EL MOTOR DE TU FELICIDAD - Misión Vida para las Naciones

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Montevideo

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MENSAJES DEL CIELO

EL MOTOR DE TU FELICIDAD

Leemos en Mateo 4:23 al 25: 23Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. 25Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán”.

Mateo está relatando el inicio del ministerio de Jesús, lo que el Señor hacía; en este pasaje aparecen algunos elementos como por ejemplo: enseñaba en la sinagoga de ellos, predicaba el evangelio del reino, sanaba toda enfermedad y toda dolencia, liberaba endemoniados y personas que tenían distintas clases de tormentos. Ésta es la tarea de un hombre solitario que desarrolló un ministerio cuya duración fue de tres años, quien nunca salió con un gran ejército, nunca tuvo grandes sumas de dinero ni influencias políticas, un hombre que al morir le entregó su legado a doce discípulos y antes de su muerte dijo: “Este evangelio será predicado en todas las naciones y luego vendrá el fin” (Mateo 24:14). ¡Las palabras que Jesús dijo se han cumplido al pie de la letra! ¡El evangelio se está predicando en todas partes del mundo! Y no solamente esto sino que también la prédica de Jesús creó una contracultura por llamarla así, una cultura distinta que se antepuso a la ya existente. El evangelio no sólo es una cosa linda que nos llega al corazón y nos da paz, sino que es algo poderoso que transforma ciudades y comunidades, y llegó a crear una civilización a la cual llamamos “la civilización occidental”.

Aquellos que se aferraron al evangelio, han predicado de tal manera que ni siquiera el imperio romano los pudo detener, y cuando el imperio romano señalaba que Cesar era el señor, los cristianos proclamaban que Jesús era el Señor. Los romanos habían impuesto en todo territorio del mundo antiguo conocido, la idea de que Cesar era dios y era el señor. Los discípulos de Jesús, no obstante eso, comenzaron a predicar en medio del imperio romano que Jesucristo es el Señor. Que tú confieses esto enerva al diablo porque él cree que es señor, mas los cristianos proclaman: “¡Jesucristo es el Señor!”

Una cultura es una serie de prácticas y creencias que tiene una sociedad, que le dan una cierta característica; a partir de esas creencias y prácticas se generan costumbres y hábitos de donde surgen las leyes, también se generan pinturas, esculturas y determinados modos de vida.

Lo que Jesús predicó durante tres años impactó de tal manera al mundo, que éste quedó marcado por su venida. Estamos viviendo en el año 2011, lo cual significa que hace 2011 años atrás Cristo estuvo aquí en la tierra y la historia se divide en un antes y un después de Cristo. ¿Qué hizo Jesús? Enseñó, predicó el evangelio del reino, es decir, las buenas noticias del reino de Dios, manifestó la cultura del cielo, las leyes, las costumbres y los pensamientos del cielo. Otra cosa que hizo Jesús fue evidenciar el gran poder del reino de los cielos o el gran poder de Dios, el cual se manifiesta en sanar a los enfermos y toda clase de dolencias, tormentos y ataduras demoníacas. ¡Lástima que Jesús se fue! ¿Te gustaría tener a Jesús, aquí y ahora? ¿Acaso no lo tienes? ¡Jesús no está, pero estoy yo, y estás tú! ¿Te consideras parte de la iglesia de Jesucristo? ¡La tarea de la iglesia es la misma tarea de Jesús y viceversa! La iglesia tiene el poder de Jesús y Él tiene el poder de la iglesia y la iglesia enseña lo que Jesús enseña. Ahora, si tú enseñas lo mismo que Jesús y predicas lo que Jesús predicaba, y si sanas a los enfermos y atormentados por el diablo como lo hizo Jesús, entonces tu obra es extraordinaria y perteneces a la iglesia de Jesucristo. ¡Si no haces esto entonces no perteneces a la iglesia de Jesucristo!

            EL AMOR MUEVE LA MANO DE DIOS

 

¿Por qué la gente seguía a Jesús? Porque su poder y su autoridad eran evidentes, porque su mensaje atraía y cautivaba. ¡Sus hechos respaldaban lo que Él decía! ¿Qué tenía Jesús? Un amor profundo por la gente y digo tenía porque me refiero a cuando Él estaba hace dos mil años en el planeta Tierra, pero Jesús sigue teniendo amor y misericordia por la gente. ¡Lo que Él predicó sentó las bases para una cultura que es distinta a cualquier otra!La Bibliaha generado una cultura única; veamos un ejemplo: el concepto de que todos los hombres son iguales ante la ley viene de la idea de que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. ¡Dios creó al hombre y la mujer a su imagen y semejanza! ¡Cómo Él es, así somos también nosotros! Así que, no importa tu estatura porque tienes la imagen de Dios, no importa tu edad o tu color porque tienes la imagen de Dios. ¿Eres mujer? ¡No importa, tú tienes la imagen de Dios! Sabemos que fuera de la cultura occidental la mujer es considerada poca cosa, como en los países musulmanes, como en la India o China. ¡Las mujeres que lideran movimientos feministas y que pretenden liberarse del matrimonio tendrían que ir a esos países! Estuve leyendo un libro de un hindú, quien cuenta que tenía un amigo que tenía treinta y siete mujeres y no le conocía el nombre a todas. ¡Cuánta dignidad para la mujer! ¿No? El hombre se satisface todas las veces que quiere y sus mujeres tienen que hacer cola. En otras culturas la mujer no es igual al hombre, ésta no puede caminar al lado del hombre sino detrás; o no puede mostrar su rostro porque el marido y la cultura impiden que la gente le vea la cara. ¡Pero la civilización occidental tuvo base y fundamento en las enseñanzas de Jesús!

Hay gente que trata de liberar a la mujer de la monogamia porque consideran que es una atadura y pretenden que ella haga lo que se le dé la gana, pero la monogamia es lo que le ha dado al hombre y a la mujer la mejor posición; fue en el matrimonio creado por Dios donde el hombre y la mujer encontraron su dignidad y preeminencia. La Biblia señala en Génesis que Dios creó al hombre y dijo: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24). ¡Dios inventó el matrimonio! Jesús predicó y enseñó acerca del matrimonio y del adulterio. ¿Qué sucedió? La mujer fue dignificada, comenzó a ser una persona que valía en la sociedad, entonces ésta crió hijos fuertes y preparados, bajo la ayuda de hombres amorosos y protectores. En otras culturas, a la gente ni siquiera le gusta pensar, como en India, en África; las mujeres por ejemplo se dedican a juntar bosta de vaca para hacer una especie de tortilla que ponen a secar al sol y luego usan como leña para hacer de comer. Así que salen y se gastan medio día en juntar bosta de vaca porque no tienen gas, porque no han explotado sus recursos naturales. Otra parte del día, la dedican a buscar agua poniéndose un recipiente sobre la cabeza y caminan a veces kilómetros para poder llevar agua a la casa: ¡En un mundo donde hace ya muchas décadas se inventó un caño por donde pasa el agua y una canilla donde puedes tenerla veinticuatro horas en tu casa! ¡Todo esto tiene que ver con cultura!

De las iglesias cristianas y de los monasterios surgieron las universidades y allí fue donde comenzó a perfeccionarse la ciencia al servicio del hombre; les fue tan bien que finalmente decidieron que la razón era dios y se olvidaron del Dios que nos había dado la razón. Las universidades ahora sólo dependen de la razón y no de Dios pero en su origen, el conocimiento científico estaba en las universidades que habían surgido de los monasterios y de las iglesias. La universidad de Oxford, en Inglaterra, de Bolonia, de París, y otras tantas fueron puestas por iglesias, a partir del siglo IX. ¡Pero los hombres han desplazado a Dios y cada vez se parecen más a los hindúes! Se está legalizando el adulterio, de tal manera que volvemos a la poligamia en cuotas: un día con esta, mañana con la otra. ¡Pero es maravilloso el legado que Dios nos ha dado! ¡No hay una ley que supere a la ordenanza que dice: “Amarás a tu prójimo”! Y Jesús lo expresó en estos términos: “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Lucas 6:31).

            LA CULTURA DEL AMOR AL PRÓJIMO

He leído algunos libros cristianos que señalan que para poder amar al prójimo como a uno mismo tenemos que empezar con amarnos a nosotros mismos. El problema más grande del post modernismo es la idea del amor excesivo y primario a nosotros mismos: Tanto amor que nos tenemos a nosotros mismos que miramos sólo a nuestro ombligo y pensamos sólo en nosotros. ¿Quién se va a ocupar de mí si no me ocupo yo? ¿Quién me va a amar a mí si no me amo yo? Primero yo, después yo y tercero yo, entonces no hay lugar para el amor al prójimo; pero una cosa que yo aprendí en mi ministerio en los veinte años que llevo en Uruguay es que, la complacencia que yo necesitaba no la tenía que buscar yo, para mí mismo, sino que vino cuando vi el fruto de buscar la complacencia del otro. Hay muy poca gente que se da cuenta que, amando al prójimo es que consigue lo que uno necesita, hay muy pocos que se dan cuenta que, si satisfacen al prójimo obtienen lo que necesitan. ¿Qué significa: “Así como queréis que os hagan los hombres, haced  también vosotros con ellos? Tú dices, nadie me sonríe, nadie me cuida, entonces comienza tú a sonreírle a la gente y encontrarás quienes te sonrían. Comienza a ser amigo de la gente y encontrarás quien quiera ser amigo tuyo. ¡No es amándote a ti mismo sino amando al prójimo que comenzarás a obtener lo que necesitas! ¡Alégrate de ver a la gente! ¡Hazle ver a las personas que te alegra verle la cara y aparecerá quien se alegre de verte la cara a ti! Esto es parte de la cultura. La cultura de amar al prójimo como a uno mismo significa que el prójimo vale tanto como yo.

En la cultura hindú, todos pertenecen a determinadas castas; si alguien nace en una de ellas ni siquiera puede comer la comida de otra casta, y hay castas que están condenadas a la miseria porque otras que son altas pueden quitarle todo a las más bajas; tienen ese derecho porque son superiores. ¿De dónde viene esto? De los dioses que ellos tienen y en los que creen, que son millones. Es lastimoso ver cómo occidente hoy en día quiere aprender más de meditación trascendental, de los gurúes de la india, de la China. ¡Pero son esas religiones las que le han dado a esa gente la clase de vida que viven!

Son los occidentales los que le han construido edificios lindos para sus sacerdotes, pero ellos no son capaces de hacer nada, están todo el día meditando y entonando un mantra. Cuenta el autor hindú que les comenté anteriormente, que fue a un gurú para aprender cierta clase de meditación ya que hay muchas y éste le dio una palabra que él tenía que repetir veinte minutos a la mañana, al mediodía y a la tarde; hay algunos, los más elevados que se la pasan todo el día hablando pavadas. Este autor, que ahora es pastor, en ese momento le preguntó el significado de la palabra que le había dado el gurú para que repitiera y el hombre le señaló que el significado no importaba, que lo más importante era que la repitiese. Así que los vas a ver repitiendo un latiguillo que sirve para herrumbrar la mente, ¡para que no utilicen la mente! Por eso es que no tienen cañerías de agua, no les nace llevar un poco de gas en una cañería, pero siguen con su cultura. ¡Y los occidentales están enloquecidos con los orientales! ¡Las quiero ver a las mujeres occidentales cargando agua con un cántaro sobre su cabeza!

De lo que Jesús enseñó surgió nuestra cultura occidental, la que ahora están despreciando y destruyendo paso a paso todos sus valores fundamentales. ¡Quieren destruir a la mujer como mujer y al hombre como hombre! Alegan que el hombre puede ser mujer y la mujer puede ser hombre. Nosotros tenemos un chiquero y en eso no nos confundimos, si queremos un chanchito, contamos con un padrillo, no confundimos chancho con chancha. ¡Sabemos lo que queremos! La mujer es distinta al hombre en diseño y función aunque son iguales delante de Dios, como imagen suya y como persona. ¡Toda cosa que tiene diferente diseño, tiene distinta función! Pero ahora nos quieren enseñar que un hombre puede cumplir el papel de madre lo más bien. ¡Yo los quiero ver dar el pecho a los homosexuales que se sienten mujer! Quieren destruir el matrimonio y así destruir a la familia. ¿Tienes conciencia del daño que está provocando a la sociedad la destrucción de la familia?

En un informe de nuestro periódico Código V se cuenta de un muchacho, que, drogado, mató a su novia y luego la colocó en la silla de ruedas de su mamá y la tiró a unas cuadras de su casa; cuando lo apresaron y le preguntaron por qué había hecho eso, él ni siquiera sabía lo qué había hecho. ¿Por qué se drogan los muchachos y las chicas? Porque no han encontrado un hogar que los contenga, no han encontrado padres y madres que los contengan. Hay padres y madres demasiado ocupados para ellos, con demasiadas tareas, muy afanados en auto complacerse. Hoy en día es muy común que una madre compita con su hija adolescente, le provoca envidia que ella esté tan linda, y se maquilla y se pone la ropa de la hija, y quiere salir a bailar como ella. ¡Hasta llega al punto de que su hija le molesta! Esas madres andan buscando su complacencia, no aman a sus hijos, no les provoca orgullo ver crecer a sus hijas, las ven como una competencia para ellas.

¿Cuál es el trabajo de la iglesia? ¡El trabajo de Jesús! ¿Qué enseña la iglesia? ¡Lo que enseña Jesús! ¿Cuál es el poder de la iglesia? ¡El poder de Jesús! Cristo hacía milagros, la iglesia hace milagros, Él libraba a lo atormentados del infierno, la iglesia también. Si Jesús tenía poder, la iglesia también, si Él tenía unción, la iglesia tiene unción. Dios nunca estuvo contando con tus habilidades para hacer su obra, porque Él no depende de tus habilidades. ¡Dios tiene destreza para darte! ¡Tiene palabra, unción y poder para darte!

Los creyentes miran su interior y se ven débiles, señalando: “Yo no tengo palabras, no sé qué dones tengo.” ¡Pero tú no tienes que tener palabra ni dones, tienes que creer en Jesús y Él te llenará de su poder!

¡Jesús le cambió la cara al mundo con su mensaje y con sus obras! ¡Él no vendrá a buscar una iglesia timorata que no sabe ni qué hacer, Jesús se llevará a los que están ungidos y tienen poder para hacer su obra, a los que predican y enseñan lo mismo que Él! Claro que Jesús tenía algo que la iglesia necesita; cuando Él veía un enfermo, sufría como si estuviera enfermo, cuando veía un quebrantado, Él se quebrantaba, cuando veía una viuda que había perdido a su único hijo, era conmovido a misericordia. ¡Jesús no estaba pensando en sí mismo, Él pensaba en la gente, la amaba! ¡La gran diferencia es que Jesús amaba a la gente! Si te encuentras un mendigo en la puerta de la iglesia que te pide una moneda, ¿le das o no? Pedro le dijo al hombre cojo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y los tobillos” (Hechos 3:6 y 7). ¡El hombre que no pudo caminar por cuarenta años, comenzó a saltar!

Hubieron personas que creyeron que el poder de Dios estaba sobre ellos, de esas personas se decía: “Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” (Hechos 17:6). ¡Dios no necesita que le des una moneda, quiere que le des las buenas noticias del reino! ¡Dios quiere que ores por los enfermos, que te conmuevas por los necesitados! La obra de Jesús, hoy, la hace la iglesia en el nombre de Jesús, con su unción, con su poder y sus enseñanzas. ¿Te imaginas a Dios premiando a su Hijo con una novia timorata? Dios está casando a su Hijo Jesucristo con su novia, imagínate que ésta le dice: “Pero yo no soy nada, no tengo nada”. ¿Crees que Dios va a casar a Jesús con semejante chanta? “Yo no tengo palabra, yo soy tímido, a mi me da vergüenza.” ¿Crees que así formas parte de la iglesia? El motor principal de toda la obra de Dios es el amor, dicela Biblia que Dios es amor y todo lo que Él hace es por amor. ¡Lo que necesita la iglesia para poder hacer las obras de Dios es amor!

Algunos señalaban que Jesús hacía milagros para demostrar su deidad, que hacía sanidades y liberaciones para mostrar su poder; pero mi Biblia dice que Él se conmovía, y eso era la consecuencia del amor que Jesús tenía. El Señor ni siquiera tenía iglesia propia como tenemos nosotros hoy, Mateo 4:23 dice: “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos…” ¡Yo tengo más que Jesús! ¡Él tenía que andar pidiendo permiso para predicar en alguna sinagoga de ellos, sin embargo hizo una obra más grande que la mía!

¡Qué bueno sería si tu vida fuera trascendente! Yo encontré valor a mi existencia, valorando a la gente, poniéndola como prioridad; junto a mi esposa y a mis hijas durante veinte años nos hemos dedicado a la gente y hemos descubierto que nuestras vidas tienen tremendo valor. ¿Por qué? ¡Porque lo que hacemos le da valor a nuestra existencia! Mi señora estaba viendo en Facebook todas las felicitaciones que le enviaron por su cumpleaños, personas que ni nos imaginábamos que nos seguían. Gente que anda por Europa, por Australia, por Estados Unidos que dan gloria a Dios y agradecen lo que hemos hecho por ellos. ¡Qué extraordinario ver que el evangelio marca! He podido ver cómo el evangelio que he predicado en veinte años ha marcado el Uruguay; yo nunca abrí una iglesia en la ciudad de Durazno, sin embargo nos han llamado de la intendencia de esa localidad porque quieren darnos un lugar para poner un centro comunitario. Nunca prediqué en Treinta y Tres pero nos han llamado de la intendencia de ese departamento para que vayamos a hacer una obra a ese lugar, lo mismo sucede con la intendencia del departamento de Paysandú. En la ciudad de Maldonado nos han ofrecido predios para instalar centros comunitarios y ya van cinco que hemos abierto. ¡Qué bendición!

Recientemente nos hemos tomado unos días de descanso con mi señora y hemos ido a la ciudad de Colonia donde fuimos pastores por unos ocho meses, hace veinte años. Dimos una vuelta por la ciudad vieja para ver la casa donde habíamos vivido y nos hemos encontrado con gente que nos conocía, ya sea porque nos vio a través de la televisión o porque en alguna oportunidad asistió a alguna de nuestras reuniones. Le dije a mi esposa: “¡Marta, no podemos tirarnos ni un pecadito!” ¡Hemos marcado el país! En la ciudad de Colonia hay una confitería cuyo dueño es un diputado y lo fui a visitar. Al saludarlo, me pregunta: “¿En qué lo puedo ayudar Márquez?” “No, yo no te vengo a pedir ayuda, sólo vengo a hablar contigo de cosas importantes. Te quiero decir que como observador externo, veo que estás muy cómodo”. “Sí, sí, gracias a Dios”, me responde; y yo agrego: “Eres diputado, tu interés mayor es ser intendente y en el peor caso que no te toque la intendencia, seguirás cómodamente como diputado. Pero yo te veo encerrado en Colonia, esta ciudad es tu techo. ¡Quiero preguntarte si has estado pensando en el país, no en tu posición de diputado!” “Y, no, yo no sé cómo hacer”. “Bueno, pero nosotros sabemos cómo hacer, conocemos varios diputados más que tienen su techo sólo en la ciudad que les ha tocado gobernar, y queremos que se junten.” Estuvimos hablando y agradecido, me prometió que se juntaría con los otros diputados”. ¡Con nuestro apoyo esos diputados serán conocidos en el interior del país y saldrán de los límites de sus propios departamentos! ¡Te aseguro que me he tomado unas vacaciones útiles!

Estoy contento porque he visto que el evangelio funciona, ha dejado marcas, y ahora que me estoy poniendo más viejo, sueño con que se levante gente que crea que el evangelio va a transformar la cultura, nuestras ciudades y nuestra nación toda.

            CONCLUSIÓN

Se trata de pasar por esta vida y dejar una marca indeleble que el diablo no podrá borrar jamás; la gente a la que yo le he predicado el evangelio, y éste se ha apoderado de ellos, quedó marcada, aún sus hijos han quedado marcados. En este tiempo aparecen hijos de madres que se han alejado de la iglesia. Recientemente me encontré con una chica que me dijo: “Pastor, cuando yo era chiquita, mi mamá me traía a esta iglesia”, y ahora ha vuelto de grande. Yo podría haber pensado que se había perdido, pero no, porque le sembramos la semilla del evangelio y esa semilla la hizo volver. ¡Gloria a Dios!

¿Tú creías que este llamado era para los pastores? ¡No! El Espíritu Santo y el poder son para los que creen en Jesús, pero hay algo que le está faltando a la iglesia y eso es amor. Si no hay amor, nada te mueve el amperímetro, tus entrañas no se conmueven, tu corazón no se agita; ves una persona pero piensas que nada puedes hacer por ella, pero si tienes amor, algo puedes hacer. Si no, observa a esa madre que tiene un hijo desahuciado. Jamás dirá que no hay nada más que hacer por su hijo. ¡No! ¡Nunca se convencerá de ello! Porque se le conmueven las entrañas por su hijo, y es que el amor es así.

Jesús hacía todo lo que hacía porque tenía poder, está bien; tenía palabras de vida, bien, ¿pero qué lo movía? ¡El amor! Todo comienza con amar; yo comencé a amar a la gente cuando vi el amor que tiene el pastor Roberto Passo, entonces le pedí a Dios que me diera lo que ese pastor tenía. ¡El amor vino y se convirtió en el primer motivador de las cosas que yo hago! Hay muchas cosas que quisiera hacer y haber hecho; mirando un programa que mostraba gente esquiando en la nieve, me dije: “¡Cómo me hubiera gustado hacer eso!” Cuando lo pude haber hecho, hace veinte años atrás, consideré más importante predicarle a la iglesia; nunca he esquiado pero me encanta no haberlo hecho, porque para Dios la prioridad es amar al prójimo.

“¡Es difícil hacer la voluntad de Dios!”, dicen algunos. ¡No querido del alma, hay que enseñar lo que Jesús enseñó! “¡No, pero es complicado, has visto lo difícil que es la gente!” ¡Pero hay que predicar el evangelio igual! ¡Hay que sanar enfermos! ¡No hay ningún misterio en el evangelio, hay sólo poder y gloria!

¡Yo predico con fe! ¡Cualquiera diría que las palabras no pueden hacer nada, pero yo creo que lo que estoy diciendo se va a clavar en el corazón de alguien! ¡No podrá resistirlo! ¡Sueño con que el fuego de Dios se apodere de ti y que puedas decir: Señor, cuenta conmigo para lo que quieras y a la basura mis proyectos y mis planes, dime qué es lo que tú quieres de mí!

Quiero ayudarte a hacer una oración, porque si tú no haces lo que tienes que hacer, te está faltando amor. Dile a Dios en esta hora: “Señor, abro mi corazón, lléname de amor, te lo suplico, desbórdame con tu amor. Que yo pueda ser estremecido cuando hay algún enfermo, algún atormentado o quebrantado. ¡Ten misericordia de mí, Señor! ¡No pases de mí! ¡Dame el fuego de tu amor, te lo pido en el nombre de Jesús! Abro mi corazón para ser lleno de la unción y del poder, quiero orar por los enfermos y que éstos se sanen, quiero liberar a los cautivos en tu nombre, Jesús. Lléname de ti, Señor, quita mis temores, mi timidez, mi vergüenza. Te presento mi vida, me consagro a ti en esta hora, en el nombre de Jesús, hago esta oración, amén”.                      

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