ENIGMA DE VIDA: ¿CUÁNTO VALES?

De vez en cuando, Dios nos sorprende mostrándonos y demostrándonos que Él ama a todas las personas por igual. Hay quienes sienten que no son dignos del amor de Dios, pero hay quienes piensan que son los otros quienes no son dignos de su amor, y que no merecen que Dios los ayude y los bendiga; la sorpresa es grande cuando descubrimos que a pesar de que no lo merezcamos, Dios nos bendice. Él sorprende acariciando, abrazando, perdonando, limpiando personas, que a nuestro parecer no merecen su favor.

Muchas personas tienen razones justificadas para creer que Dios no va a ayudar y bendecir a alguien, sin embargo El siempre está dispuesto a hacerlo. Por otro lado, hay personas que tienen razones justificadas para creer que nunca van a recibir la bendición de Dios y que nunca van a poder acercársele, o que nunca les perdonará el o los pecados que han cometido, pero Dios nos sorprende demostrándonos que El se acerca a todas las personas. Podemos leer en Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…” Cuando dice que amó al mundo, te ha incluido a ti, ha incluido a la ramera de la esquina, ya está incluido el vendedor de drogas y el violador que está en la cárcel. Cuandola Biblia dice que Dios amó al mundo, amó a todos y Él no hace acepción de personas, ¡todos pueden acceder al favor, al amor y al perdón de Dios!

 JEFTÉ, EL HERMANO DESPRECIADO

Dice la Bibliaen Jueces capítulo 11:1: “Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad”. Galaad era el padre de los galaaditas; encontramos enla Biblia que hay canciones hechas a Galaad, este hombre era una persona importante, pero un buen día se acostó con una prostituta, la embarazó y tuvo un hijo de Galaad.

Jueces 11:2-10 continúa diciendo: “²Pero la mujer de Galaad (la verdadera) le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer. ³Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él. ⁴Aconteció andando el tiempo, que los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel. ⁵Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob; ⁶y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón. ⁷Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción? ⁸Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y seas caudillo de todos los que moramos en Galaad. ⁹Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo? ¹⁰Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices”.

Así fue como el hijo de una ramera terminó siendo jefe de un pueblo. ¡Tú también tienes oportunidad! Algunos chicos y chicas me han declarado: “Mi mamá era una mujer dela vida”, y te miran como diciéndote: “Yo, la verdad, no soy nadie”. Y caminan porla vida comopidiendo perdón, sintiéndose indignos, estigmatizados, porque no son hijos legítimos. Y no solamente por ser hijo de una ramera, también hay muchos que caminan igual por causa de que sus padres no han querido tenerlos, señalándoles que han nacido por casualidad y que no les esperaban. Por lo tanto hay personas que se sienten menospreciadas, que no se sienten valoradas por otros.

Una mujer me dijo que cada vez que su esposo le decía algo o la maltrataba, iba a llorar al espejo. Para nosotros, algunas personas valen mucho y otras no valen nada. ¡Somos malos! Le ponemos a la gente el precio que nos parece. Hay quienes inmediatamente nos despiertan admiración y a esos valoramos, pero hay otros a quienes despreciamos, porque no vemos nada favorable en ellos. Cuando la Bibliadice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” no dice cómo tiene que ser la persona para ser amada, sino que estamos todos incluidos, no importa la cara, la edad, el sexo; no importa si naciste de una madre ramera o si naciste en un palacio. Dios te ama, no porque hayas nacido en un palacio o en un asentamiento, Él te ama porque eres creación suya. ¡Perteneces a Dios! ¡Tú posees valor sólo porel hecho de que Dios te ama!

Hay mujeres que piensan que valen mucho cuando recién se casan, pero después de unos meses sienten que no valen nada, porque al principio el esposo les dice quererlas mucho pero pasadoel tiempoel amor se va acabando. Nosotros mismos nos ponemos precio, pero esto es inútil ya que algunos se creen más y otros se creen menos, y el valor que poseemos, tiene que ver con el amor de Dios. Es importante que sepas esto, porque hay muchas personas que se rechazan a sí mismas, y hay quienes son rechazados por otros; toda persona que sufre rechazo no encuentra valoración de su existencia. Muchos individuos son rechazados por numerosas causas, pero Jesús no ve ninguna causa para no amarte. Es más, te voy a decir que si no quieres venir a Jesús, si lo rechazas y si por no unirte a Él te vas al infierno, Jesús te seguirá amando igual ¡Nunca dejará de amarte!

Este es el mensaje más importante que se ha predicado en toda la historia de la humanidad: ¡Que Dios ama a los pecadores! Él ama a los hombres, no es que tienes que ser un dechado de virtudes o un gran religioso para que te ame. Tú puedes contar siempre con el amor incondicional de Dios, aún cuando le hayas fallado, sobrepasando los límites. Algunos dicen: “Ya le fallé a Dios demasiadas veces”; pero Dios no tiene límites para amar, más allá de que tienes que reconocer tu pecado y arrepentirte, Dios te sigue amando y sigue con sus brazos abiertos. ¡Te ama! No es que tengas que hacer algo para que te ame, aún cuando todavía no habías hecho nada, Él te amaba; antes que estuvieses en el vientre de tu madre te amaba, y cuando pecaste te siguió amando, te amó cuando te arrepentiste y más adelante cuando vuelvas a pecar te seguirá amando. Es importante que entendamos esta condición de Dios, Él no les baja el precio a las personas, sino que les ama incondicionalmente.

El valor de las personas o de las cosas tiene que ver con el amor. Los niños amados se sienten valorados, las esposas amadas se sienten valoradas. Si hay amor, hay valor. Hay cosas que para mi no tienen valor pero para otros tienen mucho valor. Los objetos antiguos, yo nos los deseo ni valoro, pero hay personas que buscan esas cosas, entonces pagan un precio que yo no pagaría, ¡porque ellos aman esas cosas! Nosotros pagamos un alto precio por aquellas cosas y personas que amamos. Por ejemplo: Las madres están dispuestas a pagar un alto precio por sus propios hijos que por los del vecino, pero el de allado es hijo de Dios también. Él no ama más a tu hijo que al hijo del vecino, los ama por igual, por eso dice Dios: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” porque para Él tu prójimo tiene tanto valor como tú. ¡Tu prójimo tiene valor aunque para ti no lo tenga! Jefté es un gran ejemplo enla Biblia de que Dios no hace acepción de personas.

He hablado con chicas que me dijeron: “Todala vida quiseser hombre, mi papá valoró siempre a mis hermanos más que a mi. ¡Odio ser mujer! Si hubiera sido hombre, entonces mi padre me hubiera amado”.  Hay algunos que determinan su valor según el sexo que tienen. ¡Pero qué lindo es que Dios ama a cada uno con la cara que tiene, con el sexo o con la edad que tiene! Imagínate que Dios diga: “De 70 años para arriba pago menos”. Le dije a una abuelita: “Dios te ama así con 90 años, aunque estés toda arrugada y ya no puedas caminar, Él te ama aunque no puedas ayudarnos”. ¡Qué bien te hace sentirte amado! Pero es importante que entiendas el amor de Dios. Está bien que otros nos valoren, y lo necesitamos, pero tenemos que entender que el amor de Dios es suficiente, es más que suficiente. ¡Dios nos ama!

LOS PUBLICANOS Y PECADORES

Otro personaje muy discriminado en la época de Jesús, era la figura del “publicano”. Jesús fue a comer ala casa deMateo, y a causa de su encuentro con Él, dejó de ser publicano y se hizo su discípulo. Lo interesante es eltrato de Jesúscon Mateo, porque el publicano era una persona muy despreciada y rechazada por la sociedad. Ellos eran cobradores de impuestos, personas pecadoras, llenas de avaricia, tenían un compromiso con el imperio romano de cobrar impuestos, pero ellos vivían de lo que cobraban de más. Los jefes de los publicanos compraban en subasta públicael derechoa ser jefes; el imperio romano subastaba un territorio y lo entregaba al mejor postor para que esa persona, se hiciera cargo de cobrar los impuestos para dicho imperio; luego, esa persona contrataba varios publicanos para que se hiciesen cargo de los distintos poblados y estos a su vez contrataban gente violenta y detestable que derribaban las puertas de las casas para sacarle a la gente lo que tenían. ¡Así se cobraban los impuestos! Los publicanos eran personas judías que trabajaban para el imperio romano y se hacían ricos acosta de sushermanos judíos.

Zaqueo se había hecho tan rico, que cuando se encontró con Jesús dijo: “Si algo he robado lo devolveré cuadruplicado”. Había sido ladrón toda su vida, y para hacer esa propuesta -devolverle a todos los que le robó-, tendría bastante dinero. Los publicanos eran inmundos igual que los leprosos, no se los podía tocar; lo que ellos tenían o tocaban era inmundo. Ellos mismos eran inmundos, por lo tanto cualquiera que tocaba lo que ellos tocaban o compartía lo de ellos, se contaminaba. ¡O sea que nadie que amaba a Dios y le quería ser fiel podía entrar enla casa de un publicano! El publicano no era una persona amada de la sociedad y además había sido excomulgada de la sinagoga, o sea del templo, el lugar donde se enseñaba la religión, por lo tanto no podía participar de las enseñanzas bíblicas, ni de los ritos del templo. ¡Eran personas rechazadas por la sociedad! Así que con las únicas personas que se podían juntar los publicanos eran con aquellos que no tenían temor de Dios, aquellos que les importaba un bledo los ritos y la religión. Por eso en el Nuevo Testamento podemos ver en reiteradas veces el término “publicanos y pecadores”; ellos eran una compañía de gente pecadora.

Jesús tenía una atracción especial hacia los publicanos y pecadores; y dentro de los pecadores estaban las rameras. Un día, Jesús, se dirigió a los religiosos diciéndoles: “…Los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios” (Mateo 21:31) ¡Jesús rechazaba más a los religiosos que a los pecadores!

En Mateo capítulo 9, desde el versículo 9, podemos apreciar en esta historia, cuando Jesús pasó por donde estaba Mateo cobrando los impuestos y le dijo: “Sígueme”, y Mateo le siguió. Después podemos ver a Jesús cometiendo el gran sacrilegio de juntarse a comer en la casa de este pecador. Aparecen en la escena los religiosos, que le dicen a los discípulos: “¿Por qué come vuestro Maestro con publicanos y pecadores?” Jesús los había escuchado y les responde: “Los sanos no tienen necesidad de medico, sino los enfermos…no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”.

Lo que te estoy diciendo es extremadamente importante; tienes hoy una cita con Jesús que te dice: ¡Yo te amo! No importa qué tan marginado te sientas, ni cuánto te hayan marginado, ¡No dejaré de amarte!

Nunca me olvidaré la vez que hablé con un homosexual y me contó que nunca se había sentido ni valorado ni amado por la gente. Me dijo que cuando tenía 7 u 8 años de edad comenzó a luchar con su inclinación homosexual, tenía muchos temores, no quería desagradar ni ofender a su madre; no quería ser homosexual, entonces luchaba en contra de eso, pero a la gente no le importaba ni estaba enterada de lo que él sentía; los compañeros de la escuela lo insultaban y golpeaban, la gente se burlaba de él. ¡Qué cosa más triste! Me dijo: “Yo buscaba hablar con alguien, que me ayudara y me enseñara qué podía hacer con esto, pero no encontré a nadie que me contuviera. Entonces encontré esa contención entre los homosexuales, ellos no me despreciaron, ni me rechazaron sino que me brindaron afecto”. ¡Me sentí tan mal ese día! Y me vino a memoria cuando se inauguró el autódromo El Zonda enla ciudad deSan Juan, Argentina, varios muchachos dela iglesiafuimos a la primera carrera. Es un autodromo ubicado entre las montañas, cubierto de rocas. Habíamos ido con la intención de entrar sin pagar un día antes dela carrera; y ahí había un homosexual que estaba contento, quería opinar, pero había gente que le tiraba piedras y lo echaba. ¡Y yo siendo cristiano también le arrojaba piedras!

Estos publicanos a los que hace referencia la Biblia, estaban marcados de por vida, estaban excomulgados, no podían entrar a la sinagoga para participar de un culto como muchos de nosotros hoy tenemos el privilegio de participar. Algunos de ellos, como Mateo y Zaqueo, se preguntarían: “¿Será que yo nunca voy a poder acercarme a Dios? ¿Será que Dios a mi no me ama? ¿Es tan imperdonable mi pecado?” Si nos pusiéramos un momento en el lugar de ellos, obtendríamos como respuesta: “Porque de tal manera amó Dios al mundo…”

CONCLUSIÓN

¿Tú te sientes cómo que no eres digno, que le has fallado a Dios muchas veces? ¿Cómo te sientes? Algunos no te dejan acercarte a Jesús, como esa vez que un ciego comenzó a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mi!” Los discípulos lo hacían callar para que no molestara al Maestro pero él gritaba más fuerte: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” O como cuando los niños se le acercaban a Jesús y los discípulos los sacaban para que no lo molestaran. Jesús les dijo: “Dejad a los niños venid a mi y no se lo impidáis porque de los tales es el reino de los cielos”.

¿Habrá lugar para ti en el corazón de Dios? La respuesta es: “SÍ, hay lugar para ti en el corazón de Dios”. Pero el tema no es si en el corazón de Dios hay lugar para ti, el tema es si hay lugar en tu corazón para Dios.

Hay un cuadro muy famoso donde aparece Jesús, de noche, con un candelabro, golpeando la puerta y esperando que alguien le abra. Ese cuadro lo realizó un pintor, basado en el pasaje de Apocalipsis 3:20 que dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Posiblemente tu casa esté muy sucia, pero no te hagas problema porque no eres tú el que puede limpiar tu casa, el único que puede hacerlo se llama Jesús, así que Él tiene que entrar, no importa cuánta inmundicia haya dentro. ¡Gloria a Dios! ¡Qué gran amor! Es un amor inexplicable. He visto a Dios amar a personas que yo consideraba indignas de su amor, y visto que Dios es más misericordioso y más amoroso que yo, así que me tuve que humillar, porque en un tiempo fui bastante fariseo y señalaba a la gente. Pero Dios me mostró que tenía que ensanchar mi corazón para que entraran otros que yo no dejaba entrar y que mi corazón tenía que ser comoel de Jesús.

No sé cómo te sientes o cuánta necesidad tienes de decirle a Jesús: “Señor, tengo tanta vergüenza de acercarme a ti, me da temor hacerlo, tengo miedo a ser rechazado o rechazada”. Jesús hoy te dice: “Estoy con mis brazos abiertos para recibirte”. He visto en mi iglesia cómo el amor de Dios ha sido derramado y eso me hace feliz. Yo digo que nadie se debe atrever a decir que enMisión Vida nohay amor, porque puedo ver el amor de Dios en muchas personas. Pero aunque falle el amor del pastor o de otras personas, hoy te digo que Dios está dispuesto a recibirte, no importa lo que haya sucedido en tu vida. Para Dios tienes un valor incalculable que yo no se explicar. El te ama de una manera inexplicable; lo cierto es que hay un lugar para ti en el corazón de Dios. ¿Habrá lugar en tu corazón para Dios, le vas a abrir la puerta y lo dejarás entrar?

Hay algunos que se sienten tan avergonzados que le dicen: “Señor no entres en mí casa, me da vergüenza”. No tienes salida, si Él no entra, entonces te quedas en la oscuridad, en la condenación. Debes venir a Él así como estás, creyendo en su gracia, en su amor y su misericordia. No importa quién te rechace, lo que importa es que Jesús te acepta; no importa que tú mismo te rechaces, lo importante es que Jesús te acepta, Él te ama, y eso es lo que verdaderamente importa.

El verdadero significado de tu existencia, y el verdadero propósito tiene que ver con ese encuentro que Dios quiere tener hoy contigo. Jesús está anhelante, y el Espíritu Santo, dicela Biblia, nos anhela celosamente. ¿Dejarás afuera a Jesús?

Señor, oro por aquellos que tienen que ser librados de su baja autoestima, de su rechazo y de su opresión. Oro porque hay gente que te necesita, clamo a ti por ellos, venga ahora tu Espíritu Señor, que sean valientes para acercarse a ti y recibirte, Señor. Tú eres la fuente de la salvación y de la bendición y te adoramos. ¡Ven a reinar! Ese es tu derecho, ven a reinar en nuestras vidas, en nuestros corazones, en el nombre de Jesús, amén.

Hay personas que tienen que venir hoy a Jesús y abrirle el corazón; si tú eres una de ellas, haz esta oración ahora mismo: “Señor, no puedo más, solo no puedo, sé que no soy digno, pero sé también que me amas y que tengo que darte el lugar que te corresponde. Hoy dejo el rechazo de lado, dejo todo estigma de lado, vengo a ti para que me des un abrazo Señor, lo estoy necesitando, abrázame Jesús. Gracias por tu amor; quiero que me llenes con tu presencia. He creído Señor, que tú me amas y tienes misericordia. Hoy he entendido que te has acordado de mí, Señor, he recibido esta palabra como si me la hubieses dado a mí solo. Ahora, perdona mis pecados, te abro mi corazón, llena mivida de ti, Señor, sopla tu presencia, en el nombre de Jesús. ¡Gracias Señor! Recibola vida deCristo en mi, en el nombre de Jesús, amén”.

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