ESCOGIDOS PARA SER SU PUEBLO - Misión Vida para las Naciones

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MENSAJES DEL CIELO

ESCOGIDOS PARA SER SU PUEBLO

1ª Pedro 2:9:“9Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”.

El apóstol Pedro, en estos versículos, se dirige al pueblo de Dios, si tú no eres parte del mismo, hoy conocerás los beneficios de serlo y podrás ser parte de él. ¡Verás qué pueblo tan especial es el pueblo de Dios!

 LINAJE ESCOGIDO

El pueblo de Dios es un linaje escogido; “linaje” significa descendencia de sangre. El linaje es algo importante, ningún padre puede ignorar su descendencia, si un hijo descubre que su padre, por ejemplo es un importante empresario y demuestra su descendencia y linaje, le corresponde legalmente la herencia; el padre no puede negar su parentesco con ese hijo porque su herencia genética así lo comprueba. La identidad y el linaje de cada uno de nosotros tiene suma importancia y son muy custodiados por la ley. Para Dios la descendencia también es muy importante. Dios le dijo a satanás en Génesis 3:15: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Dios dijo a Satanás que de la descendencia de la mujer levantaría a alguien que le heriría en el calcañar. Satanás había hecho caer a Adán y Eva; podríamos parafrasear este versículo de la siguiente manera: “De estos que tu hiciste caer, yo levantaré una descendencia que te hará caer a ti y te pisará la cabeza”. Y sucedió como lo dijo Dios: Adán tuvo dos hijos, Caín y Abel y este último muerto en manos de Caín, fue sustituido por otro hijo llamado Set. Set dio origen a un linaje de donde nació Abraham, Isaac, Jacob, Booz, Isaí, David, hasta que finalmente concluimos en Jesús. La descendencia es como un río. Analicemos el río Nilo: Tiene su origen en el lago Alberto, recorre miles de kilómetros, pasa por innumerables países, hasta que culmina en el mar Mediterráneo, no obstante, el río sigue siendo el mismo. Lo mismo ocurre con el linaje; se habla de “capital genético”, es decir, cada familia tiene un capital genético, su genoma posee ciertas características, de tal manera que una persona no puede negar su descendencia de otra porque su información genética así lo dice. Dios trata con linajes y muchas veces no entendemos y decimos: “¿Qué culpa tiene el hijo de que su padre sea malo?” Si eres mujeriego, alcohólico, y traes un hijo al mundo, ¿por qué Dios tiene que hacerse cargo de ese hijo que Dios puso a tu cargo? La Biblia dice en Éxodo 20:4: “…yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”. ¡El bendice a millares por una sola persona! Dice la Biblia que Dios encontró una persona que le agradó: Abraham, quien fue su amigo y le dijo: “Te bendeciré y serán benditas en ti todas las familias de la tierra, sacaré descendencia de Abraham y bendeciré todas las razas y familias de la tierra por amor a él. Sacaré hijos de Abraham y todos aquellos que crean en Jesús y le reciban en su corazón, les daré potestad de ser mis hijos y descendientes de Abraham”. ¿Por qué? Porque Dios escogió un linaje a partir de Abraham. De Abraham nació Isaac, de él nació Jacob, a quien le nacieron doce hijos que conformaron las doce tribus de Israel y de ellas escogió Dios a la tribu de Judá; (sigan el “río”) de ella, Dios tomó a David y de los muchos hijos de David, escogió a Salomón y así sucesivamente hasta que llegamos a Jesús quien le habría de pisar la cabeza a Satanás. En resumen, el linaje escogido es JESUS. El linaje es una cuestión de sangre, ¿cómo es pues que podemos llegar a ser linaje escogido? ¡Dios hace una operación fabulosa! ¡Nos cambia el linaje! Esto no puede hacerlo la ciencia pero Dios sí lo puede hacer. Nos pone su “genoma”, por lo tanto no importa en qué barrio has nacido ni quién es tu padre o madre pues eres “linaje escogido” por causa del linaje de Abraham, por la fe.

DEBEMOS SER INJERTADOS EN CRISTO

Dice Juan 1:12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…” ¿Cómo es ese engendramiento? Dice la Biblia que hemos sido comprados y emblanquecidos por la sangre de Cristo, también dice que se hizo la paz entre Dios y nosotros por causa de la sangre de Cristo; dice la Biblia que la vida está en la sangre, cuando la sangre de Cristo nos ha sido aplicada, significa que la vida de Cristo vino a nosotros y en ese instante quedamos injertados en Cristo. En Monte Beraca tenemos unos rosales que no sirven para nada. ¿Cómo los obtuvimos? ¡De las rosas que le regalé a mi esposa en el día de su cumpleaños! Me dije: “Aprovecharé las hermosas rosas que le voy a regalar, para plantarlas luego en Beraca”. Fue así que de los 80 tallos salieron aproximadamente 360 estacas  las que plantamos y comenzaron a brotar, pero si bien las rosas eran buenas, los tallos eran débiles y no sirvieron para “engendrar” buenas rosas. ¡Tenía 300 rosales que no servían para nada! Llamamos entonces a un jardinero, quien injertó en ellos yemas de buenos rosales y después sí: ¡Obtuvimos excelentes rosas! Así también somos nosotros, hasta que Cristo no viene a nuestras vidas, somos como esos rosales espinosos y lánguidos, pero luego que somos “injertados” en Cristo y comienza a fluir dentro nuestro la savia de Jesús, comenzamos a dar fruto abundante, Juan 15:5: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. No hablamos de un linaje humano sino divino. No sirve eso de “voy a ir al cielo porque no le hago mal a nadie” o “me porto bien”. No es necesario hacerse “el bueno”, Dios no nos eligió porque tengamos algo que sirva sino porque él tiene algo que sí sirve: ¡La sangre de Cristo aplicada a nuestras vidas! Ella injerta la vida de Dios en nosotros. ¡Dios puede levantar linaje escogido de las piedras y hasta de ti!

Llega un momento en la historia de la humanidad en que el Espíritu Santo interviene en la descendencia humana y engendra en el vientre de María un ser santo sin contaminación de sangre llamado Jesús; cuando Dios creó a Adán puso en él, vida y esa vida era eterna pero por culpa del pecado Adán murió y todos nosotros juntamente. Sin embargo Dios intervino en el linaje de la humanidad y levantó un hombre con una sangre perfecta, con vida eterna y ni la cruz, ni Satánas pudieron quitarle la vida porque él es el autor de la vida; Jesús levanta un nuevo linaje y le llama “nación santa, pueblo adquirido”, porque el derramamiento de su sangre fue el precio que pagó para rescatarnos del otro linaje que teníamos cuando estábamos en pecado.

¿Qué importancia tiene ser del linaje escogido? En el tiempo de antes, si eras hijo del faraón, te hacían reverencia porque según ellos, el faraón era hijo del dios sol, ser de un linaje escogido significa que por tus venas corra sangre especial. ¿Por tus venas corre la sangre preciosa de Cristo?

REAL SACERDOCIO

Dice asimismo la Biblia que somos “sacerdotes reales”: En el pueblo de Israel los sacerdotes pertenecían a un linaje especial, a la tribu de Levi y dentro de esta tribu, estaban los descendientes de Aarón a quienes se les confería el privilegio de ser “sumos sacerdotes”; también ser rey significaba pertenecer a otro linaje, a la tribu de Judá. No se elige el sacerdocio, es algo que está en el corazón de Dios y quien se entromete en el sacerdocio sin que lo llamen, será cortado por Dios. Muchos me dicen: “Está bueno tener una iglesia, hagamos una iglesia a medias…¡Te desafío a que abras una iglesia! Yo no elegí ser pastor, quería ser arquitecto pero él me hizo pastor”.

“…vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio”, dice el pasaje que hemos leído al principio de esta lección. Hay otro sacerdocio, el “sacerdocio real”. En la Biblia aparecen dos castas sacerdotales; una pertenece a Aarón que es sombra del sacerdocio de Jesús en el Nuevo Testamento y la otra pertenece a Jesús. Dice la Biblia que Abraham dio los diezmos de todo y fue bendecido por el sacerdote Melquisedec de quien no se conoce genealogía (Hebreos 7:1-3). Jesús es tipo de Melquisedec; hasta Cristo llegaron las genealogías pero luego de él ya no son necesarias, porque todo aquel que le recibe en su corazón y le acepta como su Señor, se ha constituido en real sacerdote.

CONCLUSIÓN

¡Tu has sido llamado por Dios para ser bendición del mundo! Eres el fruto de una elección divina, se te ha dado una investidura sacerdotal, santa. No tienes opciones, tu no elegiste ser sacerdote, o aceptas el llamado o lo desprecias. ¡No elegiste ser sacerdote, Dios te eligió! Mi hija no eligió ser mi hija, yo la engendré y aunque “llore y patalee” seguirá siendo hija mía. ¡Eso mismo ocurre con nuestra relación con Dios! ¿Perteneces al pueblo de Dios? El te ha escogido, pero es tu decisión aceptarle en tu vida. ¡Hoy es tu día! ¡Hoy puedes ser “injertado” en el linaje de Dios! Sólo abre tu corazón a su Hijo Jesús y pídele que aplique su sangre sobre tu vida limpiando tus pecados. ¡El pondrá su vida en ti!

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