UNA VISION O SUEÑO DE DIOS - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

WhatsApp:(+598) 095333330

MENSAJES DEL CIELO

UNA VISION O SUEÑO DE DIOS

Hoy hablaremos de una historia maravillosa e inspiradora: La historia de José. Leamos Génesis, Capítulo 37:1

“1Jacob habitó en la tierra donde había vivido su padre, en la tierra de Canaán. 2Esta es la historia de la familia de Jacob: José tenía diecisiete años y apacentaba las ovejas con sus hermanos; el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre de la mala fama de ellos. 3Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. 4Al ver sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos ellos, lo aborrecían y no podían hablarle pacíficamente. 5Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía. 6Él les dijo: Oíd ahora este sueño que he tenido: 7estábamos atando manojos en medio del campo, y mi manojo se levantaba y se quedaba derecho, y vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban ante el mío. 8Entonces le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o dominarás sobre nosotros? Y lo aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras.9Después tuvo otro sueño y lo contó a sus hermanos. Les dijo: He tenido otro sueño. Soñé que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban hacia mí. 10Y lo contó a su padre y a sus hermanos; su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que tuviste? ¿Acaso vendremos yo, tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?11Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en esto.”

JOSÉ EL “SOÑADOR DE SUEÑOS”

Esta es la historia de la familia de Jacob. Jacob es aquel que Dios le cambió el nombre por “Israel” y es el padre del pueblo de Israel. José era el hijo menor de Jacob y apacentaba las ovejas con sus hermanos e informaba a su padre la mala fama de ellos. José era lo que nosotros decimos habitualmente, un “botón” o un “buchón”. El mundo funciona así: Eres un buen amigo si no le cuentas al patrón que tu compañero está robando. ¡El que “buchonea” es malo! Pero eso es en el mundo porque en el mundo de Dios, el buchón tiene premio, siempre y cuando no seas un “chismoso”, un “lengua larga”, un “lengua venenosa”. En el mundo de las tinieblas, ocultar es la virtud, en el mundo de Dios sacar a luz es la virtud, si es el Espíritu Santo quien te guía, porque el diablo también saca a luz las cosas pero para burlarse de ti. El Diablo te dice: “hazlo, nadie se va a dar cuenta”, y en un momento prende la luz, permitiendo así que tus obras se vean, y se burla de lo que hiciste.

Hasta aquí la historia que podríamos llamar “normal”. Generalmente hay un hijo que es el más chico y que suele ser el más consentido. Muchas veces yo, que era el más grande en mi casa, me quejaba y le decía a mi mamá: “Lo que tú no me dejaste hacer cuando chico, ahora se lo dejas hacer a él” ¿Verdad que somos unos mártires los más grandes? Por ser José el más chico, y porque dice que le nació en la vejez, Jacob le tomó un cariño especial a ese niño, y sus hermanos más grandes se ponían celosos. Pero la Biblia dice que la cosa fue un poco más lejos. Leamos desde el versículo 3 del capítulo 37:

“3Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. 4Al ver sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos ellos, lo aborrecían y no podían hablarle pacíficamente”.

No podían hablarle pacíficamente. Hasta ahí pareciera ser que todo el problema era por culpa del padre, pero vamos a seguir el relato bíblico: 5Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía. 6Él les dijo: Oíd ahora este sueño que he tenido: 7estábamos atando manojos en medio del campo, y mi manojo se levantaba y se quedaba derecho, y vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban ante el mío. 8Entonces le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o dominarás sobre nosotros? Y lo aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras. Y como dicen en el bus: Y por si esto fuera poco… ”9Después tuvo otro sueño y lo contó a sus hermanos. Les dijo: He tenido otro sueño. Soñé que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban hacia mí. 10Y lo contó a su padre y a sus hermanos; su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que tuviste? ¿Acaso vendremos yo, tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?11Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en esto.”

Jacob era una persona espiritual: No entendía qué estaba sucediendo con estos sueños pero sí sabía que algo había, por lo que no se irritó sino que guardó esto en su corazón. Dijo: “Voy a meditar sobre los sueños de mi hijo José”. Pero sus hermanos estaban mal dispuestos con él y le tenían bronca porque vestía una túnica de colores, porque era el hijo preferido y porque comenzó a soñar lo que ellos consideraban, eran estupideces. No obstante, hay un “pero”. José no era una persona perfecta, era un consentido, pero los sueños de José eran de Dios y cuando un sueño es de Dios, ¡agárrate! ¡Lo que tenía entre manos José era una visión de Dios!

Hay mucha gente que sueña y cree que soñó con Dios o que Dios le hizo soñar algo pero son vanas ilusiones, no obstante, hay sueños que sí son de Dios. Una de las cualidades de las personas que están llenas del Espíritu Santo es que Dios les da la capacidad de soñar y de tener visiones; es imposible avanzar en el mundo espiritual si no se tiene sueños o visiones. Para poder creer que voy a llegar a algún lugar, tengo que visualizar el lugar a dónde quiero llegar. No es cuestión de decir: “Bueno, voy a tener una empresa”. Y voy a esperar que Dios venga y me la plante… Es imposible decir: “Tengo fe”, si no tengo visión. ¡Son dos cosas que van juntas! Hay creyentes que nunca llegan a nada porque nunca sueñan nada, no tienen visión. Así que si estás falto de sueños o de visiones, dile al Señor: “Derrama sobre mí tu Espíritu Santo, quiero que se cumpla sobre mí la profecía que dice en Joel que vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones”. Si yo no tengo visiones ni sueños, ¿a dónde voy? ¡A ninguna parte! Pero recuerda: El sueño o la visión tiene que ser de Dios.

¿CÓMO CONOCEMOS LOS SUEÑOS DE DIOS?

¿Cómo hago para saber si el sueño o la visión son de Dios? En primer lugar es un problema de comunión con Dios; cuando uno está en comunión, en relación y en amistad con Dios, es más fácil que se tenga la certeza, porque es Dios quien da esa certeza. Es necesario “practicar” el acercarnos a Dios; uno se vuelve sensible en aquellas cosas que practica. Recuerdo que cuando yo estaba aprendiendo a tocar el teclado era un lío pedirle al dedo índice que se mueva porque en vez de venir el índice, venía el anular pero luego de practicar, pude cerrar los ojos y los dedos solos encontraban las notas que debían tocar. Cuando uno practica vivir en la presencia de Dios, cuando uno ora y busca el rostro de Dios, se va haciendo sensible a su presencia. Eso es lógico, es natural. Entonces aparece una circunstancia y uno sabe de qué se trata. Pero cuando uno no es sensible a Dios, a la unción del Espíritu Santo, cuando uno no está acostumbrado a tratar con Dios y con las cosas de Dios, aparece algún sueño y uno no sabe de qué se trata, viene una palabra importante y uno no sabe que es de Dios. ¡Acércate a Dios! El te lo mostrará.

Hay otra pista para saber si la visión es de Dios o no: Si la visión es de Dios, los “carnalotes” van a decir: “Esto no es de Dios”. Ellos son dominados por los sentimientos, por los pensamientos, por la razón. ¡No te van a poder hablar pacíficamente! Llegarán a aborrecerte y cuando se cumplan los sueños, te aborrecerán más aún por causa de ellos. Vas a notar cómo la envidia los carcome. Se te empezará a levantar el infierno, las circunstancias te dirán que no va a funcionar y tu comenzarás a decir: “¿Será de Dios?” ¡No puedes dudar! Porque si dudas no recibes.

A pesar de todos los defectos que José tenía, su visión era de Dios.

Una persona que ha sido ungida y tocada por Dios, es una persona con sueños. “…derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones” Joel 2:28. Es imposible concretar algo si no se tiene la fe que es de Dios. Él se maneja de esa manera con nosotros.

Una de las señales de que la visión es de Dios, es que se levantarán contra ti. ¿Tienes una visión de Dios? Se van a levantar contra ti. Conozco muchos hijos que tienen miedo de desobedecer a Dios, desobedeciendo a sus padres. Hijos, no los estoy guiando a la rebelión, a la rebeldía ni a la desobediencia hacia sus padres. Ustedes tienen que obedecer en el Señor a sus padres. Si el Señor te manda a predicar a la China y tu papá no quiere, tendrás que ir a predicar a la China, porque hay que obedecer en el Señor a los padres.

Por causa de su sueño José fue aborrecido y odiado. Un día, sus hermanos estaban cuidando las ovejas y su padre le dice a José: “Anda, llévale esto a tus hermanos y cuéntame cómo está la cosa”. Sus hermanos, al verlo venir de lejos se dijeron entre sí: “Mira, allá viene el soñador de sueños…” Inmediatamente resolvieron: “Vamos a matarlo y veremos cómo se le terminan los sueños…” Luego se levantó uno y dijo: “No lo matemos, vendámoslo”. Y lo vendieron a Egipto creyendo así que terminarían con los sueños de José. ¡Pero el sueño que tenía José era de Dios! ¡No iban a detener el sueño de Dios ni aunque José fuera vendido como esclavo a Egipto! ¡Si tú tienes un sueño de Dios no podrán detenerlo las circunstancias ni los hombres! La determinación es tuya. Tú puedes hacer que se frustre el plan de Dios en tu vida, o puedes hacer que salga adelante, todo es un problema de fe y de valentía. ¡Señor dame fe, dame sueños! ¿A dónde vas a llegar? La mayor parte de los empresarios que permanecen en el anonimato, la mayor parte de los creyentes que permanecen en la miseria y en la pobreza están estancados porque no tienen sueños, porque no tienen visiones o porque no creen lo sueños que tienen. ¡No tienen fuerza para emprender con valor la obra que Dios les ha designado hacer! ¡Pero Dios tiene planes grandes con cada uno de nosotros! Dios no tiene planes chicos contigo, ¡Dios tiene planes grandes! Todo depende de ti, Dios es un Dios de lo sobrenatural, sus visiones son visiones sobrenaturales, su poder es un poder sobrenatural, su gracia es una gracia sobrenatural.

CONCLUSIÓN

La historia de José terminó en que pasados varios años, sus once hermanos vinieron a Egipto y se inclinaron delante de él y dijeron: “Oh Señor, venimos a pedirte que nos des alimento porque estamos pereciendo de hambre”, y no sabían que se estaban inclinando ante José. ¡José se transformó en el gobernador de Egipto! Los sueños de Dios se cumplirán en tu vida, le guste o no le guste al diablo. ¡Dios tiene sueños y planes! ¿Tú crees que Dios quiere que sigas estancado? ¡No! El quiere hacer de ti una persona vencedora y victoriosa. Si quieres entrar en la visión de Dios y ser un “José”, haz esta oración ahora mismo:

“Señor, te pido perdón, porque he vivido lejos de tus planes y no he tenido en cuenta tu visión y tu propósito para mi vida. ¡Perdóname Señor! Limpia mis pecados y hazme una nueva persona, con tus sueños y planes. Anhelo andar en tus caminos, porque tus pensamientos son más altos que mis pensamientos y tus caminos son más altos que mis caminos. Creo por la fe, que haces una nueva obra en mi vida. En el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.

MENSAJES

MISIÓN

VIDA

PARA LAS NACIONES

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo, Uruguay

WhatsApp: (+598) 095 333 330

email: info@misionvida.org

twitter: misionvidauy

facebook: iglesiamisionvida

Diseño: VerakaWeb