EL NEGOCIO MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA - Misión Vida para las Naciones

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MENSAJES DEL CIELO

EL NEGOCIO MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA

INTRODUCCIÓN

Estoy emocionado porque me siento un héroe y veo que nuestra iglesia está construyendo la República Oriental del Uruguay, está marcando pautas y bendiciendo la nación. Cada vez que caso una pareja considero que es un aporte extraordinario ya que hoy en día un matrimonio es como un animal en extinción. ¡El matrimonio es una especie que se está extinguiendo! Mientras en el diario oficial se publican más divorcios que casamientos y el Registro Civil frena los matrimonios, nosotros estamos produciéndolos. ¿Y de dónde los sacamos? ¡De la basura! El matrimonio es importante porque es el origen de la familia, la que a su vez es el origen de la sociedad. Y una sociedad es tan buena como la familia que la integra; una sociedad es la suma de las familias que contiene. Por lo tanto, como son las familias, así es la sociedad y si la familia está desintegrada, la sociedad también lo está. Por el contrario, si la familia está unida, feliz y fuerte, la sociedad está unida, feliz y fuerte. No pueden los grandes estadistas que pretenden la paz en el mundo, fabricar aviones de millones de dólares y querer unir a las naciones. ¡Quieren producir la paz en la tierra pero no saben cómo llevarse bien con su cónyuge! Pasean la lengua por el planeta con su sabiduría y conocimiento y no saben qué hacer con sus hijos quienes los odian, ¡pero ellos tienen ideas muy buenas para instaurar la paz en el mundo!

Los terroristas han logrado derribar un avión que llevaba unos trescientos pasajeros, y lo hicieron con una latita de gaseosa; se dieron el lujo de tomarle una foto al explosivo y lo subieron a la red, y esa imagen circuló por todo el mundo. En cambio, los países poderosos construyen misiles de millones de dólares y aviones de guerra para combatir a los terroristas y éstos últimos se fabrican bombas con latas de gaseosa. Esto es imposible de manejar con inteligencia o con razón humana. ¡La verdad no está en la razón del hombre porque la razón del hombre no produce la verdad! Sí produce miles de filosofías, ideologías y partidos que se disputan entre ellos hasta producir una anarquía mundial. ¡La razón no ha logrado producir la unidad! ¡El esfuerzo del hombre ha sido en vano! ¡Las cosas se arreglan con la verdad de Dios! ¿Es la razón del hombre la que lleva a que las naciones aprueben matrimonios entre dos mujeres o dos hombres? ¿Dónde está la razón y dónde la verdad? La verdad es que el matrimonio no es un invento de la ONU ni de los estados o de la  conveniencia de los sentimientos de las personas; el matrimonio es un invento de Dios y éste funciona cuando el Señor está en el negocio. Podemos decir también que la sociedad funciona cuando Dios está en las familias.

                LA HISTORIA DE GRACIANA Y WILLY

                Estoy muy emocionado porque casé a una de las secretarias de la oficina de la iglesia, y al igual que las otras secretarias, es una bendición. Yo digo que la oficina es un lugar que me produce paz y descanso porque cada una de ellas es una bendición. En cuanto a Graciana, la joven que casé, Dios la sacó adelante, habiendo ella nacido en una familia disfuncional. La conocí con muy baja autoestima, con una tristeza profunda y un fracaso que le pesaba sobre sus espaldas ya que había intentado varias veces hacer algo por su papá; él nunca la quiso y el poco tiempo en que estuvo con ella, abusó sexualmente de ella. Los problemas entre sus padres eran tan grandes, que su mamá quiso abortarla y un día, tomando mate, ésta le cuenta la historia, como quien cuenta una anécdota; le mencionó todos los métodos que había usado para abortarla pero que no le dieron resultado, así que si la chica estaba en Guatemala pasó a “Guate peor”. Es muy doloroso para una hija o un hijo que su madre le diga que ha sido un accidente, que no fue  planificado y tantas otras cosas que se les dice. Graciana nació, se crió y vivió con dolor, intentado encontrar cariño en su padre pero nunca lo encontró.

Como dije anteriormente, los matrimonios que formamos son con material de desecho; nosotros nos especializamos en reciclar basura. Tanto a quien hoy es el esposo de Graciana como a ella nos costó un buen tiempo, años diría yo, que asimilaran que eran amados, que Dios tiene un propósito con ellos y que les amaba mucho. Willy, el esposo de Graciana, había abandonado el hogar varias veces y en las últimas cayó peor que en las anteriores, pero lo recogimos nuevamente con amor y con la ayuda del Espíritu Santo fuimos trabajando en su corazón, haciéndole entender y creer que él valía mucho, entonces comenzó a ver lo que nunca había visto. Se dio cuenta que habían hombres que amaban a sus esposas y esposas que amaban a sus esposos y también matrimonios que tenían hijos amados aunque él nunca fue amado. Lo mismo le sucedió a Graciana, hasta que llegó un tiempo en que comenzaron a aspirar lo que parecía un imposible; aspiraron a amar a alguien y a formar una familia. Pero emprendieron esto con mucho temor y muchos dramas. Por ejemplo, como Willy no había recibido amor, al ponerse de novio con Graciana dijo: “Esta es mía y nadie me la va a quitar”. Comenzó a celarla hasta hacerla llorar, y ella se había transformado en una joven jovial, sonriente, sociable; pero ahora el novio celoso la hacía llorar porque no quería que nadie le quitara lo que era de él. Yo le dije a Graciana que debía cortar con el noviazgo porque un hombre así no le iba a servir y ella dócilmente me dijo: “Si usted lo dice pastor, lo hago”.

Hay muchos que piensan que los pastores somos manipuladores y nos metemos en la intimidad de la gente pero lo que queremos es que no fracasen. ¡No queremos que hagas las cosas alocadamente! Una chica de veintitrés años, me comentó que se ha hecho amiga de un hombre de cuarenta y ocho, por Facebook. “¡Es más bueno!” me dice ella. Le pregunté si lo conocía y me dijo que no, indagué si por Facebook se había enterado de algo acerca del hombre, pero no sabía nada. “¿Ha estado casado?” le pregunté. “¿Ha tenido muchas novias?” “No sé”, me responde ella. “¿Pero qué le preguntas cuando hablan?” “Es que yo no lo quiero herir”, dice la joven. Así como ella hay muchas mujeres tontas. ¡Por Facebook es buenazo el tipo! Así que le di una serie de preguntas para que le hiciera, y no para meterme en su vida, sino porque me interesa que la joven esté bien. Cualquier buen padre sabe en qué anda su hijo o su hija aunque hoy en día se estila otra cosa. “¡Ah papá, me olvidé de contarte que me puse de novia!” “¡Qué lindo hija! Si a vos te gusta… La que se va a casar con él sos vos…” ¡Qué padre tonto! Algunos aspiran a que sus hijas se casen con quienes a ellas les guste. Cuando una hija o un hijo se ponen de novios, los padres deben formar parte de ese noviazgo. Pero hay hijos e hijas que ponen clave a la computadora o al celular para que sus padres no se enteren lo que hacen; si la madre entra al dormitorio la hija se enoja porque invade su privacidad. No es que los hijos no sirven sino que los padres son inútiles. ¡Qué más quisiera una hija o un hijo que correr a su padre y decirle que le gusta alguien, que quieren que conozca a esa persona y les dé su punto de vista! ¡Nosotros luchamos para que los jóvenes tengan un buen noviazgo y por ende un buen matrimonio! Sabemos que si eso sale bien hay bendición no sólo por un tiempo sino por muchas generaciones.

Cuando casé a Willy y a Graciana estaba feliz porque los pastores que los acompañamos en la etapa de su noviazgo estábamos tranquilos y seguros que él ha llegado a un cierto grado de madurez, que ama a Graciana, que la va a cuidar y no la celará; y ella será bendecida y se sentirá protegida con ese hombre. Con mucha alegría le dije a ella: “Hija, Dios te da un hombre que te va a amar, que te cuidará y te consolará”.

Son muchas las chicas que ya no sueñan con ir al altar de blanco para recibir la bendición de Dios. A quienes aún no han tenido relaciones sexuales les dicen que no le han visto la cara a Dios, y queriendo experimentar eso, por sentirse presionados se encuentran con tremendos problemas por el camino. ¡Hay jóvenes que le ven la cara a Dios antes de tiempo! Es importante todo lo que Dios ha creado y el fin con qué ha creado cada cosa. Las plantitas, para que crezcan sanas y lindas necesitan de una especie de hongos en la tierra; nosotros somos de matar todo bichito que vemos: gusano, ciempiés, cascarudo, etc. Pero no sabemos ni siquiera la función que cumplen en la naturaleza. ¡Dios ha hecho todo con propósito! ¡Cuánto más al hombre y a la mujer que creó a su imagen y semejanza y les ha dado propósito!

LA HISTORIA DE ABRAHÁM

El negocio más grande de tu vida es tener una buena familia y una buena descendencia. El negocio más trascendente de un padre no es dejarle una herencia de riquezas sino que su hijo o hija se casen con personas de bien y tengan bendición. Hay cosas que uno compra o logra que no tendrán significado cuando no estemos más, pero el hecho de que tus hijos estén bien casados, implica que la bendición continuará después de ti. Ya no habrá problemas de que te mueras porque la bendición reposa sobre tus hijos y continuará sobre los hijos de tus hijos. Dios dijo: “…yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:5-6). ¿A qué se refiere cuando dice millares? Que si hago las cosas que Dios, quiere habrá riqueza, bendición y paz sobre mis descendientes, ¡por miles! Nosotros trabajamos para dejar una herencia bendita en el mundo, como la de Abraham. El Señor le dijo a Abraham: “Te bendeciré y serás bendición” Y agregó: “Serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Dios escogió a Abraham como un modelo y un linaje de gente que sería bendecida, y todos los que tengan la fe que él tuvo, amen al Señor como él lo amó, le crean como él le creyó, a esos, Dios les ha declarado que las promesas que le dio a Abraham también serán de ellos, y les llama hijos de Abraham, sus descendientes, les llama también el verdadero pueblo de Israel. Este es un pueblo de fe, la fe de Abraham.

Dios iba a destruir Sodoma y Gomorra, y en Sodoma vivía Lot, sobrino de Abraham. Y Jehová dijo: “¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él” (Génesis 18: 17 al 19). No le encubrió nada a Abraham acerca de lo que iba a hacer, Dios le revela sus secretos y sus planes porque él ordenaría a su descendencia que obedecieran a Dios y le amen; y ciertamente su descendencia así lo hizo. ¡Tú puedes ser amigo de Dios y tener las promesas de Abraham!

Yo estoy viviendo un tiempo especial porque cuando inauguramos el templo en Monte Beraca, nos visitaron veintiún parientes que nos acompañaron en esta celebración. Nos juntamos todos a almorzar y comenzamos a recordar a nuestro abuelo que se ha muerto hace unos cincuenta años y nos maravillamos de la herencia espiritual que recibimos de él. Decidimos juntarnos en otra oportunidad con otros parientes, más de ciento cincuenta descendientes de mi abuelo, para contarles a nuestros hijos y nietos acerca de él y de la herencia que nos dejó, y para honrar la memoria del hombre que nos legó la fe en Jesucristo. No tanto por honrar a nuestro abuelo que ya no está sino por bendecir a nuestras generaciones, porque él murió creyendo que Dios iba a bendecir a su descendencia y lo dejó plasmado en un libro. ¡Yo creo que será así también con mi descendencia! Cuando veo cómo son mis hijas con sus hijos, así como es la madre con ellas, cómo la honran y me honran a mí y quieren ser como nosotros, eso me hace feliz. ¡Qué bien se sienten los hijos amados! Niños cuyas madres y padres se hacen tiempo para estar con ellos y disfrutan juntos. Mi nieta Justina que tiene tres añitos siempre está dispuesta ayudar a su mamá y le dice: “Mamá, ¿qué hago?” Una noche vino a mi casa y cuando mi esposa comenzó a preparar la cena ella tomó el tacho de la basura, lo arrimó a la mesada, se subió en él y le dijo a la abuela: “Yo te ayudo”. Así como es su madre con su hija, así será su hija. Mi hija que está embarazada, dos por tres tiene que acostarse porque se siente indispuesta, entonces Justina va donde está la mamá y le dice: “Mamá, te tengo que decir algo”. “¿Qué mi amor?” le pregunta mi hija, y ella le dice: “¡Te amo!” ¡Qué bendición! Contrario a esa hija que llama a su madre y ésta le dice: “¡No me molestes!” ¡Qué feliz estoy con el casamiento de Graciana y Willy! Fue un motivo para predicarte lo que te estoy predicando hoy.

Abraham era un hombre muy importante que llegó a ser un patriarca. En la antigüedad, antes de que se formasen las naciones hubo una forma de sociedad llamada patriarcado cuya figura principal era el padre de familia y Abraham era patriarca aunque tenía sólo un hijo, Isaac; pero también contaba con una gran promesa. Su descendencia sería como las estrellas del cielo que no se podían contar, también sería fuerte y bendita. ¡Vaya que es fuerte porque muchos quieren exterminar a Israel pero no pueden! Países que son enemigos tienen ejércitos de millones y millones de soldados pero ahí está Israel con un sistema de seguridad sofisticado y las armas más sofisticadas del mundo, también tiene grandes estrategias, tan trascendentes que ha ayudado a Alemania y a Francia en estos tiempos, brindándoles información sobre el movimiento de ISIS. Francia había suspendido un partido de futbol porque Israel le dio información acerca de un atentado que había sido maquinado sobre un estadio. ¡Vaya que es fuerte la descendencia de Abraham! Cuando visité Israel quedé maravillado con la tecnología que usan allá. Nosotros bebemos agua de las cloacas y ésta vuelve al río y después la volvemos a tomar. Hay una cantidad enorme de coliformes, bacterias que hay en la materia fecal. En cambio, en Israel, tienen un sistema en donde entuban en cañerías de acero toda el agua cloacal, la cual tratan y usan para regar inteligentemente, por debajo de las raíces de las plantas, y así no contaminar la producción. Uno dice, ¡qué bendición hay en Israel! Allá plantan palmeras, cosechan dátiles, los venden al mundo, y cuando las palmeras tienen determinado tiempo, las cortan y las exportan al mundo. ¿De dónde sale todo eso? Es por causa de que un día, Dios le dijo a Abraham: “Te bendeciré y serás bendición”. Él tenía esto en su corazón, por lo tanto era muy importante con quién se casaría Isaac su hijo. Génesis 24:1 dice: “Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo”. ¡Él plantaba y le iba bien, criaba ganado y le iba bien! Israel se ha tomado en serio que su tierra produce leche y miel; estando allá vi vacas gordas en medio del desierto, cuidadas bajo techo y con ventiladores para que no sufran el calor. En Uruguay se maravillan que sus vacas den quince, veinte, veinticinco litros de leche y en Israel dan sesenta litros diarios de leche en el desierto, y acá se necesita una hectárea por cada vaca. Los israelitas han decidido que van a producir los productos que menciona la Biblia como higos, leche, miel, vino y la oliva. ¡Hacen emprendimientos extraordinarios! Cultivan flores y llenan el mundo con ellas, tanta variedad tienen que han comenzado a cultivar en otros países.

La Biblia señala que Dios bendijo a Abraham en todo. Génesis 24:2 dice así: “Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo…” El siervo de Abraham, era el administrador de todas sus cosas. Era común que una persona poderosa tuviera alguien que gobernara sus asuntos y velara por su familia, su dinero y su producción. Aun cuando surgía algún viaje, iba en representación de su amo. Y como el siervo de Abraham era de confianza, lo tomó y le dijo: “Consígueme una mujer para mi hijo Isaac”. Génesis 24:3 en adelante dice lo siguiente: “…y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de dónde saliste? Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo”. ¡Lo metió a Dios en el negocio! El criado tuvo que hacer un viaje largo hacia la tierra de Abraham porque en la tierra de Canaán había mujeres de mala vida, además de ídolos; tanta era la pudrición, que se realizaban ritos sexuales a dioses de fertilidad y también orgías. Las mujeres de allí no eran buenas, tampoco pertenecían a la familia. ¡Cuando busques novio o novia que sea de la familia de Cristo! ¡No hagas yugo desigual! No hagas como algunas que dicen: “¡Pero a mí me gusta!” Se creen que porque el muchacho les sonríe, es un tierno. “Hola, ¿cómo te llamas?” “Me llamo tonta, ¿y vos?” “¡Me llamo caza-tontas!”

El negocio para Abraham era muy importante, por eso juramentó a su criado por el nombre de Jehová de los ejércitos creador de los cielos y la tierra que no iba a traer para su hijo una mujer cualquiera. ¿Por qué Abraham estaba tan interesado en que el negocio saliera bien? Porque tenía una promesa, Dios le había dicho: “Te bendeciré y serás de bendición, de tus lomos saldrán naciones y en ti serán benditas todas las naciones de la tierra”. ¡Él tenía sólo un hijo, se llamaba Isaac, y ese matrimonio debía salir bien porque su descendencia tenía que recibir bendición! Hay riquezas que no se pueden medir, pero cuando tú dejes herencia, más vale que ésta valga la pena. ¡Lucha por tus hijos! No por comprarle lo más caro es que los bendecirás, sino por el hecho que conozcan la verdad, que reciban el evangelio y teman a Dios, y tengan temor de meterse con una mujer o un hombre que no ama a Dios. “El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de dónde saliste? Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo”. ¡Dios tenía en mente un gran negocio! ¡Bendecir al mundo entero con la fe de Abraham! Así que este negocio le interesaba mucho a Dios. ¡Tu familia es muy importante! Con razón Dios dijo: “¿Esconderé yo a Abraham mi amigo lo que estoy por hacer? A él le voy a revelar porque sé que no dejará a su descendencia librada al azar. Yo sé que mandará a sus hijos después de él que me teman, que guarden mis mandamientos y que caminen conmigo”. La descendencia de Abraham quedaba en las preciosas manos de Jehová de los ejércitos porque él hizo lo que le agradaba a Dios.

La sociedad es la suma de las familias que la componen, y así como es la calidad de esas familias, así también es la sociedad. Este no es un problema del estado sino nuestro. Nos enojamos y reclamamos que el estado eduque mejor a nuestros hijos, pero Dios no le ha dado a éste esa responsabilidad, el Señor te ha hecho responsable a ti. Hoy honramos las familias, bendecimos los proyectos de Dios y la familia es su proyecto. Un hombre creyente me dijo: “Mi mujer me tiene podrido, me quiero ir de casa”. También una mujer me dijo: “Mi marido ha fallado varias veces, y yo ya no lo quiero más. ¡Que se vaya de la casa!” Le pregunté qué estaba haciendo para arreglar el asunto y en quién estaba pensando al querer que se vaya. ¿Estás pensando en tus hijos?” insistí, pero no me pudo decir que sí. Le recalqué que estaba pensando sólo en ella con esa actitud y que era egoísta. Tú tienes que amar a tu esposo y bendecirlo, no tienes que darles un padrastro a tus hijas y mucho menos empujar a tu esposo para que tenga otra mujer y entonces se lleve a tus hijos con la otra. Algunos creen que así se arreglan las cosas pero al contrario, se pudre más. Si tú crees y tienes fe, si caminas en la verdad, Dios enderezará tu familia. ¡Él no te dejará sin bendición y bendecirá tu descendencia! ¿Qué crees que dirán tus hijos? “¡Ah, el matrimonio es una porquería! ¿Para que me voy a casar? ¡Esto del amor es mentira! Mi papá le falló a mi madre y ella lo echó, mejor me busco a alguien por un tiempito y nos juntamos sin ningún compromiso de fidelidad porque es peligrosa. Si hay problemas, cada uno se va por su lado”. ¿Y los hijos? ¡Que se manejen! ¿De dónde aprenderán acerca del amor los hijos? ¿De dónde aprenderán obediencia? ¿Dónde tendrán un modelo para copiar?

CONCLUSIÓN

Estuve participando de un almuerzo en que los hijos agasajaron a sus padres por causa de sus bodas de oro. ¡Qué hermoso era ver a los hijos sentados alrededor de la mesa, agradeciendo por los padres que tienen! Ya están todos casados y qué hermoso saber que a cada hijo que se casaba se le hizo una gran celebración junto a familiares y amigos que compartieron la alegría. Y en esos casamientos no ha faltado el padre como sucedió con Graciana. ¡El padre no asistió a su boda y ella tuvo que entrar con un tío! Al momento de tomar la foto, en el almuerzo que participé, estaban los padres, los hijos, las nueras, los yernos, los nietos, ¡todos felices y sonrientes porque Dios les ha bendecido! Ellos no se creyeron que se las sabían todas sino que se aferraron a la verdad de Dios. Uruguay, que está tan orgulloso de la cultura que tiene, de lo lindas que son las familias uruguayas, pero fue el primer país que promulgó una ley de divorcio; se creyeron inventores del divorcio y que hacían punta con legislación de avanzada, pues ahora son punta en divorcios, depresiones, suicidios, y violencia entre otras cosas. Pero nosotros trabajaremos por un Uruguay en paz, feliz y bendecido, y no sólo por Uruguay sino también por otras naciones a donde lleguemos con el evangelio. Vamos a dejar que sigan creyendo que somos unos manipuladores, entrometidos que nos metemos en la intimidad de las personas. Después de todo, no a todos podemos aconsejar sino a aquellos que vienen a pedir un consejo.

Una joven esta semana me dijo que tiene un hijo de una pareja anterior y otro de su pareja actual, con la cual no se estaba llevando bien. Como si buscar esposo o esposa fuera un juego de azar y no lo es. Dios no quiere que te pases la vida averiguando cuál es la mujer para ti o cuál es tu hombre. Después de años de probar parejas quedas herida, fracasada, frustrada, depresiva. ¡Padres, no se desentiendan de sus hijos! Yo le dije a Willy y a Graciana que contara con los pastores de Misión Vida siempre, aún cuando vengan los embates de la vida porque sé que vendrán, porque satanás odia a los matrimonios y hará lo que sea por destruirlos y así destroza la sociedad. También les dije que cuando necesiten consejos nos busquen, porque sus padres espirituales les estaremos recibiendo con amor, y en la iglesia encontrarán la familia de Cristo. Ya no quiero ver hombres tristes y solitarios que me digan: “¡Necesito una mujer!”

En celebración de las bodas de oro que les comenté, el pastor que pastorea al matrimonio, ofició un casamiento de nuevo, y le dijo al esposo: “Después de cincuenta años casado con esta mujer, y que han estado juntos en la pobreza y en la riqueza, en la salud y en la enfermedad, que han enfrentado tantas vicisitudes y han llegado a cincuenta años de casados, Fulano de tal, ¿recibirías nuevamente por esposa a la misma mujer?” Y él respondió: “¡Sí!” Después le hizo la misma pregunta a la mujer y ella respondió: “¡Sí!” Los hijos, todos casados y los nietos felices admirando a sus padres. Nuevamente él, después de cincuenta años, elegiría casarse con la misma mujer y ella con el mismo hombre. Entonces, el pastor dijo: “Con la autoridad que me ha concedido el Señor, como pastor de esta iglesia, los declaro a ustedes requete casados”.

Si estás luchando por tu familia, quiero decirte que Dios escuchará tu oración si sólo crees y te aferras a la verdad. ¡Tu vida, tu matrimonio y tu familia serán restaurados y bendecidos! ¡El Señor quiere matrimonios fuertes y quiere familias fuertes!

 

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