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Quiero compartir algunas fotos del viaje que hicimos recientemente a Israel y Egipto.
Israel es un territorio pequeño donde viven casi nueve millones de personas entre palestinos y judíos. Así que todo lo que sucedió en esa nación, las historias dela Bibliaque conocemos, ocurrieron en un territorio muy pequeño.
Llegamos primeramente a la ciudad de Tel-Aviv, la capital administrativa y económica de Israel, un centro de mucho comercio donde hay empresas muy importantes; aunque Jerusalén es la capital religiosa de Israel, las actividades económicas básicamente se desarrollan en Tel-Aviv, a las orillas del mar Muerto. Luego pasamos a la ciudad de Jope que está prácticamente unida, también fuimos a Cesarea marítima la que construyó el rey Herodes, una ciudad con características romanas. Allí, Herodes se construyó un palacio majestuoso y a su alrededor se llevaban a cabo actividades de las que apetecen los romanos aunque él no era romano. Hizo por ejemplo un lugar para espectáculos, un gran anfiteatro donde se llevaban a cabo entretenimientos que generaban un gran rechazo por parte de los judíos; allí llenaban de agua ese lugar y ponían mujeres desnudas. El anfiteatro tenía dos entradas, una era para vomitar antes de presenciar el espectáculo porque la gente ya venía borracha y drogada, así que iban allí, vomitaban y volvían a entrar. Otra de las cosas que se hacía allí era poner cocodrilos en el agua y allí arrojaban gente; el espectáculo era ver cómo los cocodrilos devoraban a las personas. Los romanos siempre estaban inventando cosas morbosas, sucias y asquerosas, lo que generaba un rechazo muy grande de parte de la cultura judía que tenía un concepto alto del valor de la vida.
La ciudad de Cesarea marítima tenía también un lugar para las carreras de caballo; las gradas del hipódromo estaban construidas de mármol. Allí vivió después de Herodes, Poncio Pilato. Luego subimos de allí a Haifa donde hay un puerto muy importante y en medio de esa ciudad está el monte Carmelo, un lugar histórico donde Elías degolló a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal. Después de haber visitado el Monte Carmelo viajamos hacia el mar de Galilea; desde la ventana del hotel donde nos alojábamos pudimos apreciar el mar de noche y la sensación de estar ahí fue fuertísima, de tan sólo pensar que estábamos pisando el territorio por donde Jesús había pasado. Nuestro hotel se encontraba sobre unas montañas que bien podrían ser las montañas donde el Señor anduvo predicando y haciendo milagros.
Luego viajamos por la orilla del Mar de Galilea hacia el norte y visitamos algunos lugares históricos donde Jesús hizo milagros; llegamos luego a Capernaum el pueblo de Jesús, donde Él vivió. Muchos ignorábamos que ésta es la ciudad donde vivió el Señor; hemos leído enla Bibliaque Jesús entró en la sinagoga que allí se encontraba y predicó, pero no sabíamos que era ese el lugar donde Él vivió.
Israel tenía al sur, la zona de Judea, de la tribu de Judá, donde estaba Jerusalén como capital. Más al norte estaba Samaria; y era un territorio que los judíos evitaban porque lo consideraban contaminado, demonizado, ellos ni siquiera pisaban ese lugar. Más al noreste estaba Galilea y el mar con el mismo nombre, que, si bien era un territorio donde había sinagogas y donde habitaban judíos creyentes, “era de cuarta”, se reconocía a la gente de esa zona hasta por la forma de hablar, el acento era diferente al de otras ciudades. Así que Galilea era un territorio medio turbio, por eso, cuando uno de los discípulos encontró a otro le dijo: “Hemos hallado al Mesías, aquel de quien habló Moisés”. Y Natanael le respondió: “¿Pero de Nazaret podrá venir algo bueno?” ¡No se imaginaban que sucedería algo así!
Vemos en esta foto Capernaum, el pueblo de Jesús.
Vemos la sinagoga de Capernaum, los dinteles de las columnas, la puerta principal por donde entró y salio Jesús.
En esta foto se pueden apreciar las ruinas de las casas de Capernaum:
Debajo del edificio que se asemeja a un plato volador se ve la casa de la suegra de Pedro:
Quiero contarte de Capernaum. La sinagoga que vimos en las fotos anteriores, se llama Sinagoga Blanca ya que está construida con piedras que fueron traídas de otro lugar, no es la misma en la que entró Jesús, pero sí fue construida después de su muerte, sobre los cimientos de la anterior; o sea que la que hoy está allí tiene las mismas dimensiones que la anterior. La diferencia es que la que estaba antes, posiblemente pudo haber sido más sencilla, pero fue construida por un centurión romano, con piedras negras que se encontraban en esa zona y advertimos esas piedras negras en las ruinas existentes de las casas.
Capernaum era una ciudad pequeña pero importante.La Bibliaseñala que allí había un centurión, un oficial del imperio romano que tenía a su cargo cien soldados. Esa ciudad tenía entre trecientos y quinientos habitantes y había cien soldados, esto es porque era una zona de aduana, donde se controlaba el pago de los impuestos. El gobierno romano ponía un centurión en aquella ciudad donde se debía controlar los impuestos y la aduana. Por lo tanto, a pesar de que era pequeña, era una ciudad de paso de caravanas, por lo tanto allí tenían que estar los soldados romanos.
Cuenta la Bibliaque allí hubo un centurión que amaba al pueblo de Israel y les había hecho una sinagoga. Cuando Jesús fue a Capernaum, el centurión le mandó a decir: “Señor quiero que sanes a mi criado”. Los religiosos de la época le sugirieron que era digno que atendiera el pedido porque ese era un hombre que amaba al pueblo de Israel y les ha construido una sinagoga.
El libro de Mateo nos señala que Jesús nació en Belén pero se crió en Nazaret, y sucedió algo allí y es que fue rechazado y expulsado de la ciudad. Estando en Nazaret le dieron a Jesús para que leyera el profeta Isaías donde dice: “El Espíritu de Jehová está sobre mi por cuanto me ha ungido, me ha enviado…” Cuando hubo terminado de leer ese pasaje y entregó el libro, agregó: “Esto se ha cumplido literalmente hoy delante de sus ojos” ¡Se armó una confusión tremenda! Leemos en Lucas 4:23 y 24: “23Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. 24Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra”.
Comenzaron a discutir con Jesús y en un momento lo quisieron despeñar por una montaña y lo echaron de la ciudad, por lo que se fue a vivir a Capernaum.
En determinado momento, habiéndose criado Jesús en Nazaret, baja hacia el sur para ser bautizado por Juan el Bautista en el Jordán. Ese lugar quedaba lejos, posiblemente le llevaba algunas semanas llegar porque había que atravesar toda Galilea, seguir por el Jordán hacia el sur hasta llegar al desierto de Judea donde fue bautizado. Recordemos que al poco tiempo Juan el Bautista fue llevado preso por Herodes y dice la palabra de Dios que cuando Jesús se enteró de esto, volvió a Galilea. La secuencia sería ésta: Nazaret, el bautismo en Judea, Jesús fue tentado en el desierto de Judea, al sur, y después de eso volvió a Galilea.
Leemos en Mateo 3:13: “13Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él”. Esto es al sur de Israel en una zona desértica. Luego, Mateo 4:12 y 13 dice: “12Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; 13y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí”. Luego, Lucas 4: 16 al 18 expresa: “16Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos”, y dice la palabra de Dios en Lucas 4:29 y 30: “29y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. 30Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue”. Ahí se terminó la historia de Jesús con Nazaret. ¡Lo echaron de la ciudad! Nunca más lo dejarían entrar porque lo que había leído era muy fuerte; Él se refirió a las profecías de Isaías que hablaban acerca del Mesías y después de haberla leído agregó: “Ese del cual habla Isaías, que ha sido ungido por Dios para liberar a los cautivos, para sanar a los quebrantados de corazón, para abrir las puertas de las cárceles, soy yo. La profecía se ha cumplido hoy delante de vuestros ojos”. Se armó tal lío por lo que no pudo volver más a Nazaret. Lucas 4:31: “31Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo”.
Y leemos en Mateo 4:12 al 17: “12Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso,volvió a Galilea; 13y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, 14para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; 16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. 17Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.
Jesús anunció quién era en Nazaret, pero básicamente comenzó su ministerio en Capernaum. Isaías había adelantado que el Mesías iba a venir a la tierra se Zabulón y Neftalí; éstas comprendían las tierras que habían recibido dos de los patriarcas, de las doce tribus de Israel, a ellos les había tocado una franja que rodea el Mar de Galilea.La Bibliale llama tierra de oscuridad porque allí no había grandes profetas ni manifestaciones de Dios, tampoco había templos ni se hacían sacrificios. Desde el punto de vista de Judá, era un territorio de oscuridad y le llamaban Galilea de los gentiles, porque no pertenecían al pueblo judío, así que, a quienes vivían allí se les llamaba gentiles y aún hoy en día lo hacen. Gentiles somos todos aquellos que no pertenecemos al pueblo judío, por esola Bibliadice que esa fue una tierra de oscuridad que vio gran luz.
Veremos que específicamente el ministerio de Jesús alumbró de una manera extraordinaria, y posiblemente, la ciudad donde Él hizo más milagros fue Capernaum.
Andando Jesús por el mar de Galilea comenzó a elegir a sus discípulos y en algún momento, entre Tiberias y Capernaum donde hay más o menos quince kilómetros, en medio de esas dos ciudades, en algún lugar, Jesús eligió un monte, y allí predicó El Sermón del Monte que encontramos en Mateo 5, 6 y 7 y comprende una serie de enseñanzas.
En el capítulo 8 de Mateo, Jesús ya está en las montañas predicando y luego que hubo terminado, Mateo 8:5 al 10 señala: “5Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 6y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 9Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe”.
Podemos comprobar lo que dijo Isaías: “El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz”. ¿Qué pasó? Comenzó a vislumbrarse una luz que no solamente vino a alumbrar al pueblo de Israel sino que en esta oportunidad, un centurión romano creyó en el Dios de Israel y ese gentil, una persona de otra nación, le pidió a Jesús que le haga un milagro a su criado. ¡Y no sólo le está pidiendo sino que también está creyendo con una fe más grande que la que Jesús ha visto en Israel!
Comienza el ministerio de Jesús y lo hace arrojando luz a las naciones. Se comienza a evidenciar que el Dios de los judíos no es sólo su Dios, sino que, el creador del cielo y de la tierra es Dios de las naciones. ¡El ministerio de Jesús no sólo llegaría a los judíos sino que abarcaría otras naciones!
Marcos 1:21 al 23 dice: “21Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. 22Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces”.
La sinagoga no es un templo; en Israel no hay varios templos sino uno, mejor dicho, había uno solo, el que derribó el general Tito con las huestes del ejército romano en el año 70 DC. Dios había establecido que no habría muchos lugares donde ir a adorar sino uno solo en Jerusalén, un solo templo donde se hacían sacrificios, por lo tanto la sinagoga era un lugar de meditación, una escuela, donde se enseñaba la palabra de Dios, pero no era un templo. Y Jesús enseñaba en la sinagoga de Capernaum donde liberó a un endemoniado. Continúa diciendo este pasaje que recién leímos: “23Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, 24diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! 26Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. 27Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 28Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea”. (Marcos 1:23 al 28)
Cuando estábamos en la sinagoga, el que nos guiaba tomó el pasaje de Marcos 1:29 y leyó: “29Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan”. Entonces nos invitó a salir de allí con él y comenzamos a hacer lo que hizo Jesús. El Señor terminó de enseñar y salió de la sinagoga y se dirigió a la casa de la suegra de Pedro. Continúa diciendo este pasaje: “30Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. 31Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía”. (Mateo 1:30 y 31) En otro evangelio dice que Jesús reprendió la fiebre y ésta le dejó inmediatamente. Por encima de las ruinas de la casa de la suegra de Pedro, los católicos han construido un templo que parece un platillo volador.
Desde la puerta de la sinagoga se puede ver claramente a veinte o treinta metros las ruinas de la casa de la suegra de Pedro, aunque no es exactamente esa sino que está unos veinte metros más abajo, ya que años después han edificado y vuelto a edificar, así que en la foto se ve una construcción más moderna. Pero, las evidencias arqueológicas han demostrado que esa era la casa de la suegra de Pedro y que posiblemente allí vivía Jesús.
Las casas no eran como ahora, donde viven papá, mamá y los hijos; más bien eran construcciones grandes donde vivían la suegra, el suegro, las nueras, los yernos, etc. Eran viviendas que tenían muchas habitaciones con un patio interno y alrededor un muro que la protegía porque había mucho vandalismo. En ese lugar pues, cabían muchas personas y por lo que es posible que Jesús haya habitado allí.
Jesús sanó a la suegra de Pedro y se hizo de mucha fama; el pueblo descubrió que era muy bueno por haber hecho ese milagro. La ciudad era pequeña, Pedro era reconocido como uno de los pescadores de la ciudad, tenía un oficio muy importante ya que el pescado era el alimento fundamental de ese lugar. Se vivía de la pesca y el pescador era una persona de confianza. Pedro era una persona que tenía mucho contacto con los vecinos y éstos lo conocían bien. Muchos sabrían que la suegra de Pedro estaba postrada en cama con fiebre, sin poder levantarse. ¿Y cuál fue la consecuencia de haberla sanado? Leemos en Marcos 1:32: “32Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados”. Tantas veces hemos leído estos pasajes sin darnos cuenta de que el escenario era Capernaum, pero ahora podemos entender mejor. Después que se ocultó el sol toda la ciudad estaba agolpada y le traían a los enfermos y endemoniados. Jesús oró y como la unción de Dios estaba sobre Él tal como lo había declarado en Nazaret, la profecía se estaba cumpliendo literalmente: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18 al 19).
¡Yo quiero decirte hoy que esta palabra se va a cumplir literalmente sobrela IglesiaMisiónVida para las Naciones! ¡El pueblo de Dios será ungido con poder, con autoridad, para sanar enfermos, liberar a los quebrantados de corazón, para abrir las puertas a los presos! ¡A partir de este año, verás la mano de Dios sobre hijos e hijas de esta iglesia, sobre siervos y siervas!
Una de las cosas que me ha sacudido en este viaje que hice a Israel es la conciencia que he adquirido acerca de los tiempos que vienen. Muchos saben que tengo mi mirada puesta en las profecías de las cosas que sucederán pronto. En este año 2012, en el mundo van a suceder cosas muy importantes, habrán sacudimientos importantes pero también, este año, en el mundo, Dios va a ungir a sus siervos y siervas. ¡Dios está apresurando sus tiempos! Jesús dijo: “Los que creen en mi echarán fuera demonios, impondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán…” Uruguay y el mundo están esperando ver la manifestación de los hijos de Dios haciendo aquellas cosas que provocarán que la gente se agolpe a las puertas de las ciudades. ¿Lo crees?
Esa noche no dejaron dormir a Jesús, y Él se fue a descansar tarde. Pero no obstante eso, Marcos 1:35 al 38 dice: “35Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 36Y le buscó Simón, y los que con él estaban; 37y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. 38El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. 39Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios”. Dice este pasaje que Jesús se fue a predicar a otros lugares; no obstante, Marcos 2:1 señala: “1Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa”. Jesús tenía una casa en Capernaum. Mateo 2:2 al 4 continúa diciendo: “2E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 4Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico”.
¡El techo que habían roto era el de la casa de Jesús! La gente se enteró que Él estaba en su casa, así que vinieron a donde estaba y Jesús les predicaba. Entonces le trajeron un paralítico pero como no pudieron llegar hasta donde Él estaba, rompieron el techo de la casa. ¡Todo eso sucedió en Capernaum! “La ciudad asentada en tinieblas vio gran luz…” Setecientos cincuenta años atrás, Isaías había hablado de estas cosas.
Fue para mí muy aleccionador estar ahí porque me di cuenta que todas estas cosas ocurrieron en un radio muy pequeño; era como poder palpar los diferentes hechos históricos y de ello, aprendimos cosas extraordinarias.
El pueblo judío está lleno de lecciones extraordinarias. Si escuchamos la música israelí, notamos que tiene unas cadencias de tonos muy tristes así como también alegres; hay una mezcla de amargura y de gozo inexplicables. Mucho gozo y mucha tristeza al mismo tiempo. Es un pueblo que ha sufrido mucho, nació bajo esclavitud en Egipto, estuvieron cuatrocientos treinta años esclavizados, después atravesaron el desierto cuarenta años, llegaron a la tierra prometida, luego vinieron los babilonios y los esclavizaron nuevamente, le siguieron los medos y los persas, los griegos, los romanos, éstos últimos destruyeron la ciudad y el templo, dispersaron a los judíos lo que los llevó a vivir dos mil años sin patria, sin tierra, sin lengua hebrea. Nacieron y aprendieron a cultivar las lenguas de las naciones donde vivían. Vivieron dispersos soñando volver a Israel. Una de las frases célebres que ellos tienen es: “El año que viene nos veremos en Jerusalén” ¡Siempre soñando con Jerusalén! Pero ellos han aprendido que de toda situación conflictiva pueden sacar provecho, de toda situación difícil se puede tomar algo bueno.
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, a los tres días de haber salido en libertad, sentían sed pero no tenían agua, entonces llegaron a Mara pero no pudieron beber porque las aguas eran amargas. No obstante leemos en Éxodo 15:25: “Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron…” ¡En ese lugar hay actualmente dos pozos y hasta el día de hoy son aguas dulces! La única especie de árbol que yo vi allí en ese desierto de Mara son las palmeras, un árbol nacional al que identifican como un símbolo de libertad y de independencia. Ellos ven la palmera como un árbol erguido que se levanta en el desierto cuya copa es muy bonita pero lo más importante de la palmera es que bebe agua de lo más profundo de la tierra, donde hay aguas amargas y saladas que la gente no puede beber, pero la palmera toma de esas aguas y produce dátiles. ¡De aguas amargas produce frutos dulces! Ellos señalan que de una circunstancia difícil y amarga se puede extraer bendición y se pueden lograr cosas buenas.
Una de las vivencias más importantes la experimenté en Capernaum. Al adentrarnos en ese lugar podemos apreciar unas piedras negras pertenecientes a la zona. La persona que nos guió y que es agnóstica, no es creyente, nos hablaba de la prensa de aceite y nos decía: “Esto tiene una enseñanza muy preciosa”. El aceite es un fruto muy deseado y valorado, especialmente en las zonas desérticas. Además de ser usado como alimento, tenía otras funciones también importantísimas: Servía como cosmético, era muy bueno como remedio para las heridas, también se usaba como combustible ya que no había queroseno, ni gasoil para las lámparas. Era también usado para ungir a los reyes, profetas y sacerdotes. En el templo se encontraba el aceite de la santa unción que además de oliva tenía otras sustancias ordenadas por Dios para algunos menesteres del templo. El aceite de oliva pues, era considerado una sustancia muy importante y todos sabían cómo prepararlo. Es uno de los siete frutos de bendición que Dios le dio al pueblo de Israel en la tierra prometida; están también la vid, la higuera, la granada, el trigo, la avena y los dátiles que son el fruto de las palmeras.
A pesar de que ellos han aprendido a producir muchas clases de frutas se han volcado a producir los siete frutos de la bendición; tienen unas plantaciones de palmeras extraordinarias y utilizan un sistema de riego artificial. ¡Es un espectáculo ver esas plantaciones de palmeras en el desierto! ¡Israel es un milagro! No es solamente importante conocer los hechos históricos, bíblicos, sino también observar la inteligencia que ellos tienen para usar el agua y los recursos naturales. El mar Muerto es un mar como lo señala su nombre, sin embargo han extraído de allí sustancias que vendieron por ocho mil millones de dólares. Señalan que el mar Muerto hoy en día es una fuente inagotable de dinero. Allí hay sales minerales y metales muy costosos como el Bromo que es utilizado en la industria automovilística como Lamborghini, Ferrari, Mercedes Benz, etc. ¡El mar Muerto está en un desierto! Cerca de allí no hay vegetación, es más, va bajando pero a medida que lo hace se concentran más los minerales y las sales.
El guía nos dijo que la prensa de oliva tiene una enseñanza muy importante:
Nos cuenta que la piedra redonda giraba, y donde está el agua se ponían las olivas que se iban pisando, las que luego de varias vueltas quedarían totalmente trituradas. También señaló que el mejor aceite de oliva se extrae del carozo de la aceituna, así que esa rueda tiene que girar y girar al punto que las olivas quedan totalmente machacadas y sus carozos son quebrantados. Cuando ha ocurrido eso, se obtiene el mejor aceite. El guía, que no es creyente nos dijo: “Del mayor quebranto del hombre se obtienen las mejores cosas de él”. ¿Sabías tú que de tus más profundos quebrantos Dios saca las mejores cosas de ti? Dios no va a extraer lo mejor de ti si primero no te saca todo lo que le estorba. ¿Tú tienes planes? ¡Él tiene sus planes! ¿Tú tienes ideas? ¡Él tiene las suyas! ¿Tú cuentas con tus fuerzas? ¡Él tiene su poder! Hasta que Dios no te despoje de todo lo que estorba, no podrá ungirte. La unción brotará de ti, de la prensa de aceite. ¿Crees esto?
Dios hará algo importante de ti pero no hasta que tome el barro y haga una vasija como Él quiere. La primera vasija es la que se desarmó, la amasó, tomó el barro e hizo una nueva vasija. El Señor dice: “¿No podré hacer yo con ustedes como hizo el alfarero, hijos de Dios?”
La piedra redonda tiene un agujero en medio, donde se colocaba un palo en forma horizontal, y la otra piedra está frente a ella tiene un agujero donde se colocaba un palo en forma vertical, de modo que se hacía girar esa primera piedra mencionada, lo que provocaba que la aceituna se pisara y prensara una y otra vez. ¡¿Cuántas veces habrá que pisarte a ti?!
Otra manera de prensar las aceitunas era haciendo girar la piedra ayudándose de un burro:
Si Dios lo quiere hacer con un burro, lo hará con él, ¡pero te va a quebrantar!
Cuando se han pisado bien las olivas en el molino, se extrae el aceite que quedó de la primera prensada lo que conocemos como el aceite virgen. Entonces se quitan las olivas pisadas y las colocan en unas canastas que luego se apilan una sobre otra encima de una piedra grande, la que tiene unas guías o ranuras:
Luego, arriba de las canastas se desliza otra piedra muy pesada que aplasta las canastas y cuando esa prensa comienza a apisonar el producto que ha sido molido, el aceite desciende por las ranuras de la piedra y llega a una canaleta que en su base cuenta con un vertedero y luego cae en un pozo.
Jesús, antes de experimentar su más grande victoria, experimentó su más grande quebranto. Precisamente, en el monte de los Olivos, en el lugar llamado Getsemaní que significa prensa de aceite, allí mismo, Jesús, fue exprimido, allí posiblemente sufrió la prueba más grande de su ministerio y traspirando gotas de sangre clamó al Padre diciéndole: “Padre, si es posible pasa de mi esta copa pero no se haga mi voluntad sino la tuya.”
El dilema más grande del hombre es: ¿Hago mi voluntad o hago la voluntad de Dios? ¡Es el inconveniente que tenemos por delante! ¿Yo voy a hacer lo que quiero creyendo que Dios me respalda, haré lo que siento, lo que me parece, lo que me gusta? ¡Dios no tiene por qué estar de acuerdo con tus planes ni con tus proyectos! Normalmente trabajamos para nuestro estómago, para nuestra casita, para vestirnos, pero nuestros planes son pequeños. Hay predicadores que le dicen a la congregación: “¡Pídele a Dios una cuatro por cuatro! ¡Si lo haces con fe, Él te la dará!” El asunto es, ¿para qué quieres una cuatro por cuatro? Si Dios quiere que tengas una cuatro por cuatro, ¡bárbaro!
Nosotros estamos por construir un hogar de niños en Haití, sobre una montaña. Llegamos hasta allí en una cuatro por cuatro lo más bien, pero dos de las camionetas comunes no lograron subir, tuvimos que socorrerlas con un tractor. Así que si Dios quiere una cuatro por cuatro, ¡bárbaro! Y te cuento que ya hemos comprado una que se utilizará en la construcción del hogar de niños. ¡Para servir al Señor sí, necesitamos una cuatro por cuatro, no para andar haciéndonos ver por la calle!
Dios tiene que someter a todo hombre bajo su autoridad. En el reino de los cielos hay un solo rey y donde hay un reino se hace la voluntad del que manda.La Bibliaseñala que la voluntad de Dios es agradable y perfecta. ¿Tú quieres bendición? Entonces tienes que permitir que Dios toque tu vida, tienes que permitirle que te meta en la prensa de aceite. Dios extraerá lo mejor de ti, no te quepa la menor duda; no lo hará tu pastor, ni el diablo ni nadie. ¡Dios extraerá lo mejor de ti! ¡No habrá unción, no habrá aceite de oliva si no hay olivas machacadas!
En el monte de Getsemaní Jesús se arrodilló y le dijo a Dios: “No mi voluntad sino la tuya”. Luego se levantó y se dirigió a la cruz. En ese tiempo llegó a clamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” ¡Estaba totalmente débil e indefenso! ¡Totalmente roto en Getsemaní! Llegó a la cruz sin fuerzas y en algún momento en que no daba más le dijo al Padre: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. ¡Entrega su vida y el Espíritu Santo lo levanta al tercer día con gloria y con poder!
“Éste es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”, dijo su padre celestial desde los cielos. ¿Por qué el Padre se complacía del Hijo? Porque su Hijo declaró: “No he venido para hacer mi voluntad sino la de mi Padre. Las palabras que yo hablo no son mías, las palabras que hablo son las que oigo del Padre. Las obras que hago no son mías, son las obras que veo del Padre.”
¡Jesús toma hoy nuestras vidas en tus manos! No habrá unción en tu vida, no habrá poder si no hay olivas machacadas. “Señor, te pido que quites este aguijón que hay en mi carne”, oró Pablo una, dos, tres veces, y la respuesta del Padre fue: “Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad”. ¿Vendrás rendido hoy a Dios? ¿Vendrás quebrantado hoy delante de Él? Dile: Señor, no se haga mi voluntad sino la tuya. Dios está golpeando la puerta del corazón de la gente porque la obra que Él tiene que hacer, la está apresurando, esa obra no la llevarán a cabo los timoratos, los temerosos, sino los valientes. ¿Estás dispuesto realmente a entregarle tu futuro, tu trabajo, tu profesión a Dios?
Jesús dijo que quien quiera ganar su vida la perderá pero también dijo que todo el que pierda su vida por causa de Él y del evangelio la ganará. Mientras más quieras aferrarte a tus cosas, a ti mismo, a tus deseos, a lo que te gusta o te parece, menos unción sobre tu vida, menos presencia, menos poder tendrás.
Dios va a ungir hoy personas que están dispuestas realmente a hacer lo que Jesús hizo en Getsemaní, “No mi voluntad sino la tuya. Cuenta conmigo Señor”.
Una vez le pedí al Señor que se hiciera sobre mi vida su voluntad y Él comenzó a cortar todo lo que yo anhelaba y todo lo que me hacía sentir fuerte. Me sacó de mi tierra y de mi iglesia, me separó de mis amistades. Me sacó las cosas que yo más amaba. Yo amaba dirigir el coro, amaba tocar el teclado en la iglesia, pero el Señor me llevó a un desierto y yo no sabía qué hacer, entonces le dije: “Señor, te tengo miedo, ¿qué más me vas a quitar?” Pero Él estaba metiendo su mano alfarera, estaba haciendo de mí un pastor. Yo no tenía ni la más pálida idea de lo que Él estaba haciendo pero ¡qué linda la obra que Dios hizo en mí! ¡Cómo amo a mi Dios! ¡Cómo amo la vasija que Él hizo de mí! ¡Amo que haya destruido mis planes! ¡Amo haber perdido lo que perdí!
Cuando pienso en mis preciosos hermanos que están enterrando sus proyectos para viajar a Haití, a ellos no los detiene una casa, ni un novio o una novia. Algunos pondrán sus profesiones arriba de una montaña, atendiendo niños hambrientos, huérfanos, sucios pero van con un fuego ardiente dentro de sus huesos. ¿Cómo se hace esto? ¡Cuando Dios llama, uno no se puede resistir!
Oro Padre que te glorifiques sobre cada persona, que toques lo profundo de los corazones para que podamos rendirnos delante de ti Señor, en el nombre de Jesús. ¡Toca a tu pueblo y bendícelo, te lo pido en el nombre de Jesús!
No hay aceite sin olivas machacadas, sin olivas molidas, hoy tienes que venir a tu Getsemaní por tu propia voluntad y decirle a Dios: “Aquí vengo para que se haga tu voluntad, estoy dispuesto a perder, a entregar todo Señor”.
Yo proclamo bendición, sanidad en el cuerpo, en la mente, en las emociones, en el nombre poderoso de Jesús, recibe ahora, en el nombre de Jesús. ¡El poder de Dios desciende sobre ti, no importa cuál es tu enfermedad! ¡Cree que Dios te sana! ¡Él lo está haciendo! ¡En el nombre de Jesús desato el poder sanador de Dios sobre tu vida, amén!
ANEXOS: