Av. 8 de octubre 2335
Montevideo
WhatsApp:(+598) 095333330
Hoy hablaremos acerca de las causas por las cuales no tenemos éxito en la oración; es necesario que recibamos la enseñanza de Dios acerca de este tema, para no fracasar. Los cristianos no oran porque no han encontrado en la oración una fuente de poder, no han tenido éxito en la oración, se sienten fracasados en esa área y dicen: “Yo oro pero Dios no me escucha, ¡no se acuerda de mí!” Oran, pero no con muchas expectativas, piden por tres minutos y se duermen. Puedo entenderlos porque a mi me sucedía lo mismo…quería orar y no sabia qué decir, me dormía, pero llegaba un amigo, ¡y se me iba todo el sueño! Determinados programas de televisión me despertaban pero la oración me causaba sueño.
Necesitamos que algo ocurra en nuestras vidas porque todo lo que Dios hace en la tierra lo realiza de acuerdo con sus hijos; él nos ha puesto como administradores de la creación, del reino y de su gracia. ¡Él hace todo poniéndose de acuerdo con nosotros mediante la oración! Por medio de ella entramos en comunión con él; la Bibliaafirma que Él anhela intimidad con sus hijos: “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.” Salmos 24:12
¿Sabes qué es comunión íntima? Es intimidad con Dios. Cuando hablamos de ello, nos referimos a un Dios que se desnuda ante nosotros, que nos muestra su intimidad y también a gente que se desnuda delante de Él. Nunca hubo un avivamiento, sin que antes un grupo de personas se haya desnudado delante de Dios y le haya buscado con todo el corazón, jamás vino un derramamiento poderoso del Espíritu Santo sin gente que le haya dedicado un tiempo especial a la oración. El pastor Paul Yongi Cho, dice que por ser el pastor de la iglesia más grande del mundo, debe orar más que nadie. Teóricamente debería ser el pastor más ocupado que exista, pero no es así, él no ora menos de seis horas por día, y lo ha contado en varios de sus libros. Dice que es muy sencillo, se levanta, ora desde las 6 AM hasta las 8 AM y se va a trabajar; luego del almuerzo ora dos horas más y sigue trabajando y a la noche otras dos horas, y así todos los días. Es un hombre que ha conmocionado Corea; fue una nación totalmente pagana, pero desde la década del 50 hasta ahora, se ha trasformado en una potencia y hay iglesias cristianas en todos los barrios. Es el único país del mundo donde las iglesias tienen cien, doscientos, trescientos, cuatrocientos y quinientos mil miembros; en una oportunidad estuve en una iglesia que tenía doscientos ochenta mil miembros. Estamos hablando de cosas que hacen que tengamos éxito en la oración; si no tenemos éxito, no tenemos ganas de orar y buscamos en cambio, algún Pastor que nos ore.
A veces no tenemos la experiencia de orar, no comprendemos el poder que hay en la oración, y estamos esperando que alguien nos ore. Mucha gente me dice Pastor ore usted por mí que está más cerca de Dios, y me da mucha pena, porque Dios anhela tener comunión íntima con todos.
Él ha preparado las cosas de tal manera que la comunión que pueda tener con nosotros, sea mejor que la relación que podamos tener con cualquier persona, porque la Biblianos enseña que él ha derramado sobre nosotros su Santo Espíritu, y el apóstol Pablo nos enseña que su Espíritu conoce y escudriña lo profundo de Dios, de la misma manera que el espíritu del hombre conoce lo que hay en el hombre. Tú, en tu psiquis, en tu alma, puede ser que no entiendas lo que estás haciendo, o quizás estés tomando decisiones que parezcan que son buenas pero no lo son porque hay engaño en la mente y en las emociones del hombre, pero tu espíritu y tu conciencia conocen profundamente de ti. Estamos más acostumbrados a escudriñar lo que hay en la mente y en nuestras emociones, que lo que hay en nuestro espíritu. Yo no puedo tener en mí el espíritu de mi esposa, no puedo tener una comunión tan íntima con mis hermanos y mis hermanas porque no me ha sido dado por Dios, a ningún hombre le ha sido dado que su espíritu habite en otro ser humano. Pero el apóstol Pablo dice sepan lo que nos ha sido dado a nosotros, porque sí ha permitido Dios y ha querido que su espíritu esté en nuestro espíritu, de tal manera que podemos conocer las profundidades de Dios aunque no conozcamos las profundidades del hombre.
Cantar de los Cantares capítulo 4, versículo 9 dice: “Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello”.
Quiero hablar de la cautividad, Cristo nos compró para que seamos cautivados por él, ¡yo quiero ser cautivo de Dios! La palabra “cautivo” tiene varias acepciones; una de ellas es “llevar preso”, otra es “seducir”, en tanto que una tercera definición es “ejercer irresistible influencia en el ánimo por medio del atractivo físico o moral”. Muchas cosas nos atraen y nos cautivan, las damas tienen una forma especial de cautivar, a veces cuando se maquillan y se visten de determinada manera, se les dice: “¡Te has venido encantadora!” Se habla de encantamiento, es decir, “que cautiva”, “que produce una influencia irresistible”. Cuando estas mujeres provocan esto, los hombres quedan encantados, cautivados.
Jesús dice: “Ninguno puede servir a dos señores” (Mateo 6:24). El primer mandamiento es que debemos amar a Dios y nuestro problema para la oración es que Dios no es nuestro primer amor. ¿Qué hay en la oración que no nos resulta cautivadora? Dios busca tener comunión íntima con nosotros, quiere desnudarse, dejarse ver, mostrar su gloria, su majestad y su poder, quiere bendecirnos y derramar su espíritu y su poder sobre nosotros y que tengamos una vida abundante, poderosa y próspera.La Biblia dice que el Espíritu Santo nos anhela celosamente, pero nosotros estamos atraídos por otras cosas, eso significa que amamos otras cosas más que a Dios. ¡Viene el tiempo que la iglesia va a disfrutar de la presencia de Dios! Viene el tiempo en que estarás una, dos o tres horas en la presencia de Dios, el día que te enamores de Él no vas a querer soltarlo. Hay otras cosas que ejercen influencias en nuestro ánimo por medio de un atractivo físico o moral, pero todavía no se ha dado que Dios ejerza un atractivo irresistible o una influencia poderosa; lo que tú amas te atrae de tal manera que no te suelta.
Hay personas que están prisioneras de temores, y por ellos, no le pueden responder a Dios, su cautividad les aleja de la comunión con los santos, con sus pastores y con Dios. Hay cosas que te alejan dela Biblia, de la oración, de tus hermanos y de tu pastor. ¡Yo anhelo tener comunión con los hermanos! Imagínate a un chico que se enamoró de una chica, se quiere casar con ella, pero la ve tan ocupada, que dice: “La amaré de lejos”. Tú no puedes decir que amas a la iglesia o a los hermanos si no tienes comunión con ellos; si estás amando, estás buscando la comunión. ¡Debemos perfeccionar el amor por Dios! ¡Necesitamos dejarnos cautivar por Dios! ¿Qué te ha cautivado? ¿El dinero? ¿Las muchas ocupaciones? Mientras te dejes cautivar por otras cosas, no experimentarás la comunión con Dios, no percibirás el poder y la plenitud de la oración.
El Salmo 126:1 y 2 afirma: “1Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan, 2Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza…”
El objetivo de este mensaje es que tú seas libre de tus cautividades y de aquellas cosas que te detienen; cuando Dios te demanda algo, siempre presentas excusas; hay gente que hizo un pacto con Dios, algunos están firmes cumpliendo lo que prometieron pero otros están fallando, algunos miran su bolsillo y dicen que no pueden, que no les alcanza pero otros a pesar de lo que ven sus ojos, cumplen su pacto. ¡Hay gente cautiva por el dinero! El dinero decide si hacen o no algo que Dios les demandó.La Bibliadice que no puedes servir a dos señores, mucha gente no ofrenda, no sirve a Dios o no emprende alguna cosa y le echa la culpa Dios. Debo decirte que las personas exitosas empezaron con lo que tenían, en donde estaban. Tu recurso más grande es tu fe, es el poder de Dios sobre tu vida. ¡No necesitas consultar a tu bolsillo para obedecer a Dios! Hay gente que es cautiva del dinero en tanto que otras son prisioneros de las deudas y estos dicen: “Dios sabe que tengo deudas…”, sobre la vida de ellos no manda Dios sino las deudas. Hay quienes tienen el “Dios deuda” y el “Dios temor”, por lo tanto hay dos señores en ellos: El temor, y Dios, Jehová de los Ejércitos. Y dice Dios: “Te dejo y me voy a buscar alguien que tenga temor de mí”. Porque el temor exige obediencia. ¡Dios tiene que ocupar el primer lugar en tu vida! ¡Tienes que lograr que tu deleite sea él!
Nuestras oraciones demuestran que somos cautivos, ¿cuál es el motivo principal de tu oración? ¿La usas sólo para pedir? Generalmente nos acercamos a Dios, no por lo que Él es, sino por lo que tiene para darnos. Hay padres que no van a la casa de sus hijos si no les llevan un regalo y hay hijos que sólo visitan a sus padres cuando les van a dejar a sus nietos. ¡Sólo los visitan cuando necesitan algo! Hay quienes tienen actitudes lastimosas, sólo se presentan delante de Dios con peticiones y se enojan si éstas no son contestadas; deciden su trato con Dios, dependiendo de las cosas que aman y que piden, y si Dios les concede las peticiones, está todo bien, pero si no, ¡se enojan con Él! Creen que Dios no les ama, porque no les da lo que quieren. Pero cuando entendamos que lo más importante no es lo que le pedimos a Dios, ni lo que él nos da, sino Él, en ese instante seremos libres de toda otra cautividad.
Tú eres cautivo de aquellas cosas que le pides a Dios, poniéndolas en primer lugar en tu corazón. Si quieres ver a Dios contento y que abra el cielo y diga de ti: “Éste es mi hijo amado en quien tengo complacencia”. ¡Busca a Dios y adórale! ¡Hazle lo más importante de tu vida!
Jeremías 29.12 afirma: “Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré…”
Si hasta ahora has vivido sólo para tus deleites y apetitos, pensado qué te puede dar Dios, pero no qué Él demanda de ti, es hora de cambiar de rumbo y volverte a tu creador. Renuncia a toda cosa que anhelas y ponla en el altar de Dios; que tu relación no sea una relación “mercantil”. ¡Deja cautivarte por Jesús y experimenta el amor profundo! Dile a Dios que lo pones en primer lugar, dile que te avergüenzas porque vienes a Él cuando necesitas algo. Que hoy puedas ser sincero delante de tu creador… si estás dispuesto, haz esta oración ahora mismo:
“Padre querido, quiero buscarte como nunca antes en mi vida, quiero amarte como jamás te he amado, porque las cosas que he puesto en primer lugar, que he anhelado antes que a ti, no me han dejado amarte, ¡tú no has sido mi primer amor! ¡No has sido mi primer tesoro! Perdón Señor porque no he puesto todas mis fuerzas en buscarte a ti, hoy quiero tener un encuentro contigo, quiero adorarte y acercarme a tu corazón, líbrame de mis cautividades, de mis muchas ocupaciones y de mis muchas preocupaciones, ¡sálvame Señor! Quiero buscarte con todo mi corazón. En el nombre de Jesús hago esta oración, amén!
ANEXOS: