Av. 8 de octubre 2335
Montevideo
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Antes de entrar a la palabra de hoy, les quiero compartir algunas profecías que Dios nos ha dado para este año, que hemos creído y que estamos confesando y esperando. Las palabras que realmente vienen de Dios para tu vida, debes creerlas y confesarlas; el fruto de la fe es la confesión y las obras de la fe, en conclusión, las cosas que tu confiesas son las cosas que tú crees. Cuando dices “no voy a poder”, ¡esa es tu fe! y seguramente no vas a intentarlo, o si lo intentas, lo harás con un espíritu de fracaso. Por lo tanto es importante monitorear la fe en función de las confesiones que hacemos pues, ¡nuestras confesiones hablan de lo que creemos! Y una de las palabras que tenemos para este año, que forma parte de la guía profética que nos envió el Profeta Rony Cháves dice:
La fe activará milagros sorprendentes en el 2007, esto significa que Dios está interesado en activar nuestra fe, y cuando mi fe sea activada, voy a producir milagros que antes no creía iban a suceder. Lo lindo de esta profecía es, ¡que es para este año! ¡Este año va a suceder lo que creía que no iba a suceder! Confiésalo: ¡Algo va a pasar dentro de mí! Acuérdate que esta frase es una confesión, no es el capricho de un pastor, de hacerle repetir cosas vanas a las personas sino que voy a hacer salir de mi boca lo que no he estado permitiendo que salga, ¡voy a creer que se activará la fe en mí durante el año 2007! ¡Algo va a suceder dentro de mí! ¡Dios traerá sobre mí un río que nadie podrá frenar! Dios hará un “clic” en la mente y en el corazón de la gente, ¡y se encenderá la luz! Dios se encargará dice la profecía, de que edifiquemos en el 2007 lo que no pudimos edificar en el pasado año. He estado más de 6 meses queriendo comenzar la edificación de un hogar para niños en un predio de5 hectáreasque tenemos en la ciudad de Santa Lucía, ¡pero yo confieso que este año ese edificio será construido para la gloria de Dios! Profecías que no se han cumplido en tu vida, ¡se van cumplir en el 2007! Quizás tienes una palabra por ahí guardada y te preguntas, ¿por qué no se cumple? Quiero decirte que es una semilla de Dios en tu corazón. ¡Esa semilla germinará este año! Cuando Dios envía palabra, no creas que tarda su propósito sino que está probando tu fe. Dios está queriendo que actives la fe en la palabra que has recibido, ella no es para guardarla en una estantería, ¡es para creerla, confesarla y para activarse! Si tienes alguna palabra que no se ha cumplido, desempólvala, sácala del archivo y di: “¡Creo que Dios va a cumplir en mí esta palabra en el año 2007! Voy a seguir creyendo y confesando que este año Dios va a multiplicar y prosperar asombrosamente a aquellos que se involucran con su fuerza, con su tiempo y con su dinero en los proyectos de Dios. Él tiene proyectos y necesita gente, no con proyectos propios, sino que quiera involucrarse en sus proyectos. ¡Dios te va a bendecir por involucrarte en sus proyectos!
Hoy voy a tocar un tema que podríamos titular “La memoria y el fracaso”; ya hemos predicado bastante sobre ese tema, pero lo vamos a reiterar, pues la mente es uno de los mayores obstáculos a la obra de Dios; el problema no está en que Dios es sordo, o no se acuerda de ti… ¡el tiene muy buena memoria! Él no es como esos padres que abandonan a sus hijos, el problema es que tu mente se levanta contra los planes de Dios y piensa, no conforme a sus promesas y propósitos, sino que se contamina con las ideas, los pensamientos y las circunstancias de las personas que te rodean. Dios está esperando la oportunidad de hacer brillar en tu mente y en tu corazón sus pensamientos, porque Él tiene pensamientos de paz y de bendición acerca de ti para que te vaya bien en todo: En lo económico, en lo familiar, etc. Tu preocupación no debe ser mejorar en lo económico, en lo familiar o en todas aquellas áreas que tanto te preocupan sino que tu preocupación debe ser, sintonizarte con Dios porque allí es cuando aparecen sus proyectos, ¡que son los que realmente pueden bendecir tu vida!
La mente tiene muchas contaminaciones y una de ellas es la memoria, es decir, pensamientos que están guardados y que están operando dentro de nosotros. Por más que tú seas de Cristo, si tu memoria está contaminada, será un estorbo en tu fe. Hoy meditaremos acerca de estas cosas.
Leamos Eclesiastés 7:10: “Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”. Este pasaje es un misterio; no solamente el Señor quiere que no recordemos algunas cosas sino que ni siquiera quiere que preguntemos acerca de por qué hoy las cosas están peor que ayer. Dios no quiere que tú dependas de recuerdos ni siquiera de recuerdos de victorias pasadas porque Él quiere que mantengas una relación viva cada día con él, tu victoria está no en extraer antecedentes pasados para tener victoria en el presente o en el futuro sino que tu victoria está en tu relación genuina y diaria con Dios; tu fuente es Dios, no tu pasado. Satanás está tratando de introducir en tu mente cosas que te van a alejar de tu comunión con Dios y de los planes que Él tiene contigo. ¡Quítate de la cabeza que tu Dios es negativo! ¡El quiere tu bien! Dios tiene cosas para ti hoy, para que te vaya bien. Dios es un Dios de comunión diaria, que quiere manifestarse continuamente, Él no utiliza materiales de segunda mano ni experiencias antiguas, Él tiene proyectos modernos para el futuro, por lo que la fe no tiene que ver con el pasado, ¡sino con el futuro! Nunca harás cosas buenas hacia el futuro tomando materiales del pasado, la fe es “la certeza de lo que se espera y es la convicción de lo que no se ve”. ¡Lo bueno tiene origen en la fe y ésta sólo mira el futuro! ¡Que Dios te ayude a ver el futuro y no el pasado! ¡Entra en el futuro!
Nuestra mente es finita y no puede mantenerse activa en demasiadas cosas, por tanto, necesita enfocarse; en realidad, nuestra mente aumenta maravillosamente nuestra capacidad de hacer cosas cuando se enfoca. ¡No podemos enfocarnos en el pasado y en el futuro a la vez! Cuando nos enfocamos en el pasado, estamos gastando parte de nuestra mente en utilizar recursos que Dios ya ha dado por viejos. ¡Nuestra relación con Dios tiene que ver con qué actitud tengo hoy frente a Él! La mente está contaminada con cosas del pasado, con cosas vividas, dichas u oídas. Y cuando usamos esas cosas para nuestra experiencia, nos estamos perdiendo la oportunidad de que Dios haga algo nuevo y distinto. ¡Dios quiere hacer algo nuevo! Así dice su palabra, por lo tanto tenemos que entregarle nuestra mente y pedirle que lleve cautivos aquellos pensamientos que se levantan contra su propósito; y esto es un acto de voluntad de cada creyente.
Durante varias décadas, en las olimpiadas, ningún cultor de la disciplina de la carrera de una milla había logrado sobrepasar la marca de 4 minutos; los expertos habían estudiado la contextura y la anatomía del cuerpo humano y habían llegado a la conclusión que científicamente nunca se iba a poder vencer esa marca. Pero surgió un muchacho, un atleta que no sabía mucho de estas cosas, ¡y batió el record! Igual cosa ocurrió con David. El no sabía mucho acerca del arte de la guerra. Había todo un ejército amedrentado a causa del gigante Goliat. La cultura de la guerra le había enseñado a Saúl que este pobre muchacho sin experiencia, sin armadura, no iba a poder vencer a Goliat, pero David tenía otra experiencia: ¡La experiencia de las vivencias con Dios! ¡David tenía fe!
Hay una “memoria colectiva” que está en la mayoría de la gente, por ejemplo: “en Uruguay no se puede”. Yo te pregunto: ¿Habrá algo imposible para la fe? ¡No! Dios lo puede hacer en Uruguay, en el Congo, en Brasil, ¡en el país donde te encuentres! ¡No te limites a una cultura! Ojalá pudieras entrar en la cultura de los ciudadanos del Reino de Dios. Hay un grupo cristiano uruguayo que cantaba: “no se cambia saliendo del país, ni mirando de lejos la necesidad”, es decir, cantaban que Dios podía hacer lo mismo aquí que en otro lado, ¡pero ellos mismos se convencieron de que aquí nunca iban a lograr nada y se fueron a vivir a otro país… porque pareciera que allá hay otro Dios más grande… ¡Decídete y haremos juntos un Uruguay grande y fuerte, que sea testimonio al mundo de lo que puede hacer una pequeña nación! ¡No estés atado a la memoria colectiva ni a la cultura en la que te has criado! La tradición muchas veces es una traba tremenda que no te deja avanzar en la dirección de la victoria y de la bendición. ¡Convéncete de que Dios tiene cosas grandes para ti! ¡Convéncete de que no importa cual sea tu sexo, tu edad, tu apellido, o el color de tu piel, Dios puede hacer cosas grandes contigo!
Fue necesario que una persona rompiera el récord de una milla para que otras personas empezaran a creer que se podía lograr correr una milla en menos de 4 minutos y en 10 años, más de 330 atletas lograron vencer la meta que todos consideraban invencible, ¡aún con estudios científicos! Si esto se puede lograr en el mundo natural, ¡cuánto más en el mundo espiritual! ¿Qué límites tiene Dios? Él te quiere introducir en su dimensión… ¡Sal de tu propia dimensión y de tus pensamientos! Conozco personas que llevan 10, 15 años en el evangelio y siguen pensando como siempre y aún permanecen en el mismo lugar que los encontré hace 15 años. He visto personas trancadas, que no avanzan, ¡pero el problema es que siguen pensando como siempre!
También está la “memoria adquirida”, que tiene que ver con las experiencias que he vivido, que me ha marcado… ¡el anhelo de Jesús es hacerte una nueva persona! ¡No se conforma con perdonarte los pecados sino que quiere transformarte total y absolutamente!
Yo he predicado en otras oportunidades acerca del método que usan con los elefantes para que no se les vayan del circo: Cuando son pequeños le atan una pata a una estaca con una cadena y en ella le ponen un aro con puntas que hieren el pie del elefantito. Éste quiere liberar su pata pero cada vez que lo intenta, se pincha, le duele…lo intenta dos, tres veces, hasta que finalmente en su memoria le queda marcado el hecho de que nunca podrá liberar su pata. De modo que vemos elefantes grandotes que podrían llevarse el circo entero, pero no se animan a arrancar una estaca porque en sus memorias está grabado el dolor que les causó intentarlo cuando eran pequeños.
Cuando vienes a Cristo tienes que dejar atrás tu pasado, debes renunciar a tus experiencias y entregarle a Jesucristo tu mentalidad porque Él quiere cambiar todas las cosas. ¡Hay experiencias que nos han marcado en la vida de modo que terminamos diciendo “yo soy así”! ¡Si tú supieras cómo te ha hecho Dios! ¡Te ha hecho para la eternidad! Nunca digas “yo nací así” porque dicela Bibliaque él quiere transformarnos y llevarnos hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. ¡Tú no has nacido para quedar gusano sino para ser transformado en mariposa!
Así que tenemos cosas incorporadas que forman parte de nuestra cultura, y otras que están relacionadas con nuestra familia, con nuestro barrio, con nuestra parentela, con nuestro apellido; por eso la mayoría de las personas que han nacido en barrios pobres difícilmente tienen aspiraciones para ser grandes empresarios; no hablo de todos, porque hay algunos que reaccionan y dicen, “no me conformo con esto, ¡he nacido para otra cosa!” ¡Dios quiere cambiar tu vida! ¡El quiere sacarte del fracaso! Cristo murió en la cruz del calvario para que ya no seas tuyo sino de Él, y Él es de los que resucita, de los que camina sobre el mar, de los que multiplica los panes y los peces. ¡Él es de esa clase y te quiere en su clase! ¿A qué clase perteneces?
Dice Efesios 4:22-23: “22En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” ¿Qué es lo que Dios quiere? Que renuncies a tu vieja manera de vivir y eso incluye tu vieja manera de pensar. ¡Tu memoria está trabajando en contra de la obra de Dios! Por eso dice que somos enemigos de Dios en nuestra mente, porque ya tenemos una mentalidad adquirida; si vas al exterior y te encuentras con un uruguayo, después de hablar cinco minutos, te vas a dar cuenta que es uruguayo por su manera de pensar y de hablar. ¡Pero tú no has nacido para ser ciudadano dela República Oriental del Uruguay sino para ser ciudadano del Reino de los Cielos!
Dicela Bibliaque para el hombre natural las cosas de Dios son locura, porque son cosas que se han de discernir y entender espiritualmente; tú no tienes que pensar como uruguayo, ¡tienes que llegar a pensar como Cristo! Tú podrás salir de la miseria, de la atadura de la enfermedad, podrás lograr mejorar tu relación matrimonial ¡Nada difícil hay para Dios!
Los que hacen mucho dinero no están atados a un empleo, viven en la inestabilidad, viven arriesgando… ¡La fe no te trae estabilidad sino riesgo! ¡La fe es tirarse al abismo de la nada para producir lo que no existe! ¿Quieres vivir una nueva vida? ¡Dios quiere una vida mejor para ti! Veo a muchos cristianos vivir conforme a sus deseos engañosos: “Yo lo sentí pastor”. ¡El viejo hombre está viciado conforme a deseos engañosos! ¡Temores adquiridos deben ser sepultados! Dice el Señor: “no tengas temor del hombre”. ¡No todos los hombres son iguales! Si alguna mujer te hirió, no todas hieren, no condiciones la vida a algo que alguna vez te sucedió. ¡Levántate y camina con Dios! Y aún Él te promete que todas las cosas te ayudarán a bien, aún aquellas cosas que vienen para tu mal. ¡Sepulta hoy tus temores adquiridos! ¡Hoy tienes que renunciar al fracaso! Hay algunos que han fracasado una, dos, tres, cuatro veces y han adquirido un diploma de fracaso: “allí no me meto más”. Hay gente que no quiere intentar nuevamente aquello en lo que ya ha fracasado, pero Dios quiere que hoy entierres tu memoria. ¡Él quiere hacer algo nuevo contigo! ¿Le dejarás hacer algo nuevo? ¿Intentarás con Dios por más que ya hayas fracasado en esa área en tu vida? ¿Permitirás a Dios operar en tu vida y en tu futuro? ¿O tú ya has decretado y has determinado que en esas cosas Dios no tiene intervención? ¡No seas tonto! ¡Es necesario renunciar a la vieja vida!
Dice el versículo que leímos anteriormente: “…vestíos del nuevo hombre, creado según Dios…” ¡El nuevo hombre creado según Dios no tiene límites, porque Él tampoco le ha puesto límites a la fe! ¡Al que cree todas las cosas le son posibles! Sales de la dimensión de tu experiencia y entras en la dimensión de la experiencia de Dios, Él sí que tiene experiencia. ¡Entra en esa dimensión hoy!
Dice Isaías 43:15-19: “15Yo Jehová, Santo vuestro, Creador de Israel, vuestro Rey. 16Así dice Jehová, el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas; 17el que saca carro y caballo, ejército y fuerza; caen juntamente para no levantarse; fenecen, como pábilo quedan apagados. 18No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”. ¡Ese es tu Dios! Tu Dios abre caminos en el mar. ¡Donde no se puede hacer camino, Él lo hace! ¡Dios abrirá camino para ti dice la palabra que has recibido! ¿Puedes creer que Dios tenía esta palabra preparada para ti en esta hora? ¿Crees que vino por casualidad esta palabra? ¡No! ¡Yo creo que Él me dio esta palabra para compartirla! ¿La recibes o la tiras a la basura? ¡No te acuerdes más de tu pasado, no traigas a memoria tus fracasos ni tus experiencias! Yo quiero hacer cosa nueva, dice el Señor, ¡Quiero hacer algo nuevo! Cuando estás muy afanado en aquellas cosas que quieres lograr, en lo que vas a comer, vestir, no te das cuenta que tienes ahí archivado una fortaleza de pensamientos que vienen de tu padre, de tu madre, de tu abuela, de tu tío, de tus parientes y de tu cultura, y te olvidas del Dios que murió por ti para cambiarte esa mentalidad. En ese punto, entras en el camino del fracaso en vez de entrar en el camino de la victoria.
Termino con 2ª de Corintios 10:4-6: “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”. Hay pensamientos que están dentro de ti y cuando Dios habla, tu mente dice, “¡ahhh, ya se que es de otra manera!” Este pasaje dice que las armas que Dios nos está entregando son poderosas en Dios para destrucción de fortalezas, y no estamos hablando del enemigo sino de las que están adentro nuestro. No son tus enemigos los que te están haciendo fracasar, ¡es tu falta de conocimiento de Dios! ¿Estarás reconociendo algunos pensamientos negativos? ¿Quién es el que te hace pensar que si ofrendas o diezmas te vas a quedar sin dinero? ¿Quién es que te hace pensar que si tu mamá se divorció tres veces ahora tu matrimonio se va a romper? ¡No permitas que esas cosas que están en tu interior, se hagan una fortaleza dentro de ti! ¡Plántate firme en la palabra de Dios y confiesa victoria en el nombre de Jesús! ¡Cambia tu mentalidad! ¿Por qué piensas en pequeñeces? Dios es quien abrió el Mar Rojo, quien sacó agua de la roca… ¡Dios puede hacer cosas imposibles por ti! Desde que tú sales de un lugar para llegar a una meta que Dios te ha puesto, atraviesas un desierto en el cual el diablo trata de robarte la fe. El pueblo de Israel, luego de haber salido de la esclavitud, cada vez que tenía un problema en el desierto, su mente volvía a Egipto y recordaba los pescados, las cebollas y los melones que comían allí y decían, “¡comíamos de balde!” ¡Construían ciudades para el Faraón y ahora decían “comíamos de balde en Egipto” ¡Tu no te vas a morir de hambre en ningún desierto! ¡Dios te está llevando a la tierra prometida! ¡No dejes entrar el negativismo en tu corazón! ¡Aférrate a Dios! Él está pensando lo mejor para ti, pero tú hoy debes tomar una decisión, debes dejar tu negativismo… tú que piensas “no me voy a casar”, “no voy a terminar mis estudios”, “no voy a llegar”… lo que estás confesando es lo que estás creyendo… ¡cambia tu confesión! Comienza ahora a revisar tus confesiones porque lo que sale de tu boca tiene que ver con tu fe y con las fortalezas que tienes dentro.
Ven hoy a entregar tu mentalidad a Dios, Él hoy te dice: “Yo no puedo darte mi mentalidad si retienes la tuya”. Debes estar dispuesto a renunciar a tu manera de pensar y aferrarte a lo que Dios quiere que tu pienses.
Pronto empezarás a caminar en la carretera de Dios y verás que aquellas cosas que creías imposibles, comenzarán a realizarse, ¡extraordinario! Si te das cuenta que tu mente batalla contra los planes de Dios, contra tu bendición, si te has dado cuenta que tienes pensamientos negativos y quieres entregárselos al Señor ¡hazlo ahora! Señor, queremos entregar hoy aquí pensamientos de pequeñez, de fracaso, de temor al futuro, impotencias, timideces, pensamientos que se levantan contra tus planes. ¡Entierra aquí los problemas que son herencia de tu familia! ¡Ahora tu herencia es Cristo! Si estás dispuesto, haz esta oración ahora mismo:
“Padre querido, hoy traigo y pongo en tus manos mi mente; quiero hacer uso de esas armas poderosas en ti para destrucción de fortalezas y reconozco que son mis fortalezas mentales las que me han estado debilitando, las que me han estado poniendo en la pequeñez, en el fracaso y no me han dejado avanzar. ¡Destruye mis fortalezas en esta hora! Quiero entregarte todo pensamiento errático, todo pensamiento que haya venido de mi familia, o de quien sea. ¡Quiero aferrarme a tus pensamientos! ¡Dame la mente de Cristo! ¡Dame una nueva mentalidad! ¡Creo que voy a alcanzar tus promesas! ¡Creo que mi situación cambiará y que tú abrirás camino en el desierto y ríos en la soledad! En el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.
ANEXOS: