ERES ESFORZADO Y VALIENTE - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

ERES ESFORZADO Y VALIENTE

INTRODUCCIÓN

Algunos conocerán la historia de Gedeón que se encuentra en el libro de los Jueces. Dice la Biblia que los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. Nosotros tenemos incorporado el temor. Es el temor de Jehová o el temor del hombre. O tienes temor de Dios, o tienes temor de otras cosas; y el temor está al acecho en el corazón de las personas.

Por siete años el pueblo de Israel se escondió en las cuevas, por causa de los madianitas que venían como langostas con su ejército, justo cuando ellos habían cosechado, entonces se llevaban el ganado y destruían la producción; por lo que Israel empobrecía. Los israelitas estaban asustados y muy atemorizados. Eran los madianitas, los amalecitas y varios ejércitos que se unían, que también se llamaban los hijos de oriente, que venían de a miles y arrasaban todo Israel.

Estaba Gedeón sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y dice la Biblia que el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. Entonces Gedeón le respondió: “Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?” Lo miró el Señor a Gedeón y le dijo: “Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas”.

LA PALABRA DE DIOS: SEMILLA EN TU CORAZÓN

Es un poco difícil de entender, que Dios le diga a una persona que está totalmente acobardada, que va a derrotar a los madianitas. Mas Gedeón comienza a escuchar la voz de Dios, la cual es una semilla que germina en su corazón. El que oye la voz de Dios recibe la semilla de Dios y ésta germina en fe; porque la fe viene por el oír y el oír de la palabra de Dios.

Entonces Dios prueba a Gedeón y le da una orden. Así dice la palabra de Dios en Jueces 6:25 y 26: “Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado”.

Gedeón dejó de tener temor a los madianitas y comenzó a tener temor de Dios. Cambió de enfoque el temor. La Biblia nos relata que con mucho temor fue de noche para que no lo descubriesen, aunque de todas maneras lo descubrieron, sin embargo, tenía tratos con Dios y el Señor le había dado palabra de que no iba a morir. En una etapa todos en el pueblo estaban acobardados y se sentían como cucarachas delante de sus enemigos. Pero ahora Gedeón se animó; se le fue el temor a los madianitas y el temor de Jehová comenzó a operar en él. Entonces convoca al pueblo y resulta que se le unen a él 32 mil personas para pelear. De todas maneras, los madianitas, los amalecitas y las otras naciones tenían un ejército de 135 mil, mínimo, y Gedeón tenía 32 mil.

Entonces Dios lo sigue probando y le dice: “El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado”. Yo soy la fuerza de ustedes, yo soy el que les da victoria. Dios no necesita muchos. Dios necesita valientes. Necesita gente que le crea a Él y que se anime, en su nombre, a enfrentar lo que sea, aunque parezca aterrador. Vemos cristianos acobardados que no quieren opinar para no meterse en problemas porque no quieren quedar mal con la familia o con la sociedad. Tienen miedo a las repercusiones que podrían sufrir por causa de lo que creen. Entonces, el cristiano esconde su semilla como Gedeón. Se meten en el templo y esconden la semilla de Dios, y cuando salen fuera del templo, actúan como la gente común.

Continuando el relato de Gedeón, Jehová le dijo: “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre…Pero todos los madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de Jezreel. Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando este tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él. Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles” (Jueces 6:16 y 33 al 35). Y vio Dios que eran muchos los que se habían unido a Gedeón, entonces le dijo: “El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil” (Jueces 7:2 y 3). Pero aun eran muchos hombres, entonces le volvió a decir el Señor: “Llévalos a las aguas, y allí te los probaré”. Y señala la Biblia el Jueces 7:5 al 7: “Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquel pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos”.

LA VICTORIA LA PROVEE DIOS, NO TUS FUERZAS

¿Qué nos dice esta historia? Que la victoria no se gana por la mayoría, no es por la cantidad, sino por el poder de Dios. No es por la fuerza del caballo, es por mi Espíritu, dice el Señor. Gedeón entra en una estrategia de Dios que no tiene que ver con la astucia humana, ni con el poder humano; tampoco tiene que ver con la fuerza de los soldados o de los caballos, ni de los carros. Los israelitas no creían en la victoria sobre Madián y sobre los amalecitas. En algún momento, Gedeón, persiguiendo a los amalecitas, les pide a los de Sucot que les den pan a los 300 que él tenía, y ellos le dijeron: “Si vos todavía no tienes a los reyes de los madianitas contigo, no te vamos a dar nada”. Y los de Peniel le dijeron lo mismo que los de Sucot. Y Gedeón les dijo: “Cuando Jehová haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna, yo trillaré vuestra carne con espinos y abrojos del desierto”, y a los de Peniel les respondió: “Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre”.

El Señor me manda a hablar esto porque hay un pasaje de la Biblia que a mí me ha marcado, y es que Gedeón en algún momento estaba muy agotado. Y la Biblia dice en Jueces 8:4: “Y vino Gedeón al Jordán, y pasó él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, más todavía persiguiendo”.  Yo sé lo que es dormir poco cuando hay que trabajar. Yo sé que algunos, no muchos, dejan su vida al servicio de Dios y se juegan el todo por el todo. En cambio, hay otros que tienen que entrar en la visión de Gedeón. Nosotros no estamos haciendo nuestra obra, estamos haciendo la obra de Dios. Y estamos muy felices y agradecidos a Dios por habernos escogido; y dejamos la vida en su obra y en su reino.

Yo soy un hombre feliz, estoy gastando lo que me queda de mi vida para Cristo. Reconozco que Dios me ha rodeado de bendición. A veces yo me siento y no me puedo levantar, pero sigo luchando. En nuestra iglesia muchas veces por causa del servicio al prójimo y con tantos embates estamos cansados, pero persiguiendo. Yo te pregunto, ¿qué legado estás dejando? Dios está por levantar la última generación de valientes que no le tienen miedo al infierno, menos a las ideologías. Con 300 hombres, Dios le dio una victoria a Gedeón contra un ejército de más de 135 mil soldados. Los dividió en tres grupos de 100 y los puso en unas montañas alrededor del ejército de los enemigos que eran como langostas en el campo.

Dice la Biblia que: “Repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo. Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón!… Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón! Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo. Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó…”

Dios da victoria a sus valientes, pero con cobardes no hace la obra. ¿Qué le dijo el ángel del Señor a Gedeón? “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. Yo honro a las pastoras de este ministerio y a los pastores que trabajan denodadamente para sacar adelante los hogares Beraca. ¿Por qué estoy contando todo esto? Porque viene a mi memoria un político que hace un tiempo, promovió un casting para niños de ocho años, niños trans no binarios; y lo hizo en nuestra propia cara. El mundo está trastornado y se quiere meter en la iglesia.

También recuerdo una noticia que me estremeció, y fue la historia de un niño llamado Lucio, en Argentina. Una jueza llamada Clara Pérez Ballester le quitó la guarda del niño a sus abuelos para dársela a su madre. En Argentina ya no existe la patria potestad, los padres son solamente guardas y no tienen autoridad sobre los hijos. Legalmente se llaman guardadores, ni siquiera tutores. Nos están atropellando con esto, porque no es solamente en Argentina, sino en Uruguay y en otras partes. Nos quieren enseñar que los hijos no son nuestros, que los hijos no son una cosa para que sean nuestros; pero sí dicen que son del estado y éste tiene derecho porque son hijos de la patria. Entonces el estado se cree con derecho de adoctrinar a nuestros hijos conforme a la ideología del gobierno de turno.

Yo pregunto: ¿Hay aun hombres y mujeres valientes que se atrevan a enfrentar todo lo que nos quieren imponer? Las madres no se animan a hablar. ¿Por qué? Porque tienen temor, así como Gedeón y como todos los israelitas. Creen que los madianitas son muy grandes y son muy poderosos. Y hasta ahora la iglesia se ha callado, pero no se va a callar más. Entonces, le dieron la guarda a la mamá de Lucio, que es una mujer trans que tiene una novia lesbiana y que son de esas que odian a los hombres por el solo hecho de ser hombres. Y entre las dos han violentado al niño, lo han abusado y hasta lo han quemado. Encontraron los médicos, heridas de mucho tiempo en el niño. Estas mujeres lo han golpeado hasta matarlo. El padre ha pedido que le den la tenencia a él y no se la dieron, así también el abuelo, porque esta jueza llamada Clara Pérez Ballester le dio prioridad a la ideología de género.

CONCLUSIÓN

¿Hasta cuándo vas a callar tú? ¿Hasta cuándo vas a tolerar lo que no hay que tolerar? Cuando lo que se tolera es el mal, entonces se comete un crimen. Ser tolerante no siempre es bueno. El mal no se tolera. Las autoridades de la escuela durante dos años lo vieron ir al niño con varias heridas, muchas veces, pero no hablaron nada por la causa de la ideología de género. No pusieron denuncia porque la mamá era lesbiana y tenía una novia, entonces no se querían meter porque tenían miedo como pasó con Gedeón y los israelitas que le tenían miedo a los madianitas. Y la escuela no hizo nada. Las mujeres asesinaron al niño a sangre fría. Eso hace la ideología de género. Y ustedes toleran que sus hijos vengan a casa y digan, “Vos sos de otra época”. Los chicos vienen muy tolerantes de la escuela. Los chicos no se animan a abrir la boca en la escuela, pero sí se animan a pelear contra mamá y papá.

Vamos a enfrentar a los madianitas; naciones corruptas, idólatras y pervertidas sexualmente. ¡No vamos a callar más! No aceptaremos que nuestros hijos sean adoctrinados en la maléfica ideología luciferina de género. Toleramos a la China comunista y toleramos a muchas ideologías y no sabemos y no entendemos que hay ideologías que se levantan contra Dios, contra su Hijo Jesucristo y contra todos aquellos que amamos a Dios y hemos abrazado la cruz de Cristo. No dejaremos de predicar que el aborto es un asesinato. Es un crimen contra un ser distinto al de la madre y que no existe el derecho de la madre a hacer lo que quiere con su cuerpo cuando lo que tiene en su vientre es otro ser inocente y es el hijo de sus entrañas. El aborto no es un derecho humano porque no existe el derecho humano a matar un hijo en el vientre de la madre. No nos convencerán que el hombre puede ser mujer y que la mujer puede ser hombre. No nos van a convencer que hay mujeres con próstata y hombres con vagina. ¡No temas! ¡Abre tu boca y predica la verdad!

Resistamos a la idea de que el estado es el papá de nuestros hijos y que los adoctrine. No pertenecemos al estado, sino que el estado nos pertenece a nosotros. El estado existe para cubrir a los ciudadanos, para defender al ciudadano en sus derechos, no para imponerle tributos y más tributos. El estado debe defender las libertades, la conciencia y las creencias de los ciudadanos. Los padres no se deben callar cuando una maestra le dice al niño o a la niña, “tu mamá no sabe nada”. La mamá y el papá son la autoridad sobre esos hijos. No transigiremos con la pedofilia. Están enseñando en todos lados que, si un niño no se resiste a un acto sexual, si un niño no denuncia un acto sexual, entonces no hay pedofilia. No hay acoso y no existe el abuso porque tácitamente si el niño no dice nada, está consintiendo en un acto sexual con un mayor. ¡No nos vamos a callar! ¡Eso es una mentira!

 Hemos filmado un programa con una joven que dijo que a los 8 años de edad se dormía en su cama y a la mañana aparecía en la cama del padrastro, con éste desnudo. Yo le pregunté, ¿y vos consentías con eso? Ella dijo: “No, yo me sentía muy mal”. “¡Pero no hiciste nada!” “Yo no sabía qué hacer, tenía miedo”. Así que si una niña tiene miedo y no habla entonces el padrastro no abusó de la niña. ¡No más! No transigiremos con aquellos que han enseñado en las universidades de Europa que es deseable que los padres inicien sexualmente a sus hijos, o que las madres inicien sexualmente a sus hijos varones.

Levantaremos la bandera de la verdad. ¡Los madianitas caerán! ¡La luz alumbrará! Decide en qué bando estás. Decide si te vas a callar la boca porque estás atemorizado por los madianitas o si vas a abrir tu boca para pregonar la verdad. No callaremos respecto a que cualquier grupo de gente que conviva bajo un techo es una familia. Una familia está constituida por un papá y una mamá. Y los hijos tienen derecho a tener un papá y una mamá. No es el derecho de los padres a adoptar un hijo, es el derecho de los hijos a tener padres que los amen. Un niño no es una mascota que yo tengo derecho a pedir para mí. Dios les está diciendo a ustedes bendecidos, esforzados, valientes, Jehová está con ustedes, con esa fuerza que ustedes tienen van a vencer a los madianitas.

Lo más importante que Dios tiene en el planeta tierra son seres humanos. Y Cristo no vino a salvar perros, ni gatos, ni águilas, ni ballenas, vino a salvar pecadores; vino a salvar almas, y les ofreció eternidad a aquellos que creen en Él. Que Dios te conceda llorar con los que lloran. Que Dios te conceda reír con los que ríen. Que Dios ponga palabras de sanidad en tu boca. Que Dios ponga palabras de esperanza en tu boca. Que tú le puedes dar esperanza al que no la tiene. Así como el ángel le dijo a Gedeón yo te digo hoy: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente, mujer esforzada y valiente. Ve con esta tu fuerza, y salvarás al pueblo de la mano de tus enemigos”.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb