EL TIEMPO DE DIOS PARA TU VIDA - Misión Vida para las Naciones

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MENSAJES DEL CIELO

EL TIEMPO DE DIOS PARA TU VIDA

Muerto Saúl, David fue declarado rey de Judá pero quedaron once tribus que no reconocieron a David como rey, no obstante, poco a poco, esas tribus comenzaron a ponerse bajo el mando de David. En el capítulo 12 de Crónicas se relata cómo los distintos cuerpos de ejército que las distintas tribus tenían, se ponían bajo las órdenes de David. Analicemos desde el versículo 23:

23Y este es el número de los principales que estaban listos para la guerra, y vinieron a David en Hebrón para traspasarle el reino de Saúl, conforme a la palabra de Jehová: 24De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil ochocientos, listos para la guerra. 25De los hijos de Simeón, siete mil cien hombres, valientes y esforzados para la guerra. 26De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos; 27asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil setecientos, 28y Sadoc, joven valiente y esforzado, con veintidós de los principales de la casa de su padre. 29De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque hasta entonces muchos de ellos se mantenían fieles a la casa de Saúl. 30De los hijos de Efraín, veinte mil ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres. 31De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, los cuales fueron tomados por lista para venir a poner a David por rey. 32De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos. 33De Zabulón cincuenta mil, que salían a campaña prontos para la guerra, con toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón”.

 PERSONAS ENTENDIDAS EN LOS TIEMPOS

Hay algo que llama poderosamente la atención en este pasaje; todos los soldados eran valientes, esforzados, estaban listos y prontos para la guerra, eran fieles, brillantes, entendidos y obedientes. Sin embargo, había un grupo que se diferenciaba de todos los demás. Todos venían con miles de hombres valientes, pero el versículo 32 habla de doscientos hombres entendidos en los tiempos; estos hombres “entendidos en los tiempos” sabían qué debía hacer Israel y cuándo hacerlo. En Beraca hemos plantado varios tipos de plantas y no somos “entendidos de los tiempos”; algunas plantas se nos han secado por no entender bien los tiempos, parece que tienen razón los que dicen que las rosas hay que plantarlas en tal mes, y los tomates en tal otro mes.

En Israel todos venían con diez mil, con cuatro mil, con dieciocho mil, y luego aparece Isacar con doscientos que eran príncipes y entendidos de los tiempos, sabían lo que Israel debía hacer y como todos sus hermanos los israelitas conocían que éstos eran entendidos, lo que opinaban estos doscientos, lo hacían los otros cien mil. En la Biblia hay dos palabras que se utilizan para hablar acerca de los tiempos: Una es la palabra griega “cronos” y de ella se deriva la palabra “cronograma”; un cronograma es una planilla de tareas que se van distribuyendo en el tiempo, esta palabra también tiene que ver con el tiempo del reloj, ese sistema de medición que va pasando por nosotros y nos va arrugando, y nos va dejando “pelados” a los hombres y “chuecas” a las mujeres. Pero hay otra palabra que también tiene que ver con el tiempo y se llama “Kairos”, esta palabra no se refiere a los tiempos cronométricos, sino a los tiempos de Dios. De modo que hay tiempos cronométricos que se miden con el reloj y hay tiempos que son de Dios.

Jesús se quejaba porque el pueblo de Dios no conocía su tiempo ni el tiempo de su visitación; por ejemplo, los cristianos estamos predicando hace dos mil años que el tiempo de la venida del Mesías al mundo ya se cumplió. Lo prometido por el antiguo testamento y profetizado por todos los profetas y anunciado por Moisés, que el Mesías había de nacer en Belén, de una virgen, que iba a ser juzgado injustamente, etc, etc, ya se cumplió. Hubo unos magos que entendieron y discernieron el tiempo de la venida de ese gran rey y vinieron a Jerusalén para conocerle. Los fariseos le preguntaban a Jesús: “Dinos si tú eres el Mesías” y Jesús les respondía: “Ya se los he dicho, lo que sucede es que ustedes no quieren creer”. Y le decían: “Muéstranos una señal” y Jesús les respondía: “No van a tener señal, las aves del cielo conocen su tiempo, las golondrinas conocen su tiempo, pero el pueblo de Dios no conoce su tiempo, el tiempo de la visitación de Dios”. El pueblo judío y el pueblo gentil, ámbos, hemos vivido el mismo tiempo cronológico pero para nosotros, ellos están atrasados dos mil años en el tiempo de Dios porque aún están esperando al Mesías. Ellos están esperando el tiempo de la bendición y éste ya pasó.

NUESTRO TIEMPO DE VISITACIÓN

Todos nosotros tememos un “tiempo de visitación de parte de Dios”, y lo que Dios está anhelando y esperando es que conozcamos y sepamos cuando él nos habla; uno de los dolores más grandes de Jesús es que a los suyos vino, es decir a los judíos, y no le recibieron. Imagínense a Jesús caminando durante treinta y tres años diciendo: “Se ha acercado a vosotros el reino de los cielos” y que la gente le diga: “Tu echas fuera los demonios por el poder de Beelzebú”. En aquel tiempo Jesús dijo llorando desde una colina: 37¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! 38He aquí vuestra casa os es dejada desierta”.

“Kairos”: Tiempo de Dios para mi”. La Biblia dice que tiempo y ocasión suceden a todos; hay un tiempo de plantar y hay un tiempo de arrancar lo plantado, hay tiempo de destruir y hay tiempo de edificar, el gran problema en nuestras vidas surge cuando no conocemos nuestro tiempo; hay gente que cuando hay que plantar, arrancan y cuando hay que arrancar, plantan. ¡Tienes que conocer el tiempo de Dios para tu vida! El que no tiene visión, no tiene futuro y el que no tiene futuro, vuelve al pasado. Recuerden cuando David debía ir a la guerra  y no fue y conoció a una mujer hermosa y adulteró con ella y para arreglar “el lío” mandó matar a su marido que era un soldado de él. David en esa oportunidad, no conoció la voluntad de Dios para su vida porque teniendo que ir a la guerra, se quedó en su casa, y la consecuencia fue el pecado sobre su vida. ¡Tu necesitas conocer el tiempo de Dios para tu vida!

Te diré lo mismo que Jesús le dijo a sus discípulos: Eres dichoso porque el tiempo de Dios está viniendo sobre ti ahora. ¡Es el tiempo de Dios para tu vida! Dios está visitando esta tierra, es el tiempo de Dios para Uruguay, algunos son sordos y no quieren oír, algunos son ciegos y no quieren ver, tienen el corazón en tinieblas pero hoy es tu oportunidad para que en tu corazón alumbre la luz.

Nunca me voy a olvidar del tremendo testimonio de la predicadora Kathereen Culman, que se enamoró de un hombre y ese hombre no era de Dios, sin embargo ella desobedeció y se casó con él y su vida comenzó a ir “barranca abajo”; vivió triste, angustiada, en depresión, porque ella tenía un llamado de Dios y se alejó de ese llamado siguiendo a un hombre que Dios no había planificado para ella. Dios ha llamado a muchos que se están haciendo los “sonsos” y no están entendiendo el tiempo de Dios para su vida. Kathereen Culman había comenzado un ministerio brillante, pero así como comenzó, así cayó, y así como de fuerte era la unción y el poder, así también desapareció, así como congregaba mucha gente, dejó de congregarla, a tal punto que tuvo que empezar a vivir nuevamente del trabajo del marido. Un día dijo como el hijo pródigo: “Me levantaré y le diré a mi Padre: Padre he pecado contra el cielo y contra ti y no soy digna de ser llamado tu hija. Señor, voy a dejar al hombre que amo y lo voy a dejar porque te amo a ti.” Años después escribió una frase célebre: “Dejé al hombre que amaba, por el Dios que amaba” y llegó a convertirse en una de las predicadoras más grandes de este siglo, millones y millones de personas han sido terriblemente influenciadas, sanadas y tocadas por la gracia de Dios que se movía en esa mujer y uno de los últimos que fue tocado, al final de su ministerio, fue Benny Hinn. Si ustedes leen todos los libros de Benny Hinn verán que dice que la unción que recibió de parte de Dios fue por Kathereen Culman, ella ya no está más, ella ya murió, pero su obra continúa, la unción que ella tenía, continúa en otros.

Cuando Dios visita a una nación hay un pueblo que se despierta, hay un pueblo que entiende pero hay otro pueblo que no entiende nada. Cuando venga el tiempo de la venida de Jesús para arrebatar a su Iglesia, dice la Biblia que nadie entenderá lo que sucede; todos estarán comprando, bebiendo y dándose en casamiento y no entenderán nada y será como en los días de Noé hasta el día en que Noé entró en el arca, cayó el juicio y se los llevó a todos. Este es un tiempo de bendición para los que tienen los ojos abiertos, pero es un tiempo de maldición para aquellos que cierran su corazón y dicen: “No, esto no es de Dios”.

 DIOS TIENE UN PROPÓSITO PARA TU VIDA

Muchos van a la iglesia porque les ha gustado el ambiente, les gusta estar en compañía de personas sanas, mas yo quiero decirte que Dios está esperando mucho más de ti; Dios tiene un llamado claro sobre tu vida. Hay un tiempo que la voz de Dios retumba fuertemente sobre tu pecho, el llamado de Dios se hace fuerte en tu corazón y allí está tu corazón latiendo con el llamado de Dios pero tú haces como ese que dice: “Cuando me dan ganas de trabajar, me siento hasta que se me pasen las ganas”. Estás resistiendo levemente el llamado de Dios  y dices: “Ya vamos a ver” y te estás ocupando de cosas que te alejarán de ese llamado. ¿Por qué crees que Dios ha permitido que recibas este mensaje? Dios te ha llamado con un propósito y su bendición estará derramándose sobre tu vida si oyes su voz y le obedeces. Dios hoy te dice: “He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré a él, cenaré con él y él conmigo y me manifestaré en el”.

Kairos, es el tiempo de Dios”. Algunas mujeres han dicho: “Yo con este piojoso no me pienso casar” y después ven al “piojoso” con una bella dama, vestida de blanco en la iglesia y dicen: “Ese es el que yo dije que era “piojoso”. ¡Qué duro es no conocer el tiempo de Dios para nuestras vidas! Puede ser que tu pierdas una oportunidad en un trabajo, puede ser que tu pierdas la gran oportunidad de casarte con una gran dama o con un gran muchacho, puede ser que pierdas una gran inversión, puede ser que pierdas una casa, pero nada de eso seria más grave que perder el tiempo de Dios para tu vida. ¿Por qué jugar con Dios? Estás jugando con la eternidad. No es tiempo para discutir doctrinas, no es tiempo para discutir si está bien o está mal levantar las manos, es tiempo de buscar a Dios.

CONCLUSIÓN

¡Hoy es tu oportunidad! Quizás sin darte cuenta estás ignorando tu llamado pero hoy Dios está golpeado la puerta de tu corazón. Hoy Dios te dice: “Muchas veces golpeé la puerta de tu corazón, ¿por qué no la abres hoy?” La maldición te está alcanzando y se enseñorea de ti y tu todavía dices: “Tengo razón”. ¿Cuándo vendrá el tiempo que camines de la mano conmigo? Hoy te estoy llamando, si oyes mi voz, abre la puerta y entraré”.

Si quieres abrirle tu corazón, haz esta oración ahora mismo:

“Padre, he pecado contra ti; perdóname por no incluirte en mis planes, limpia mi corazón, lávame con tu sangre preciosa. Quiero honrarte con todo lo que tengo y con todo lo que soy. Quiero vivir para ti, reconozco que lejos de ti mi vida no tiene sentido. Manifiesta tu gloria en mi vida, derrama el poder de tu Espíritu Santo en todo mi ser. ¡Lo necesito! Creo por la fe, que un nuevo horizonte se abre en mi vida y que tú guías mis pasos. En el nombre de Jesús, amén.

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