RECONSTRUYE LOS MUROS DE TU VIDA

Nehemías 2:13: “Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalém que estaban derribados por el fuego.”

Una ciudad que tiene muros caídos y puertas quemadas a fuego es una ciudad desolada. Para poder destruir una ciudad fortificada hay que lograr de alguna manera encontrar una brecha por donde entrar o derribar sus puertas. Una ciudad a la que se le caen los muros o cuyos muros son derribados es fácil de tomar, de saquear y dejarla desolada. Jericó era una ciudad amurallada, la gente de la ciudad era orgullosa porque difícilmente podía ser tomada la ciudad por causa de los muros que tenía; Josué tenía un ejército que no sabía derribar muros pero Dios le dio una estrategia espiritual y obedeciendo esa estrategia, los muros de Jericó cayeron. Cuando los muros cayeron, la gran ciudad fortalecida y la gente orgullosa se vio desprotegida, aturdida y sin defensa. Y el pueblo de Dios, que no tenía ejército, ni estaba más preparado para la guerra que la gente de Jericó, fácilmente entró y saqueó la ciudad. La gente de Jericó quedó turbada sin ánimo y sin fuerza. Cuando una persona se queda sin defensas, su organismo enferma fácilmente y lo mismo ocurre en el mundo espiritual. Más importante que un muro de defensa alrededor de una ciudad, son los valores que sustentan a una nación. Ellos son una fortaleza que mantiene a la sociedad firme y estable.

DEBEMOS PRESERVAR LOS VALORES MORALES

En estos días Dios me ha llevado a reflexionar acerca de cuáles son esos valores que debemos cuidar, guardar y defender para que los muros no caigan. Lo peor que puede perder una sociedad es su moral; los valores tienen que ver con la moral, son los principios que nos guían a tomar decisiones en la vida; más que principios, son verdades. Cuando se pierden los valores, se pierde la moral; hay cosas que son verdades que no pueden ser violadas, ni destruidas porque si se destruyen el justo queda desamparado y destruido. A cada uno de nosotros nos defiende o nos destruye la clase de vida que tenemos. Las personas fácilmente son destruidas cuando caen sus defensas morales. He hablado muchas veces con madres que me dicen: “No se qué le sucedió a mi hija que era tan buena… estudiaba, me hacía los mandados pero desde que comenzó a juntarse con una chicas, fueron a unos bailes y ahora me insulta, me golpea. Antes se vestía decorosa y ahora se pone minifaldas y blusas con escotes”. Algunas madres creen que sus hijos están con los drogadictos de la esquina pero que ellos no se drogan y me dicen: “Pastor, mi hijo no es malo”. Cuando el hijo comienza a cambiar dicen: “Los chicos de la esquina lo contaminaron”. Y no saben hasta donde sus propios hijos son los que están contaminando a los otros. A veces el más “mosquita muerta” es el cerebro de esos grupos. Entonces, cuando quiere acordar, su hijo se degradó moralmente. “¿Mi hijo? ¡No puede ser! ¿En qué momento ocurrió?” En el momento que traspasó determinada barrera moral. En el momento en que aprendió a desobedecer, a rebelarse o infringir determinadas concepciones morales o éticas. Entonces algo que no hacía antes, ahora lo hace. Todos aquellos que infringen las buenas costumbres comienzan a decir: “Yo sé que estoy mal pero no sé qué me pasa…” Cuando uno transgrede determinadas normas, no sólo se ha convertido en un trasgresor, sino que se convierte en esclavo del pecado. Porque el que hace pecado, dijo Jesús, esclavo es del pecado. Ahora que ha transgredido la norma y que ha caído bajo el poder del pecado, a pesar de que está en contra del pecado y le parece que está mal lo que está haciendo, lo sigue haciendo porque ha caído de la gracia y ha transgredido normas éticas y morales que antes le sustentaban.

Nehemías estaba muy triste porque la ciudad estaba desolada y porque los muros habían caído. De la misma manera las personas a quienes se les han caído los muros de defensa están desoladas y vacías y no saben cómo salir adelante. La palabra de Dios nos enseña a levantar los muros. La verdad de Dios es nuestro muro de defensa. Por ejemplo, la vida, es un bien, es un valor importantísimo. A los ojos de Dios es tan importante nuestra vida que Jesucristo dio su vida por nosotros. La vida es un valor al igual que la verdad y el matrimonio. Estas son verdades que han sostenido a la sociedad. Pero comienzan a escucharse estas expresiones: “No es tan importante decir la verdad, después de todo hace falta mentir, a veces hay que decir una mentira piadosa…” Otros dicen: “Todo el mundo adultera, la ley ha fracasado, no ha podido controlar el adulterio, así que debemos poner otra ley, “canilla libre para todo el mundo”. El que quiere adulterar que adultere, y le damos a todos el derecho de adulterar. ¡De ese modo van cayendo los muros!

Hasta donde nosotros sabíamos, un matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, pero hoy se está cuestionando esa verdad, ese valor. Hoy en día se dice que no necesariamente un matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, de hecho hay muchos hombres que están unidos a otros hombres y mujeres con mujeres y así se está tratando de lograr nuevos derechos basados en nuevos valores. En algunos países los homosexuales ya han ganado espacio con algunas leyes que lograron implantar. Por ejemplo, en Inglaterra admitieron a parejas de homosexuales, determinados derechos que existen dentro del matrimonio. En un matrimonio, se muere el hombre y la esposa y los hijos heredan, en un matrimonio homosexual se muere un compañero y la ley no prevé que puede heredar el compañero. Los homosexuales van avanzando en lograr estos derechos, queriendo que lo blanco sea negro y viceversa, cayendo así los muros de defensa de la sociedad. Se habla de derechos sexuales y derechos reproductivos como derechos a elegir con quienes quiero tener sexo y se dice que esos son derechos humanos fundamentales, inalienables e intrínsecos. ¿Qué quieren decir con eso? Significa que todo niño que nace debe tener una vida sexual independiente de la madre, el padre y los tutores. Porque “Freud” nos enseñó que cuando el niño mamaba los pechos de la madre, tenía goce sexual, es un derecho del bebe. Dice que ya cuando la mamá lo besa y lo mima tiene orgasmos sexuales. ¿A dónde se apunta con esta idea? Dicen que la vida sexual es independiente por lo tanto no se le puede prohibir a nadie ese derecho. No estoy inventando nada, esto lo dice un manual que se está utilizando en Uruguay, en los centros CAIF (Guarderías para niños de entre 0 a 3 años.) Dicen que el gozo sexual es un derecho que todos tenemos porque nacemos con sexo. Así que dentro de poco quien viole un niño, no lo está violando, sino que lo está haciendo gozar. Dice el mismo manual que los y las adolescentes tienen derecho a disfrutar plenamente del goce sexual, con quien quieran, cuando quieran, donde quieran, libremente. No existe patria potestad, no existen jueces; si una adolescente queda embarazada, dice este manual que tiene derechos a servicios de salud reproductiva. ¿Saben lo que esto significa? Que las adolescentes tienen derecho a clínicas de abortos sin que los padres se metan porque el goce sexual es un derecho autónomo y un derecho humano fundamental intrínseco.

UNA NUEVA MORAL SE QUIERE IMPLANTAR

Los homosexuales no están queriendo nivelarse a las parejas heterosexuales sino que pretenden introducir una idea de una nueva raza. Hay una teoría que pretende justificar científicamente que el hombre antes de ser sexual fue una especie de hermafrodita que se embarazaba a si mismo y que el ser sexual hombre y mujer es un degeneración. Según esta teoría, el verdadero hombre perfecto es un ser que se embarazaba a si mismo, se autofecundaba y están diciendo los homosexuales, que no hace falta tener sexo para tener hijos, con esta idea, la clonación se viene a pasos agigantados. Están diciendo que un hombre puede llegar a quedar embarazado si se le insemina en algún lugar que tenga la misma temperatura del útero. ¡Están tratando de implantar una raza superior!

“Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?”, dice el Salmo 11, versículo 3. Hemos entrado en una etapa de relativismo moral que quiere destruir nuestra sociedad pero para Dios no existe el relativismo moral. Me quedo con la verdad de Dios y proclamo que lo que Dios dice es la verdad. Los valores generan derecho o sea, generan leyes u orden jurídico; si valoramos la vida, tarde o temprano aparecerá una ley que diga: “No matarás”; las verdades, los valores, generan legislación. Si valoramos el matrimonio, tarde o temprano aparecerá una ley que diga: “No al divorcio”. Observen lo que dice la Biblia en el Salmo 119:142: “Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad”. ¿De dónde proviene la justicia de Dios? De la verdad y de ésta, nace la ley.

He descubierto que para Dios es importante la justicia. La justicia produce bendición y procede de la verdad. La Biblia dice que Dios abomina la mentira y que serán condenados los mentirosos. La mentira también se pone en lugar de la verdad y genera también leyes que son antivalores. La justicia y la injusticia han luchado desde el principio de la humanidad y la justicia que tiene su asiento en la verdad, es como un muro de contención para que nadie haga lo que primero se le canta hacer porque si las verdades absolutas no existen, ¿qué importa si yo mato y qué juez me va a condenar si no hay valores absolutos? Estuve con un maestro agnóstico que me afirmó que cada civilización tiene sus verdades que se condicen con su situación particular, por tanto, lo que hizo Hitler, para nuestra civilización está mal, pero seguramente, para la época en que vivió Hitler, matar cientos de millones de judíos estuvo bien. El relativismo moral nos quiere llevar al caos, a la anarquía, para que cada cual haga lo que quiera. Si no hay verdades absolutas entonces no hay justicia, si no hay justicia, no hay ley y no necesitamos legisladores. Cada uno con su ley, cada uno con su verdad y eso es caos mas Dios nos manda a publicar su verdad; la verdad de Dios es la justicia y la justicia engrandece a la nación, trae bendición. ¡Solamente los justos pueden proveer bendición para una nación! Solamente la iglesia de Jesucristo tiene la bendición que este país necesita. De la misma manera que un muro defiende a una ciudad, los valores defienden a una sociedad. El pecado es una brecha abierta en el muro de defensa de una sociedad; cuando una nación le abre las puertas a la mentira, entonces le abre las puertas a la injusticia, y esos muros de defensa caen y la ciudad o la nación quedan desprotegidas y cualquier enemigo puede entrar y saquear. Uruguay será construido no sobre la fuerza de un poder económico sino a través de la fuerza de un poder moral; no es el poder económico el que levanta a las naciones, quienes corran detrás de las riquezas quedarán vacíos pero quienes cultiven la verdad de Dios permanecerán firmes. Tu justicia, justicia eterna es y tu ley es verdad. La iglesia necesita levantarse y redescubrir las verdades de Dios; es la palabra de Dios la que hace hombres fuertes y mujeres estables; las naciones más grandes de la tierra se fundaron sobre la palabra del Dios vivo. El día que dejes de abrazar la verdad de Dios, los muros en tu vida caerán. Somos el pueblo que Dios ha escogido para destruir con verdad la mentira, y con el bien el mal. No dejes que la inmundicia moral que viene sobre el país toque tu casa y tus vecinos, si te quedas quieto, los homosexuales vendrán a tocar las puertas de tu casa como lo hicieron con Lot en Sodoma y Gomorra. ¡Dios condenó a los homosexuales y lo seguirá haciendo!

CONCLUSIÓN

Te pido que revises tu vida, qué muro se te ha caído, qué brecha ha abierto el pecado en tu vida, qué parte del muro necesitas reconstruir, qué parte del muro necesitas tapar, para que no caigas en el caos de una ciudad como Jerusalén. ¿Sabes por qué cayó Jerusalén? Por su pecado; rechazar a Cristo es pecar. Rechazar a Cristo como el salvador del mundo es rechazar la verdad de Dios, su palabra es nuestra defensa, Jesús es la palabra encarnada de Dios, es nuestra fuerza moral. Quien le abre el corazón a Jesús le abre el corazón a la verdad de Dios. Muchas religiones tiene el mundo mas Dios tiene una sola verdad; el es la roca inconmovible de los siglos; esta verdad debe ser proclamada y creída; la verdad es como un misil, no debemos temer decir la verdad de Dios. Pídele a Dios ser lleno de su verdad; las oportunidades, los grandes negocios, las riquezas, provienen de Dios. La iglesia debiera estar como Nehemias, triste porque los muros están caidos, pero Nehemías no se quedó allí, sino que actuó; Dios necesita uno solo que crea, Dios necesita un “Nehemías” que actúe. Si reconoces que tus muros se han caído, y aún has permitido que las murallas de los que te rodean se caigan, hoy es tiempo de volver a Dios y pedirle que él te restaure. Si estás dispuesto haz esta oración ahora mismo: “Señor, te pido perdón porque he pecado contra ti y he permitido que mis murallas se caigan. Limpia mi vida con la sangre preciosa de tu hijo Jesucristo, restáurame, te pido en esta hora que afirmes tu verdad en mi vida y en mi corazón; proclamo que tu palabra es verdad, es justicia y es mi ley. Proclamo que buscaré primeramente el reino de Dios y su justicia, lléname de tu verdad, que tu palabra se haga fuerte en mí, en el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.