LA FE DE LA VIUDA DE SAREPTA, DE SIDÓN - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

LA FE DE LA VIUDA DE SAREPTA, DE SIDÓN

La lección de hoy está basada en 1ª de Reyes capítulo 17:8-16 8Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: 9Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. 10Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. 11Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.

12Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. 13Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. 15Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. 16Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.

Dios había decretado una gran sequía en Israel por causa de un rey malvado llamado Acab y su esposa Jezabel, pues habían llenado de idolatría toda la nación; por esa causa, Dios había enviado un juicio. El llama a Elías y le dice: “Vete a la tierra de Sarepta en Sidón; yo he dado orden para que una viuda te sustente allí”. ¡Dios lo envía a una viuda que sólo le quedaba un puñado de harina y un poco de aceite! ¡Eso era todo lo que tenía! Estaba buscando un poco de leña para hacer una torta y dejarse morir porque no tenía nada más para comer. Cuando llega Elías y la encuentra en Sarepta de Sidón le pide un vaso de agua, y cuando se lo trae, le dice: “Te voy a pedir también que me traigas un poco de pan”. Ella le contesta: “Vive Jehová tu Dios, que no tengo qué darte, solamente un puñado de harina para mi y mi hijo”. Elías le dice: “No te hagas problema. Así dice Jehová Dios de Israel: Ve y prepara la torta y tráemela a mí porque dice el Señor que no escaseará la harina ni el aceite. ¡No te va a faltar nada!” La mujer obedece, aunque es una orden bastante ridícula. Si la mujer hubiera razonado lo que le acababa de ordenar Elías, hubiera desobedecido, es más, ¡lo hubiera tratado de loco! ¡Seguramente le habría dicho que no cuadraba con ninguna enseñanza! ¡Un hombre grande que se quería comer la torta que ella necesitaba para darle de comer a su propio hijo!

La orden era muy fuera de razón, sin embargo tenía una motivación, tenía un por qué: ¡Dios estaba a punto de manifestar la respuesta que El tiene para aquellos que poseen fe! Lo segundo interesante, es que esta viuda tenía fe, y tenía fe en el Dios de Israel, aunque ella era de Sidón, una nación muy idólatra. Más de 700 años después, en el tiempo de Jesús, El comenta lo que pasó con esta viuda y dice: “Muchas viudas había en el territorio de Israel en el tiempo de Elías y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a la viuda de Sarepta de Sidón”.

Es una tremenda señal la que hay en este hecho histórico enla Biblia, porque Dios envía una prueba especial, para salvar a una viuda especial, que no pertenecía a su pueblo, con lo cual queda claro enla Bibliaque Dios, no es Dios de un pueblo, sino de todos los pueblos, que bendice y quiere ayudar y salvar a todo aquel que pone su fe en El.

LA FE CREE A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS

 Poner fe en Dios, significa creer en El a pesar de todas las circunstancias y todos los contratiempos. ¡Creer a Dios aún en situaciones absurdas! Y ésto es lo que le pasó a esta viuda, quien cada vez que fue a buscar harina, ¡había! Y cada vez que fue a buscar aceite, ¡había! ¿Quién ponía la harina y el aceite? No sabemos; pudo haber sido un ángel, o un vecino que Dios mandó que lo haga todos los días, o quizás Dios mismo.La Bibliano dice nada, solamente dice que no escaseó por muchos días ni la harina en la tinaja, ni el aceite en la vasija de esta mujer.

Hay mucha gente que se siente lejana a Dios, siente que Dios no le escucha, siente que no pertenece al pueblo de Dios. Hay mucha gente que ha hecho cosas malas y por tanto cree que no puede acercarse a Dios. Así como hay gente que cree que hay suficientes razones y motivos para no poder acercarse a Dios, esta mujer también tenía razones para no poder acercarse a Dios. Cada nación tenía su propio dios; Israel tenía a Jehová, y los sidonios tenían a sus dioses. Era como ser hincha de Peñarol y de Nacional, es una cosa muy rara que un hincha de Nacional se pase a Peñarol o viceversa. Supongamos que le preguntabas a los sidonios, “¿Qué dios tienen ustedes?” La respuesta era: “¡La diosa Astoret y el dios Moloc!” ¡Se terminaba el territorio de un país y dominaba otro dios! Los dioses de los sidonios llegaban hasta los límites de Israel, y cuando pasaban esos límites, había otro Dios, que era Jehová de los Ejércitos, el Dios en el cual creían los israelitas. Pero esta mujer tenía fe en Jehová, el Dios de los israelistas, y no solamente fe en Dios, sino temor de Dios; y sabía que Elías era un profeta de Dios. Así que a ella no le importó que la orden fuera irracional o muy difícil de digerir mentalmente. Imagínate que a una madre, que lo único que le queda es un poco de harina para darle de comer a su hijo, se le diga que prepare la poca harina que tiene para darle de comer a un hombre grande, que es un siervo de Dios. Hasta donde sé, cuando hay problemas serios de hambruna, primero se tienen en cuenta para salvar, a las mujeres y los niños. Pero vino Elías, de parte de Dios y le dijo: “Primero sálvame a mí y dice Dios, y El te salvará a ti”. ¡O sea que si esta mujer hubiera querido razonar o entender la orden de Dios, seguramente hubiera desobedecido!

He estado tratando con una chica a la que le hacía repetir conmigo: “¡Diablo inmundo, la sangre de Cristo, me limpia de todo pecado!” Esta chica no quería decirlo, y razonaba: “Pero yo quiero saber por qué tengo que repetir eso…” “¿Crees que la sangre de Cristo te limpia de todo pecado?”, le preguntaba. “Bueno”, me respondía, “yo creo que la sangre de Cristo me limpia de todo pecado, pero yo he hecho cosas que no convienen”. ¡Simplemente tienes que creer enla Palabrade Dios! Repetí conmigo: “¡La sangre de Cristo me limpia de todo pecado!” ¡Pero la chica no quería repetir eso porque quería aclaraciones respecto de eso! Yo le decía: “No necesitas ninguna aclaración. ¡Necesitas creer esto, que la sangre de Cristo te limpia de todo pecado! ¡Que Cristo murió en la cruz del calvario por  tu vida, y derramó su sangre para que tengas perdón de pecados!” Pero la chica seguía razonando: “Si, pero es que yo tengo dudas, y yo quisiera…” “¡Bueno! ¡Pero no le hagas caso a la duda! ¡Pon fe y cree enla Palabrade Dios!

La fe es tan sencilla y tan complicada a la vez. Tan sencilla, como que Dios dice: “Lo negro es blanco”, y yo digo: “¡Amén, lo dijo Dios!” Tan sencilla como que si Dios me dice que me tengo que tirar de cabeza a un pozo oscuro, en el que no veo el fondo, ¡lo tengo que hacer porque habló Dios! ¡Está faltando fe en el mundo! ¡Está faltando gente que le quiera creer a Dios!

Debo decirles que la incredulidad y la duda son dos tipos de demonios que provocan que la gente no pueda recibir en su interiorla Palabrade Dios, o recibirla, pero no digerirla. Recibesla Palabrade Dios y te quedas pensando: “Si, bueno, pero… ¿Por qué esto, y por qué lo otro?” Por ejemplo,la Bibliadice que Dios me ama. Y la gente dice: “Si Dios me ama, entonces, ¿por qué me pasa lo que me pasa?” Mira, ¡la Bibliadice que Dios te ama! “Si, bueno…la Biblialo dice pero, ¿por qué…?” Entonces, la gente tiene razones para creer que Dios no le ama. ¡No están creyendo que Dios les ama! “Por qué” es una preposición en el idioma español, que cuestiona; cuando dices “pero”, estás cuestionando lo que se está diciendo. ¡Tienes que creer o no creer! No te puedes quedar en el medio, tratando de convencerte de que tu “por qué” es bueno y es suficiente para que puedas cuestionar lo que Dios te dice.

LA FE NO CUESTIONA, SIMPLEMENTE CREE

¡Necesitamos creer en Dios y creer su palabra! Creer en Dios implica creer lo que El ha dicho. Si Dios dice que te ama, ¡te ama y se terminó! ¡La Bibliadice que Dios te ama! La mejor evidencia de que Dios te ama, no es lo que te sucede, sino que El estuvo dispuesto a enviar a su hijo unigénito a la cruz del calvario, a morir por tu vida. Así que esa es la causa por la que Dios te ama, no el accidente que has tenido o el problema que tienes. ¡Dios te ama a pesar de tu accidente! Un niño se accidenta, se cae de un árbol y se quiebra una pierna, y no vamos a pensar que la madre no lo ama. ¡La madre va corriendo en su ayuda! Imagínate que el niño en el piso con la pierna quebrada, cuando llega la madre le diga: “No, tú no me amas. Si me amaras, yo no me hubiera caído del árbol”. ¡Hay razonamientos que son estúpidos y no nos damos cuenta de ello! ¡Debemos aprender a razonar como Dios razona! Tenemos que acercarnos a Dios y pedirle que nos ayude a razonar, como él razona. Hay muchas cosas malas que suceden en el mundo, hay muchas difíciles de entender, que pasan en el mundo, pero eso no significa que Dios no nos ama. ¡Dios nos ama! ¡La mejor noticia que existe en el mundo es que Dios me ama! No importa que yo sea feo, ¡Dios me ama igual! Quizás digas, “soy muy malo”… pero no importa que seas malo, ¡Dios te ama! ¡La mejor noticia, y no importa la edad que tengas o el sexo que tengas, o tu raza, es que Dios te ama! No hay cosa más linda que creerlo, decir amén, y recibir el amor de Dios por la fe, y así experimentar esa gracia sublime que es tener la certeza que El me ama. Y si Dios me ama, no se duerme, sino que cuida de mí y está conmigo. Si sucede algo malo, no hay problemas, Dios me ama, no me va a suceder nada, ¡El me está cuidando porque camina conmigo!

Dios permite que sufra algunas situaciones para que pueda crecer y madurar. Cuando una mamá, un papá, quieren que su hijo camine, hacen todo lo posible para que lo logre; si el niño se cae, no se preocupan por ello, en que se caiga, sino en que camine. Si los padres se ponen en la cabeza que el niño no se tiene que caer, entonces no va a caminar nunca. Muchas veces sometemos a nuestros hijos a situaciones que para ellos son conflictivas, pero eso no significa que no los amamos, sino que queremos que ellos crezcan y maduren. Por lo tanto el amor de Dios va más allá de toda circunstancia. No podemos especular con el hecho de que Dios me ama o no me ama. ¡Debo creer que Dios me ama!

Bendita esta mujer de Sarepta de Sidón. Ella es un ejemplo para todos nosotros, y su historia quedó escrita enla Biblia, como una mujer de fe, aunque era extranjera y no pertenecía al pueblo de Dios, y aunque el dios de su pueblo no era el Dios de Israel, ¡ella creyó en el Dios de Israel y en su profeta y creyó esa orden tan ridícula y tan irracional! Pero ella le creyó a Dios, y El la bendijo grandemente. ¡Tenemos que aprender a creerle a Dios más allá de nuestras circunstancias, y más allá de nuestras razones!

Hablé con una mujer que me dijo que no podía confiar en Dios, porque no había podido confiar en su padre. Ella estaba enojada con Dios, ¡porque estaba enojada con su padre! Cuando pensaba en Dios, pensaba que El era como su padre; pensaba así porque no creía en Dios ni en lo que El dice. ¿Cómo Dios va a ser igual que el padre? ¡Dios es mucho mejor que mi padre!

En resumidas cuentas, Dios le pide a esta viuda de Sarepta de Sidón, una ofrenda; pero no cualquier ofrenda, ¡Dios le pidió ofrendar todo su sustento! Ella no tenía que subir al cielo para darle a Dios esa ofrenda, sino que esa ofrenda debía comérsela el profeta. La otra enseñanza de esta historia es: Dios puede pedirte algo que tú no entiendes, pero su propósito siempre será bendecirte. Dios puede pedirte algo muy difícil de entender, como le pidió a Abraham, que sacrifique a su hijo en un altar. ¡Dios puede pedirte cosas complicadas de entender, pero su propósito es bendecirte! Por causa de su fe, esa mujer y su hijo fueron salvos, por mucho tiempo, hasta que volvió la abundancia a esa la tierra. ¡Esto es precioso! Dios nunca te va a pedir algo simplemente para quedárselo y para que tú quedes peor de lo que estabas.

Si Dios te pide algo que tú no entiendes o no comprendes, no importa, tú se lo tienes que dar. ¡Esa es la gran prueba de la fe! Mientras más difícil sea entender lo que Dios te pide, es porque más está probando tu fe y mayor será tu bendición. ¡Dios nunca más se olvidó de esa viuda! Aún pasaron siete siglos y Jesús se acordó de ella. Y viendo la falta de fe y de confianza del pueblo de Dios, él dijo: “Habían muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, pero a una sola fue enviado, y no fue del pueblo de Dios, sino que fue la viuda de Sarepta de Sidón”. Cualquiera que está lejos de Dios, y que no pertenece a su pueblo, y está más allá de los límites del reino de Dios, puede creer en El y venir a pertenecer a su familia. ¡Cualquiera! Aunque seas idólatra, o un gran pecador, puedes creer en Dios, porque El no es el Dios de Israel solamente, sino de todo planeta Tierra, y de todas las naciones. Cualquiera que se sienta extranjero, con Dios puede llegar a sentirse ciudadano. ¡Yo se lo qué es ser extranjero! Hasta en la prensa han dicho de mí: “¡Pero quién se cree este argentino para hablar lo que habla!” Muchas veces he sentido que la gente me mandaba a callar la boca simplemente porque no soy de este país. ¡Yo estoy en este país porque Dios me mandó y listo! ¡El planeta entero es de él, y por eso estoy predicando hoy! ¡Soy un argentino que Dios mandó a hablar al Uruguay! ¡Yo se quién me mandó a predicar! Tengo que hablar a los uruguayos, como si yo fuera uruguayo; pareciera que solamente tengo derecho a predicarle a los argentinos, pero no, ¡Dios me ha enseñado que tengo derecho a predicar, donde El me lleve! Donde vaya, tengo derecho a predicar, a reprender, a redargüir, a profetizar, en el nombre de Jehová de los Ejércitos. Pero igualmente quiero decirte que conozco eso de sentirse rechazado por ser extranjero. Nunca me voy a olvidar cuando llegué a Uruguay, que un periódico cristiano dijo: “Esos argentinos que vienen aquí a predicar con la cultura de Minguito”. ¡Y esto no lo decían los macumberos, sino los creyentes! Sin embargo cuando eres de Dios, perteneces a Dios, no importa lo que te digan o te hagan sentir. ¡Tienes que creerle a Dios! Cuando me preguntan: “¿Por qué usted vino a Uruguay?” Respondo: “¡Dios me mandó!” ¡Si! ¡Dios me mandó y yo me vine! ¿Ves que también es difícil de entender? Habiendo tantos incrédulos en Argentina, ¿por qué viene aquí a predicar? ¡Si aquí hay suficientes iglesias y pastores! Y que se yo… ¡Dios me mandó!

¿Le crees a Dios o no? “Yo se quela Bibliadice que Dios me ama, pero…” ¡No pongas el “pero” en tu boca! Mejor di, “Dios me ama”. Pero, ¿Dios puede amar una persona como yo? ¡Si! Y no hay ningún “pero” para ello. ¡Dios te ama simplemente! Así que puedes ser pelado, peludo, flaco, gordo, o de cualquier raza, pero Dios te ama y se terminó.

¿Podrá Dios pedirte algo que tú ni siquiera te esperas o algo que ni siquiera has planificado? Me acuerdo cuando Dios me pidió que ofrendara un montón de dinero el cual había ahorrado con mucho sacrificio durante un año, para comprarme un auto. Recuerdo que el pastor de la iglesia dijo: “Vamos a entrar en la televisión, así que si tienes algún ahorro por ahí y Dios te toca el corazón, ¡ofréndalo!” En casa habíamos estado orando durante meses y le decíamos: “Señor, queremos comprar un vehículo con este dinero que hemos apartado”. Y recuerdo también que mi hija mayor Cecilia, que era pequeña, oraba y le pedía un auto rojo al Señor. ¡Orábamos por ese auto rojo! Así que cuando el pastor habló ese día en la reunión, yo me dije: “¡Le está hablando a otro, no a mí!” Imagínate la oración de Cecilia, que quiere el auto rojo, no voy a gastarme el dinero en la ofrenda, ¡cuando mi hija estaba orando por el auto! El auto rojo es de Dios, y la televisión no. Pero yo tenía un malestar adentro, y decía: “Dios mío, no se te ocurra que ofrende ésto que me ha costado un año entero ahorrar… ¿Qué quieres que haga? ¿Que empiece de nuevo, pesito por pesito? ¡Te reprendo diablo!” ¡Qué lucha tenía! ¿Será que me estás pidiendo esto Señor? ¡Pero ésto está fuera de mis planes! ¡He estado un año entero, ahorrando y orando porque necesito un auto! Estaba terminando el culto y yo decía: “Dios, si en una de esas se te ocurre que yo ponga esta ofrenda, quiero que sepas que no tengo paz, así que si se te ocurre que yo tengo que poner esta ofrenda, debes darme paz. Si me das paz, yo te la doy”. ¡Y vino paz! En el culto siguiente, entregué en un sobre todo lo que en un año me había costado ahorrar. ¡Pero Dios estaba tratando con mi fe!

Imagínate a Abraham; había estado orando por un hijo toda la vida, y cuando tenía cien años, Dios le da el hijo. Pero cuando su hijo ya había crecido, Dios le dice: “¡Dámelo!” Me imagino que Abraham razonaría: “¡Esto es reloco! ¿No es este el hijo que Dios me ha dado? ¿No es este el hijo de la promesa, Señor? ¿No me prometiste un hijo y que me darías descendencia?” Y Dios le responde: “Si, Abraham, pero Yo Soy más que todos los dones que te he dado, Yo Soy más que todos los favores que te he dado, más que tu esposa y que tus hijos. ¡Soy más que tus camellos y que tus ovejas! Estas ovejas que tienes, son bendición mía, pero si yo te las quiero pedir, me las tienes que dar Abraham. ¡Yo soy la bendición más grande que tú tienes! ¿Crees en mí o no?”

Dios te está hablando en esta hora, porque algo te va a pedir y posiblemente empieces como yo a reprender al diablo. Pero no te inquietes, si eres un hijo de Dios, El va a probar tu fe y te va a demandar cosas que tú no entiendes. Pero cuando tú creas y hagas conforme a su demanda, entonces vendrá la bendición sobre tu vida. La bendición siempre viene después que yo hago un acto de fe. No viene antes. Primero es la fe, y después son los resultados. No ocurre como dicen algunos, “ver para creer”. ¡Eso no es fe! Cuando ves aquello que quieres creer, no necesitas creer. Miro a una persona y sé que existe, ¡la estoy viendo! Así que no necesito fe para saber que existe, esa persona que está delante de mí, la estoy viendo. ¡Eso no es fe! Fe es certeza de lo que se espera, convicción de lo que no se ve. Abraham dijo: “Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo mío”. (Génesis 22:8) Y no habló más, simplemente obedeció. De igual modo, la viuda de Sarepta de Sidón, fue y sacó la harina y el aceite que tenía, hizo la torta y se la sirvió al siervo de Dios. Dijo, “¡si me muero que me muera!” Al final, la diferencia era morirse con una torta en el estómago, o morirse sin la torta en el estómago, porque era todo lo que tenía.

¡Necesitamos conocer la fe! A veces nos preocupamos por cosas que necesitamos. Pero dicela Biblia, que Dios conoce esas cosas que necesitamos antes que nosotros. (Mateo 6:32) Y hay cosas que creemos que necesitamos, que realmente no las necesitamos, y que en realidad, nos van a hacer mal si las llegáramos a poseer. A veces estamos aferrados a esas cosas que creemos que necesitamos. ¡Pero lo que necesitamos es creer en Dios!

Quiero que juntos le pidamos al Señor, tener la fe de la viuda de Sarepta de Sidón. Si reconoces que necesitas esa fe, haz esta oración ahora mismo: “Señor, dame esa fe para creer órdenes absurdas. Dame esa fe para creer lo que no entiendo, Señor. Quiero vivir esa experiencia de obedecerte algo que es tan difícil creer que tú lo hayas pedido. ¡Pero quiero que me pruebes Señor! ¡Quiero tener la fe de la viuda de Sarepta! Este mundo necesita fe en ti Señor, necesita fe en tu Palabra. Qué grande es la fe que habitó en la viuda de Sarepta de Sidón. ¡Es increíble lo que hizo! Tú lo has dejado escrito enla Bibliapara que se conozca la verdadera fe, la fe que se arriesga Padre, la fe que sufre, que va más allá de lo racional, más allá de lo razonable. En el nombre de Jesús, hoy queremos pedirte la fe de la viuda de Sarepta de Sidón. Sabemos que tú serás glorificado y honrado a través de la fe, y que tus grandes obras serán hechas por causa de la fe. Señor, que nuestras vidas estén abiertas al sentir de tu corazón, que podamos conocer por la fe qué es aquello que tú nos demandas. Te lo pedimos en el nombre precioso de Jesús, amén”.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb