DIOS SUSTENTA A SUS HIJOS EN LA TRIBULACIÓN

INTRODUCCIÓN

Génesis 41:56 dice: “Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto”.

Estamos viviendo una etapa crucial en la historia de la humanidad; no sé si las siete vacas de esta época son más flacas que las de Egipto; la impresión que tengo es que las siete vacas flacas de hoy son más flacas y más enjutas que las de Egipto. Las noticias nos hablan del hambre que hay en el mundo, en Uruguay, en Argentina, ¡en todos lados! A cada momento se sigue ampliando el abismo que hay entre los que más tienen y los que tienen menos. En Argentina ya hay unas dos mil familias que viven en “countries privados”, los que incluyen colegio primario, secundario, no se si algunos tienen ya universidad, tienen supermercado, todos los servicios médicos, existe todo dentro del country, es decir, no necesitan salir al mundo, están rodeados y protegidos, tienen un nivel económico que les permite un estilo de vida holgado, cada familia tiene tres o cuatro vehículos, una casa preciosa… y todo esto sucede mientras los pobres se empobrecen más y más. La injusticia social es cada vez mayor en el mundo. Esto disgusta tremendamente a Dios, Él le llama a esto injusticia, no porque los ricos tienen posesiones, sino porque las tienen a costa de los que no poseen. La riqueza se está concentrando cada vez más en un grupo pequeño de familias, y aproximadamente un 20 % de la población posee el 80% de la riqueza mundial; hay quienes pagan millones de dólares para subirse a un cohete e ir a la luna y volver mientras millones de personas se mueren de hambre. Nunca me voy a olvidar cuando hace unos años atrás, en la ciudad balnearia de Punta Del Este pasé por una mansión muy linda donde habían llenado la piscina con champagne, en oportunidad de un casamiento, y los invitados se habían zambullido en ella para festejar. ¡El mundo está cada vez más loco!

EL SUEÑO DE FARAÓN

Quiero hacer una comparación de los sucesos ocurridos en Egipto en el tiempo de las siete vacas flacas y los acontecimientos que estamos viviendo actualmente. Faraón tuvo un sueño en el que vio siete vacas gordas, muy gordas y lindas, y después inmediatamente vio siete vacas muy flacas, y éstas se comían a las gordas. Eran tan flacas que aún luego de haberse comido a las gordas, seguían siendo flacas. También había soñado con siete espigas muy lindas, muy gruesas, muy llena de granos, y con otras siete espigas muy débiles, azotadas por un viento caluroso, que se comían a las espigas lindas. El Faraón quiso saber qué significaba el sueño pero no encontró en Egipto quien pudiera interpretarlo. No obstante, Dios le dio a un siervo suyo, José, la interpretación del sueño y también la salida para sobrellevar el problema de la escasez que vendría. José le dijo al Faraón que las siete vacas gordas eran siete años de abundancia que vendrían y las otras siete vacas flacas, siete años de muchísima escasez donde la tierra no produciría, habría una sequía atroz, y recomendó al Faraón que se busque un hombre capaz que comience a trabajar la tierra y a juntar el grano en graneros para que cuando vengan los siete años de escasez, hubiere abundancia de alimentos en Egipto. Faraón pues, puso a José en esa tarea; él es tipo de Cristo, quien da provisión a su pueblo en tiempo difícil, es decir, “en el gobierno del Faraón y en el territorio de Faraón”. Dice la Bibliaque Satanás es el príncipe de este siglo y que el mundo entero está bajo su poder y allí en el mundo, bajo la autoridad de Satanás, que en este caso sería Faraón, viene Cristo con su tarea de salvación a rescatar, a poner freno a los poderes malvados y a darle provisión a su pueblo. La providencia de Dios no es solamente económica, es provisión material, moral, ética, espiritual… ¡es sustento de toda clase! Todo don perfecto proviene de Dios. ¿Qué sucedió cuando vinieron los siete años de las vacas flacas? Leamos los versículos 56 y 57 del capítulo 41: “⁵⁶… Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. ⁵⁷Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre”. Leamos Génesis 42:6-7: “⁶Y José era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro a tierra. ⁷Y José, cuando vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán, para comprar alimentos”.  Comienza allí un trato de José con sus hermanos; éstos habían vendido a José como esclavo. José es tipo de Jesús. Zacarías 13:6, refiriéndose a Jesús, expresa: “¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos”. Este pasaje se corresponde con Mateo 23:37 que dice: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” y con Juan 1:1: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. Los hermanos de José no le quisieron, (al igual que los hermanos de Jesús, los judíos, que le rechazaron) y lo pusieron en manos de mercaderes, quienes lo vendieron como esclavo a Egipto, donde vivió bajo el poder del Faraón como un prisionero. Cuando sus hermanos habitaron en Egipto, fueron con toda su familia; a su vez, la familia de José es tipo de la iglesia.

El tiempo de escasez fue muy pero muy duro, sin embargo Dios permitió que José fuese el gobernador en el reino del Faraón de modo que el dinero y los bienes fueron administrados por su siervo, para que sus hijos no padeciesen hambre ni escasez. El pasaje de Génesis que leímos recién, cuenta que la gente venía con el dinero que tenía y compraba granos y mercadería en Egipto, pero pasó algo muy grave. Leamos Génesis 47:13-14: “¹³No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán. ¹⁴Y recogió José todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón”. La gente compró hasta que se le terminó el dinero, ¡y ya no había más con que adquirir comida! José les dijo: ¿Tienen animales? Denme los caballos, las vacas, las ovejas y les daré comida a cambio. Así, el Faraón terminó enseñoreándose de la tierra, del ganado, del dinero, y aún de la vida de los propios habitantes de su país. Yo me puse a reflexionar, qué será peor, ¿la situación que estamos viviendo en la actualidad o la que se vivía en los tiempos de José? Hoy la gente no tiene tierras, ni produce… si hacemos las cuentas, la gente gana lo indispensable para vivir y no tiene dinero para irse de vacaciones, creo que estoy hablando de más de un 50% de la población en esta situación. La gente no tiene casa propia, quizás más del 70 u 80 % de la población vive en casa alquiladas, o hipotecadas a veinte, quince o treinta años. O sea que tiene treinta años de su vida hipotecada para poder tener una casa propia. ¡No estamos viviendo mejor que los egipcios! Estamos en una época que podríamos llamarla muy bien “la época de las vacas flacas”, en que el dinero en efectivo va a desaparecer. Ya se está implementando un nuevo sistema monetario, ya están listos los chips; no se podrá comprar ya más con dinero, será necesario tener una marca para poder hacerlo. ¿Te dejarás marcar?

Cuando el dinero se les terminó para comprar comida, pusieron su ganado, sus tierras y luego, ¡sus propias vidas a cambio de alimentos! Todos los habitantes y todas las posesiones de Egipto pasaron a pertenecer al Faraón. Entonces José les dio la semilla para que siembren y les dijo: “De todo lo que ustedes produzcan, la quinta parte (o sea el 20%) será para el Faraón y las otras cuatro partes, el 80% les servirá para plantar, para producir, para comer ustedes y sus familias”. Dicela Bibliaque hasta el día de hoy ha permanecido esta situación; todo el pueblo le pertenece al Faraón. ¡El Faraón se enriqueció! Se quedó con las tierras, con las vidas, con el ganado, ¡con todo! y de lo que se producía había que pagarle el 20 % al Faraón. ¿Cuánto le pagas tú al Faraón? Un 23% de IVA, más la contribución inmobiliaria, más el impuesto a las ventas, patentes de vehículos, impuestos a los combustibles y cientos de tasas y tributos. ¡Estás peor que los egipcios y que los cananeos! Se calcula que los impuestos abarcan aproximadamente el 50 % o un poco más de los ingresos. Ya en aquel entonces se consideraba esclavitud que el 20% fuese a manos del Faraón. Vivimos en un sistema democrático donde levantamos la bandera de la libertad, la igualdad y la fraternidad pero estamos llegando a un punto en que el Faraón tomará posesión del mundo entero, de toda la tierra, y la gente no tendrá dinero para comprar ni para vender. ¡Avanzamos velozmente hacia ese sistema! Las noticias que recibimos del mundo religioso, del mundo económico, nos están diciendo eso, que está a punto de implantarse un nuevo orden mundial, entiéndase, nuevo gobierno mundial, un régimen distinto a todos los que han existido sobre la faz de la tierra, un sistema grande y poderoso.

EL NUEVO ORDEN MUNDIAL ESTÁ A LAS PUERTAS

Lo que pasó en Egipto con el Faraón es un paralelo de lo que va a suceder con el anticristo en poco tiempo. Ya está funcionando el Sanedrín en Israel, el cual es necesario para reinstalar los servicios religiosos; para ello también se necesita el tercer templo de Salomón, y ya están los preparativos para su construcción. Todos los acontecimientos se están dirigiendo hacia la maduración de los tiempos que culminará con el advenimiento del anticristo. Recientemente un rabino expresó: “Todos nosotros veremos al Mesías con nuestros ojos”, otro rabino ha dicho que cuando termine el gobierno de Ariel Sharon vendría el Mesías… otro más dijo que no, que el Mesías vendría al finalizar el gobierno de quien suceda a Sharon. Están convencidos que pronto viene el Mesías y se están preparando para ello, y también han declarado que la autoridad de Sharon es temporal pues la verdadera autoridad espiritual y jurídica de Israel es el Sanedrín. No sé si recuerdan que el Sanedrín juzgó a Jesús y ellos, pareciera ser que presentarán al supuesto Mesías. Jesús dijo: “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis” (Juan 5:43). Se estaba refiriendo a este acontecimiento que está a las puertas. Dice la Biblia que llegará el momento que el pueblo de Israel hará un pacto con la muerte, aún los judíos tienen un velo que será quitado cuando venga el verdadero Mesías. Refiriéndose a ese falso Mesías, Jesús dijo: “…si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis…  si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. ²⁷Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”. (Mateo 24:23-27). Estamos a punto de enfrentarnos a una gran mentira mundial, “cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina” (1ºTesalonicenses 5:2).

Escasez es el método del Faraón para quedarse con todos los bienes, con todo el ganado y quedarse con la mismísima gente, haciéndola esclava. El amor al dinero es raíz de todos los males. ¡No te metas en deudas! ¡No le debas nada a nadie! ¡Come de lo que haya y no pidas préstamos para pagar tus deudas! ¡No te endeudes para pagar deudas! Pero hay provisión para el pueblo de Dios; José es tipo de Jesucristo, los que pertenecen a Él serán guardados. Tienes que escuchar la palabra de Dios y creerla. Hoy te digo en el nombre de Jesús que tienes que prepararte para los siete años de las vacas flacas. No se si estamos en el segundo, tercero, o quinto, año de las vacas flacas, pero estoy viendo que el Faraón se apodera de todo. ¡Lo estoy viendo! Tengo la bendición de tener un programa diario de radio, por tanto, estoy en contacto continuo con las noticias diarias y les digo con seriedad y autoridad en el nombre de Jesús, no tanto por las noticias que leo, sino por las noticias que se están cumpliendo tal como Dios lo ha dicho en su palabra, que el tiempo del fin se acerca. ¡Ya nacemos esclavos! Cada latino que nace debe 1672 dólares promedio al FMI (Fondo Monetario Internacional). Trabajamos todo el año para pagar parte de los intereses de la deuda externa que tiene el país. “El que toma prestado es siervo del que presta” (Proverbios 22:7). Todas las naciones de la tierra están endeudadas; algunos se enojan contra los norteamericanos pero ellos están endeudados, ¡todos los países más importantes del mundo, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, España están endeudados! Pero, cuando hay deuda, hay uno que presta… la pregunta es: ¿Quién es el que presta? No hay ningún país que preste pero sí hay un poder económico mundial al que todos le deben. La deuda esclaviza, tanto a los países como a las personas que caen presa de ellas. Pero lo curioso es que ahora hay determinadas políticas internacionales, de modo que se otorgan préstamos, no para lo que tú quieras, sino para aquellas cosas que forman parte de esa política internacional. Si hacemos algo que tiene que ver con lo que ellos están planeando para el desarrollo mundial, entonces te dan dinero. Es decir, nos prestan dinero para sus planes, los que son pagados en consecuencia, por todos nosotros. ¿Qué estoy diciendo? Que hay un gran poder económico mundial al que todos le estamos debiendo, en otras palabras, ¡estamos como en el tiempo de las vacas flacas! ¡Nada nos pertenece! Es de conocimiento público que el anterior gobierno uruguayo firmó un compromiso de poner en garantía las aguas subterráneas del Uruguay por la deuda externa; en poco tiempo, te pondrán un medidor en el pozo que tengas. Quizás tienes un pozo que hace quinientos años lo cavó un ancestro tuyo, el abuelo de tu abuelo, pero un día te dirán, “tiene que pagar por el agua de ese pozo”. “Pero está en mi campo…” ¡No! Tú sólo podrás pisar el pasto… No tendrás otra opción que acceder a que te pongan el medidor y tendrás que pagar desde el momento en que tomaste posesión del pozo, si lo has tenido desde hace diez años, ¡deberás diez años de agua! Y si no tienes dinero para pagar, te darán un préstamo…tendremos que aprender a juntar agua de lluvia… ¡Estamos peor que Egipto!

Dice la palabra de Dios que Jacob envió sus hijos a comprar a Egipto y cuando llegaron allí, ¿quién estaba sentado en el trono? ¡José! El vio y reconoció a sus hermanos que lo habían vendido como esclavo y se conmovió su corazón. Dicela Bibliaque se fue a esconder a su recámara, donde lloró abundantemente y comenzó a ver cómo Dios lo había enviado delante de sus hermanos para ayudarles en esta situación.  Hoy Dios me ha enviado a decirte que Él te ama, no importa cuál sea tu situación económica, social, no importa cuán endeudado estés, ¡Dios está contigo! Si eres de Cristo, Él te sustentará, Él va delante de ti. ¡Pon tu fe en Jesucristo! ¡El reina en el territorio del Faraón!

José pues, llenó las alforjas de sus hermanos y les devolvió el dinero, de modo que regresaron llenos de alimentos y aún con todo el dinero que habían llevado para comprar; cuando llegaron a sus tiendas, se sorprendieron de lo ocurrido. ¡José estaba velando por sus hermanos! Dios tiene recursos, Él ha enviado gente delante de ti para ayudarte y tengo un secreto para contarte: El Faraón se quiere quedar con todo, ¡pero todo le pertenece a nuestro Dios!

¿Sabes que ya están patentadas todas las hierbas naturales? Aprovecha a usar la carqueja porque vendrá un día en que quieras arrancar una planta para hacer un té y venderlo en un frasquito, y te dirán que está prohibido porque la carqueja está privatizada. ¡No hay planta que no esté patentada! Y aún la vida, los virus y las bacterias están registrados. Aprovecha y come cuanto encuentres, antes que te lo vengan a cobrar. El Faraón es “un bebé de pecho” comparado con el nuevo orden mundial que se pretende implantar. Este sistema internacional que nos está llevando a la esclavitud ha sofisticado las cosas de tal manera que nadie podrá comprar o vender si no es con la marca de la bestia. ¡Y no les creas a aquellos que dicen que la iglesia de Jesucristo será arrebatada antes del advenimiento del anticristo! Soy consciente de las críticas que enfrento a causa de lo que estoy predicando pero tengo temor de Dios y estoy diciendo lo que creo con todo mi corazón. ¿De qué me serviría engañarte? Pero también te digo que hay provisión de Dios para su pueblo. No dejes que tu fe se mueva ni un centímetro, cree en Jesucristo, que es la roca inconmovible de los siglos, en la que también tropezaron los religiosos, él es la piedra fundamental del edificio, que desecharon los edificadores, y que te sustenta. Él es la roca de donde sale el agua que has de beber cuando estés en el desierto, de él saldrá agua. ¡El te sustentará! No se cómo le va a ir a los otros, pero Dios me ha mandado decirte que Él es tu proveedor y hoy te dice: “Mía es la plata y el oro, y todos los confines de la tierra me pertenecen”. ¡No has puesto tu fe en cualquiera! Has depositado tu fe y tu esperanza en el autor y consumador de la fe, en Jesucristo el hijo del Dios viviente. Mucha gente veo cómo vaga por el desierto, que no sabe qué hacer con su vida, aún algunos se llaman cristianos pero no saben cómo salir adelante, no saben cómo sustentarse, viven endeudados, como en el tiempo de las vacas flacas en el territorio de Faraón, pero Dios te dice hoy: “Aún en el peor tiempo, el de las vacas flacas, yo puedo sustentarte. Yo soy tu Señor y tu ayudador”.

CONCLUSIÓN

¿Estás desorbitado y no sabes qué hacer con tu vida, con tu dinero y con tus deudas? Quizás has intentado mucho y has fracasado, te sientes débil, sin saber qué hacer, has probado una y otra vez y te has estrellado. Te está faltando lo mejor: ¡Confiar en Jesucristo! Dios quiere tomarte en sus brazos. Si estás dispuesto a entregarte en su regazo, haz esta oración ahora mismo:

“Señor amado, no estoy recibiendo este mensaje por causalidad; he escuchado tu voz y te necesito. No quiero ser un esclavo más en Egipto, anhelo pertenecer a la casa de José, quiero comer lo mejor de la tierra de Egipto. ¡Quiero tu sustento Señor! Vengo a ti en esta hora. ¡Tómame en tus brazos! Cúbreme con la sangre de preciosa de Jesús, limpia mis pecados, libra mi mente de perturbación, de confusión, aleja de mí todo espíritu que bloquea mi mente. ¡Guíame Señor, a la casa de José! En el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.

MENSAJES