EL DÍA QUE LOS LEONES AYUNARON POR DANIEL - Misión Vida para las Naciones

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MENSAJES DEL CIELO

EL DÍA QUE LOS LEONES AYUNARON POR DANIEL

27006016INTRODUCCIÓN

Daniel fue un siervo de Dios y la Biblia muestra no sólo eso, sino también el hecho de que fue un hombre íntegro que se jugó la vida por Dios y entendió que había una causa por la cual él debía batallar; pero por sobre todo, entendía que había un Dios a quien adorar, respetar y obedecer, y que debía estar primero en su vida.

Daniel formaba parte de un grupo de esclavos en el imperio medo persa, gobernado por el rey Darío y tenía una posición muy importante dentro de ese imperio. Él, siendo judío, había sido escogido para trabajar en temas de gobierno. El rey Darío había dividido el territorio en ciento veinte satrapías o provincias, las cuales estaban gobernadas por sátrapas, es decir, funcionarios del imperio medo persa, y sobre ellos puso tres gobernadores a quienes debían rendir cuentas, y Daniel estaba en ese grupo de gobernadores. Señala la Biblia en Daniel 6:3: 3Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino”. Esto significa que el espíritu que se movía en Daniel era el Espíritu Santo.

Cuando una persona tiene un espíritu superior es fácil verlo porque es emprendedora, confiada, es una persona de fe, cuando comienza algo lo termina, echa mano a un negocio y le va bien, va avanzando y a pesar de las dificultades que se le presentan, no se detiene, por lo que uno puede declarar que esa persona tiene un espíritu superior. Si bien, puede haber un espíritu superior de otra clase, el que tenía Daniel era el Espíritu de Dios, ¡el mejor de todos! Él disfrutaba de la comunión con Dios y respetaba la relación que tenía con Él, por lo que no iba a permitir que un imperio idólatra como lo era el medo persa interfiriera en su relación con su Dios, y sobre eso quiero hablarte hoy: Dios quiere poner en ti, el mismo fuego que había en Daniel, quiere cambiar tu corazón, de modo que no tengas miedo a morir, ni a ser arrebatado por las garras de los leones, sino que lo único que anheles sea honrarle y ponerlo en primer lugar, y al tomar esa decisión, Él te honrará a ti, como lo hizo con Daniel.

            LO MÁS IMPORTANTE PARA DANIEL

Como Daniel era superior, el rey Darío pensó en ponerlo sobre los otros gobernadores, y cuando lo hizo, los demás se pusieron celosos y envidiosos. ¿Qué mal había hecho Daniel? ¡Ninguno! ¡Solamente ser excelente!

Para que te sucedan cosas malas, no necesariamente tienes que hacer cosas malas; si haces cosas buenas también te pueden venir cosas malas. Hay quienes dicen: “¡No es justo lo que me está pasando! ¿Por qué me pasa esto si yo soy bueno?” o “¿Por qué a aquel que es malo le va bien y a mí me va mal?” Entonces surgen esas declaraciones estúpidas como: “Esto me pasa por ser bueno, mejor es ser malo”. ¡Y te conviene no decir nada porque la empeoras!

La Biblia señala en Eclesiastés 4:4: 4He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu”.

¿Quieres que se te vengan encima muchos problemas? ¡Se excelente! Entonces, tú harás las cosas bien y quienes están a tu alrededor serán los primeros que querrán serrucharte las patas. ¡Lamentablemente vivimos en un mundo que actúa así! O sea que te pueden caer circunstancias o dificultades grandes, una, por causa del pecado que reina en el mundo o porque has hecho las cosas mal, y la otra posibilidad es porque eres bueno y excelente en todo lo que haces. Este segundo era el caso de Daniel y los sátrapas no iban a permitir que siguiera creciendo, entonces idearon qué hacer contra él, pero no encontraron nada ya que no mentía, no engañaba, no estafaba, pero advirtieron que su debilidad era que amaba demasiado a su Dios, entonces planearon causarle problemas acerca de esto. Vieron que adoraba a su Dios y tenía un compromiso tremendo con Él, por lo que encontraron en eso una excusa perfecta para acusarlo.

Los sátrapas pues, fueron ante el rey Darío, quien gobernaba sobre el imperio medo persa… éste tenía más orgullo que un pavo real…, y le sugirieron que hiciera un edicto y lo firmara. Ese edicto diría que nadie podía hacer ninguna petición de ninguna clase a ningún dios u hombre por treinta días sino sólo al rey. Darío estuvo de acuerdo y dio su consentimiento para que se redactase, y lo firmó. Le hicieron acuerdo al rey que según la ley de Media y de Persia, una vez firmado el edicto, no se podía revocar, ni siquiera el rey podía hacerlo. ¡Le gustó la idea a Darío! ¡Pero aquí había gato encerrado!

La Biblia señala en Daniel 6:10: 10Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes”.

En otras palabras, a Daniel le importó un bledo el edicto porque su relación con su Dios era más importante que el imperio medo persa, que el rey Darío, y aún más importante que su propia vida. ¡Su relación con Dios era más importante que su propia vida! El edicto señalaba que quien obrara en contra de lo que se había promulgado, sería echado en el foso de los leones y Daniel estaba consciente de ello, pero su relación con Dios era más importante que todo.

Por supuesto, le habían encontrado la vuelta para acusarlo. Daniel se portó excelentemente con Dios pero fue un sonso con respecto a lo que se había tramado y aún así no le importó. Le dieron aviso al rey de lo que estaba haciendo Daniel, y se dio cuenta que lo habían usado para matar a Daniel. ¡El rey amaba a Daniel! Y dice la Biblia que trabajó mucho para poder librarlo de ser echado en el foso de los leones, pero los sátrapas lo rodearon y le recordaron que un decreto que había sido firmado por él no podía ser revocado ni siquiera por él mismo, y entonces finalmente desistió. Leemos en Daniel 6:16: 16Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre”.

Darío tenía muy poca fe de que eso sucediera: 17Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase”. (Daniel 6:17).

Lo arrojan, entonces, al foso de los leones, y un león le dice al otro: “Sabes que tengo algo trancado en la garganta y no puedo tragar nada. ¡Se me han ido las ganas de comer!” El otro le contestó: “Qué tipo más bueno que es éste, oremos por el…” ¡Mira que eran leones hambrientos! No creas que lo iban a arrojar a un lugar donde estaban echados con la panza llena por haber comido, y somnolientos… Entonces miran a Daniel y piensan que en otro momento se la van a dar. ¡No! ¡Éstos eran leones hambrientos! En aquella época se estilaba tener, por cualquier cosa como ésta, un grupo de leones hambrientos, y como vamos a ver más adelante en el relato, los leones realmente estaban hambrientos.

Esa noche el rey no pudo dormir, no tenía apetito, tampoco quiso escuchar  música; le cantaban Marcos Witt y Danilo Montero, ¡pero no quiso escuchar nada! Dice la Biblia que el rey no pudo dormir y ayunó por Daniel…

            QUE SEAS HALLADO INOCENTE ANTE DIOS

Seguimos leyendo en Daniel 6:19 al 22: 19El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. 20Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? 21Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. 22Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo”. ¡Ante Dios fue hallado inocente! ¡No importa ante quien eres culpable! ¡Lo que interesa es que seas hallado inocente ante Dios!

Se ha desatado una persecución horrenda contra un sobrino mío que es pastor en la ciudad de Córdoba, Argentina. Él estuvo un tiempo viviendo en nuestra casa y se volvió a su ciudad encendido en fuego; allí se apoderó de él la visión que tenemos en nuestra iglesia Misión Vida para las Naciones y comenzó a abrir hogares para rescatar drogadictos, chicas que ejercen la prostitución o jóvenes que viven en las calles. En una oportunidad, hubo un altercado con el esposo de una de las chicas que viven en el hogar, a la que le querían quitar la nena. Mi sobrino salió en su defensa pero ese hombre ha logrado comprar a la policía, por lo que ha salido difamado en los diarios. Entonces me llamó por teléfono y me declaró: “Tío, en Córdoba soy considerado la peor persona. Nos tratan de secta, han allanado nuestra iglesia, han echado las puertas abajo y han entrado en mi casa, también lo hicieron en el hogar de hombres que tenemos”. Él estaba pastoreando en la ciudad de Río Tercero pero se ha tenido que volver a Córdoba porque lo buscan para meterlo preso. ¡Está sufriendo persecución por querer rescatar a los chicos de la droga!

Entre las cosas que se dicen es que tiene a los jóvenes que han rescatado de las calles, esclavizados, y en su casa, donde vive con su esposa, ha albergado a doce chicas que han ejercido la prostitución, por lo que lo han acusado de proxenetismo y de tener orgías con esas jóvenes.

Créeme que yo he dejado de confiar en la justicia del hombre, he dejado de creer en la justicia humana. ¡Yo creo firmemente en la justicia divina! ¡Confío en que Dios obrará a favor mío!

Hay ciertas fuerzas espirituales que están atenazando a la iglesia y a los primeros que atacan son a los pastores. Han puesto recientemente una cabina telefónica en la Plaza de la Independencia de la ciudad de Montevideo, para que la gente ore a Dios directamente, sin intermediarios. El mensaje es que no se necesita de intermediarios para acercarse a Dios. ¡Entendí bien claro que a Jorge Márquez no lo quieren! ¡Están esperando el día en que puedan culpar a los que ellos llaman intermediarios! Pero nosotros somos apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, cinco ministerios que Dios estableció sobre la iglesia, ¡y no habrá poder humano ni poder demoníaco que destruya la estructura espiritual que Dios ha puesto en la iglesia! ¡No lo han logrado en Rusia, en China; no lo han logrado en los países musulmanes ni en Corea del Norte! ¡No han podido frenar a la iglesia! ¡El Espíritu de Dios no tiene frenos, Él se introduce donde quiere!

Todo el que quiera servir a Dios padecerá persecución. Aquellos que aman a Dios y le sirven verán las embestidas del infierno sobre su vida y su familia. Pero si tú no estás consagrado ni jugado, y si para saber que eres cristiano en tu trabajo hay que contratar al FBI para que te investigue, entonces este mensaje no es para ti. ¡A ti no te harán nada porque pasarás desapercibido! Pero si te consagras, sabe bien que cosas fuertes van a suceder.

Debo acotar que Daniel era un hombre que amaba a Dios por sobre todas las cosas, lo honraba y le servía. No tuvo miedo en exponer su vida para demostrar que lo primero para él era Dios. ¿Crees que Dios te demanda menos a ti? ¡No! Si Dios no es el primero en tu vida no hay tratos con Él. ¡Dios tiene que ser el único, el primero, y tú debes honrarlo por sobre todas las cosas!

Los leones no se comieron a Daniel, pero esto no es lo más trascendente; lo que verdaderamente trascendió es que el rey más soberbio de la tierra quedó totalmente sacudido por lo que vio y vivió en carne propia. La circunstancia conflictiva contra Daniel se transformó en evento favorable para el reino de Dios. ¡El Señor fue exaltado y Daniel fue honrado!

El rey Darío se enojó con los que habían tramado contra la vida de Daniel y mandó a que los echasen en el foso de los leones junto a sus esposas e hijos; y señala la Biblia que no habían llegado al fondo cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos. (Daniel 6:24) ¡Los leones estaban hambrientos!

Cuando Daniel fue arrojado en ese mismo lugar, los animales sufrieron una descompostura momentánea, pero cuando cayeron los gobernadores y los sátrapas, los leones se apoderaron de ellos. Lo más glorioso que sucedió a continuación fue que el rey dictó otra ordenanza. Leemos en Daniel 6:26 y 27: 26De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. 27El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones”.

¡Lo maravilloso fue que los que no creían, creyeron! ¡Fue un sacudimiento en todo el reino! ¡El rey Darío fue tocado de tal manera por lo que decretó, que todos debían temblar y temer delante del Dios de Daniel! ¡Tu consagración y tu fidelidad tienen fruto! Daniel ha sido honrado por Dios a tal punto, que hasta el día de hoy es considerado entre los más grandes profetas de la Biblia. ¡Daniel honró a Dios y el Señor lo honró a él!

Claro, hay que pasar por el foso de los leones. ¡Qué problema! Es que si no pasas por ese lugar, nadie se va a enterar de qué fibra estás hecho; nadie se enterará del Dios que tienes ni conocerán su gloria, por lo tanto, tienes que amar a Dios por sobre todas las cosas y declararle: “Contigo en cualquier circunstancia. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo”. ¡Es en el foso de los leones donde se evidencia que Dios está conmigo! ¡Es allí adentro y no afuera! ¡No se ve, pero Él está!

¿Quieres tener la honra que tuvo Daniel? Si es así, estás pidiendo un horno de fuego o el foso de los leones. ¿Qué quieres? ¡Dios mismo te colocará en cada brete impresionante! La gente dirá que “marchaste al espiedo”, pensarán que no podrás seguir, pero Dios va a mostrar su gloria sobre ti.

Este mensaje no es para cualquiera sino para los que aman a Dios y se consagran a Él. Si tienes una relación a medias con Dios, si vives poniéndole excusas, quédate tranquilo que no vivirás ninguna de estas cosas. Pero se está levantando una generación de cristianos que pondrán a Dios sobre cualquier reinito, que amará a Dios como Él quiere, con toda su mente, con toda su alma y con todas sus fuerzas, y es con esa gente que Dios hará lo que quiere hacer.

Señalan las escrituras que ninguna lesión fue hallada en Daniel cuando lo sacaron del foso, porque había confiado en su Dios. Hubieron unos amigos de Daniel que tenían la misma fe y confianza de él. El rey Nabucodonosor había hecho una estatua de oro y ordenó que todos los pueblos, naciones y lenguas se postraran ante ésta y la adoraran, pero los amigos de Daniel no quisieron hacerlo. Leemos en Daniel 3:13 al 18:

13Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey. 14Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado? 15Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?

16Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. 17He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado”. ¡Calentaron siete veces más de lo acostumbrado el horno de fuego y los metieron adentro! ¡Pero allí adentro estaba el ángel de Jehová! Así que en el horno de fuego no había sólo tres sino cuatro.

Hoy Dios les dice a los consagrados, a aquellos que le han puesto en primer lugar: 2Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2).

¡Esta es promesa de Dios para aquellos que quieren tener una vida que valga la pena! ¿Qué clase de vida quieres vivir? ¡Por favor deja una marca en el mundo! ¡Qué se sepa que tú has pasado por aquí! ¡Qué las generaciones se maravillen por cómo los has marcado!

Yo oré a Dios en una oportunidad y le pedí que me permitiera arrojar una bomba en el cuartel del enemigo. En medio de mi aflicción le dije al Señor: “Dios, permíteme vengarme de mi enemigo”. ¡Y Dios me lo ha concedido! Me llena el corazón ver el rostro de los miles que han sido arrebatados del infierno; muchos se han muerto ya, pero antes han sido rescatados de padecer una eternidad en el infierno y hoy están en el cielo. Pero esto no es sólo para mí sino también para todo aquel que cree en Dios. ¡Dios necesita una generación de creyentes que se jueguen la vida! Yo no digo que ya hice todo sino que declaro como el apóstol Pablo: 12No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús” (Filipenses 3:12). ¡Voy a poner todo lo que queda de mí para que el diablo se muerda la cola! ¡Que planee todo lo que quiera contra mí, porque conmigo está el Señor como poderoso gigante!

            CONCLUSIÓN

Dentro de los designios de Dios no está que tu cuerpo sea enterrado en un cementerio junto con sus propósitos y planes para tu vida. Si sucediera eso, tú serás un hombre o una mujer que deshonró a Dios en tu existencia. ¡Tu pasión debe ser el hacer la voluntad de Dios y que no pases por este mundo desapercibido! ¡No vivas como un vecino más! Pídele al Señor que te tome en sus manos, y dile: “Hazme como Daniel Señor, no me importa lo que venga. Yo sólo quiero saber que tú me has declarado inocente delante de ti y que venga lo que quiera. ¡No me importa porque yo se que tu nombre será honrado! ¡Yo se que la gente sabrá que hay un Dios poderoso! Que cuando me vean en el valle de sombra de muerte, en el foso de los leones o caminando en el horno de fuego, se den cuenta que ni el fuego, ni el agua pueden contra mí, porque tengo un Dios grande y poderoso”.

¿Le has dado realmente tu vida a Cristo? Que no te suceda como esa mujer que estaba atravesando un problema muy triste y empezó a escuchar en nuestro programa de radio, en la madrugada, los mensajes de Márquez, a través de los que comenzó a recibir ánimo, fe y esperanza. Entonces decía que un día iba a asistir a la iglesia y me iba a conocer, pero no se animaba, pero se le ocurrió pedirle a una compañera del trabajo que la acompañara a un lugar, aunque tampoco se animaba a decirle a dónde era ese lugar. La compañera accedió, pero insistía en que quería saber a dónde la iba a llevar. A la mujer le daba vergüenza decírselo hasta que se animó y le contó; entonces la compañera le respondió: “Ah, me lo hubieras dicho antes, yo soy miembro de esa iglesia, voy siempre ahí”. ¡La mujer abrió los ojos grandes! Ésta, al tiempo de haber comenzado a asistir a la iglesia, fue a un encuentro, se bautizó y luego se paró frente a la congregación y contó que estaba feliz con Cristo, que el Señor la había perdonado y bendecido, que daba gracias a Dios por el día que llegó a la iglesia y que lo único que lamentaba era que había estado trabajando tantos años al lado de su compañera pero ésta no le había declarado que era cristiana.

¿Te parece que tú has venido al mundo para pasar desapercibido, y que ni tus compañeros de trabajo saben que eres cristiano? Has visto a los estudiantes entreverados con Darwin y con la teoría de la evolución, pero tú dices que no puedes contrariar la enseñanza porque los profesores son científicos, y que si tú expones lo contrario te bajarán la nota y no te dejarán rendir los exámenes. ¿Tienes miedo confesar que le crees a la Biblia? Algunos declaran que creen pero sólo los domingos cuando asisten a la iglesia… ¡Se quedan callados para no tener problemas! ¿Tú crees que Daniel hubiera hecho eso? ¡Él se hubiera reído de Darwin, de los monos y de las bananas!

¡Dios tiene que operar un gran cambio en la vida de muchos! Y este es un día especial. Tienes que pedirle perdón a Dios porque estás viviendo de tal manera que ni tus parientes están enterados del Dios que tienes, ni tus vecinos se dan cuenta que tienes un Dios grande. ¡Nadie a tu alrededor se da cuenta que hay un Dios poderoso actuando en ti! Vas a tener que darle la prioridad a Dios, y cuando lo hagas, atravesarás grandes problemas pero verás su gloria en medio de esos problemas.

Declárale a Dios que le quieres dar tu vida pero lo quieres hacer de verdad. Dile: “Hoy quiero abrirte el corazón pero no de palabras sino en verdad. Quiero dejar atrás la vergüenza, la timidez, el miedo. ¡Lléname del fuego de tu Espíritu Santo, Señor! Quiero conocer el fuego que había sobre Daniel y tener un corazón como el suyo porque él no tuvo miedo a morir, no temió ser arrebatado por las garras de los leones sino que lo único que anhelaba era honrarte a ti Señor, y tú lo libraste porque en ti confió y creyó. Aunque Daniel estaba en un imperio extraño, tenía un corazón para ti. Que salga de adentro mío todo pensamiento y todo sentimiento que se levanta contra tu palabra que me ha sido dada”.

Levanta valientes, Dios mío, porque los cobardes no entrarán en el reino de los cielos. Toca las vidas, te lo pido en el nombre de Jesús. Que el día que me muera pongan en mi epitafio: “Aquí hubo un hombre que se jugó la vida por Cristo”. Que puedan poner de ti: “Aquí hay una mujer que consumió su vida para el reino de Dios”.

 

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