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Vengo trastornado por causa de la urgencia que me ha puesto Dios en estos días de compartir con ustedes algún conocimiento acerca de los acontecimientos que van a suceder antes que llegue Cristo. Estuve reunido esta semana con un funcionario de la embajada de Israel y me confirmó lo que ha anunciado un alto funcionario de inteligencia de ese país, quien dijo que ya estamos en la tercera guerra mundial. La diferencia de esta guerra con las anteriores, es que ha comenzado de a poco, sin que nadie se dé cuenta, pero durará más de 25 años.
Recientemente el presidente de Rusia, Vladimir Putin declaró que “no hay manera razonable de resolver los problemas que hay en Medio Oriente”; también una fracción de musulmanes extremistas han anunciado que van a atacar no sólo países como Estados Unidos, Inglaterra y Francia sino a los países que les proveen de insumos energéticos y esos países ya han sido amenazados de guerra, entre los cuales está incluido Venezuela. Esta semana venció un plazo que le dio la ONUa Irán para que deje de producir uranio y Estados Unidos ha movilizado la mayor cantidad de tropas que se haya efectuado desde la guerra de Irak hasta ahora. ¡No hay paz! Solamente habrá paz cuando se establezca el príncipe de la paz en el trono. Los creyentes no podemos estar ausentes ni ser necios acerca de las cosas que están pasando en el mundo, más aún, teniendo en cuenta que Dios ya las había previsto, como bien lo expresa Isaías 46:9 y 10: “9Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero…” En esto se glorifica el Señor, en que aquello que va a suceder, El ya lo ha dicho. ¿Y cómo tú vas a glorificar al Señor si no sabes lo que va a suceder? Dice la palabra del Señor que nada va a suceder sin que lo anuncie primero a sus siervos los profetas. ¡Cuando el Señor anuncia, lo hace indefectiblemente a través de una boca humana! ¡Dios usa hombres para publicar lo que va a suceder! Ahora, con qué cara tú puedes llegar a decir, “son cosas muy complicadas, no quiero romperme la cabeza con estas cosas, que suceda lo que tiene que suceder, y la sangre de Cristo me limpia de todo pecado y cuando El venga, ¡me voy con Él!”
De modo pues, que cada uno de nosotros no sólo puede estar advertido acerca de cosas que van a suceder sino que debe estar advertido, para que no nos suceda lo mismo que las cinco vírgenes insensatas, que cuando llegó el tiempo, y todas tenían lámparas, no les alcanzó el aceite y no pudieron entrar a las bodas del Cordero. Si esto fuese verdad, y yo no soy quien para decir si ésta es una cifra dada por Dios o no, significa que la mitad de la iglesia no entrará al reino de los cielos. ¡Es tremendo lo que estoy diciendo! ¿Quién será aquel siervo entendido que estará advertido acerca de lo que Él quiere? Hay gente que dice, “¿para qué me tengo que romper la cabeza con el Apocalipsis, con Daniel y con la escatología si creo que me iré con Cristo sin pasar por la tribulación?” ¿Crees que hay cosas enla Bibliaque no debemos escudriñar? ¡No lo creo! Así que mi oración es que la iglesia tome con seriedad este tema.
Hay algunos que tienen todo desglosado el panorama de los últimos tiempos; voy a serte sincero, yo no, pero hay cosas que las sé muy bien y las voy a predicar con fe aunque el mundo entero se enoje y una de ellas es: ¡La iglesia debe estar preparada para pasar la gran tribulación! Los que creen que parte de la iglesia se va antes, creen que Jesús se va a llevar antes un pie, un brazo, luego la nariz y la oreja. Mas yo creo que se va a llevar la iglesia entera, el cuerpo entero.
Hoy hablaremos acerca de las 70 semanas de Daniel. Insisto, gente cree que hay dos pueblos, pero la Bibliaenseña que hay un solo pueblo y que ya se ha roto la pared que divide ambos pueblos; así que no hay un trato con los judíos y otro trato con los gentiles. El que cree en Cristo es salvo y el que no cree en El no es salvo y se terminó. El pueblo de Israel será salvo y limpio de su pecado antes del arrebatamiento y cuando seamos arrebatados, va a subir al cielo la nariz, la oreja, todo el cuerpo de cristo, ¡no hay salvación en pedazos! Otra verdad, no hay dos venidas de Cristo y si hay dos, una ya fue. El otro día un pastor me dijo “Cristo vendrá cinco veces”. ¿En algún lugar de la Biblialeíste acerca de “las segundas venidas” de Cristo? La Bibliahabla de “la” venida del Señor, que es Cristo. Creo que hay una sola segunda venida de Cristo, por lo tanto, es un solo hecho. Pero estas cosas no las estudiaremos ahora, sino en un próximo seminario. Hoy abordaremos la semana 70 de Daniel. Daniel 9:24 dice: “24Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”. Está hablando del pueblo de Israel y de la santa ciudad, y está hablando de terminar de expiar el pecado y traer la justicia eterna, perdurable y sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos, Jesús. Se refiere al tiempo en que Dios perdonará el pecado de Israel. Leamos ahora Romanos 11:25-27: “25Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados”. Ha habido un endurecimiento en parte sobre Israel y a partir de ese endurecimiento ha entrado un período de gracia sobre los gentiles hasta que la totalidad de los gentiles que deben ser salvos, entren en el reino de los cielos. O sea que hay una “era” que se llama el tiempo de los gentiles, que es el trato de Dios con los gentiles. El día que Jesús lloró sobre Jerusalén y dijo, “34¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! 35He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor” (Lucas 13:34-35), en ese tiempo se cierra, se endurece Israel, y el Espíritu de Dios se retira de la casa de Jacob y el evangelio es predicado a los gentiles. El pueblo de Israel rechazó al Mesías. Entonces Pablo está diciendo a los gentiles en el pasaje que leímos de romanos: “¡No se envanezcan contra el pueblo de Dios!” Hay gente que cree que Israel ha sido desechado, que los gentiles se portaron mejor que los judíos y que la iglesia no va a sufrir padecimientos en tanto que el pueblo judío sí, como si éste no hubiese sufrido padecimientos y persecuciones durante 2000 años, como si no hubieran matado 6 millones de judíos, solamente en este último período de la historia. Hay gente que no está entendiendo que el corazón de Dios está latiendo fuertemente por su pueblo y que El apresura el tiempo de los gentiles para volver a tratar con su pueblo. Y dice: “…hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad”. ¡El mismo término que utiliza Daniel! “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado…” es decir, “para apartar de Jacob la impiedad y éste será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados”. A eso se refiere Daniel cuando dice “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, y poner en el trono, por decirlo de algún modo, la justicia permanente, que es el milenio, el reinado universal de Jesucristo, y ungir al Santo de los santos. ¿Qué significa? Ungir en el trono al Rey de reyes y al Señor de señores en Jerusalén. Entonces dice el ángel: “25Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, (este no es el Mesías Rey de reyes y Señor de señores sino el Mesías Príncipe, ya veremos la diferencia) habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”. ¿Cuánto son siete semanas y sesenta y dos semanas? ¡Sesenta y nueve semanas! En este momento en que Daniel está recibiendo esta palabra, el pueblo de Israel está cautivo en territorio de Irán, Babilonia, lleva muchos años cautivo… Jerusalén ha sido destruida, en ese momento no hay templo ni murallas. Entonces el ángel le está diciendo a Daniel: “Desde la orden para reedificar el templo, hasta el Mesías hay 7 semanas y 62 semanas, es decir, 69 semanas”. Los que entienden de esto, han hecho cuentas, desde el año445 AC en que Artajerjes, que era el rey que gobernaba en ese momento sobre Babilonia, que no era un rey babilónico, sino medo persa, hasta la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén cuando él es aclamado, ocurren 483 años.
Las 70 semanas de Daniel se entienden: Cada día, un año. Esta es una interpretación, no de algunos, sino de todos los que entienden el vocabulario bíblico; por lo tanto, 70 semanas significan 70 veces 7 años, o sea, 490 años. La gente a veces se confunde, y dice, “¿por qué habla de semanas y no de años?” Es una forma de traducción del hebreo que se puede entender como semanas o como años, pero todos están de acuerdo en que cuando se traduce como semanas, es porque se deduce del contexto, y lo mismo pasa cuando se traduce por años.
69 semanas multiplicado por 7, da como resultado 483 años, que se suceden hasta la entrada triunfal de Jerusalén. Si leemos el libro de Nehemías, dice, “En el año tal, del mes tal del rey Artajerjes…” Allí aparece el relato en que Nehemías estaba triste y concluye pidiéndole al rey cartas para ir a reedificar los muros de Jerusalén. Se sabe por tanto, perfectamente cuál es el año hasta el Mesías príncipe, el445 AC. El domingo de ramos coincide con 483 años, es decir, las primeras 69 semanas de las 70 semanas de Daniel.
Daniel 9:26 dice: “26Y después de las sesenta y dos semanas (es decir, cumplidas las 69 semanas, observen la precisión del lenguaje bíblico), se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario;” El príncipe fue el general Tito, año 70 DC. El ángel está avisando a Daniel que Jerusalén va a ser reconstruida en tiempos angustiosos, que va a ser dada una orden, un decreto, para que Jerusalén sea reconstruida, que van a ocurrir 483 años hasta el Mesías Príncipe, que luego le será quitada la vida al Mesías Príncipe y que después de eso un príncipe que ha de venir (todavía no existía el imperio romano) destruiría nuevamente a Jerusalén y al templo: “y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones” (versículo26 in fine).
Luego, el versículo 27 dice: “27Y por otra semana (la semana 70) confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana (una semana son 7 años, por tanto, la mitad de una semana son 3 años o 1260 días) hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.
Tres tipos de terminologías usa la Bibliapara referirse a 3 años y medio: 1260 días, tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo y la mitad de la semana, lo cual significan, 3 años y medio. Pero hay algo importante que sucede a la mitad de la semana, y dice (versículo 27): “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”. O sea que a la mitad de ese período de 7 años ocurrirá algo importante. Ese príncipe que vendrá, hará cesar el sacrificio; en otro pasaje Juan le llama “el anticristo” y Pedro se refiere al “hombre inicuo cuyo advenimiento viene por obra de Satanás”; se refieren a la misma persona. Para que este hecho suceda, a la mitad de Jerusalén, debe haber un templo, porque no hay sacrificio continuo ni ofrenda, si no hay templo. Así que no le creas a aquellos que dicen que Jesucristo podría venir esta misma noche; ahora, si te enteras que ya están edificando el templo en Jerusalén, ajústate los cinturones. No creo en la doctrina de la inminencia de la venida de Cristo. Hay quienes dicen que el arrebatamiento viene en cualquier momento, pero yo te digo: ¡Duerme tranquilo esta noche! El asunto es que vendrá el desolador; Jesús lo explica en otros términos en Mateo 24:15-29: “15Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), 16entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 17El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 18y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. 19Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 20Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;* 21porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 23Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 24Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25Ya os lo he dicho antes. 26Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. 27Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 28Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. 29E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”.
Este es uno de los pasajes que me movió a predicar este tema en el día de hoy, porque hemos leído noticias esta semana que científicos están previendo que asteroides gigantes han de impactar sobre la tierra.La ONUestá llamando a los países para ver quién va a “pagar los platos rotos” cuando venga un asteroide e impacte sobre el planeta tierra. ¡Nunca antes los científicos se habían puesto a deliberar sobre este tema! Hoy los científicos están diciendo que hay más temblores que nunca, el clima está cambiando radicalmente. ¿Cómo es la venida de Cristo? Es en las nubes, y seremos arrebatados. La segunda venida de Cristo, es Él viniendo en las nubes, así también lo dice Daniel y Apocalipsis. ¿Cuándo sucede? ¡Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días!
Pero inmediatamente antes de la tribulación, sucede que éste inicuo Anticristo se sienta como Dios en el lugar santo. Voy a aclarar algunas cosas: La semana 69 de Daniel se terminó de cumplir con el Mesías Príncipe muerto y resucitado. En ese tiempo, por el endurecimiento que viene a Israel en parte, pero que luego será perdonado, expiado y salvado en la última semana, porque 70 semanas están determinadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, se establece un paréntesis en la historia, en el trato de Dios con su pueblo judío y entra el trato de Dios con los gentiles; por lo tanto el reloj de Dios queda detenido. La semana 69 se detiene y estamos esperando la semana 70, pero cuando ésta se dispare, serán solo 7 años, pero serán los peores años de la historia de la humanidad. Lo que sí va a suceder en cualquier momento, que no será la segunda venida de Cristo, es que se disparará la semana 70 y no fallará.
¿Cuál es el problema más grande de Oriente Medio? ¡La falta de paz! Hay naciones árabes que dicen que Israel no debe existir y debe ser borrado del mapa y están preparando bombas y misiles continuamente. 1ª Tesalonicenses 5:3 dice: “…cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”. Hace años que el pueblo judío utiliza en sus calendarios, en sus señaladores de libros y en todas partes, un refrán: “¡Queremos al Mesías ya!” Y Cristo les dice: “Si les dicen que el Mesías está allá, no salgan a verlo, miren que el Mesías vendrá como un relámpago… no les crean… porque le van a presentar un mesías falso, un gobernador mundial que hará con mi pueblo un pacto de paz”.
Volvemos a Daniel 9:24-27. Las 70 semanas de Daniel constituyen el reloj profético de Dios. En estos 4 versículos están condensados los hechos más importantes de la humanidad. El versículo 27 dice: “27Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda…” A la mitad de los 7 años alguien va a hacer un pacto con Israel. Un príncipe va a garantizar la paz sobre Israel. Dice Isaías que Israel hará un pacto con la muerte. Cuando veas un pacto de paz entre árabes y judíos ten por cierto, que la venida del Señor está cerca. ¡No pasarán 7 años! Todas las cosas, se consumará en 7 años. Y Jesús dijo de esto: “…cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mateo 24:33-34). O sea que lo importante que va a suceder es un pacto de paz y, ¿qué va a pasar con este príncipe? Que a los 1260 días, a la mitad de la semana, va a violar el pacto. “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio…” Es decir, a los 1260 días, irá al templo, diciendo, “Yo soy dios” y ahí aparecerá la abominación desoladora. En ese momento los judíos se darán cuenta que realmente Dios no puede ser un hombre y que han firmado un pacto con la muerte.
Dice Apocalipsis que este personaje va a querer ser adorado como Dios y va a exigir al pueblo de Israel que le adore como Dios en el tempo de Dios y eso Israel jamás lo hará, por tanto, se arrepentirán, llorarán y se acordarán de aquel que fue traspasado. En ese momento será limpiado el pecado de Israel, quien será purificado, perdonado y salvado. Pero ese tiempo es del que habló Jesús diciendo “15Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), 16entonces los que estén en Judea, huyan a los montes” y Apocalipsis 12:12 dice de ese mismo período: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira,…”
Leamos Apocalipsis 12:9-14: “9Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”. Luego, leamos desde el versículo 13: “13Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. ¡Encontramos la otra mitad!
Leamos también Apocalipsis 12:1-6: “1Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. 3También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. 5Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono”. ¿De quién está hablando? Algunos dicen que habla de la virgen María, pero no, estamos hablando del pueblo de Israel; es la nación santa, que dio a luz a Jesús, el Hijo de Dios. Leamos el versículo 6: “Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días”. Se refiere a los segundos 1260 días porque en los primeros 1260 días hay un pacto de paz. A la mitad de la semana aparece la abominación desoladora, es decir, el Anticristo, haciéndose pasar por Dios, e imponiendo ser adorado. En ese momento, huyan a los montes, ¡no se detengan ni para buscar la capa! Entonces la mujer, que en este caso es el pueblo de Israel que huye, se le da ser sustentada en el desierto (huyan a los montes) por 1260 días.
Pasemos ahora a los versículos 13 y 14 del capítulo 9 de Daniel: “13Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. ¿Sabes cuál es el símbolo de Estados Unidos? El águila. ¿Quién defiende a Israel? Estados Unidos. ¡Qué extraordinario! Leamos ahora los versículos 15 a 17: “15Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 16Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. 17Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. El pueblo de Israel es el olivo en el cual nosotros somos injertados. El pueblo de Israel es la raíz santa y los descendientes de Abraham somos nosotros los cristianos, que tenemos su fe, pues él es el padre de la fe. ¡O sea que nosotros somos el resto de la descendencia! Vemos pues, que será perseguida la mujer y su descendencia y el hijo varón que dio a luz fue arrebatado para Dios y para su trono. ¿Está difícil de entender? ¡No!
Esta última semana va a tener inicio con el pacto; algunos dicen que se iniciará con la construcción del templo, pero esto es solamente un indicio o evidencia. Se buscan muchas evidencias, pero hoy les digo: Que las 70 semanas estaban dispuestas sobre Israel y su ciudad santa; o sea que todo el trato con Israel se va a consumar en esos 7 años; hay un paréntesis entre la semana 69 y la 70 que corresponde al tiempo de los gentiles. Estamos esperando pues, en cualquier momento, de esto no va a pasar mucho tiempo, un pacto de paz en el Medio Oriente cuyo artífice será un gran estadista (el Anticristo) que será catapultado por diez naciones, que serán la base, el sustento de su gobierno mundial. Ese estadista va a lograr un pacto de paz; Israel va a creer en ese estadista, pero a los 1260 días, a la mitad de la semana, este señor se sentará en el lugar santo; por estos datos, tenemos la seguridad y certeza que la semana 70 comienza con el pacto.
E inmediatamente después de aquella gran tribulación dice Jesús, el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor… y verán venir al Señor en las nubes. Para el resto de la gente, será un período de paz y prosperidad, el mundo no estará en un terrible caos. ¡El caos será para aquellos que creen en Jesús!
Daniel termina su libro hablando de la segunda mitad de la semana. Leamos Daniel 12:11: “11Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días” ¿Cuándo es quitado el continuo sacrificio? A la mitad de la semana. Desde allí hasta la abominación desoladora, hay 1290 días, es decir, 1290 más 30. ¿Qué pasa a los 1260 y qué sucede a los 1290? Dice el versículo 12: “Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días” O sea, 1260 más 30, más 45. Desde que es quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, hay 1290 días; pasa de los 1260. Jesús dijo, “cuando veáis la abominación desoladora sentada en el lugar santo, huyan…” Hay 45 días más. Jesús dijo, “si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:22). También dijo que sería como en los días de Noé, “hasta el día que…” Un día, el día del Señor, su venida en las nubes, es el día del juicio de Dios a la tierra y del rescate de su iglesia.
Debemos estar expectantes de los acontecimientos. Algunos dicen: “¿Para qué voy a estudiar todo eso si me voy con Cristo y que se embromen los que quedan aquí en la tierra con el Anticristo?” ¡Qué no te tome descuidado ese día! Mi oración es que Dios te encuentre bien despierto en ese tiempo.
Señor amado, te damos gracias por abrirnos los ojos y darnos entendimiento; clamamos a ti para que sigas revelando e iluminando nuestros ojos. Entendemos que Daniel estaba afligido delante de ti en ayuno pidiendo revelación acerca de los tiempos y fue considerado “muy amado” a causa de su deseo intenso de saber acerca de estas cosas. Queremos orar y velar por esto; queremos abrir tu palabra y poder entenderla. Te suplico que tengas misericordia de nosotros y nos llenes de tu gracia y que el entendimiento de estos pasajes dela Biblia, traigan como consecuencia temor de Dios y salvación para muchos. Que muchos puedan en este tiempo recibir a Cristo, envía tu salvación, en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: