Av. 8 de octubre 2335
Montevideo
WhatsApp:(+598) 095333330
Hoy quiero hablar acerca del hecho de que a los cristianos, las circunstancias no les cambian la cara, éstos son gente especial que habita el planeta, que tiene un espíritu extraterrestre, sobrenatural. Los cristianos tienen un poder sobrenatural, no viven una vida común, como cualquiera, sino que viven por encima de lo natural; no son esa clase de personas a las que las circunstancias les cambian el rumbo, sino que ellos cambian las circunstancias.
El común de la gente y también los “cristianos de cuarta”, tienen una vida psíquica a la que llamamos vida almática. Éstos viven en un nivel almático, humano, se encuentran en un nivel y en un poder natural. Esas personas dependen de lo que tienen en su mente, de sus emociones y su voluntad. Les viene un sentimiento y agarran para un lado, luego sienten otra cosa y agarran para el otro lado. Otro nombre que se les puede dar es el de “cristianos veleta”, cualquier viento los hace girar, no tienen dominio propio o dirección propia, suben y luego bajan; no viven en un nivel de poder sino que están viviendo como en una montaña rusa, hay días que están arriba y otros días abajo.
Ahora, hay cristianos que además de tener una vida almática o síquica que gobierna su existencia, tienen también una vida espiritual, la que Cristo ha engendrado en ellos y esa es una vida superior. Cuando el ser interior está debidamente alimentado, está fortalecido, ese ser espiritual que habita en el cristiano es sobrenatural y lleva al creyente a vivir por sobre las circunstancias, lo lleva a vivir en la mente de Cristo y no en su propia mente. ¡El apóstol Pablo señaló que nosotros tenemos la mente de Cristo!
El creyente espiritual tiene facultades sobrenaturales, espirituales, domina sobre los deseos, sobre los pensamientos, en cambio, el creyente carnal o almático no puede dominar sus pensamientos. Muchos me dicen: “¿Qué culpa tengo yo? ¡Los pensamientos me vienen solos!” Yo te diré cómo es la cosa, esos pensamientos que vienen a tu mente han entrado porque tú se lo permitiste. La persona alienta su alma con pensamientos que provienen de lo que escucha o de lo que ve. Tú naciste vacío de pensamientos, te has llenado de ellos en el camino, los pensamientos no han venido solos, tú comenzaste a dejar entrar determinadas ideas o pensamientos, por ejemplo, si has estado viendo pornografía es lógico que te vengan pensamientos pornográficos. Tú no quieres que esos pensamientos estén pero los alimentaste. Te vienen ideas y deseos; has estado viendo pornografía y resulta que un día llegas a tu casa y le dices a tu esposa que quieres hacer tal o cual cosa; ella queda con los ojos desorbitados y te pregunta: “¿De dónde sacaste esas ideas? ¿Qué quieres hacer conmigo?” ¡Eso es el resultado de determinadas cosas que viste, y que hablaste! ¡Nosotros alimentamos nuestra alma, así como alimentamos nuestro cuerpo!
Conozco personas que sólo toman Coca-Cola, no toman agua, tienen esa bebida en su cuerpo.La Coca-Colaproduce una enfermedad que afecta la cobertura que hay sobre los nervios, que es la mielina. Y si tú no comes tomate ni lechuga y sólo te gusta el asado, o comes carne todos los días y encima frita, tu cuerpo tendrá los problemas que son provocados por alimentarte mal, se te llenan las arterias de grasa, te perjudica el corazón o el cerebro, y pronto tu cuerpo sufrirá las consecuencias, porque te alimentas mal. O te gusta ponerle mucha sal a la comida pero te un día te estalla la presión. ¡Lo que comemos nos afecta! Supongamos que sólo te gusta comer pasta, así que te alimentas sólo de pasta, pero esa decisión va a perjudicar tu cuerpo. Tú tienes que decidir alimentarte bien, debes variar los alimentos y comer frutas, verduras, etc. En lo espiritual sucede lo mismo, si te vas a alimentar de la palabra de Dios tu vida espiritual estará fortalecida; si anhelas las cosas de Dios y aprendes a escucharlo y a amarlo, tu vida espiritual se va a enrobustecer. Parece tonto cuando algunos cristianos me dicen: “No se lo que me pasa, me siento debilitado”. ¡Te has debilitado porque dejaste de alimentarte con aquello que mantiene tu vida espiritual sana!
¡Dios necesita gente llena del Espíritu Santo, llena de poder, de gloria y quiere llenarte a ti! Hay gente que no le sirve para nada a Dios. ¿Para qué te va a mandar a hacer algo si no tienes poder, no tienes fe? Eres débil y declaras que ni siquiera puedes orar. ¿Conoces a esos cristianos que no oran, no leenla Biblia, que asisten una vez a la semana a la iglesia? Después no saben por qué están débiles. ¡No comas nada, bebe Coca-Cola todos los días y después cuéntame cómo estás!
¡La vida cristiana normal es una vida de poder! El Señor derrama su Espíritu Santo sobre los creyentes; Él dijo: “…recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,…” (Hechos 1:8) yla Biblia señala que el Espíritu que Dios nos ha dado es un Espíritu de poder, de amor y de dominio propio.
La vida almática es débil, la persona puede ser creyente pero no la domina el Señor sino el cigarro; tú te quejas que Dios no te ayuda a dejar el pucho, pero no es que el cigarro tenga poder para dominarte sino que es por tu debilidad que no lo dominas. Lo mismo sucede con las drogas, con la pornografía, con la infidelidad, etc. ¡Dominan al creyente que no está fortalecido espiritualmente! Ahora, el creyente que está lleno del Espíritu Santo tiene un espíritu de poder. Uno dice: “Me siento débil, no puedo contra esto porque me puede”. ¡Todavía lo confiesa y eso es peor! El creyente débil se declara perdedor, se declara vencido en muchas circunstancias. ¡Pero una persona creyente no necesita hacer fuerza para vencer el pucho, necesita estar lleno del Espíritu Santo! ¡Si eres un adúltero, no necesitas hacer fuerza para no ser así, necesitas ser lleno del Espíritu Santo! Dios nos ha dado un espíritu de poder, de amor y de dominio propio; este último significa que tengo poder, tengo dominio sobre mis deseos, mis pensamientos y emociones.
No es una cuestión tuya sino del Espíritu Santo, pero cuando el creyente no lo toma en cuenta, cuando no está lleno de la palabra y del poder de Dios, comienza a ser dominado por sus deseos, pensamientos y emociones. ¡Pero no necesitas luchar contra eso sino por ser lleno de la presencia de Dios! Los pensamientos gobiernan a los débiles, mas los fuertes gobiernan sus pensamientos. No es que el pensamiento entró solo sino que lo dejaste entrar. El responsable de tu mente eres tú, no es Dios ni el diablo, tú decides qué pensamientos entrarán en tu vida. Cuando te sientes débil y tienes pensamientos que no puedes sacar de tu mente, como por ejemplo, en las noches, esos pensamientos dan vueltas y vueltas y no te dejan dormir, tienes que tomarla Bibliay un cuaderno, comenzar a anotar pasajes bíblicos y memorizarlos. ¡Ahoga esos pensamientos que rondan tu mente con la palabra de Dios!
Una de las cosas que aprendí criando peces, es que, cuando está muy sucia el agua de la pecera, no puedes quitarla toda porque se van los peces también, entonces debes ir añadiendo agua limpia de a poco y quitando al mismo tiempo el agua sucia de a poco; cuando quieres acordar tienes la pecera limpia. ¡Métele a tu mente palabra de Dios, asiste a la iglesia seguido, lee cosas buenas! La gente señala que un libro es cultura, pero no es así porque hay libros que son una porquería, en cambio hay otros buenos. De este modo, el creyente que se alimenta de la palabra de Dios comienza a fortalecerse en su mente. El que es espiritual tiene dominio propio sobre sus sentimientos y sus pensamientos, pero el que es carnal, sus pensamientos y sus sentimientos le dominan. El creyente espiritual genera situaciones, pero las circunstancias no lo dominan, éstas no mandan sobre su vida porque es Dios quien lo hace. ¡Si Dios manda sobre tu vida, las circunstancias no te pueden quitar el rumbo!
Hay una clave que tienes que aprender y es que, el Espíritu de Dios está en su palabra. El espíritu que Él nos ha dado es un espíritu de poder, de amor y de dominio propio. ¿Cómo viene el espíritu? En forma de palabra. ¿Cómo te alimentas? Comiendo palabra de Dios. ¿Y cómo funciona esto? La palabra de Dios entra en nosotros por la fe; si tuviéramos que señalar dónde está la boca de entrada de la palabra de Dios a nosotros, diríamos que está en la fe. Ésta hace posible que la palabra de Dios entre al corazón, de lo contrario estará lleno de otra cosa. Tú dices algo y te das cuenta que estuvo mal, entonces te lamentas: “¡Yo no quise decir eso!” Pero ya lo dijiste porque de la abundancia del corazón habla la boca. Si estás lleno de la palabra de Dios saldrán cosas de tu corazón, pero que provienen de ésta, es decir, de la palabra de Dios.
Retomando, la palabra de Dios entra a nuestras vidas por causa de la fe; yo te hablo de parte de Dios, tú estás recibiendo un mensaje que Dios te está trayendo en esta hora. Recuerda que yo tengo un asunto y tú tienes otro, mi problema es que tengo que creer que lo que Dios me ha mandado a decirte proviene de Él, yo debo tener fe que lo que te estoy hablando es de parte de Dios porque si te hablo de parte mía estoy pecando. Pero tu cuestión es que, tienes que creer que lo que estás escuchando es palabra de Dios y no palabra de Jorge Márquez; lo que tú crees recibes. La palabra entra dentro de tu ser por causa de la fe, pero hay algunos a los que le entra por una oreja y le sale por la otra, no va al corazón por lo tanto no fortalece la vida espiritual porque le entra al intelecto, a la cabeza y no pasa nada, porque no reciben la palabra por la fe. En el momento en que tú recibes la palabra a través de la fe, comienza a producirse el gran milagro. ¡La palabra de Dios es muy poderosa! ¡Por su palabra fueron hechos los cielos y la tierra!
Hay dos cosas que están ligadas entre sí: la palabra de Dios y el Espíritu de Dios. Leamos Génesis 1:1 al 3: “1En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”. ¿Qué había? ¡Había Espíritu y palabra! Ahora, dice el Señor: “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. La palabra de Dios está ligada a su poder, Él dijo: “Produzca la tierra hierba verde… produzca la tierra seres vivientes…” ¡Ese es el poder de la palabra! Jesús dijo: “¡Lázaro ven fuera!” ¡Ese es el poder de su palabra!
Hace algunos años leí un libro titulado: “Lo que dices recibes” y Jesús dijo: “23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho” (Marcos 11:23). ¡Por la fe se recibe la palabra de Dios! Por la fe se le puede decir a un cáncer: “¡Vete en el nombre de Jesús!” ¡Y el cáncer se va!
La fe está ligada a la palabra, la palabra está ligada al Espíritu y el Espíritu está ligado al poder; no hay poder sin Espíritu y no hay Espíritu sin palabra.
Veamos ahora varios pasajes bíblicos que nos muestran esta enseñanza:
2ª Tesalonicenses 2:8 dice: “8Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida…” El apóstol Pablo hablaba del hombre más poderoso que se levantará en la tierra, le llama inicuo, y se refiere al anticristo. Es un hombre que con la unción y el poder de satanás logrará establecer un gobierno mundial, es alguien que tendrá mucho poder y por la unción satánica producirá señales y milagros extraordinarios. Será más poderoso que Nabucodonosor, que el faraón de Egipto, que el cesar de Roma, que Hitler; es el único hombre que gobernará en el mundo, menos sobre mi y sobre los verdaderos cristianos. ¡No podrá! El Señor lo matará con el espíritu de su boca, ¿a qué se refiere con esto? A la palabra que sale de su boca porque cuando sale ésta, sale el espíritu y el poder.
En el libro de Apocalipsis capítulo 1, Juan tiene una visión de Jesucristo glorificado: “16Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza” (Apocalipsis 1:16). ¡Esa espada aguda de dos filos es su palabra! El apóstol Pablo señala: “12Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12). ¡El poder y el espíritu están en la palabra! ¡No creas que te está hablando un hombre, Dios te está hablando! Si tienes fe la palabra penetrará hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos. ¡Dios hará una obra extraordinaria en tu vida! ¡Él está necesitando creyentes llenos del Espíritu Santo y de poder!
“…recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…” (Hechos 1:8). Significa que cuando haya venido el Espíritu Santo sobre ti y recibas poder, presentarás evidencias. Un testigo es alguien que presenta evidencias y Dios necesita gente así. Las evidencias son las obras poderosas, el fruto del Espíritu Santo.
Apocalipsis 19:11 refiere a la visión que Juan vio respecto de la segunda venida de Jesucristo a la tierra: “11Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea”. Pero el versículo 15 señala: “15De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso”. ¡El poder está en la palabra y el espíritu está en la palabra! Tú te alimentas de la palabra, del poder y del espíritu que viene en la palabra, por lo tanto, tienes que recibir palabra de Dios. ¡Asiste a la casa de Dios más seguido! ¡Cómprate una Biblia! Si te dominan deseos y pensamientos malos, lee la palabra de Dios, escucha música cristiana o un mensaje del apóstol Márquez.
Los cristianos no entienden que su debilidad es por causa de alimentarse mal. Hay personas que llegan a estar anémicas porque nunca comen alimentos que contienen hierro, y así pierden las fuerzas. La anemia es falta de oxigeno en la sangre, provocado a causa de la insuficiencia de hierro, por no ingerir por ejemplo, ensaladas verdes. ¡Te guste o no tienes que comer cosas nutritivas! ¡No seas mañoso!
Juan 6:63 dice: “63El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. El espíritu es el que da vida, los argumentos, los sentimientos, los pensamientos no sirven. ¡Las palabras de Dios generan vida y poder! ¡Las palabras de Jesús son espíritu y son vida!
Quiero que esto entre en tu corazón y que creas que Dios quiere llenarte con el espíritu que viene cuando Él habla. Cuando Dios habla, viene el poder, viene el espíritu. Él quiere llenarte hoy con el espíritu y el poder de su palabra. Dios anhela que tú anheles esto, ser lleno del poder y de la vida que genera su palabra. Tu fe hará que recibas en tu corazón la palabra que Dios te está hablando; o ésta vendrá a ti y caerá. ¿Sabes que hay creyentes que son como los patos? Los patos tienen como un aceite en las plumas que, cuando llueve, el agua cae sobre ellos y resbala, entonces no se mojan. ¿Cómo son esos creyentes patos? ¡Escuchan la palabra de Dios pero les resbala!
Dicela Bibliaque Samuel no dejó caer a tierra ni una sola palabra de Dios (1ª Samuel 3:19), entonces comenzó a manifestarse el Espíritu de Dios a través de él. Dios ya no se le revelaba a Elí pero se le revelaba en visiones a Samuel porque él no dejaba caer las palabras de Dios.
Hoy puede suceder algo muy grande sobre tu vida, si eres uno de esos que no deja caer la palabra sino que la comes, y permites así, que esa palabra de poder entre en tu corazón.
¿Qué quiere Dios? ¡Quiere mostrar su gloria a través de los creyentes! Él necesita que sean llenos de su poder y de su gloria. ¡Dios quiere que el hombre manifieste su propósito en la tierra! ¡Él te necesita!
¿Estás creyendo esta palabra? Hoy puede ser el inicio de una nueva etapa en tu vida, una etapa de poder y de gloria. Una etapa que honre a Dios porque la gente le dará gloria cuando vean el poder que se mueve a través de ti.
Cristo quiso que seamos ungidos con el mismo Espíritu con el que Él fue ungido y quiere que hablemos las mismas palabras que Él habla, ¿para qué? ¡Para que produzcamos lo mismo que Él produce! Ya Jesús mostró lo que podía hacer, ahora quiere mostrar lo que puede hacer a través de ti. ¡Hay poder en las palabras de Jesús! Ahora Él quiere que el mundo vea que hay poder en las palabras de los creyentes y hay gloria en sus vidas.
Si tú has creído algo sucederá, las cosas no quedarán como están, todo cambiará en tu vida, no andarás pidiéndole a Dios que te ayude a salir de una deuda, ¡tendrás dominio sobre esas deudas! No vas a estar pidiéndole a Dios que te ayude a dejar de fumar, tendrás dominio porque el espíritu que opera en ti es un espíritu de poder, de amor y de dominio propio. ¡No necesitarás pedirle a Dios que te de fuerzas para orar porque te vendrán unas ganas de orar increíbles! ¡Querrás leerla Bibliaporque sabrás que esas palabras tienen espíritu y vida! Y el espíritu entra junto con la palabra, ésta es el alimento de tu espíritu.
¡Tu espíritu está débil y debe ser fortalecido!
“Transforma las vidas débiles en fuertes Padre, los cuerpos enfermizos en cuerpos sanos. Transforma las personas necias en personas hábiles y sabias. Derrama tu presencia Señor, da muestra del poder de tus palabras, en el nombre de Jesús. Sean llenas las vidas de tu Espíritu Santo, venga tu poder Dios, en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: