. Me estaba faltando pastor para un anexo, pero él no me respondía; se excusaba que no podía ir a determinados eventos por una cosa u otra. Me postergaba y yo me frustré. Igualmente lo alentaba, a que iba a ser pastor y le preguntaba qué era lo que le estaba pasando, pero no me decía nada. Lo que sucedía era que la esposa no quería que él fuera pastor. Yo digo que una mujer que ama a Dios va a querer un hombre que ame a Dios. No busques otra cosa que un hombre o una mujer de Dios. Un día este hombre me dijo que se iba de la iglesia, porque Dios le había mostrado que se tenía que ir. ¿A dónde te mandó? le pregunté; a lo que me dijo que sólo lo mandó irse, pero no le dijo a dónde. Le insistí que tenía un llamado pastoral, pero se fue. Tiempo después le pregunté si tenía pastor y me dijo: “No tengo, pero estoy orando y hablé con el pastor fulano que me dio algunos consejos”. Este hombre siguió con fuego adentro, pero no tenía ni pastor ni iglesia. Desde que se fue de Misión Vida no se ha congregado más en ninguna iglesia y no ha tenido pastor. Aunque en su trabajo, a su manera predica y es un pastor porque ama las almas. Pero la esposa le dijo: “Vos vas a terminar siendo pastor, pero yo no voy a ser pastora”. Se lo repitió varias veces hasta que de pronto, un día le dijo: “No te quiero más, me voy”. ¡Lo dejó! Era un matrimonio cristiano con dos hijos; ahora sus hijos pasan un tiempo con él y otro tiempo con la madre. No asisten a la iglesia porque no tienen iglesia. La mujer logró sacarlo del camino del pastorado y después que lo sacó, destruyó su matrimonio dejándolo.

Aprende a discernir los consejos malvados del infierno que te sacan del camino que Dios te ha marcado. ¿Con quién te juntas? ¿Con quién hablas y qué es lo que hablas? Si tienes un llamado de Dios no te dejes influenciar por lo que opinan los demás, no te dejes arrastrar por lo que decidan los demás; aún si tu madre se opone a que cumplas tu llamado. Tú tienes que responderle a tu Padre del cielo; a ese que le dices: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad”. ¡No la de tus padres o hermanos, no la de tu cónyuge! ¡Tienes que hacer la voluntad de Dios! ¡Esos son los hombres que Dios anda buscando! ¡Hombres que hagan lo que Él quiera! Así como Jesús, del cual el Padre declaró: “Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia”. Ese Jesús quien dijo: “Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar”. Y también declaró: “De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente…No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”.

Cuando Dios encuentre un hombre que haga su voluntad, Dios verá hecho su propósito eterno que tiene con el planeta Tierra.

Oro por los hombres a quienes les llega este mensaje: “Dios, tú has hablado fuerte hoy y le has dicho a los hombres que la única manera de alegrar tu corazón y de complacerte es siendo obedientes y cumpliendo tu voluntad. Espíritu Santo revístelos con tu gracia y rodéalos. Espíritu Santo toca con tu fuego sus vidas. ¡Espíritu Santo, sopla! Que no sigamos así. Tú has prometido que será vista tu gloria en nosotros. Oscuridad vendrá sobre las naciones, pero has prometido alumbrar a tus hijos. Padre, toma tu lugar en el corazón de cada hombre”.

Y tú hombre dile al Señor: “Padre, yo existo para hacer tu voluntad, me has enseñado a orar que se haga tu voluntad. Que yo no haga la mía ni la de otros que me presionan sino solo tu voluntad. Lléname ahora de ti, Señor. Pongo delante de ti mi vida. Toma mi corazón, te lo pido en el nombre de Jesús, amén”.

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