Av. 8 de octubre 2335
Montevideo
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1ª de Reyes 11:1-4 dice: “1Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; 2gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. 3Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. 4Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David”.
Del versículo 9 al 11 dice: “9Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, 10y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová. 11Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo”.
¡Qué historia más trágica! Habiendo sido Salomón el rey más poderoso, rico y sabio, en Israel no hubo otro como él, pasó por esta experiencia tan triste de relacionarse con gente que finalmente terminó robándole y destruyéndole todo lo que Dios tenía para él y para su descendencia. Hoy meditaremos acerca de relaciones que destruyen nuestra prosperidad.
El rey Salomón al amar muchas mujeres, llegó al punto que su corazón se desvió de Dios para no hacer su voluntad y algo terrible sucedió: Dios prometió quebrar el reino que había levantado, que era grande, rico y poderoso. ¡Salomón tuvo una pérdida importantísima! Hoy les quiero hablar acerca de una verdad que tenemos que aprender: Dios es celoso de las amistades y de las relaciones que tenemos. Los padres generalmente somos celosos de quienes se acercan a nuestros hijos… yo tengo dos hijas y la gente siempre decía: ¡Cuando alguien se enamore de las hijas del Pastor Márquez, sacará la escopeta! Pero resultó que no, con lo yernos que Dios me está dando, aunque sí con otros. Había algunos que se acercaron a mí con intenciones con mis hijas y les aseguro que los quería “comer crudos”, pretendía que mis hijas no fuesen entorpecidas con alguna relación que las iba alejar de mi corazón o de Dios. Dios también es celoso de nosotros: Él no quiere que establezcamos relaciones de amistad que nos perjudiquen, he predicado en varias oportunidades de “ligaduras almáticas”. Hay amistades que nos hacen mal, que nos hacen daño…hoy he visitado a una mujer en su lecho de muerte, que prometió servir y amar a Dios. Hace un tiempo atrás ella tenía cáncer en su cuerpo, y oramos por ella, le pedimos al Dios del cielo misericordia, que la libre, que la salve, y prometió servir a Dios si recibía sanidad. Se levantó del lecho de muerte y se olvidó que dijo que iba a servir a Dios, en su lugar se unió en concubinato con un hombre. Le dije: “Tienes que olvidarte de ese hombre, tienes que servir a Dios”, pero mantuvo esa relación y se olvidó que era una hija de Dios y que existía y vivía para la gloria de Dios. El pasado viernes me dicen que esta mujer no se quiere morir sin antes hablar conmigo. Hoy estuve orando con ella, el cáncer la ha consumido, la ha destruido en un mes… y allí estuve yo sin saber qué hacer, delante de Dios y delante de ella. Mi esposa también me dijo que hace un mes habló con ella y le dijo: “tienes que dejar esta relación”. ¡Hay amores que matan! Qué triste lo que le sucedió a Salomón; entiendo a Dios porque yo mismo vivo cosas parecidas. Por ejemplo tengo ovejas en la iglesia, y cuando veo que algún lobo se les acerca, le digo a la oveja, “no te conviene esa relación”, “pero yo lo siento pastor”, me responde, “voy a orar, a ayunar…”, y comienzan con todas esas necedades, y sin querer, se van relacionando y ligando.
El salmo 1 versículos 1 y 2 dice: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejos de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”. Cuando tú hablas demasiado con personas que tienen pensamientos malos, ellas terminaran destruyéndote y destruyendo tu prosperidad. Es un tema que poco hemos predicado, hemos hablado de toda clase de cosas que atentan contra la prosperidad, pero pocas veces hemos hablado o predicado que una amistad te puede destruir la prosperidad; más bien he predicado que quien se deleita en la ley de Dios será como árbol plantado junto a corrientes de agua que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará, pero yo siempre dejaba de costado esa primera parte, que las relaciones que tenemos que nos hacen daño a nuestra vida espiritual. He descubierto que Dios es sumamente celoso de nosotros, y no quiere que andemos cerca de determinadas personas que son un estorbo para nuestras vidas. A Salomón le gustaron un montón de mujeres, no tenía una sola esposa, y ellas causaron su ruina.
Hemos predicado mucho de los destructivos que son los celos, pero hemos predicado poco que hay un celo que es santo, que es bueno, y dicela Bibliaque Dios es celoso de nosotros y no le gusta que nos liguemos como amistades que no nos convienen porque Él es nuestro padre y está velando para que nos vaya bien.
Tenemos la inclinación de acercarnos en amistad, a personas que no convienen, y a veces creemos que esas personas han venido a destruir nuestras vidas, pero no hemos entendido que las amistades que tenemos tienen que ver con nuestras concupiscencias, con nuestras codicias. Dicela Bibliaque todos nosotros somos atraídos de nuestras propias concupiscencias, de nuestras palabras. Se nos pegan las amistades porque somos pegajosos, no es que vienen y “no les pudimos decir que no” y esto no incluye solamente el pecado, sino también las amistades que tenemos; no me puedes decir que eres sumamente espiritual y que una vecina chusma se te pega todos los días, chusmea tres horas al día y que tú sufres porque eres espiritual. La vecina sí tiene una boca muy grande, ¡pero tú tienes dos orejas grandotas! Cada uno de nosotros atrae a determinada clase de personas; hay una chica que pidió ser internada en la comunidad de rehabilitación “Monte Beraca” porque la pasta base la estaba matando, y nos dijo: “Quiero salir de la pasta base, por tanto, número uno, quiero que me dejen fumar, y número dos, quiero que me dejen fumar marihuana porque yo solamente quiero ser libre de la cocaína y de la pasta base”. ¡Nos dio el reglamento! El segundo día ella ya estaba con un muchacho que le daba para fumar marihuana, sucedió como el dicho popular: “Dios los cría y ellos se juntan”. Las amistades no vienen de casualidad, si andas con gente de mala fama es porque tú tienes una atracción especial por esa gente, como dice otro dicho popular “dime con quién andas y te diré quien eres” y yo le voy a agregar una frase que la voy a hacer célebre a partir de hoy: “dime con quién andas y te diré quién eres y también te diré cómo te va a ir”. Dios no te va a dejar prosperar si las amistades que tienes no le agraden. ¡Gloria a Dios que mis hijas nunca me pidieron permiso para ir a un baile! Pero si hubieran venido yo les habría dicho: “¡No quiero que vayas al baile! No me gusta lo que se hace en los bailes, no me gustan las intenciones que tienen las chicas y los chicos que van a ellos, ¡no quiero que entables relación con ellos!” Saber con quién me relaciono es fundamental, y si no, pregúntale a esas mujeres que dicen: “¡Qué habré estado pensando cuando me casé contigo!” “¡Por qué no le habré hecho caso a mis padres!” lloran algunos… pero ya es demasiado tarde.
Salomón perdió un reino a causa de las personas con quienes trabó amistad. ¡Qué importante es elegir con quién te juntas! Y hay otro ejemplo en la Biblia. Habíaun rey maravilloso en Judá que se llamaba Josafat; los capítulos previos al 20 hablan de las bondades de Josafat, y de las bondades de Dios con Josafat, pero al llegar al capitulo 20 de 2ª Crónicas, versículos 35 al 37, dice la palabra de Dios: “35Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad, 36e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber. 37Entonces Eliezer hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis”.
“Pasadas estas cosas…”, es decir, pasadas todas esas bendiciones, todas estas prosperidades, Josafat, trabó amistad con Ocozías, rey de Israel, el cual fue dado a la impiedad.
¡Que bueno que es Dios! Quizás pienses que Dios es malo, que dice: “Por cuanto te hiciste de amigos, ¡te voy a romper los barcos!” ¡No! Le rompió los barcos de bueno que es. No le quedaron ganas a Josafat de hacer otro barquito, porque había trabado amistad con un hombre inclinado a la impiedad, y Dios sabía que no le iba a ir bien, por lo tanto, ¡gloria a Dios que le rompió los barcos!
Yo he aprendido que cuando se rompen algunos de mis planes, debo darle gracias a Dios; cuando quiero que salga de determinada manera y me sale de otra, ya he dejado de preguntarle a Dios “por qué”, ahora le digo “¡Gracias Señor! ¡Gracias porque tú eres mi padre y mi Dios! Tú me rompes los barcos para que no sea más amigo de una persona que me va a desviar de tus planes y de tus propósitos” He decidido no hacerme tanto problema cuando se rompe algún plan, sé que Dios me ama, me cuida y que es celoso de mí. He tenido amigos en la iglesia que me han dicho “no me gusta lo que estás haciendo, tendrías que hacerlo así… yo he puesto dinero, y quiero que hagas esto y aquello”. Por un tiempo sufrí, porque las amistades producen ataduras, hay personas que quieren amar a Dios y a su mamita, a Dios y a su nietito, pero en realidad la mamita y el nietito pesan más que Dios y cuando la relación con un ser humano pesa más que la relación con Dios, ¡más vale que Dios te rompa los barcos! ¿Te anima a decirle a Dios “rompe mis barcos y destruye mis planes”?
En esta hora quiero renunciar a toda relación humana que me impide una mejor relación contigo. Que no quede atado a nadie ni por dinero, ni por afectos, ni por negocios, ¡por nada! Quiero renunciar a todo amor que te estorba a ti, Señor. He hablado con hombres que me dicen “mi mujer está celosa de mí porque paso demasiado tiempo con determinada mujer. ¡Qué se cree!” Pero le he dicho “defiende tu matrimonio, defiende tu esposa, quizás ella no esté actuando bien en este asunto, pero es preferible que ni te veas con esa otra mujer, ¡elige la tuya!” Y así también tienes que ser tú con Dios: ¡Tienes que estar dispuesto a cortar cualquier relación por Él!
Lo más triste de Josafat no fue que se le rompieron los barcos, sino las consecuencias de su obrar. Tanta amistad tenía con Acab, el peor rey de Israel, que su hijo primogénito Joram, que le sucedió en el trono, terminó casándose con la hija de Acab, Atalía, que era tan venenosa como su madre. Esta mujer introdujo en Israel un montón de cultos idolátricos y de cosas extrañas a Dios que terminaron por destruir el reino. ¡Qué dolorosas las consecuencias del obrar de Josafat! Nuestras relaciones pueden destruir nuestra prosperidad pero no solamente eso sino que también pueden destruir nuestra posteridad, ¡pueden hacerle muchísimo daño a nuestra descendencia! Por eso, es necesario que hoy nos presentemos delante de Dios y le preguntemos: “¿Qué amigo quieres que deje? ¿Qué amistad tengo que está impidiendo que te sirva y te ame con todo mi corazón?” Sucede que las personas que tienen amistades que a Dios no le gustan, también tienen tendencia de alejarse de las relaciones espirituales que Dios sí quiere que tengan. Algunos se alejan de la iglesia, de los hermanos, de los pastores y comienzan a acercarse a otras personas que los atan afectivamente. El problema más grande de los drogadictos no es la droga, sino las relaciones que tienen. ¡Cuando se alejan de las relaciones que tienen, sí pueden dejar la droga! Esas amistades que antes le vendían la droga, ahora se la regalan, les dan lo que antes no les daban, con tal que permanezcan o vuelvan a la inmundicia. A veces el diablo se les ríe en la cara y les dice: “Esta va gratis, la próxima se las cobro”.
Dicela Bibliaque el Espíritu Santo nos anhela celosamente, y nos quiere apartar de las relaciones que nos rodean; cuando el pastor te dice “no te conviene esa amistad, esa relación”, abre tus ojos, sé inteligente, ésta te va a guiar más que el corazón. Dicela Bibliaque el corazón del hombre es engañoso más que todas las cosas. Que Dios te conceda hoy librarte de sentimientos de la carne y te arrepientas de las relaciones que sabes no te hacen bien. Josafat estableció una sociedad con Acab, ¡hay sociedades que no son de Dios! No esperes prosperar ni ser bendecido por Dios si estás en una sociedad que Él no aprueba. ¡Hay amistades, sociedades y relaciones que te roban la prosperidad!
Estoy seguro que hay personas que están leyendo este mensaje, que no gozan de prosperidad, que siempre les va mal, pero nunca han soltado de determinadas amistades y relaciones. Si tú sigues los consejos de siempre, seguirás como siempre. ¿Quieres algo mejor para tu vida? Una relación o una amistad que no es de Cristo te puede estar atando; hay personas que no quieren cambiar, cuando deciden que no van a dejar determinadas amistades, se están diciendo claramente, “no quiero cambiar, quiero seguir como estoy, quiero seguir mal”, pero es necesario que hoy tomes una decisión delante de Dios. No solamente te quiero decir hoy que tienes que dejar determinadas relaciones, sino también, ¡tienes que arrepentirte de tenerlas! He visto caer tan bajo siervos y siervas de Dios por no querer soltar alguna atadura sentimental, afectiva… algunos tiene un falso concepto de lealtad y dicen, “no, a esta persona no la puedo dejar”, pero ¡tienes que aprender a dejar cualquier cosa por Cristo! Él dejó todo por ti, por eso Dios es tan exquisito en la relación que quiere contigo y conmigo; “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:36). Es una relación única la que Dios quiere con nosotros, y cuando nos aferramos a alguna persona más que a Él, él le llama adulterio, fornicación, “me han dejado a mí y se han ido detrás de otros”. Que nadie sea una influencia tan fuerte que destruya tu relación íntima con Dios.
La palabra de Dios dice algo que hoy tenemos que entender muy bien; toda amistad es una traba, y ¿qué es una traba? “Algo que se interpone, una atadura, una tranca…”; cuando yo me enamoré y me casé con mi esposa, quedé trabado. Hay relaciones que te traban pero son buenas, tú puedes trabar amistad con Dios, es decir, dejas de lado otras amistades y relaciones para intimar con Él. De modo que hay trabas buenas y hay trabas malas; “trabar amistad” significa establecer un vínculo, no significa pues, que todos los vínculos son malos, ¡hay vínculos que son buenos! Si te casas con el hombre que Dios tiene guardado para ti, estás trabando amistad con una persona especial, que Dios tiene para ti y se rompe toda otra relación por causa de esta. No obstante, he visto que Dios tiene un hombre para una chica, envuelto en un papel celofán y con un moño grande, pero ella no lo ve y se enamora de otro, y Dios le está diciendo “tonta, no estás viendo el que yo tengo para ti”, y la persona de la cual se enamora resulta ser una traba mala. Otro término que se usa es “esposa”. ¿Qué significa esposa? Es algo que te ata.
Cuando tú trabas amistad con alguien, quedas esposado a esa persona. Dios hoy quiere hacerte libre de esa atadura que no te conviene, y quiere romper ataduras del infierno. Quizás tienes algún novio que no conviene, no te lo dio Dios sino que satanás te lo presentó en bandeja, quizás sean amistades de la universidad, quizás sean compañeros de trabajo que roban tu tiempo, tú no estás con ellos para evangelizarlos sino para perder el tiempo. Quizás ya ha estado pasando la figura de alguien por tu cabeza… ¡ese es el que tienes que dejar! “Señor te quiero agradecer porque eres celoso de mí, te quiero agradecer el que rompas mis barcos, tú eres un Dios magnífico, eres un padre amante, eres un Dios poderoso, y quiero pegarme a ti como a nadie. He escuchado tu palabra y reconozco que hay relaciones que no convienen, reconozco que hay relaciones que me tironean y me alejan de ti, reconozco que no hay prosperidad en mí y quiero ser como un árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prosperará. ¡Quiero ser próspero! Líbrame de esas personas que han cegado mi entendimiento, con las que he quedado atado, trabado, líbrame de esas personas con las que he establecido compañía para hacer cosas. ¡Líbrame del yugo desigual! Reconozco que el diablo me ha traído personas que me hacen daño y me han hecho doblegar mi relación contigo y mi fidelidad a ti, pero me debo sólo a ti Señor. Reconozco que a veces no busco las personas más espirituales sino las que sólo me simpatizan pero que en realidad no están buscando tu rostro. Perdón porque a veces me siento bien con personas cuyas conversaciones no son correctas, ni edificantes, ni espirituales. ¡Me consagro a ti en esta hora y prometo trabar amistad contigo! En el nombre poderoso de Jesús hago esta oración, amén”.
ANEXOS: