EL VÍNCULO PERFECTO - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

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MENSAJES DEL CIELO

EL VÍNCULO PERFECTO

amor-el-vinculo-300x300Cuenta el evangelio de Lucas, en el capítulo 11 y desde el versículo 14 que Jesús estaba echando de una persona un demonio mudo, y cuando ese demonio hubo salido, el hombre habló, entonces se armó un lío bárbaro porque algunos religiosos, a quienes no les gustaba nada lo que hacía Jesús, dijeron: “Por beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios”. Así que un demonio te puede dejar sordo y mudo, te puede dejar atado de pies y manos con odio, resentimientos, amargura, entre otras cosas. Tú crees que tienes suficientes razones para estar con resentimiento, para no olvidar ni perdonar, pero la verdad es que un demonio te domina. ¡Un demonio te puede atar de muchas maneras! En este caso había dejado mudo a un hombre, pero Jesús lo hizo libre. ¡Jesús es nuestro libertador!

                La presencia de Dios se va a manifestar en tu vida, y si algún bicho malo te está atando, hoy serás libre. De la misma manera que el mudo fue libre de su mudez, tú puedes ser libre de tu estupidez. ¡Jesús te puede hacer libre de cualquier atadura!

                Lo complicado en la historia es que a la gente religiosa le molestaba que Jesús echara fuera demonios, aunque también hay cristianos evangélicos quienes señalan que vemos demonios por todos lados y les molesta si echamos fuera esos espíritus. Pero entonces, Jesús dio una enseñanza a raíz del problema que se armó al liberar a una persona de su mudez.

                Jesucristo vino a deshacer las obras del diablo, y una de las armas que utiliza es el amor.

¿CONTRA QUIÉN PELEAMOS VERDADERAMENTE?

Señala la palabra de Dios en Efesios 6:12: 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. ¡Tu lucha es contra demonios! El problema no es tu marido sino los demonios que puedan estar dominándolo, o puede ser que el demonio te está molestando a ti y te tiene atada, por lo que te pones mal cuando lo ves llegar. ¡Ya no lo aguantas! Tu lucha no es contra tu esposo, no es contra carne y sangre sino contra poderes espirituales de maldad en las regiones celestes. Cuando tu relación con tu hijo está mal, tu problema no es con él. Algunas madres me piden que ore por su hijo porque está rebelde, pero el problema no es él sino los demonios que lo dominan. Tu lucha no es contra carne y sangre, sino contra poderes espirituales de maldad, es contra satanás, y tú tienes que quitarle las armas que él usa para destruir a tu familia, tu relación matrimonial, tu relación con tu hijo, con tu pastor o con los hermanos de la iglesia. Muchos hablan mal de la iglesia pero yo te digo que esta institución, la iglesia, es la novia de Jesús. ¡Tú no tienes que hablar mal de la novia de Jesucristo porque lo vas a ofender! ¡No importa los defectos que ésta tenga, porque Jesús la mira y se deleita!

Los demonios que dominan a una persona les dibujan la cara. Cuando yo predico puedo ver cómo hay personas que se resisten al mensaje y lo escuchan con incredulidad, entonces, la cara de la persona nos dice si ésta tiene algún demonio que la perturba. Hay quienes dicen que un cristiano no puede estar dominado por demonios pero yo digo que sí es posible porque si el Espíritu Santo no llena tu vida y tu corazón, ¡claro que puede haber un demonio que te estorba! Tal vez no estés poseído por el diablo pero sí puedes estar influenciado.

Algunas personas pretenden cambiar pero nadie puede cambiarse a uno mismo; lo que debes hacer es tomar las armas de Dios y luchar contra esos poderes espirituales de maldad de las regiones celestes que te atan la mente y el corazón.

Hay quienes sufren de mudez, por ejemplo, cuando alguien dice: “Yo no tengo palabras. Quisiera predicar el evangelio pero no me salen las palabras”. Tú tienes que echar fuera de tu vida ese demonio. ¡Dios te va a librar de tu mudez! Cuando Jesús libertó a un hombre de un espíritu mudo, los que estaban allí declararon que Él echaba fuera demonios por el poder del príncipe de los demonios, pero el Señor enseñó algo muy importante en esa oportunidad. Señala Lucas 11:17: 17Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae”.

Recuerda bien lo que dice este pasaje, todo reino dividido contra sí mismo es asolado. Dice la Biblia que el enemigo vino para hurtar, matar y destruir; cuando éste entra en un hogar, en una iglesia o empresa, donde fuere que entrare, él se presenta nada más que para eso. El diablo no dice: “Esta iglesia me cae simpática, también su pastor así que muchachos, no los vamos a tocar”. ¡Satanás es un ser empecinado en destruir! Y uno de los métodos que usa es introducir sus demonios para así provocar división. Si un reino está dividido es fácil destruirlo; si una casa o familia está dividida, es fácil destruirla, lo mismo sucede con una empresa. Así que lo que hay que preservar es la unidad ya que donde hay unidad se produce una sinergia. Éste es un término moderno y significa, así como lo señalan también las escrituras, que cuando dos se ponen de acuerdo en cualquier cosa que le pidan a Dios, ya que son una potencia, todo lo que pidan les será dado (Mateo 18:19). También la Biblia señala que uno perseguirá a mil y dos a diez mil (Deuteronomio 10:10). ¡Hay un poder tremendo en la unidad! El diablo es un divisor, en cambio Dios trae unidad. Si dejas entrar al Señor a tu casa, tú que no aguantabas mirarle la cara a tu marido, ahora lo ves y dices: “¡Qué lindo que es mi esposo! ¿Cómo no me había fijado en eso antes?”

Recuerdo un hombre que fue a uno de los encuentros que se llevan a cabo en Monte Beraca; este hombre había sido un infierno, mujeriego por años, volvió loca a su mujer, hasta la insultaba y menospreciaba pero ella que era creyente, oraba por su marido: “¡Padre perdónalo y tócalo!” Esta mujer sabía usar las armas de Dios. ¡Era para darle una patada al tipo y mandarlo a Medio Oriente donde caen las bombas! Pero esa mujer oraba por su esposo, le pedía a Dios que lo perdonara y lo tocara, ella lo bendecía en el nombre de Jesús y declaraba que lo amaba. El hombre terminó yendo a un encuentro y allá, después de haber probado con tantas mujeres, las lindas y las feas, se paró delante de toda la gente que estaba en el lugar y dijo: “¡Dios me ha tocado! No sé por qué he sido tan malo con mi esposa pero le quiero pedir perdón delante de todos ustedes porque he sido un malvado y un mujeriego”. El hombre se esmeraba por ser malvado y mujeriego pero llorando se postró y le pidió perdón a su señora, y agregó: “¿Dónde voy a encontrar una mujer como ésta? ¡Cuán cegado estaba!” ¡El poder de Dios lo tocó! Su esposa usó un arma de Dios poderosísima, que es el amor. El declaró ante todos los presentes: “¡Esta mujer me seguía haciendo de comer, me lavaba la ropa, siempre oraba por mí y nunca se quejó por nada!” En una oportunidad se fue con otra pero al poco tiempo volvió a su casa porque esa mujer no sabía hacer nada.

Hay un arma de Dios que es muy poderosa, y es el amor. ¡Todo lo que hace Jesús lo hace con amor! Cuando el Señor libertó al mudo del demonio lo hizo porque tiene poder para hacerlo pero también porque lo movió el amor que siente por la gente. ¡Jesús vino al mundo por amor! Lo que lo atrajo para venir no fueron tus virtudes sino los pecados que tenías y el gran amor que siente por los pecadores porque Él no quiere que se pierdan. Y ese amor lo llevó a librar al hombre del demonio que lo dominaba. Pero la gente que estaba en ese lugar decía que por beelzebú, el príncipe de los demonios Jesús echaba fuera demonios, mas Él les dijo:

“17…Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae. 18Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios. 19Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 20Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros” (Lucas 11:17, 18 y 20)

Un día satanás quiso hacerse un reino, se enojó con Dios y ambicionó ser más que Él, no guardó la dignidad ni el lugar que Dios le había dado, entonces dijo en su corazón: 13…Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14: 13 y 14). Cuando decidió poner manos a la obra, dijo: “Vamos a trabajar con el amor” pero ya no tenía amor. ¡Le faltaba un arma poderosísima! Decidió entonces imponer la paz pero no la halló, porque la paz y el amor están en Dios. “Impondré un reino de justicia”, pensó. Pero no pudo porque sólo Dios es justo. Así que no encontró armas con qué armar su reino. ¿Qué hizo? Enlistó espíritus de amargura, de resentimientos, de odio, de soberbia, etc. Juntó toda la basura que encontró y con eso decidió hacer un reino, y así Satanás armó el reino de las tinieblas.

Jesús enseña en Lucas 11:20 al 22: “20Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. 21Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. 22Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín”. Aquí el más fuerte es Dios; satanás es poderoso pero Dios es Todopoderoso. ¡Satanás es el fuerte y poderoso pero Dios es el más fuerte y es el Todopoderoso! Señala la Biblia que las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas. ¡No es sólo Dios quien destruye las fortalezas de satanás, también nosotros bajo la unción y el poder del Todopoderoso,  destruimos el poder de satanás! 

EL AMOR

Una de las armas de Dios, posiblemente la más grande y poderosa es el amor. La Biblia dice que el amor es el vínculo perfecto. Recuerda que el gran poder, la gran sinergia, viene por la unidad, y no hay mejor unidad que la que produce el amor. ¡No hay vínculo más fuerte que el amor!

Vínculo es algo que une. Cuando hice la carrera de arquitectura y estudié construcciones, aprendimos las distintas partes o estructuras de un edificio. Teníamos una materia que se dedicaba solamente a estudiar vínculos. ¿Cómo se une una parte de una estructura con otra? Tú puedes tener una buena viga y una buena columna, pero si no están vinculadas correctamente, la construcción no sirve. Del mismo modo, puedes encontrarte con un matrimonio y notar que los dos son muy lindos pero no se llevan bien, no se aguantan el uno al otro y quieren separarse porque ya con sólo mirarse se pelean. Algunos, si no tienen un buen motivo para pelearse entonces buscan un mal motivo para hacerlo. La mayoría de los matrimonios que deciden separarse no me hablan de grandes problemas que causan conflictos, más bien me dicen que se pelean por cualquier pavada. Qué difícil se pone la cosa cuando algún demonio que es un arma de satanás, logra infiltrarse en el matrimonio, como espíritus de disensión, de confusión y de separación, o algún espíritu resentido. Pero cuando llega el poder del evangelio a la vida de una persona, un arma poderosa entra en su corazón y es el amor.

Sé de madres que oran por sus hijos pero éstos se ensañan contra ella: “No ores más por mí, déjame tranquilo”. Y la madre declara: “Hijo, yo te voy a ver predicando el evangelio. Vas a ser una profeta de Dios”. Y el hijo la manda a comprarle cigarros y yerba. ¡Malo el tipo! Pero un día, a la vuelta de la esquina tiene un encuentro con el Espíritu Santo, Dios lo demuele y se humilla, entonces ve con diferentes ojos a su madre. “¡Qué madre que tengo yo!” declara. “¡Gracias a Dios que oró por mi tantos años y no desfalleció! Ahora yo voy a servir a Dios”. ¡El amor lo demolió!

Hay poder en la unidad, aunque no vamos a lograr unidad sentándonos a discutir porque no viene a través de la discusión ni por la razón; la unidad viene del amor. ¡El amor es el vínculo perfecto!

La Biblia dice que viene el más fuerte contra el fuerte, lo vence, le quita las armas en las que confiaba y reparte el botín. Jesús hizo esa tarea mientras estuvo en el mundo. ¿Por qué pudo hacerlo? Porque el amor todo lo puede y Cantares 8:7 dice que las muchas aguas no podrán apagar el amor. ¡Bendito sea el Señor que tiene esta arma tan poderosa!

Cuando el Espíritu Santo viene sobre una persona, el amor de Dios la llena, entonces ya no odia, no quiere ser mala y no puede porque Dios reina en su vida. ¡Cuando Dios gobierna en un corazón el reino de las tinieblas tiembla! ¡Los demonios huyen! ¡Cuando el poder de Dios se manifiesta hay unidad en la iglesia, en la familia, en la empresa y donde el Espíritu Santo se manifieste!

Dijo Jesús: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4: 18 y 19). Cuando Jesús se bautizó en el Jordán, descendió sobre Él el Espíritu Santo con poder y es por eso que declaró lo que leemos en Lucas capítulo 4. Cuando la unción de Dios no está en ti, tú piensas y dices pavadas, haces lo que a ti te parece o no sabes para dónde ir ni qué hacer, pero de pronto viene sobre ti el Espíritu del Señor, la unción de Dios cae sobre ti, entonces ves todo diferente, ahora quieres ayudar a la gente. ¡Te cambia la visión y la dirección del corazón! Ya no razonas qué habría que hacer con los pobres sino que te ocupas de ellos. Ya no piensas qué tendría que hacer el pastor porque ahora estás ocupada u ocupado en hacer lo que Dios te ha encomendado que hagas. Cuando viene la unción de Dios sobre tu vida te cambia la visión, además ocurren otros cambios significativos en ti, como ocurrió en la vida de un hombre cuyo apodo es “el manzana”. Este hombre era narcotraficante en la zona del Borro, en Montevideo. Él era muy violento y andaba armado, metido siempre en grandes grescas. Hasta que un día le juramentaron que lo iban a matar, entonces le dijo a su señora que se preparara porque en cualquier momento “era boleta”, es decir, lo iban a matar. “El manzana” sabía que algún día alguien le iba a pegar un tiro y andaba con miedo, tratando de hacerse el fuerte, y demostrándoselo a aquellos que lo odiaban para que éstos le temieran. Entonces se calzaba con unas botas altas, ya que era bajito, y andaba pisando fuerte. También se ponía camperas de cuero negras con tachas, y dejaba entrever entre su ropa, el revólver que portaba. De mañana salía de su casa y decía: “Hoy he amanecido con ganas de matar a alguien”, pero por dentro estaba aterrado, entonces “hacía pinta”, dando a entender que era fuerte y que no tenía miedo a nada. Este hombre promovía la división y el mal, siempre andaba amenazando, los demonios le poseían. Un día, su madre, que oraba por él, cumplía años y el manzana le preguntó qué quería de regalo, pensando que le pediría un lavarropas o algo así, pero ella, le respondió que como presente de cumpleaños quería que la acompañase a la iglesia. ¡Así fue como “el manzana” llegó a la iglesia! En tiempos de elecciones, él juntaba gente de su barrio y las llevaba al acto del partido nacional en donde se repartían chorizos al pan. A la semana había otro acto del partido colorado, entonces subía al ómnibus a la misma gente y para allá iban gritando: “Viva el partido colorado” a comer chorizo al pan. ¡Era un personaje!

El día que acompañó a su madre a la iglesia, al finalizar el culto, pidió hablar conmigo; entonces llegó a donde yo estaba taconeando con sus botas y me dijo: “¿Qué haces caballo?” Comenzamos a charlar y al rato me dice: “¡Me han entrado unas ganas de ser bueno que no se aguanta!” Desde ese día comenzó a congregarse, se afirmó en los caminos del Señor y llegó a ser pastor y aunque no pastorea en nuestra iglesia, tiene su congregación. Este fue un hombre a quien Dios tocó y transformó y desde ese entonces comenzó a predicar el evangelio. En una oportunidad hubo una diferencia entre dos amigos, vecinos entre sí y también del manzana. Uno de ellos disparó y mató al otro, entonces como represalia, mientras estaban velando al muerto, mataron al hijo de quien había disparado. Ahí estaba Jorge, “el manzana”, yendo a predicar a los dos velorios, entonces les pidió por favor a los familiares que pararan de matarse entre ellos, que tuvieran misericordia, que pidieran perdón y perdonaran a quienes les habían hecho daño. Jorge ya no producía grescas, ahora, el Espíritu de Dios lo movía a poner freno a la maldad. En ese lugar tan conflictivo surgió una iglesia, edificamos allí un lugar donde las personas se pueden congregar. En el Borro hay una antorcha encendida, el Espíritu de Dios está en ese lugar. Ese barrio ha cambiado y ya no es el mismo de antes.

Tengo buenas noticias para ti: El evangelio es el poder de Dios para salvación de todo aquel que cree. ¡Es el poder del Todopoderoso! ¡Es el poder del más fuerte!

Cuando Jesús fue ungido por el Espíritu Santo, comenzó su ministerio, y tenía unos treinta años de edad. Desde ese entonces comenzaron a ocurrir milagros y la manifestación del amor y del poder de Dios contra todo poder del infierno. Jesús echó fuera varios demonios, liberó a muchos cautivos y predicó el año agradable del Señor. El Espíritu que ungió a Jesús es el mismo Espíritu que Dios envía sobre los creyentes, y es su misma unción la que quiere reposar sobre ti, el poder del amor y de la paz.

Me maravillo al ver cómo Dios me ha guiado a través del tiempo. Yo quería que alguien cambiara y me impacientaba al no ver los resultados que yo esperaba. “Me tienes que obedecer porque te va a ir bien” decía a la gente, pero ahora no es así, cuando alguien no quiere escuchar el consejo que le doy, le digo que haga como quiera y que cuando me necesite, me busque. Resulta que vienen al tiempo declarándome que yo tenía razón y que no les fue bien, entonces les respondo que si hubieran escuchado mi consejo hubiera sido diferente. Si me hicieras caso te iría bien, porque la unción, la gracia y el poder de Dios están sobre mí. Hay muchos que se resisten al comienzo pero al final los demonios se van de esa vida y se producen cambios extraordinarios. ¡Me encanta ver la transformación que produce el poder de la palabra de Dios! Una de las armas de Dios es su palabra y ésta es viva y eficaz, más cortante que toda espada de doble filo. No es cuestión de agregarle fuerza a su palabra porque ella tiene fuerza en sí misma. La palabra de Dios tiene poder y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. ¡Un creyente ungido es un peligro para los poderes de las tinieblas! ¡Cuando el creyente abre su boca los demonios comienzan a huir! Aunque hay algunos que hablan y los demonios están tan a gusto que lo invitan a jugar. Ahí está la diferencia entre un creyente ungido y uno que no lo está.

¿Tú que no tienes palabras y no te animas a hablar te haces llamar creyente? Tú que señalas que el pastor debe hacer esto o aquello, ¿qué haces? Tú tienes solamente el don de lengua larga.  ¡Pero al creyente ungido se le ve el poder!

¡Algunas personas se dan cuenta que yo tenía razón cuando pasaron varios años! Una hija que amo, volvió después de siete años de haberse apartado. Ella se había ido enojada con la iglesia pero no logró nada. Pidió una entrevista conmigo y me dijo que quería volver; yo la recibí con los brazos abiertos y la bendije. ¡Qué poder el del amor! Una persona después de tantos años de estar resentida, enojada, probando el pecado, así como el hijo pródigo dijo: 18Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti” (Lucas 15:18). Reconoció al final que el amor y el poder de Dios están en la iglesia. ¡Se necesita gente ungida! Necesitamos gente sensible que atienda a las personas quebrantadas y enfermas.

La unción produce cambios poderosos en el corazón de las personas. Algunos creen que es un calorcito que se siente pero no. “Vino la unción y me tiró. Estuve en el suelo tres horas”. ¡Y te levantaste pero seguiste siendo la misma persona! ¡La unción es para hacer lo que Jesús hizo! Leemos nuevamente en Lucas 4:18: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos”. Cuando es derramada la unción de Dios sobre tu vida, su amor fluye a través de ti y junto con él, se manifiesta el poder. ¡El amor es Todopoderoso! Leemos en 1ª Corintios 13:7 que el amor 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

Dios me ministró a través de la vida del pastor Rubén Giménez. Él ya no sabía ni qué decirme cuando yo estaba atravesando una situación crítica en mi vida, pero me amó. Cuando no sabía qué aconsejarme ni qué hacer conmigo, me decía: “Jorge, Dios te va a bendecir”. Yo no me iba muy feliz porque quería la bendición tipo microondas, que presionara un botón y sucediera algo extraordinario en ese momento. Pero él me amó y me dio palabras de aliento, y yo esperaba que pase el tiempo, hasta que el Espíritu de Dios obró en mi vida. En ese tiempo no se me pasaba por la cabeza que iba a ser pastor, ni quería pensarlo. Yo rechazaba la idea de que alguien me dijera que iba a ser pastor porque no quería serlo por nada del mundo. Para mí, andar con ovejas era “más aburrido que chupar clavos”. Podrías verme formar parta de cualquier comisión de la iglesia, o encontrarme en cualquier aspecto administrativo, también formando el coro o tocando el órgano pero no tenía amor por los perdidos ni quería tenerlo porque para mí era una cuestión aburrida. Yo quería servir a Dios como a mí me parecía, haciendo lo que me gustaba. Pero cuando me tocó Dios, me cambió el corazón. Y creo que hay quienes necesitan que el Señor les cambie el corazón y les dé un nuevo sentir.

Así como Jesús declaró: “El Espíritu del Señor está sobre mí”, yo hoy digo que el Espíritu de Señor está sobre ti. Si reconoces que además de que esté sobre ti, necesitas que te llene y te unja, debes desearlo con todo tu corazón. ¡Pídele a Dios que te llene hoy!

El poder viene a través de la unidad con Dios y con los hermanos. No es que nos vamos a unir porque nos proponemos hacerlo sino que vamos a amarnos para unirnos. ¡El amor es de Dios y viene de Él! ¡El amor es poder de Dios! No se trata de que ores para que Dios se lleve a tu suegra o tú se la mandas; o como algunas mujeres que no aguantan más al marido entonces le piden a Dios que las lleve, que ya no quieren vivir así, pero después reaccionan y piensan que si se mueren, qué será de sus hijos, entonces oran: “Padre, que se muera mi marido”.

¿Necesitas un ajuste o no? ¡Tú necesitas la unción de Dios! Que tu cara lo refleje porque hay muchos que se les nota en la cara que están dominados por algún espíritu y no es precisamente el Espíritu Santo. Mientras yo predico miro las caras y me doy cuenta que hay demonios que están aquejando a algunas personas, como espíritus de amargura, de lascivia, etc. En cambio, cuando hay alguien que busca del Espíritu Santo, que busca al más fuerte y Todopoderoso, se le ve la avidez en su rostro por tenerlo.

Uruguay y el mundo están necesitando cambios y el amor de Dios hace cosas increíbles; el amor atraviesa desiertos, mares y precipicios, atraviesa cualquier obstáculo con tal de alcanzar a alguien.

A las chicas que se quieren poner de novias les han enseñado que tienen que anotar como quieren que sea su enamorado: la nariz, los ojos, el color de cabello, etc. Ellas quieren hombres altos, lindos y fornidos y lo anotan porque se les ha dicho que Dios les va a dar el hombre que quieren. Entonces, aparece un morocho bien feo que se enamora de esa chica y ella dice: “¡No, no, ese conmigo no!” Él le habla, le regala una flor, pero ella insiste: “Yo anoté en un cuaderno cómo quiero que sea el esposo que Dios me va a dar”. Al tiempo se da cuenta que el morocho es muy simpático. ¡El amor es poderosísimo! ¡Cuando el amor te toca, olvídate! Todos le dicen que es fea, flaca y narigona, pero el hombre se enamora y lo que más le gusta son los huesos, la nariz y la fealdad de la chica. Señala la Biblia que las muchas aguas no podrán apagar el amor.

Estuve en Guatemala y conocí un predicador de color. El hombre esperaba a la mujer de su vida y conoció a una venezolana que fue modelo y hacía programas de televisión. La joven se convirtió y fue levantada como profeta, se enamoraron y se casaron. Cuando yo estuve allá, los miraba y pensaba que había algo que no funcionaba. Ella le decía: “Hola mi amor, quieres probar esto” y él le respondía: “Sí, mi vida” ¡Esto sólo lo logra el amor!

Una de las jóvenes que se fue a Haití, también quería un novio rubio. ¡Está difícil para encontrar un rubio en Haití! Pero llegó allá y se enamoró de la obra de Dios y de los niñitos. Ella los miraba y decía: “Yo quiero tener uno así” Y yo pensaba qué le había pasado, con un rubio no iba a poder tener un niño negrito. Un día me dijo: “Si me tengo que casar con un negro para tener un hijo así, me caso” ¡Y se enamoró de un joven negro! ¿Qué barreras hay, que el amor no pueda sortear? Las muchas aguas no podrán apagar el amor, dice la Biblia. El amor no toma en cuenta los desagravios ni los insultos; el amor es un arma poderosa de Dios. He conocido mujeres que han sido denigradas e insultadas por sus esposos pero éstos terminaron derribados por el poder del amor. Si le preguntas a una mujer si se olvidó de todo lo que el esposo le hizo y si lo perdonó, ella responde que sí, que lo perdonó antes de que él le pidiera perdón.

CONCLUSIÓN

¿Quieres renunciar hoy a esos demonios que son armas que satanás usa para traer división en tu hogar, en tu familia e iglesia? Los celos y las envidias no son armas de Dios, los resentimientos, el no poder mirar a la cara a alguien o no perdonar tampoco. La unción de Dios hace que los demonios huyan. La presencia de Dios hace que huyan los poderes del infierno. El reino de Dios es un reino de amor y de unidad. Yo me hice el propósito de que nadie podrá separarme del amor de alguien, no importa que esa persona no me ame, si alguien pisó mi iglesia, será amado por mí aunque después se enoje y se vaya; cuando vuelva, los recibiré con mis brazos abiertos.

Eso de, el que me las hace me las paga, no es de Dios. La unción de Dios desata un amor profundo por la gente y Dios está necesitando personas ungidas. ¿Para qué quieres unción? La unción es para predicar el evangelio, para sanar a los enfermos y liberar a los cautivos. Claro que ese sentir no viene antes sino después de la unción; cuando la unción, llega el sentir se multiplica. Dios quiere obrar hoy en tu vida. ¡Él quiere tocarte! Cuando la unción descienda sobre ti nunca más dirás que no tienes palabras porque el fuego de Dios te empuja, y la timidez, la vergüenza y el temor no pueden contigo. Esas cosas que te frenan y no te dejan ser como Dios quiere, huyen de ti porque la unción de Dios desciende sobre tu vida.

Los poderes del infierno dividen, mas el poder de Dios une y hace que puedas abrazar a quien no querías. ¿Tú quieres que suceda algo en tu vida? Dios te ofrece un arma nueva para establecer una nueva relación con tu cónyuge, con tus hijos, jefes y compañeros de trabajo; te ofrece un nuevo poder y una nueva unción. Deja que la presencia y la unción de Dios te toque. ¡Déjate cautivar por el Señor y verás que tu vida nunca más será igual!

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